Resumen-psicoanálisis Final PDF

Title Resumen-psicoanálisis Final
Course Teoría Psicoanalítica
Institution Universidad Autónoma de Entre Ríos
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ISIS I”. “PSICOANÁLISIS EXÁMEN FINAL DE SIGMUND FREUD “PSICOANÁL

UNIDAD I: Datos biográficos y del desarrollo de la obra de Sigmund Freud. Primeras aproximaciones. El significado de los síntomas. Método catártico. Trauma psíquico. Conflicto psíquico. Concepto de defensa. Determinación de los síntomas. Formación de los síntomas. Teoría de la seducción. El olvido y la memoria. Recuerdo encubridor. El chiste. Bolilla I Tratami ratamiento ento psíquico (tra (tratamiento tamiento del alma) (1890) “Tratamiento psíquico” quiere decir tratamiento desde el alma, ya sea de perturbaciones anímicas o corporales, con recursos que influyen en el cuerpo o sobre lo anímico del hombre. La “palabra” es el instrumento esencial del tratamiento anímico. La relación de lo corporal y lo anímico es de acción reciproca. La investigación médica a indagado acerca de personas que padecían diferentes síntomas y se ha llegado a la conclusión de que estas no pueden considerarse ni tratarse como enfermas, del estomago, la vista, del oído etc. Sino que hay en ellas una afección del sistema nervioso en su conjunto. Sin embargo, el estudio del cerebro y de los nervios de enfermos de esta clase no ha permitido descubrir ninguna alteración visible. Tales estados han recibido el nombre de “histeria” y “neurastenia” y se los define como enfermedades “funcionales” del sistema nervioso. Los signos patológicos no provienen sino de un influjo alterado de su vida anímica sobre su cuerpo. La causa inmediata de la afección debe buscarse en lo anímico. El influjo alterado de su vida anímica, ejerce una influencia perturbadora en lo corporal. Un ejemplo es la “expresión de las emociones”. Casi todos los estados anímicos que puede tener el hombre se exteriorizan en la tensión y relajación de sus músculos faciales y en ciertos estados anímicos denominados “afectos”. También encontramos estados persistentes de naturaleza penosa (preocupación, duelo, etc.). Los afectos pasan a ser con frecuencia causas patógenas tanto de enfermedad del sistema nervioso con alteraciones anatómicas registrables. Estado anímico de la “expectativa”: por medio de este, una serie de las más eficaces fuerzas anímicas pueden ponerse en movimiento hacia la contracción o la curación de afecciones corporales. Sería importante saber si la eficacia de la expectativa de angustia para enfermar es tan grande como la que se le atribuye, y si, el estado contrario, la expectativa esperanzada es una fuerza eficaz de la que no podemos prescindir en el tratamiento y curación. El influjo de la expectativa confiada, se lo encuentra en las “curas milagrosas”, donde el poder de la fe religiosa es reforzado por diversas fuerzas pulsionales. La expectativa confiada depende de cuán grande sea el afán de sanar y el poder que atribuya la persona a su médico. La palabra también es un recurso que se usa para hipnotizar, provocar algo en lo anímico-corporal, se sugestiona a la persona. Hipnosis: no es condición de la hipnosis un estado patológico. El estado hipnótico tiene diversas gradaciones: en los grados más leves el hipnotizado sólo siente algo así como un ligero aturdimiento, mientras que el grado más alto presenta rasgos particulares como la obediencia y credulidad del hipnotizado hacia el hipnotizador. La influencia de la vida anímica en lo corporal se eleva en el hipnotizado. Sugestión: se llama así al dicho del hipnotizador. El movimiento, la sensación y todas las otras actividades anímicas del hipnotizado obedecen a esta sugestión, mientras que por su propia impulsión él no suele emprender nada. Las hipnosis profundas, con obediencia plena, son raras, no tan frecuentes. Los individuos se dejan influir por vía de obediencia sólo hasta cierto grado, pasado el cual se detienen, depende más del enfermo el grado de obediencia que logre la sugestión. Ni siquiera en la mejor hipnosis la sugestión ejerce un poder ilimitado, si los sacrificios son pequeños el hipnotizado los cumple, si son mayores se rehúsa tal como haría en la vigilia. Los enfermos de neurosis son casi siempre difíciles de hipnotizar.

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Puede ocurrir que se supriman estados patológicos mediante sugestión pero solo por un tiempo tras el cual retornan y es necesaria una nueva hipnosis con sugestión para volver a suprimirlos. Un caso de cur curación ación por hipnosis (1892-1893) La hipnosis era utilizada como método principal y apuntaba a dos fines: sugestivo, para cancelar síntomas o incitar al enfermo a realizar una acción y de develación, para obtener datos que puedan servir a los fines del tratamiento. El caso es el de una mujer de entre 20 y 30 años que es incapaz de amamantar a su hijo recién nacido, así se realiza una intervención con sugestión hipnótica. Freud toma el término de Charcot “histeria de ocasión” para definir el cuadro de esta paciente. La paciente, próximo a nacer el primer hijo, había concebido el propósito de amamantarlo ella misma, pero no lo consiguió: le causaba dolores poner el niño en el pecho, se mostraba inapetente, pasaba las noches excitada e insomne, repugnancia a alimentarse, etc. Tres años después nacía el segundo hijo y otra vez se necesito una nodriza. Los empeños de la madre por amamantar al hijo parecieron tener menos éxito y provocar manifestaciones más penosas que la primera vez: devolvía todo el alimento, cada vez que se lo acercaban se irritaba, estaba insomne, etc. Así los médicos aconsejaron la sugestión hipnótica y Freud asistió el caso. Freud en la primera sesión, aplicó el método de la hipnosis y la sugestión, para contradecir todos sus temores y las sensaciones en que estos se apoyaban. Ej. “Tiene usted un buen apetito, desea darse un banquete”. Al día siguiente, se enteró de que la parturienta había cenado sin molestias, durmió tranquila, a la mañana se levanto y alimento al niño sin problemas. Pero el almuerzo le resulto excesivo a penas se lo sirvieron le dio repugnancia, fue imposible poner al niño en su pecho, y volvieron todos sus síntomas. En el segundo encuentro, la hipnotizo y por medio de la sugestión fue más enérgico y asegurador. Cuando regreso al otro día la señora ya no quería más tratamiento, tenía buen apetito y pudo amamantar al niño por 8 meses. Un año después sucumbieron los mismos síntomas con el nacimiento de un tercer hijo y encontró a la señora en el mismo estado, enojadísima por no poder eliminar su anoxia y sus otros síntomas. En la primera hipnosis no funcionó y, en la segunda, el complejo del síntoma fue extirpado y logró amamantar tranquila a su hijo. Mecanismo psíquico de la perturbación: existen representaciones a las que se conecta un afecto de expectativa; ellas son de dos clases: - Designios: propósito, lo que la persona quiere hacer, representaciones de que yo haré una cosa u otra. - Expectativas: lo que se espera, lo que uno cree que va a ocurrir “me va a ir bien o me va a ir mal” las sensaciones de que una cosa u otra acontecerá conmigo. El efecto ahí anudado depende de dos factores: - En primer lugar, del significado que posea para mí el desenlace. - En segundo lugar, del grado de incertidumbre que aqueje a su expectativa. La incertidumbre subjetiva, la expectativa contraria, es a su vez figurada por una suma de representaciones que se llaman representaciones penosas contrastantes. En el caso del designio, estas representaciones contrastantes dicen: “No conseguiré realizar mi designio por esto o aquello” (“No voy a poder amamantar”). - Duda “voy a poder o no voy a poder”. - Pesimismo “Las cosas me van a ir muy mal”. En el caso de la expectativa, la expectativa contraria consiste en la ponderación de todas las otras posibilidades que me pueden suceder, salvo una, la que yo deseo. Neurastenia e histeria: son las dos grandes neurosis y se diferencian de manera característica: - En la neurastenia (componente sexual mal descargado. Ejemplo, la masturbación), la representación contrastante patológicamente acrecentada se enlaza con la representación voluntad en un solo acto de conciencia, sustrayéndose de esa representación y generando así la debilidad de la voluntad

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característica de los neurasténicos, de que ellos mismos son concientes (todo ocurre en la conciencia yoica dominante). - En la histeria este proceso diverge en dos puntos: en primer lugar, como corresponde a la inclinación de la histeria por la disociación de la conciencia, la representación penosa contrastante, es arrancada de su asociación con el designio y entonces subsiste, a menudo inconciente para el propio enfermo, como una representación separada. En segundo lugar, lo histérico por excelencia es que cuando llega el caso de ejecutar el designio, esta representación contrastante se objetiva, por vía de inervación corporal. La representación contrastante se establece como voluntad contraria, al tiempo que el enfermo es conciente de una voluntad decidida pero impotente. Años después trato a otra histérica, tenía un ruido que intercalaba en su conversación a modo de tic y que lo describió como “chasquido de la lengua con irrupción repentina por los labios, que tenia bien apretados”. Primero Freud le pregunto a la enferma cuando se origino el síntoma, al no saber responderle, lo considero como un tic genuino (propio, natural). Luego en hipnosis profunda le hizo la misma pregunta, y la enferma comenzó a relatar un episodio, de cuando su hija está enferma, todo el día había tenido convulsiones y por fin se durmió, ella se propuso guardar el más profundo silencio y le surgió el chasquido por primera vez, luego despareció. Muchos años después, iban en el carruaje por el bosque y se desato un gran temporal, y un rayo fulmino el tronco un árbol delante de ellos y pensó “ahora no tienes que gritar porque asustaras los caballos” y en ese momento sobrevino el síntoma y desde entonces se le había instalado. La madre agotada por la angustia y el cuidado de la enferma, se propone no dejar salir sonido alguno de sus labios, para no perturbar a la nena que dormía. Y en su estado de agotamiento, la representación contrastante demuestra ser más fuerte: llega hasta la inervación de la lengua, que acaso el designio de no emitir sonido había olvidado de inhibir, atraviesa los labios cerrados y produce un ruido. La histeria debe a este salir a la luz la voluntad contraria, el no poder los enfermos hacer algo justamente en el momento y el lugar en que más lo ansiarían y hacer exactamente lo contrario de lo que se les ha pedido. Charcot decía que el tic histérico se soluciona en algún momento, mientras que el tic genuino es perdurable. Freud observa luego dos casos: un paciente con coprolalia (balbucir de manera involuntaria palabras obscenas) este hombre educado se guardaría de pronunciar las obscenidades y este miedo lleva a la realización de lo temido. En el segundo caso era un hombre adulto, aquejado de la necesidad de exclamar María. De estudiante se había entusiasmado con una muchacha de ese nombre, esto lo predispuso a la neurosis. Por entonces empezó a exclamar el nombre de su prometida en medio de todas las clases y ese nombre le quedo como un tic. Freud conjeturó que el empeño de ese hombre por mantener en secreto el nombre, se volcó de pronto en un momento particular de excitación, hacia la voluntad contraria, y desde entonces persistió el tic. El síntoma escapa al control del yo. Bolilla II Sobre los mecanismos psíquicos de los fenómenos histéricos: comunicación preliminar (1893). Breuer y Freud. 1 En este texto se busca establecer el nexo entre la histeria y su ocasionamiento, en estos casos se busca a través del método de hipnosis con fines de indagación. El nexo existente entre causa y síntoma a veces es visible y a veces es simbólico (no hay conexión directa con una sensación somática).

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El proceso en virtud del cual el fenómeno se produjo la primera vez suele remontarse de tiempos atrás y suele tratarse de vivencias pasadas que al enfermo le resulta desagradable comentar, pero, que en realidad no las recuerda y a veces ni distingue el nexo causal entre el proceso ocasionador y el fenómeno patológico. Casi siempre es preciso hipnotizar a los enfermos y despertarles los recuerdos del aquel tiempo donde el síntoma afloro por primera vez. En el aspecto teórico, se puede dar cuenta de que el factor accidental comanda la patología de la histeria. En el caso de la “histeria traumática” es evidente que fue el accidente lo que provoco el síndrome (conjunto de síntomas). La experiencia demuestra que los síntomas mas diferentes, tenido por operaciones espontáneas idiopáticas (irrupción espontánea) de la histeria mantienen con el trauma ocasionador un nexo tan estricto como aquellos otros fenómenos más transparentes en este sentido. Con frecuencia son sucesos de la infancia los que han producido para todos los años subsiguientes un fenómeno patológico más o menos grave. En algunos casos el nexo suele ser tan claro como el suceso ocasionador, este último está determinado por su ocasionamiento. En otros, el nexo no es tan simple; solo consiste en un vínculo simbólico entre el ocasionamiento y el fenómeno patológico. En la neurosis traumática, la causa eficiente de la enfermedad no es la íntima lesión corporal; sino el afecto de horror (la angustia, la vergüenza, el dolor psíquico y la sensibilidad de la persona), el “ trauma psíquico”. En la histeria, hallamos varios traumas parciales que en sumación pudieron exteriorizar el afecto traumático. El trauma psíquico, o bien el recuerdo de él, obra al modo de un cuerpo extraño que aún mucho tiempo después de su intrusión tiene que ser considerado de eficacia presente. Los síntomas histéricos desaparecerían cuando se conseguía despertar el recuerdo del proceso ocasionador, convocando al mismo tiempo el afecto acompañante y cuando el enfermo describía ese proceso detalladamente y expresaba en palabras de afecto. Los histéricos, padecen de reminiscencias (recuerdos). 2 La perdida de afectividad de un recuerdo depende de varios factores: - Acción/reacción (trauma no instalado) - Rectificación asociativa (trauma no instalado) - Abreacción o catarsis (trauma instalado) Lo que importa es si frente al suceso afectante se reacciono enérgicamente o no. Por reacción entendemos, toda serie de reflejos voluntarios e involuntarios en que se descarga los afectos (llanto, venganza, etc.) si esta reacción se produce de forma suficiente, desaparece buena parte del afecto. Si la reacción es sofocada, el afecto permanece conectado con el recuerdo. El ser humano puede encontrar en el lenguaje un sustituto de la acción, así el afecto puede ser abreaccionado casi de igual modo. La rectificación asociativa es una forma de abreaccionar, por medio de unas operaciones asociativas, el hombre normal consigue hacer desaparecer el afecto relacionado, a esto se le suma el olvido. Los histéricos no disponen de los recuerdos, pero si se los indaga en estado de hipnosis, esos aparecen. Ellos además no pueden hacer una rectificación, esta la hace la persona sana con su conciencia yoica dominante. Se demuestra que los recuerdos corresponden a traumas que no han sido suficientemente “abreaccionados”. 1- A veces la persona, no ha reaccionado frente a traumas psíquicos porque la naturaleza del trauma excluía una reacción. (Ejemplo, la perdida de una persona amada) o porque circunstancias sociales la imposibilitaron, o porque se trataba de cosas que el enfermo quería olvidar y por eso las reprimió (desalojó) de su pensar consciente. (Acá es donde aparece por primera vez el verbo reprimir con el sentido que luego tendría en psicoanálisis, se califica como inconciente al mecanismo psíquico de la defensa)

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2- La segunda serie de condiciones esta comandadas por los estados psíquicos en que sobrevinieron las vivencias en cuestión: en la hipnosis uno halla como ocasionamiento de síntomas histéricos también representaciones que deben su conservación a las circunstancias de haberse generado en afectos graves y paralizantes (terror, soñar despierto, etc.). Las representaciones devenidas patógenas se conservan tan frescas y con tanto vigor afectivo porque les es denegado el desgaste normal por abreacción y por reproducción en estados de asociación desinhibida. 3 El trauma psíquico, no se halla en la memoria normal del enfermo, sino en la memoria del hipnotizado (segunda conciencia). El fenómeno de escisión de la conciencia, existe de manera rudimentaria en toda histeria, entonces la inclinación a disociar y con ello al surgimiento de estados anormales de la conciencia que se resumen bajo el nombre de estados hipnoides, es el fenómeno básico de esta neurosis. Estados hipnoides: estados anormales de conciencia, fenómeno básico de la neurosis. Son estados similares al sueño. Las representaciones que en ellos afloran son muy intensas, pero tienen bloqueado el comercio asociativo con el restante contenido de la conciencia (yoica dominante). Histeria de predisposición: si tales estados hipnoides existen antes que se contraiga la enfermedad manifiesta, ofrecen el terreno sobre el cual el afecto instalara al recuerdo patógeno junto con los fenómenos orgánicos que son su consecuencia. La histeria es una psicosis. Nuestras psicosis oníricas (sueño) no influyen sobre nuestro estado de vigilia, mientras que los productos de los estados hipnóticos penetran en la vida de vigilia como fenómenos histéricos. 4 Fases del ataque histérico: Una descripción esquemática dada por Charcot consta de cuatros fases: 1) La epileptoide. 2) La de los grandes movimientos. 3) La fase alucinatoria. 4) La del delirio terminal. Freud trabaja y profundiza la tercera fase. Toda vez que ella aparece contiene la reproducción de alucinatoria de un recuerdo sustantivo para el estallido de la histeria: el recuerdo del gran trauma único de la histeria llamada traumática, o de una serie de traumas parciales afines como los que están en la base de la histeria. Los recuerdos afloran en los ataques histéricos, conciernen a tramas psíquicos que no se tramitaron por vía de abreacción, ni por un trabajo asociativo del pensar, se sustraen enteramente a la capacidad mnémica de la conciencia normal y muestran pertenecer al contenido de la representación de estados de conciencia hipnoides con asociación restringida. La trayectoria de una histeria grave es: se forma en estados hipnoides un contenido de representación que luego, cuando ha tomado el suficiente incremento, se apodera, durante un periodo de histeria aguda, de la inervación corporal y de la existencia del enfermo, crea síntomas permanentes y ataques y luego sana. El ataque sobreviene de manera espontánea, pero también puede ser provocado por medio de la asociación, se produce por la estimulación de una zona histerógena o por una vivencia nueva que hace resonar a la vivencia patógena en virtud de su semejanza con ella. 5 Psicoterapia : este método procede cancelando la acción eficiente de la representación originariamente no abreaccionada, porque permite a su afecto estrangulado el decurso a través del decir, y la lleva hasta su rectificación asociativa al introducirla en la conciencia normal o al cancelarla por sugestión medica, como ocurre en el sonambulismo con amnesia. Conceptos Trauma: fenómeno psicológico, deterioro del aparato psíquico. Suceso que desborda la capacidad del psiquismo, va más allá de la capacidad de control. Produce síntomas.

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Ejemplo de trauma psíquico: una persona está trabajando y le cae algo pesado, lo que le produce el trauma no es el golpe sino la impresión, lo que se imagina cuando experimenta el golpe. El trauma tiene un contenido imaginatorio que no coincide con lo real. Se autosugestiona: “estoy todo quebrado”, produce un efecto “no podré caminar”, este efecto es cancelable por medio de la sugestión hipnótica. Modelos de Freud – Breuer: 1. Histeria por sumatoria: sumación de episodios que van adicionando una intensidad tal que produce la disociación de la conciencia. Tiene que ver con una intensidad . 2. Histeria hipnoide: Breuer pensaba que hay personas con predisposición histérica a la disociación de la conciencia. Tiene que ver con estado hipnoide por predisposición. 3. Histeria de defensa : existen contenidos penosos que la persona quiere sacarse de encima; el esfuerzo que hace la persona para eliminar el contenido penoso, provoca la disociación. Es forzar al desalojo de la conciencia este contenido para ...


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