Visita al Museo Nacional de las intervenciones PDF

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Se reporta la visita del museo de las intervenciones ubicado en Coyoacán, CDMX. Se analiza su aportacion a la historia de México bajo la orientación de la profesora Valentina Cantón Arjona....

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Universidad Pedagógica Nacional licenciatura en pedagogía Historia de la educación en México. Docente: Mtra. Valentina Cantón Arjona. Visita al Museo Nacional de las intervenciones. Día y hora de la visita: 23 de abril del 2017 a las 12:14pm El museo actualmente es supervisado y dirigido por el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) y se encuentra en las instalaciones del Ex convento de nuestra Señora de los Ángeles de Churubusco su dirección es Calle 20 de agosto s/n, San Diego Churubusco, 04120 Delegación Coyoacán, en la CDMX. Su horario de servicio es de martes a domingo 9 a 18hrs. El acceso al público en general tiene un costo de $70.00 o bien, al presentar credencial de estudiante la entrada es gratuita. La actual directora del museo es Cecilia Genel Velasco. El museo cuenta con diferentes servicios dentro de sus instalaciones de los cuales destacan el servicio de auditorio, guarda bultos o paquetería, venta de guías impresas, visitas guiadas para personal educativo y personas de la tercera edad, talleres educativos, cursos de verano. Así mismo en este museo se puede prestar el servicio social y las prácticas profesionales. El museo tiene como temática principal exponer los diversos ambientes que se vivieron en el país en cuanto a las intervenciones de diferentes naciones dentro de México, expone las batallas, principales personajes, así como los estandartes y obras como pinturas que ilustran los momentos de tensión que vivió México dando batalla. Los documentos principales o parte de ellos que redirigieron el rumbo el país durante las contiendas yacen ahí. El público al que se dirige es un público en general, pues no encontré gente especifica de alguna carrera o profesión que estuviese ahí, lo digo porque niños, adultos jóvenes y ancianos estaban en el muso. Alberga diversas colecciones, entre ellas pinturas, vestimentas y maquetas sobre la temática del museo. Las colecciones pertenecen a arte sacro de los siglos XVII a XVIII.

El edificio se encuentra un poco escondido, ya que está casi al fondo de la calle donde se ubica. Al llegar ahí, varios cañones reposan sobre la calle. Unas placas sobre la inauguración posan en las paredes del lado derecho de la fachada, se lee: “EL MUSEO NACIONAL DE LAS INTERVENCIONES LO ENTREGO AL PUEBLO EL PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPUBLICA DON JOSÉ LÓPEZ PORTILLO Y PACHECO EL 13 DE SEPTIEMBRE DE 1981. INSTITUTO DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA SECRETARIA DE EDUCACIÓN PUBLICA” Así mismo, se menciona que la plaza situada frente al museo lleva por nombre Batallón San Patricio, esto en honor a los militares irlandeses de la guerra de intervención de 1847. Al seguir caminando, en la puerta hay un anuncio firmado por el INAH, en el que se muestran los costos. Uno entra y sigue cambiando hasta llegar a una habitación que funge como taquilla y guarda bultos, pides el boleto y te pide mochila en caso de traer, al salir, uno se incorpora al pasillo que lo guía a la entrada a lo que es el museo y las exposiciones. Antes de la entrada principal al edificio, una puerta que es resguardada por una figura católica se antepone al jardín, el cual acoge diversidad de plantas. Al incorporarse al museo, el olor a antiguo nos recibe, no sin antes haber registrado el boleto que contiene un código QR que el guardia escanea, nos indica que las fotos no deben de ser con flash. En general el museo llama la atención por la altura de sus puertas y el material de estas, asi como el material del piso, que tiene un acabado en madera que en ocasiones provoca que rechine. Estantes protegidos con vidrio hacen aparición. Un revolver típico de la época nos apantalla. Escritos sobre azulejo bordeando las paredes me extrañan, pues su vejez es tal que se impide leer con claridad.

Rezos se escuchan algo cerca, una gran puerta cerca de un estandarte americano cerrada y bloqueada al público nos separa de los rezos, es algo extraño pues no se anuncia que tenga esos fines el museo. Seguimos el recorrido hasta encontrarnos con estragos de la naturaleza sobre el edificio la humedad ha alterado las instalaciones, que, aunque no alteran la visita sorprenden al ocupar casi un lado de la habitación. Poco a poco la exposición nos encamina hacia la salida, pasando por una pequeña terraza que permite descansar durante el trayecto, ñas ventanas que se encuentran a la mitad de las paredes eran súper pequeñas que casi no permitían ver el exterior, esto me hizo suponer el grado de encierro de los habitantes del entonces convento. Ya para salir, un último pasillo nos dirige hacia unas escaleras estrechas color rojo, estas nos llevan a un jardín con bancas, de igual manera, rojas. Este día se encontraba una exposición al pie de la escalera que llevaba por nombre “El altar de dolores en las Memorias de Guillermo Prieto”. Las visitas guiadas pueden ser agendadas vía telefónica, al teléfono: 50 22 34 70. Visité todo el museo, aunque ya lo había visitado me encontré con algunos cambios que no resaltan, pero los recuerdo. Duro aproximadamente 1:45 hrs. la visita. La visita se guía por una serie de cordones que redirigen la visita, las placas que describen las piezas son en general de color café-marrón con un borde claro. Y están cerca de la pieza que describen, algunas son color verde. Sugeriría más control a la entrada y que la taquilla esté más cerca de la entrada pues hay personas que suelen confundirse. Este museo ilustra de manera detallada todo lo que hemos vivido en la escuela sobre las intervenciones, nos enseña que no solo el castillo de Chapultepec dio batalla a una intervención, sino también este hermoso lugar. Sugeriría una relación con la historia y el contexto político social del país en esa época con la temática principal que se aborda. Así mismo sugeriría más el uso de la tecnología.

La visita la volvería a realizar, ya que no solo el museo es interesante, también lo son sus alrededores. Aunque ya lo he visitado antes, al verlo en las propuestas, decidí visitarlo una vez más, siendo con esta tres veces, ya que en lo personal me encanta la forma en que México pudo en alianza con otros ejércitos repeler ataques, así mismo, me encanta el jardín que no pierde su esencia cada vez que lo visito. De todas las piezas la que más me gusto y capto mi atención fue una virgen que a mi parecer tenía un rostro malévolo. Así mismo, insisto en la permanencia de imágenes religiosas en todos los museos visitados (A excepción de los relacionados a la cultura azteca). Mi visita fue agradable iba feliz, por lo que disfrute la visita una vez más....