Teologia de un asesino en serie PDF

Title Teologia de un asesino en serie
Author Chaimaa El Ouariachi Zanzan
Course Anatomia I
Institution Universidad de la Amazonia
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Summary

Apuntes de distintos asesinos seriales, en concnreto la teologia de los asesinos en series. Muchas gracias y espero que difruitis con apuntes de la teologia crimanl....


Description

Universidad de La Sabana Angelina Callegari Del Valle Cód. 201613349 25 mayo de 2018 Trabajo final Cultura Audiovisual “Teología de un asesino en serie” Este ensayo se propone abordar el caso concreto de uno de los asesinos en serie más reconocidos, el norteamericano Ted Bundy “Lady Killer”, esto a partir de la portada de un periódico gringo del 25 de enero de 1989, día después de la muerte de este brutal personaje condenado a morir en la silla eléctrica, y cuyo encabezado decía “Killer dies with a smile on his face”. El propósito además es que a través del caso se demuestre que los asesinos en serie son productos puros de la modernidad, son relevantes únicamente por la existencia de la imagen técnica. Este ensayo es valioso porque es una aproximación a este personaje, pero visto más desde el contexto social, explicarlo como un monstruo que la sociedad creo y no como la gente suele pensar, una persona que por naturaleza deseaba matar. Se plantea una investigación desde un nuevo enfoque y teniendo como base para analizarlo tres teóricos quienes en sus libros hablan sobre la modernidad y lo que significa vivir en esta época. Estos tres pensadores son: la norteamericana Susan Buck-Morss y los alemanes Siegfried Kracauer y Walter Benjamin.

DarkVomit (2015). …killer dies with a smile on his face.. [image] Available at: http://darkvomit.com/blog/?p=3408 [Accessed 21 May 2018].

El término asesino en serie fue estandarizado en la década de los 80 en Estados Unidos y es aplicado a las personas que han cometido 3 o más asesinatos con momentos de pausa entre ellos. No son lo mismo que asesino en masa, quienes simplemente matan a una gran cantidad de personas en un momento dado. Los asesinos en serie se caracteriza además por ser meticulosos en sus asesinatos y por planear antes de ejecutarlos. Famosos asesinos en serie hay muchísimos, desde el emblemático Charles Manson, que llevó a la locura a un grupo de

seguidores convenciendolos a asesinar gente rica por placer. O otros más escabrosos como Ed Gein “Leatherface” quien no solo asesinaba sino que degollaba a las víctimas y usaba la piel para hacer ropa. Dentro de esta lista de superstars del crimen hay uno que en su tiempo, entiéndase la década de los 70, fue realmente una celebridad. Theodore “Ted” Bundy, nacido en Vermont el 24 de noviembre de 1946, fue un asesino en serie que ejecutó 36 asesinatos confirmados pero según estudios la cifra real es de más de 100 personas. Pero no mataba a cualquier tipo de personas, eran mujeres de 12 a 26 años de edad, especialmente universitarias. Estos crímenes inicialmente los realizó en los estados de Washington y Oregon, y posteriormente en Colorado y Florida. Lo que Bundy hacía era secuestrar a sus víctimas con engaños, las llevaba a zonas remotas donde las torturaba, las mordía, las violaba y las asesinaba a golpes. Desde 1974 a 1978, Bundy estuvo en las calles engañando a mujeres jóvenes hasta que fue arrestado en Colorado y condenado a muerte en una cárcel en Florida, el 24 de enero de 1989, Ted Bundy fue sometido a la silla eléctrica donde murió. Pero usted se preguntará qué tiene de especial este señor, que simplemente era un monstruo. La respuesta no es nada simple, Bundy fue un fenómeno en Estados Unidos porque cambió para siempre cómo se veían a los asesinos en serie, antes de veían como seres extraños y lejanos a uno, pero Bundy era un joven común y corriente, estudiante de derecho de clase media alta. Fisicamente atractivo y con una vida social aparentemente normal. Era una persona con usted o yo. Esto llamó mucho la atención de la gente pues se dieron cuenta que cualquiera podía ser una asesino, mi vecino o mi primo y uno ni se enteraba. Como había dicho el caso de Ted Bundy lo propongo analizar a partir de la portada de un periódico donde el titular fue “Killer dies with a smile on his face”. Pero para que entienda realmente porque esta imagen con este título son ejemplos claros de cómo la imagen técnica afecta la sociedad tengo que hablarle de muchas cosas antes. Siegfried Kracauer en el libro “El ornamento de las masas” dice algo muy interesante y es que vale más la pena analizar la sociedad con las expresiones superficiales que con las más densa y pensadas. Son esas cosas que no parecen ser realmente influyentes donde uno puede hacer una análisis más honesto y profundo de la sociedad. Esto es lo que busco con análisis a este sujeto y en realidad a todo este tema de los asesinos en serie. Claramente las Tiller Girls de la que hablaba Kracauer era elementos culturales menos densos y a simple vista era un simple baile, pero esto no pasa con los asesinos, el caso de los asesinos en serie es muy curioso porque sí es llamativo y la gente lo conoce pero no lo analiza para hacer una radiografía de la sociedad, se suele ver como un factor paralelo a la esencia de cada momento histórico pero es un elemento donde se puede ver claramente cómo está una sociedad, vea cómo son los asesinatos de un momento histórico preciso y tendrá una buena idea de cómo es la sociedad de ese momento. La modernidad ese periodo histórico que se dio a partir del XIX presenta una sociedad muy diferente a la de siglos anteriores. El hombre moderno ahora es el

hombre de la sociedad de masa que cree en la teología del progreso que lo llevará a liberarse del rigor de la naturaleza. El que cree que será más libre entra más automático sea todo, entre más alejado de la naturaleza “sublime” será más feliz. El hombre moderno es el que inmigra a las ciudades para conseguir una mejor vida, pero que esa supuesta mejor vida es en las fábricas, añorando tener su tiempo de ocio donde realmente lo que hace es seguir siendo productivo, como diría Zielinski optimizando su tiempo libre siendo un agente de consumo. El pecado más grande del hombre moderno es no hacer nada y sentir que se pierde el tiempo. La modernidad diría Walter Benjamin, es algo ambivalente, o mejor que la modernidad el hombre es ambivalente pues está emancipado es “libre” pero a la misma vez sufre un desarraigo muy grande generando una pérdida de la tradición lo que resulta en que nos guste los elementos culturales más superficiales y ridículos. Con esta descripción del hombre moderno ya queda un poco más claro porque digo que los asesinos en serie son fenómenos culturales puramente de la modernidad. Solo a una gente que no tiene tradición que esta alienada le podría cautivar estos grotescos personajes. “La alienación del individuo le permite vivir su propia destrucción” (Susan Buck-Morss). Solo al hombre moderno que todo le resbala le podrias fascinar los asesinos, es el régimen donde hay placer y goce en nuestra propia destrucción. El hombre moderno se maravilla ante una metralleta, al igual que se maravilla al escuchar que un asesino anónimo ha asesinado a más de 10 personas en california como el asesino del zodiaco. Cuando nos hablan de asesinos nos llama más la atención el que mató 50 y no 6. Es ridículo que haya tanta fascinación por esta gente, ¿por qué glorificamos estos personajes?, porque después de ver películas como El Silencio de los Corderos (Jonathan Demme, 1991) o Psycho (Hitchcock, 1960), amamos al asesino, no queremos ser como ellos como pasa con otro tipo de celebridades, pero nos encantan, queremos saber todo de ellos, hay personas cuya obsesión llegó a límites de locura. Como una mujeres que se obsesionó con Bundy y le pidió matrimonio, la mujer quedó embarazado y decidió tras la muerte de Bundy huir y cambiarse de nombre. Y no solo eso, como buenos hombres modernos que somos, hay museos, tiendas, ferias alrededor de objetos relacionados con asesinos en serie. La gente decide optimizar su tiempo de ocio viendo documentales, series, donde lo peor de la raza humana es alabada. Para contestar porque nos obsesionan dividiré la respuesta en 3: primero hablaré de algo que llamaré un esquema de respuestas, segundo hablaré del aura y tercero sobre los medios de comunicación. El esquema de respuestas es una manera de llamar como funciona el hombre moderno o mejor cómo reacciona el hombre moderno ante la sociedad. Susan Buck-Morss, habla de dos términos que son centrales el shock y las fantasmagorías. El hombre moderno cuando interactúa con la sociedad en masa sufre shock, es básicamente la sociedad dando cachetadas, en tu dia a dia estas inmerso en muchos shock, subir al transmilenio, ir al banco, trabajar en una oficina, es todo eso hay momentos donde uno sufre donde el respeto hacia ti como persona se ve quebrantado, lo que pasa con la modernidad es que para estos shocks se crearon curas, estas curas Buck-Morss las llamó fantasmagorías.

El alcohol, las drogas, el entretenimiento, las redes sociales, la prensa, todo eso son fantasmagorías. Elementos que nos permiten alinearnos de los shocks y pasar por la vida sin mayor angustia. Es una anestesia a la modernidad. Teniendo clara la relación shock-fantasmagoria, yo planteo que un shock diario o más bien como el generador de shock mayor es el miedo a la muerte, el hombre moderno gira su vida en torno al régimen de la sobrevivencia. Hay un documental propagandístico llamado The City de Willard Van Dyke de 1939, en donde se ve claramente que es una sociedad de shock, donde te dicen que la ciudad moderna es la ciudad donde básicamente lo que se hace es evitar morir. A todos nos da mucho miedo la muerte a unos más que otros pero es generalizable. En una sociedad “normal” o más bien pre moderna los asesinos en serie darian pánico, uno entre menos supiera de eso mejor. Pero lo que pasa en la modernidad es algo curioso y es que aparece la imagen técnica para convertirte ese miedo a la muerte en una fantasmagoría, irónicamente a lo que más miedo le temes se vuelve una anestesia del mundo. Se crea una nueva “droga” social y es el espectáculo de los asesinos en serie, un nuevo star system donde el más idolatrado es el más cruel. Para pasar a la segunda explicación de porque gustan tanto los asesinos en serie mencionó un artículo publicado por la BBC donde dicen “convertirse en un testigo de la muerte y por ende ejercer algún control sobre ella”, esta es una de las razones por las cuales nos obsesiona, porque podemos ver la muerte desde nuestros propio hogares garantizando que no nos pase eso. Es una especie de voyerismo hacia las prácticas horribles que cometen los asesinos pero se responden a la satisfacción de nuestras fantasías. Es ver cómo se juega con la muerte y eso genera placer. Como había dicho ahora hablaré del aura, el aura es un término que fue propuesto por Walter Benjamin, y es una forma histórica de la experiencia. Según Benjamín y Buck-Morss, el aura está en crisis en la modernidad, debido a pérdida de tradición y emancipación del hombre moderno y aún más por la imagen técnica, el aura no existe realmente. Pero con los asesinos en serie para algo muy interesante y es que son seres profundamente auraticos, pero en el sentido que nos propone Taussig una aura reformada, una aparente aura dada únicamente por la imagen técnica. Son unas personas que son indescifrable, Helen Morrison, psiquiatra forense que ha entrevistado a más de 80 asesinos en serie dice: "Nunca sé bien con quién estoy lidiando. Son tan amistosos, amables, solícitos cuando empezamos a trabajar... son encantadores, casi increíblemente encantadores, tan carismáticos como Cary Grant o George Clooney". Son celebridades de la muerte, uno quiere siempre saber más sobre ellos. Cada uno tiene su forma de ser, su modus operandi por el cual mucha gente se obsesiona. Son como Justin Bieber, con una aparente personalidad única, pero que en realidad son todos lo mismo, todos hijos de la misma cultura. No es casualidad que la mayor cantidad de asesinos en serie sean gringos, en el resto del mundo también hay pero no son tan idolatrados, y eso tiene que ver con el contexto cultural de cada país. Los asesinos en serie de países musulmanes, primero que todo son pocos porque tiene condenas muy fuertes y segundo no se vuelven temas mediáticos no es algo que se ponga en la portada de un periódico.

Haciendo aca un pequeño paréntesis, Emma Goldman decía “Cada sociedad tiene los delincuentes que se merece”, por ejemplo el caso de Garavito conocido como la bestia de Génova, él asesinó y violó a más de 170 niños, y la justicia colombiana convirtió la condena que merecía de 1853 años a una ridícula condena de 40 años que posiblemente sea más corta. Si se piensa en Garavito y Bundy se siente muy diferente, uno es totalmente repudiable con solo pensar en él da escalofríos en cambio cuando se piensa en Bundy no. Y esto se debe a cómo la prensa y los medios masivos en general tratan el tema de los asesinos en serie. Y esto impacta mucho en la razón por la cual son llamativos. Uno de los más crueles asesinos en serie Richard Ramírez dijo: “You know who I am, don’t you? I’m the one they’re writing about in the newspapers and on TV.” Los asesinos en serie existe en gran medida por la prensa, tomemos el caso de Ted Bundy el fue un rock star cuando fue capturado, la manera en la que la prensa trató su caso es muy interesante lograron capturar muy claramente esa “aura” que él representaba. En los periódicos y las noticias ponían titulares moralistas como asesino capturado, pero las fotos y el texto generaba una impresión muy diferente como si no se tratara realmente de un asesino en serie sino una estrella de Hollywood. Cuando él decidió hacer de abogado para su juicio las fotos que los periódicos publicaban lo mostraban con una jerarquía superior, no como el loquito que mato gente sino como una persona igual que usted o yo. En un artículo llamado “Asesinos en serie mina de oro para los medios” dicen: “Vronsky establece una teoría interesante en lo que concierne a la fama repentina de una tipología de homicidas cuyas hazañas van acompañadas de repulsión y curiosidad. Entre otras cosas establece que la combinación de medios de comunicación poderosos y una sociedad fascinada por crímenes que destacan por su sadismo han colocado a los asesinos seriales en el centro de atención. La gente paga, dice, siete dólares por ver películas en las que todos, excepto el villano de la cinta, mueren estrangulados o mutilados. Los medios, abunda, han glamourizado a los asesinos y aterrado al público.” Los asesinos en serie se volvieron un negocio, si antes quedaba duda de que es un fenómeno puramente de la modernidad ya esta mas que claro, no es más que otra industria, la industria de vender gente que juega con la muerte. Es vendernos nuestro miedos más grandes es un star system. La industria en cuanto a producción material que existe detrás de estos personajes es impresionante. No solo se venden dibujos, fotos o objetos de los asesinos. Los mismo sociópatas desde las cárceles tiene su negocio y venden mechones de pelo o autógrafos por grandes sumas de dinero. Hay camisetas, muñecos, posters, todo tipo de cosas con las caras de estos hombre que gozaban con ver una persona morir. Se muestra la ridiculez de la cultura americana que odia a los inmigrantes o a estos chicos que asesinan masivamente en colegios pero al minuto van y compran una camisa de Charles Manson. Los asesinos seriales tienen un gran impacto en los medios, significan dinero. También hay otro tema por el cual los medios son un factor determinante en la industria de los asesinos en serie y es que tienen un fuerte poder indexical, o sea es esta ante huella, ante la presencia más cercana de alguien. No es lo mismo ver

una noticia sobre Charles Manson en un periódico que ver su juicio con toda su locura en un televisor. Esta mejora en la tecnología permite que sea más fácil conectarse con los asesinos porque como dije antes de muestra como superestrellas, y así no es tan difícil si se ve en una pantalla sentir mayor cercanía y compasión por estos monstruos. Dice José Luis Durán: “De alguna manera, Peter Vronsky establece que aun entre los asesinos y sus víctimas hay categorías. No es lo mismo Ted Bundy y sus ataques a estudiantes bellas de la clase media, que las agresiones mortales que son dirigidas a los así llamados “despojos sociales”, que incluyen vagabundos, prostitutas, niños de la calle, gays, pobres o trabajadores migrantes”. A veces no es ni siquiera quién mata más lo importante y lo que llega a la primera plana es el estatus social de las víctimas y el rating que este genere. Casos como el de un asesino Suff quién mató a más de 30 prostitutas y drogadictas, él no llegó a la prensa porque para ese entonces estaban los juicios contra O.J. Simpson. Otros dos ultimos temas, fundamentales antes de pasar al análisis de la foto de Ted Bundy es: primero,¿qué tiene de interesante la serialidad, por qué llaman la atención estos crímenes y no, nose, un bombardeo? La respuesta no es clara y podría tener que ver con la esencia modernista de los asesinos en serie. El modus operandi, o sea la manera en la que los asesinos perpetuar sus crímenes es algo que genera mucha curiosidad en los fanáticos de los Serial Killers, y de pronto se podría hacer un parangón entre los que ven estos crímenes y los trabajadores que iban a ver las Tiller Girls. De pronto no es por un placer reptiliano sino porque una necesidad en el tiempo libre de vivir un placer en la mecanicidad, en lo repetitivo. Se siente placer cuando se descubre una nueva víctima que murió del mismo modo que la anterior y se siente goce al ver patrones y una suerte de fábrica de víctimas. El segundo tema para terminar de reforzar toda esta cuestión de modernidad y asesinos en serie es en realidad dos temas, primero que la ciudad con la industrialización se vuelve el lugar ideal para que se den estos crímenes, antes las urbes no permiten el anonimato, todos se conocían entre ellos, si uno cometía un crimen pagaba realmente duro y era sacado de esa sociedad. Con las ciudades modernas esto cambia es el lugar ideal para el anonimato, con tanto flujo de gente que entra y sale, es muy fácil cometer un crimen y no ser descubierto. Y esto nos lleva a generar nuevos miedos, el asesino es cualquiera, los asesinos más crueles dicen los familiares eran los más humanos y más amables con la gente, pero tenían un lado oscuro que la gente no veía. Finalmente puedo hablar de la primera plana del periódico, espero que después de todo este discurso vea usted la imagen y le parezca más peculiar, se pregunte porque ese titular: Asesino muere con sonrisa en la cara. Esta imagen está por todas parte en internet, busque Ted Bundy y aparece en las primera imágenes pero lo más curioso es que en ninguna parte dice de qué periódico es. Posiblemente un periódico sensacionalista, pero que sin lugar a duda son agentes de la industria de los asesinos en serie. Hay diferente elementos que analizar. Primero, apreciado lector le pido que vea la foto sin ver el titular. Vea realmente la foto. Estoy 100% segura que una persona que vea la foto sola no piensa, brutos

Ted Bundy murió sonriendo. El título lo lleva de una a ver lo que el periódico quiere que veas, pero es muy ambivalente. Primero, quiere que lo veas como un monstruo que hasta la muerte se rió de la vida de las personas, como un hombre desagradable sin moral, que su espíritu “cristiano” dejó el cuerpo riendo. Pero después lo ves diferente y entiendes que no es más que propaganda a la industria del asesino en serie, lo muestran como un vaquero, como el tipo rebelde que burló las normas y que por ende se tiene que idolatrar. Los textos de al lado, el hecho que diga killer o monster, todo esta como por su labor obligada de ser moral y repudiar los asesinos pero hay elementos inversos, como el hecho de que pongan énfasis en la sonrisa, que te llevan al otro camino, al camino de ídolo. Te convierten lo que posiblemente fue un simple relajamiento muscular al punto de hacerte tomar un posición en cuanto a este personaje. Lo más irónico de todo es que investigando note que esa frase, el titular ahora es usado por los fanáticos de Bundy, estampado en camisas donde dice god save ted Bundy y al lado “Killer dies with a smile on his face”. Espero que este ensayo haya dejado claro algunas cuestiones en torno al fenómeno mediático de los asesinos en serie. Que haya quedado claro porque es un elemento social típico de la modernidad y como solo la sociedad moderna podría amar este tipo de sujetos, cómo es posible que pese a las pruebas la gente siga queriendo que mu...


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