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Ejercicio sobre el corto "The Lunch Date"...

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Javier Lapeira Coll

7/10/2019

The Lunch Date “The Lunch Date” es un cortometraje de 1989 dirigido por Adam Davidson y ganador del Oscar en 1991. La trama se desarrolla en una estación de tren en la cual “una mujer blanca, un tanto atemorizada, se levanta de su mesa para conseguir cubiertos. Cuando regresa, ve que un hombre negro se está comiendo su ensalada. (FILMAFFINITY)”. La sinopsis, a primera vista, no parece muy interesante, pero este corto ejemplifica de manera muy clara muchos de los conceptos vistos en la teoría de esta asignatura, sobretodo aquellos relacionados con los prejuicios y esteriotipos. Para empezar podemos ver a una señora blanca en una estación de tren. Por la ropa que lleva y las bolsas de cosas recién compradas podemos pensar que es una persona adinerada. Parece que está buscando su tren cuando se choca sin querer con un hombre negro, y como resultado a ella se le caen al suelo algunas de las cosas que llevaba. El hombre se ofrece a ayudarla, pero ella se afana en recoger sus cosas, denotando una gran desconfianza hacia él. En esta escena se puede inferir que la mujer tiene algún tipo de prejuicio contra el hombre, y este es posible que sea un prejuicio racista puesto que el hombre va bien vestido y parece ser muy educado, por lo que la raza es lo único que, a simple vista, les diferencia. Aunque se intuye de manera sutil, parece que la mujer piensa que el hombre le robará alguna de las cosas que se le han caído, y de hecho no le da las gracias por ayudarla e incluso le dice que le va a hacer perder el tren. La mujer prosigue su camino después del encontronazo y, efectivamente, pierde su tren. En este punto se ve que busca algo entre sus cosas, y no sé muy bien cómo interpretarlo: podemos intuir que busca su cartera porque luego parece no llevar mucho dinero para pagar una ensalada, pero ¿significa esto que simplemente la ha perdido o que el hombre de antes se la ha robado como ella temía? Si el hombre se la ha robado podríamos deducir que el mensaje es que los prejuicios y estereotipos son creencias irracionales, pero con una pizca de verdad en el fondo. Aún así, reitero que esta reflexión debería cogerse con pinzas puesto que no estoy del todo seguro. Como comentaba, la mujer apenas lleva dinero para pagar una ensalada, pero consigue encontrar algo de calderilla y comprarla en una cafetería. Posteriormente lleva la ensalada a una mesa, deja sus bolsas en uno de los asientos y se dirige a coger cubiertos para comer. Al volver descubre que un hombre negro con apariencia de indigente está comiendo una ensalada como la suya, por lo que piensa que se está comiendo la ensalada que ella a penas consiguió pagar. En realidad su ensalada está en la siguiente mesa, pero ella no lo sabe y muestra una expresión de asombro por la situación. A continuación le dice al hombre que esa es su ensalada, y como el hombre no parece dispuesto a dársela decide comer del plato a la vez que él. Este no parece quejarse, y de hecho cuando ha acabado se levanta y le trae un café a la señora, la cual se muestra sorprendida una vez más. Finalmente la señora se va, pero recuerda que sus bolsas están en la cafetería, por lo que vuelve y descubre que su verdadera ensalada estaba en otra mesa. Esta es una de las escenas más importantes de la película ya que refleja la aparente “rotura” de los prejuicios de la mujer sobre el indigente: ella pensaba que por su apariencia, el indigente era completamente pobre, maleducado y ladrón (esto es algo que, por desgracia, todos hemos pensado alguna vez de alguien); pero resulta que es educado en la mesa, no le había robado la ensalada (más bien ella se la había robado a él) y además puede permitirse invitarla a un café. El hecho de que el indigente no se quejara cuando ella quería comerse su ensalada puede simbolizar la impotencia de las minorías ante la opresión que

Javier Lapeira Coll

7/10/2019

ejercen los grupos “privilegiados”, por llamarlos de alguna forma, por medio de los prejuicios. Antes he comentado que se observa una aparente rotura de los estereotipos, y esto se debe a que parece que toda la escena con el indigente ha conseguido cambiar los esquemas de la mujer, es decir, parece que ha conseguido disolver los prejuicios que tenía. Pero en la penúltima escena vemos como aparece otro indigente pidiendo limosna, y ella pasa de él y ni siquiera se digna a mirarle a la cara. Creo que, en efecto, esto podría simbolizar una característica muy importante de los prejuicios y la razón por la que son tan difíciles de eliminar de la sociedad: su resistencia. A pesar de que la mujer tiene indicios de que no todos los indigentes son peligrosos, ladrones o maleducados, los prejuicios contra ellos siguen arraigados en ella. En resumen, no es un corto fácil de comprender (he tenido que mirarlo varias veces para entenderlo), pero creo que esconde mensajes muy importantes que reflejan cómo es nuestra sociedad, y por todo ello no me extraña que le dieran el Oscar....