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Resumen y opinión del libro Saqueo, el arte de robar arte, escrito por Sharon Waxman...

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Ana Sofía Colado Merino Alumna PCI DNI: G15523440 Asignatura: Museología Profesor: Mariano Casas Hernández Saqueo: El arte de robar arte Por Sharon Waxman Desde siglos atrás ha existido una dolorosa y resentida historia del saqueo de arte del que son especialmente víctimas países con una larga historia remontada a tiempos muy antiguos. El saqueo de arte ha existido y sigue existiendo debido a que hay un amplio mercado del saqueo ya sea por revendedores de arte del mercado negro, museos famosos o coleccionistas privados. Tal parece que las piezas artísticas que alguna vez pertenecieron a las culturas antiguas poseen un valor único e inalienable: su carga histórica. Estos objeto sirvieron su función para ciertas culturas y después el tiempo las sumergió en una pátina la cual ha llegado a aumentar su valor monetario considerablemente. Nos queda claro que estas piezas son inmensamente valiosas y especialmente para la gente de la región de la cual las piezas son originarias, sin embargo, muchas de ellas se encuentran expuestas fuera de su país de origen y en museos de ciudades que no tendrían ningún vínculo con ellas. Todo esto es a causa del saqueo de arte. Waxman explica en este libro distintos ejemplos de piezas ahora expuestas en museos de países primermundistas como lo son el Louvre, el British Museum o el Metropolitan de Nueva York y la controversia que gira en torno a la procedencia de estos objetos. La escritora abre así un debate sobre si dichos objetos deben permanecer en los museos en los que han habitado por las últimas décadas o si deben regresar a su país de origen con el propósito de contextualizarse. La escritora nos da una historia de cada objeto ejemplificado junto con una contextualización que nos ayude a entender la razón por la que estos objetos han sido despojados de su país de origen. Es importante entender que lo que pasaba en épocas pasadas era completamente diferente a lo que vivimos hoy en día y muchas veces, ya sea por fines de lucro o amor al arte, siempre se ha buscado el bienestar y la excelente conservación de estas piezas. Si hay algo que debemos acreditar a estos países primermundistas (en cuanto a cultura) es el magnifico trabajo que han hecho respecto a sus museos y la difusión de la cultura y la educación.

Es claro que el prestigio, la experiencia y las instalaciones de los museos antes mencionados no son fáciles de lograr pero, ¿eso les da el derecho a obtener y mantener todas las piezas artísticas que deseen? Los países de estos museos (Francia, Inglaterra, Estados Unidos) y su historia no tienen ningún tipo de relación con estas culturas antiguas excepto por el pedazo histórico de guerras en el que países como Francia e Inglaterra sometieron a los países descendientes de las antiguas culturas y así pudieron conocerlas. Algunos de estos invasores poseían una fascinación por las antigüedades y aunque decidieron estudiarlas, no podían llegar a forjar este vinculo tan especial con ellas. Los países de los cuales estas piezas fueron arrebatadas recientemente se han dado cuenta del valor que estas piezas tienen y por esta razón han demandado que les sean devueltas a sus países de origen. Pero esto tampoco parece ser una razón válida. Los países que tienen una gran cultura antigua detrás declaran que estas piezas “les pertenecen por ser parte de su cultura y del legado que esta les ha dejado” pero eso no es totalmente cierto. Un ejemplo es la Piedra de Rosetta de Egipto. La piedra fue encontrada por las tropas de Napoleón y ahora se encuentra en el British Museum. La verdad es que hasta que los franceses encontraron la piedra, los egipcios nunca se interesaron por ella. Sin embargo, cuando varios de ellos quisieron educarse en cuanto al tema y estudiar Egiptología, los franceses no los dejaban pues ya no les convenía. Hoy en día el British Museum no tiene ninguna intención de regresar la piedra a Egipto y por un lado, parece que los egipcios desaprovecharon la oportunidad de sacarle jugo a su cultura hasta que llegó alguien más y se las quitó pero aún así, tanto franceses como ingleses se aprovecharon despiadadamente de eso para ser ellos quienes se beneficiaran de las riquezas que poseer esa piedra traía. No es novedad que los países primermundistas se aprovechen de países subdesarrollados pero sigue siendo injusto. Estos grandes museos argumentan que “sus instalaciones son mejores para cuidar de las piezas” o que “su papel educativo es mucho más influyente y pueden llegar a un mayor público con facilidad” y tristemente, puede ser cierto. Pero ¿qué hay de la identidad de una cultura? ¿qué hay de su nacionalismo? No todo objetivo debería ser el dinero y la riqueza. Para estos países estas piezas tienen un significado inigualable y quisieran poderse sentir orgullosos de poseer estas antigüedades. Esto es solo un sueño lejano, tal vez los objetos nunca regresen a sus países de origen o tal vez lo hagan en un futuro distante. Debemos recordar que si es verdad que se tiene tanta admiración por estas culturas, también se debe actuar con ética y respeto, no solo para la materia artística, sino también para su pueblo y poseedores legítimos....