TEMA 1: LA AUTONOMÍA DEL ARTE PDF

Title TEMA 1: LA AUTONOMÍA DEL ARTE
Author Laura Castro
Course Historia de las Ideas Estéticas
Institution Universidad de Sevilla
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María Jesús Godoy...


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TEMA 1 AUTONOMÍA VERSUS HETERONOMÍA. EL LÍMITE COMO ELEMENTO VERTEBRADOR DEL CONCEPTO DE ARTE

El País de las Maravillas creado por Lewis Carroll es una metáfora del mundo del arte a partir del siglo XVIII, un mundo propio con leyes propias. Un mundo al margen del real. Algo así ocurre con el arte a partir del siglo XVIII, desde esa fecha se convierte en algo autónomo, un mundo independiente; es decir, dotación de sentido propio de lo que hay dentro frente lo que hay fuera. Autónomo como algo que tiene en sí mismo su razón de ser, su sentido, que es capaz de dotarse de sus propias normas de funcionamiento y no admite que esas normas le sean dadas desde fuera. Esta constitución del arte como algo autónomo, coincide, y no por casualidad, en el tiempo con la conformación del sujeto moderno como sujeto independiente. El sujeto independiente es el que ha superado la mayoría adulta, no necesita de tutelas externas para conducirse en la vida, el individuo que manda en sus decisiones. Coincidiendo también en el tiempo con esa subjetividad libre, vamos a encontrar la estética en cuanto disciplina de estudio, una norma que se desgaja de la filosofía en ese siglo, y lo hace para encargarse precisamente de la reflexión del arte autónomo. El arte anterior a este siglo era igual de importante, solo que, entendidos desde otro supuesto, contrarios a los que pondrá en juego la modernidad. Ese supuesto contrario fundamental es la heteronomía, el arte y la reflexión estética hasta ese siglo vienen presididos por la idea de HETERONOMÍA, que dice que ese arte y reflexión apuntan constantemente a otros ámbitos, el arte no se entiende si no es en relación con la esfera del comportamiento y la del conocimiento. Y la reflexión estética, que aún no es independiente, está integrada en la filosofía general o en la teología. También con relación a esa idea de autonomía, aunque en apariencia es una idea sencilla, en el fondo es compleja porque para nosotros el arte, que está situado como hecho autónomo en nuestra cultura, al mismo tiempo no lo entendemos sino apuntando con fuerza a lo extraartístico. La paradoja es que el arte es un hecho autónomo, pero que no consigue desligarse de su sempiterna heteronomía. Pero esto no es nuevo, Platón ya lo dijo, y se van a seguir dando cuenta de ellos las estéticas posteriores. Sin ir más lejos, la estética romántica, que deposita una esperanza desmesurada en el territorio artístico; piensa que el arte es el motor de transformación social. Platón decía que la belleza es difícil, y a mediados del siglo XX, un representante de la escuela de Frankfurt, Theodor Adorno, abre su teoría de forma parecida, ha sido evidente que nada referido al arte es evidente, porque estamos hablando de un dominio complejo, ambiguo y extraordinariamente rico. Nos dicen los expertos que, en los dos últimos siglos, hemos ido extendiendo de una manera acrítica el concepto de arte a manifestaciones estéticas, expresivas, de todos los tiempos y de todas las culturas. Sin embargo, dicen que es un error y equivocación, porque el arte en sentido estricto, cuando nace, es en Grecia. El arte nace con la tradición cultural de Grecia, es allí donde 1

por primera vez existirá una valoración publica y civil de la forma artística en cuanto forma bella. Cuando aplicamos ese concepto fuera o antes de occidente, Grecia concretamente, lo que hacemos es desvirtuar unos objetos que nacieron con una función distinta a la que con nacieron. El arte en sentido estricto nace en Grecia. Lo que hay antes son manifestaciones estéticas, culturales, expresivas de distintos pueblos y culturas, pero no es arte tal y como lo entendemos. Si hablamos de arte bello, del arte reducido a la belleza, nos tenemos que ir todavía más adelante en la Historia. El arte como bella arte, o arte bello, es un concepto que se forja en el proceso que se extiende desde el Quattrocento italiano hasta el siglo XVIII, en Europa, sólo que los museos y las galerías de arte nos invitan a retrotraer ese concepto de arte bello y llevarlo al pasado. Nos ubicamos en la civilización griega, el paradigma en vigor es el de la heteronomía, que implica que el arte es un ámbito abierto, en permanente contacto con otros ámbitos y esferas. La propia etimología de arte nos habla de esa realidad, porque nuestro concepto de arte entronca etimológicamente en el concepto de arte de techné (τέχνη), que significa «técnica, destreza de tipo manual para fabricar objetos y atender necesidades específicas». El arte nace con una finalidad eminentemente utilitaria, como arte aplicado. Por consiguiente, el artista va a ser el especialista en una determinada destreza para hacer cosas enteramente sometidas a normas y preceptos. El artista no tiene decisión sobre lo que produce, es un mero artesano. Como ese concepto de técnica es tan amplio, incluye las bellas artes y las artesanías, no se diferencian las unas de las otras. Tan artístico o artesanal es elaborar una vasija, como tan artístico o artesanal es el hecho de conducir inteligentemente un ejército en la guerra, para confeccionar una prenda o para esculpir una estatua. Entre la sastrería y la escultura no hay diferencia, pues ambas se incluyen en las artes vulgares. La configuración en Grecia de las artes es jerárquica, en la base de la pirámide están las vulgares, sólo precisan de un ejercicio físico y por ello no están muy bien miradas socialmente, porque todo lo que recuerda al trabajo manual de los esclavos, no goza de estima social en Grecia. Ambos se valen de la medida para sus producciones, reproducen las leyes que rigen el funcionamiento del universo, solo que, al hacerlo, el trabajo del escultor es imitativo o reproductivo porque se trata de copiar lo que vemos en la naturaleza, mientras que, en el caso del sastre, es más productiva ya que se fabrican prendas de vestir gracias a los materiales administrados por esa misma naturaleza, pero en el fondo son fabricantes de útiles. Aun así, estas actividades tienen cierto interés, pues tiene valor cognoscitivo y moral. Esto quiere decir que estas artes solo se entienden en relación con la idea de Verdad y la idea de Bien. Son destrezas que, al final, sirven para conformar el carácter de los ciudadanos y está al servicio de los buenos usos y las buenas costumbres. Desde esa mira tenemos que asomarnos al arte del periodo, así entendemos las imágenes de los jóvenes atletas, los kuroi en el arcaísmo; esculpidas en honor a dioses, como conmemoración. O también de las korai, doncellas al servicio del templo, o las múltiples imágenes de las deidades griegas como Diana o Apolo. El arte griego no se entiende sin esa instrumentalización, nunca se entenderá como un fin en sí mismo. La belleza del arte depende de la utilidad social que presta. 2

A todas las cosas hermosas, como los cuerpos, los colores, las figuras, los sonidos y las costumbres, ¿las llamas en cada ocasión hermosas sin considerar nada más? -Gorgias, Platón. Por encima de este escalón de artes vulgares, tenemos las artes liberales, las ciencias, también son destrezas, aunque no de tipo manual, sino intelectual. Y en la cúspide de la pirámide esta la poesía. Si en el caso de las bellas artes, hemos dicho que es una actividad más, todo lo contrario, es aplicable a la poesía. La poesía goza de un estatuto privilegiado en el mundo griego, dentro de su conceptualización heterónoma, está a años luz del arte figurativo porque la poesía ya no es una destreza, la poesía es un saber profético. Nos cuenta Platón que el poeta es un intérprete de los dioses, un inspirado de las musas, por tanto, el poeta es alguien con un conocimiento fuera de lo común, una sabiduría que ya la quisieran los representantes de las artes liberales. El poeta es el que suministra la información teológica y cosmológica. La poesía es la base de la paideia (παιδεία, educación) griega, de la formación cívica de la ciudadanía y por eso el poeta es una figura de la que el estado griego no puede prescindir, una figura que debe implicarse en la vida política. Los estudiosos cuentan que buena parte de la educación en la infancia era la memorización de las grandes composiciones poéticas, los niños se forjaban en carácter cívico a través de la poesía. Precisamente Platón viene a poner en duda el carácter preminente en el mundo griego. Platón como filósofo es consciente de que eso de que la poesía está al servicio de la verdad es muy cuestionable, pues nos muestra a los dioses de manera indigna o inmoral, riendo o dando sufrimiento a los humanos. Resulta que la poesía, nos brinda versiones distintas e irreconciliables de los mismos hechos, por lo que no está al servicio de la Verdad, como sí la filosofía. Por eso acaba expulsando a los poetas de la república, pues son una figura incómoda e inmoral, y condena a los pintores y escultores, pues dice que su obra en el periodo clásico introduce una serie de novedades que hablan de que la antigua organización social está quedando en el olvido. El arte, según Platón, alimenta lo más bajo de nosotros como son las emociones, y descuida la razón y el intelecto, el conocimiento, por lo que no sirven ni pintores ni escultores. La creencia generalizada en la cultura griega es que el poeta es el sabio por antonomasia pues es quien accede a la verdad divina. Esa creencia se vio reforzada en tiempos previos a Platón por el paso de la poesía de tradición oral a la de tradición escrita. Alcmán nos habla de que la sabiduría del poeta es superior incluso a la virtud del guerrero, y Píndaro asocia permanentemente los términos sophós (σοφός) y sophía (σοφία) a poetas y poesía respectivamente, pues es una idea social muy viva y omnipresente. La poesía no ocupa la cúspide en solitario, también la ocupa la música pues en Grecia la poesía no es leída o recitada, sino que es cantada y, por lo tanto, desde tiempos remotos existe un tándem perfecto entre estas dos expresiones artísticas. Con relación a la música hemos de subrayar como los pitagóricos protagonizan un hallazgo singular. A parte del concepto de armonía, establecen lo siguiente; resulta que, hasta ese 3

momento, se había establecido que el danzante había experimentado a una alteración de sentimientos se salía de sí y llegaba a un estado particular que sólo le afectaba a él, por lo que se pensaba que se debía a los movimientos que realizaba. El hallazgo de los pitagóricos se basa en corregir esa idea, el secreto no está en los movimientos sino en los sonidos que se escuchan, por lo que mediante el éxtasis se puede conducir al pueblo. Los sonidos influyen en el alma humana de modo que el alma vibra en consonancia con esos sonidos. El alma humana tiende al Bien, si esa música por el contrario no responde a la idea de armonía, tiene un efecto adverso, puede corromper al ser humano. La música como conductora del alma, el valor psicagógico de la música en correspondencia con la música como educadora del pueblo. La música no está pensada para el deleite de los sentidos, sino para cumplir esa unción de tipo social. Conceptos heterónomos del arte, el arte como hecho social, no como hecho autónomo, y como tal ha de ser regulado por el estado al igual que se regulan todas las cuestiones que rodean la polis griega. Esta situación se mantiene hasta el periodo helenístico, es decir, el arte es arte en la medida que cumple con una función congnoscitiva y moral, como instrumento para la formación de buenos ciudadanos. A partir del helenismo empieza a cambiar es también la coyuntura histórica es distinta. En las grandes monarquías del periodo helenístico, la lengua y la cultura griega se han de extender por grandes territorios donde van a acabar siendo un instrumento de comunicación antes que un instrumento de formación. La poesía pasa, progresivamente, de un consumo social, a un consumo individual, y desde ese momento ya no se le va a pedir tanto que instruya como que conmueva. El punto de vista tradicional va a estar arraigado en la civilización griega, por ejemplo, los estoicos siguen pensando en la poesía como socia indiscutible de la idea de verdad y virtud, y Séneca el que más. Estrabón nos confirma el peso de la antigua idea de poesía en la población. Progresivamente, la poesía va a ser entendida como palabra destinada al placer, a la diversión. Va a quedar atrás esa concepción heterónoma y la necesidad de apuntar hacia el Bien y la Verdad. Es evidente para todo el mundo que la poesía es una invención y una ficción para provocar placer y estupor en el oyente. -Plutarco. Nos habla directamente de mentira, de emociones, lo que se le empieza a pedir a la poesía. Pues los prosistas tienen como meta la verdad, mientras que los poetas por todos los medios quieren deleitar, y deleita más la mentira que la verdad. -Sexto Empírico. Valora la poesía no por el servicio que presta, sino por el placer que da. Se desarrolla el docere et delectare, se le pide a la poesía que enseñe deleitando. Nada es más útil que esas artes que no tienen ninguna utilidad. -Ovidio.

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Nos dice que ya no hay ninguna misión social, pero sigue siendo válido porque tiene belleza. Y como parece que el arte está abandonando la rigidez heterónoma donde estaba encorsetado, pues la finalidad social va quedando atrás. Basta con que los poemas sean bellos; que sean agradables y que lleven a donde quieran el alma del oyente. -Horacio. Se desarrolla un nuevo concepto de la originalidad, de la creatividad, y esto que se inicia en el ámbito poético, acaba afectando al ámbito en general del arte. Los pintores y los poetas han tenido siempre la facultad igual de atreverse a cualquier cosa. -Horacio. Afirma que los poetas y pintores pueden obrar en libertad. Los poetas y los pintores no tienen que justificarse. -Luciano. Básicamente dice que pueden hacer lo que quieran, lo que es un cambio radical de mentalidad que se debe a dos cosas: por primera vez vemos agrupados el arte figurativo y el arte poético en su capacidad de obrar en libertad, se constituye un agrupamiento estético sin precedentes y al que, hasta cierto punto, la mentalidad griega no era consciente de la importancia que tendría en al futuro. Que por primera vez el arte figurativo y la poesía estén unidos nos habla de un precedente remoto a lo que nos encontramos en la Antigüedad. Es cierto que el arte figurativo se contagia de la libertad de la poesía, ya sea en las formas o el contenido. Retorcimiento formal y la representación de cosas como el cansancio o el placer. Y el segundo motivo tiene que ver con el hecho mismo de la nivelación entre poesía y pintura. Hemos hablado de que la pintura esta en el estrato más bajo, mientras que la poesía goza de un estatuto privilegiado, sin embargo, aquí se homologan, a través de esas citas se hace ascender socialmente al arte figurativo, las artes visuales y se las coloca al nivel de la poesía. Esto se trasluce en la afirmación de Horacio, ut pictura poesis, que la pintura sea como la poesía. Pone las bases remotas del sistema artístico moderno.

Del mundo antiguo pasamos al mundo medieval y, en términos generales, podemos decir que esa conceptualización heterónoma en el arte persiste en la Edad Media pues sigue siendo un ámbito abierto que depende de instancias externas, es regulado, manual, pero también es cierto que ha habido importantes transformaciones históricas. Hablar de Edad Media es hablar de la llegada del cristianismo y, por ende, de un proceso de transformación de actitudes frente la vida y el mundo que hacen que el hombre se vuelque en las cuestiones astrales y no en las terrenales. Esto tiene que ver con la difusión de la nueva fe, los nuevos cultos que acompañan a este cristianismo. Recibe el nombre de arte lo que nos sujeta y ciñe con sus reglas. -Casiodoro. Ese carácter heterónomo del arte es más acusado que el visto en la Grecia Antigua, y lo es porque se va a producir un contraste enorme entre las producciones humanas y las creaciones 5

divinas. Las humanas han de ser controladas hasta en el más mínimo detalle dado al cometido social por el que se hacen, mientras que las divinas son libres, solo se deben a sí mismas. El arte en la Edad Media es illiterati literatura, la literatura del iletrado. Volviendo al esquema piramidal, seguimos teniendo en el estrato inferior las artes vulgares, de la destreza manual y el ejercicio físico, que entran en el ámbito regulativo de los gremios. En el segundo estrato estaría la ciencia, las artes liberales, una novedad pues encontramos un intento de sistematización, de fijación, y es así o como surgen el trívium (gramática, retórica y lógica) y el quadrivium (astronomía, geometría, aritmética y música). Parte de la música se hace una ciencia, la que tiene que ver con la teoría y práctica de la composición, la faceta más intelectual de la música, porque el resto de la música sigue en la cúspide con la poesía. Llega a producirse una fusión de la que nos informa Boecio, que dice que en ese único arte que conforman la poesía y la música, la poesía es el fondo, el mensaje religioso a transmitir mientras que la música es la forma sensible a través de la cual hacerle llegar ese contenido al fiel. Perdura la antigua concepción pitagórica de la música como conductora del alma, como lo que nos lleva a actuar bien. En las artes, ningún camino llega al alma mejor que el oído. Gracias a la música, pensamos acertadamente, hablamos hermosamente y nos movemos adecuadamente. -Casiodoro. Pero hemos de hacer una apreciación importante, pues al hablar de música, en gran parte del medievo la música era vocal, la instrumental se va a rechazar por ese prejuicio cristiano contra todo aquello que despierta lo sensible, que aleja al alma de la contemplación divina. Por lo que ha de ser música vocal, como el canto gregoriano, que no es una música que solo quiera crear un universo sensorial, sino que persigue que el fiel se conduzca por la senda de la virtud. Una de las cosas donde comienza a advertirse el cambio sustancial es la música, con la llegada de la Baja Edad Media se revaloriza. Ese componente sensible que antes era dañino comienza a adquirir entidad propia, y ese componente sensible que se veía sometido al componente religioso poético se ve comprometido. Y se empieza a valorar la música, no por el acompañamiento del texto religioso, sino por el deleite que da a los sentidos. Se empieza a tener en cuenta desde un punto de vista estético y no tanto desde un punto de vista funcional. No es nada extraño que los oídos encuentren placer en la diversidad de sonidos, al igual que la vista disfruta de la diversidad de colores, el olfato se excita ante la diversidad de perfumes y la lengua goza con la diversidad de sabores. -Guido de Arezzo. Para entender esta frase hay que remontarse al siglo XII , donde nace la polifonía, que supone una superación a la música molódica anterior, donde encontramos varias voces interpretando distintas melodías que armonizan entre sí. A los autores ya no les preocupa tanto el mensaje como esa nueva manera de hacer música, y lo que es propiamente música adquiere más relevancia. Al mismo tiempo, la modalidad instrumental que había sido depuesta también entra en un proceso de recuperación y a la larga los oídos van a ser los primeros beneficiados. Esa relevancia que cobra la obra instrumental al 6

tiempo que la vocal se perfecciona, lleva a un desalojamiento de la música poética y la melódica. Esto ocurre cuando también la poesía en el siglo XII sufre transformaciones. Hasta ese momento ha sido religiosa, de ámbito eclesiástico, pero a partir del siglo XII, nace una nueva vía poética de carácter profano y que va a llegar al ámbito nobiliario. Están nueva vía ya no ensalza la nobleza divina y canta al Más Acá, se centra en las pasiones mundanas, el amor, se hace trovadoresca. Es vehículo de sentimientos con el que se quiere contagiar al oyente, conmover. Si resulta que sale del ámbito eclesiástico, también sale de lo normativo y regulativo. Llega la individualización de la obra, mayores escotas de la libertad. Se empieza a valorar por las cuestiones estéticas y formales, y ya no el carácter poético de la misma. Canción, creo que serán pocos los que entiendan bien lo que tú dices, ¡tan fatigosa y fuertemente hablas! De ahí que si por ventura ocurriere que llegases ante gentes que no parezcan entenderte bien, entonces, te lo ruego, consuélate diciéndoles mi deleitos...


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