1 La Edad de los Metales - Sacado de la enciclopedia Historia de España, editorial ESPASA PDF

Title 1 La Edad de los Metales - Sacado de la enciclopedia Historia de España, editorial ESPASA
Author Salvador Rodríguez Caña
Course Historia De España
Institution UNED
Pages 8
File Size 1004.4 KB
File Type PDF
Total Downloads 35
Total Views 134

Summary

Sacado de la enciclopedia Historia de España, editorial ESPASA...


Description

La Edad de los Metales

1

LA EDAD DE LOS METALES La entrada de lleno de la Península Ibérica en la economía incipiente de los metales, con diferencias regionales, se produce en el III milenio a.C. Esta inicial aparición de la metalurgia supone un importante avance en la economía por las posibilidades que ofrece en un primer momento el empleo del cobre y, posteriormente, del bronce MINAS DE COBRE DE RIOTINTO (HUELVA) (aleación cobre y estaño). La agricultura, que se había iniciado en la etapa anterior, conocerá ahora una mayor extensión. La estructura político social conoce un inicio de complejidad, que se refleja en los ajuares funerarios, en la fortificación de algunos poblados, que incluso muestran un cierto preurbanismo, y con diferencias de tamaño entre A partir del II milenio a.C. compitieron con las de ellos, que se pueden interpretar en términos de Oriente Próximo, Persia y Chipre diferencia de función y relaciones de interdependencia. Se trata quizá del inicio de un doble proceso de diferenciación, de la estratificación interna de las sociedades con el predominio de unos grupos sobre otros por la existencia de un grupo social que posee la técnica especializada de la metalurgia, y de relaciones también de desigualdad entre los distintos pueblos, con un predominio claro de aquellas poblaciones que poseen yacimientos metalíferos y los explotan. En este proceso destacan los contactos mediterráneos por la búsqueda de cobre y estaño principalmente, aunque también de oro, plata y plomo, y la apertura de las rutas marítimas atlántica por el estaño del noroeste de la Península Ibérica, Bretaña y Las Islas Británicas.

Cuenco de cerámica fabricado a mano, con decoración incisa, hallado en la necrópolis almeriense de Los Millares; es una pieza característica de la cultura que se desarrolló en la I Edad de Bronce, junto con el fenómeno del megalitismo, entre 2500 y 2200 años a.C. (Museo Arqueológico Nacional, Madrid).

Todo ello propició el inicio de una clara diferenciación entre las áreas culturales con un mayor desarrollo de las técnicas del metal y economía agrícola (valle del Guadalquivir, Granada, Almería y el Sureste) y aquellas que siguen con una economía ganadera (Cataluña, País Vasco, Norte, Noroeste y Extremadura), pues la minería, la metalurgia y el uso de objetos metálicos no aparecen simultáneamente en todas las regiones peninsulares. La metalurgia del cobre es una actividad poco desarrollada tecnológicamente, consistente en el aprovechamiento de los recursos locales. HISTORIA DE ESPAÑA (PRIMERAS CIVILIZACIONES) | Biblioteca de Salvador Rodríguez Caña

La Edad de los Metales

2

El conocimiento de la aleación con el estaño se debe a influencia occidental y atlántica, en contra de lo que en relación con dependencias mediterráneas se pensaba para la cultura de El Argar. En el Calcolítico la tipología metálica es muy pobre y hace referencia a útiles para algunos trabajos y la defensa o la caza, aunque pudieron ser usados como objetos de prestigio. A medida que el metal va teniendo mayor aplicación a las actividades económicas y a la guerra, se evidencia una disminución de los útiles líticos, reducidos a hachas, lascas y dientes de hoz, visible en la Edad del Bronce, a la vez que las sociedades tienen una mayor capacidad bélica. Son grupos de población que ubican sus poblados en lugares fáciles de defender, con murallas, y en sus tumbas se han descubierto abundantes armas, reflejo de una necesidad vital.

Copa argárica de Callosa de Segura (Alicante), de principios de la Edad del Bronce. (Museu d’Arqueologia de Cataluña, Barcelona)

EL CALCOLÍTICO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA En general, el Calcolítico hace referencia la III milenio a.C., aunque haya algunas variaciones cronológicas entre distintas áreas peninsulares, pues sigue siendo incuestionable la primacía cronológica del inicio de las actividades metalúrgicas del Sureste y Suroeste con respecto al resto de la Península. Las fechas asignadas varían desde el 3400 a.C. para el Sur, Levante y Nordeste, o fin del IV milenio o inicio del III para la Meseta, Norte y Noroeste, hasta 1800-1500 a.C., también según zonas. La cerámica, sobre todo el vaso campaniforme, sigue siendo, con mucho, el resto más deslumbrante de esta época. Actualmente no se identifica al vaso campaniforme como una cultura, sino más bien como un fenómeno, pues existen numerosas culturas europeas en zonas geográficas distintas que tienen entre sus elementos el vaso campaniforme. Se acepta la posibilidad de que esta cerámica funcionara como un objeto de prestigio y que, por ello, entrara en los circuitos de circulación e intercambio de otras materias primas o producciones de calidad. El poblamiento Paulatinamente, aunque no en todas las regiones a la vez, se van abandonando los lugares de habitación en cuevas por asentamientos al aire libre, generalmente de mayor tamaño y estables. Mientras que en unas zonas estos asentamientos aparecen de forma generalizada y en una época relativamente temprana, en otras se generalizan avanzada la Edad de Bronce.

HISTORIA DE ESPAÑA (PRIMERAS CIVILIZACIONES) | Biblioteca de Salvador Rodríguez Caña

La Edad de los Metales

3

Son poblados de cierta duración (en función de las actividades económicas de los grupos), incluso con una manifiesta preocupación defensiva, tanto natural (ubicación en lugares estratégicos, en altura) como artificial (construcción de murallas). En el Sur los poblados son de larga duración, con estructuras domésticas sólidas y con una manifiesta preocupación defensiva. En el Norte y Noroeste, una de las novedades durante el Calcolítico es la aparición de poblados situados en lugares estratégicos, en altura, y alguno de ellos con defensas construidas; estos asentamientos tienen entornos distintos (en valles, en altura y costeros) según las actividades económicas. También en la meseta norte, con evidencias más frecuentes en Salamanca, Ávila y Zamora, hay variedad de asentamientos; mientras que algunos se sitúan en el llano, fondo o terraza de valle, otros lo hacen en lugares elevados. Los hay también fortificados. En el territorio bañado por el Guadiana todos los poblados se caracterizan por su preocupación defensiva (estratégicamente situados y siendo visibles las construcciones defensivas). En el levante (entre el río Segura, por el Sur, y el Ebro, por el Norte) ya en las primeras etapas del Calcolítico el tipo de asentamiento generalizado es el poblado al aire libre. Su ubicación normal es en llano (fondo de valle, terrazas fluviales) buscando suelos ligeros para la agricultura y para pastos. Avanzando hacia la Edad de Bronce comienza a haber algunos poblados agrupados, situados en altura dominando las tierras de labor, con preocupaciones defensivas y construcción de murallas. En el Noroeste, aunque casi no se conocen más que yacimientos funerario, parece que se buscan sobre todo las zonas altas, con pastos, propicias para la ganadería, aunque no desaparecen del todo los asentamientos en el llano relacionados con suelos agrícolas. En Aragón hay un aumento del número de lugares de habitación y los elementos culturales muestran contactos con Cataluña y con la Meseta, a través del Jalón, el Jiloca o desde las tierras burgalesas. A partir del III milenio a.C. en las Baleares hay evidencias de ocupación humana estable, siendo el poblamiento de las islas más tardío que el de Córcega y Cerdeña. Los yacimientos se concentran especialmente en el norte y oeste de Mallorca.

Carro de culto hallado en Mérida y conservado en el Museo de Antigüedades de Saint Germain-en-Laye (Francia) Representa un carro con las figuras exentas de un jabalí perseguido por un perro y un grupo ecuestre

Resaltan las construcciones pétreas conocidas como “navetas” y “naviformes”, abundantes en Mallorca, consideradas de habitación y distribuidas por las tierras bajas costeras y, en menor número, por las tierras del interior; en

HISTORIA DE ESPAÑA (PRIMERAS CIVILIZACIONES) | Biblioteca de Salvador Rodríguez Caña

La Edad de los Metales

4

Menorca se conocen algunas navetas de enterramiento en la parte oriental y de habitación en la occidental. Su distribución demuestra una ocupación humana de tipo disperso, aunque en algunos casos se conocen concentraciones importantes. La actividad económica En general, los poblados están situados en lugares con potencial agrícola y ganadero y en estrecha relación con los cauces fluviales, lo que da idea del valor del agua tanto para las necesidades de la población y de los animales, como para su utilización en el regadío. Petroglifo de Tourón, Ponte-Caldelas (Pontevedra), fechado hacia el 2000 a.C. Desde la época neolítico-megalítica y hasta los inicios de la época histórica se fechan una serie de grabados en piedra al aire libre, la mayoría de los cuales se sitúa en la provincia de Pontevedra.

En algunos lugares, por ejemplo la Meseta, es evidente la vocación agrícola de la mayoría de los asentamientos situados en llano o en terraza en las tierras sedimentarias de las cuencas del Duero y Tajo, con un continuo incremento de la ocupación de las tierras agrícolas. Se conoce el cultivo de cereales, trigos y cebadas, así como las leguminosas. Mientras que en la mayoría de las regiones el conocimiento de las leguminosas se remonta al Neolítico, con lo que su presencia ahora dejaría de ser un elemento de mejor tecnológica y nutricional, como se ha pensado a veces, en otras, como el País Valenciano, la principal transformación es la introducción de las mismas (lentejas, habas, guisantes y arvejas). También hay en algunas zonas productos específicos; por ejemplo, en el Sur, restos relacionados con el olivo, aunque no indiquen necesariamente un cultivo, que sería un importante avance, por su no incompatibilidad con la explotación cerealística; en la Meseta y Aragón ya se cultiva el lino. No parece que, en general, haya habido avances importantes en la tecnología agrícola, aunque probablemente en la Meseta la corta duración de los poblados esté relacionada con una explotación continuada de unas tierras hasta su agotamiento y abandono. En las actividades ganaderas se observa un descenso de especies salvajes, estando la cabaña integrada por ovejas, cabras, bueyes, cerdo y como novedad, el caballo. La cría de animales está destinada no sólo a su consumo como carne, sino al aprovechamiento de sus productos secundarios: leche, lana y fuerza de trabajo (bóvidos y caballos), como prueba la presencia en los poblados de recipientes relacionados con la leche y pesas de telar. En algunas zonas de la Meseta la actividad ganadera llega a ser prioridad (alto Duero) y la agricultura complementaria. También en los territorios meseteños occidentales hay evidencias del papel destacado de la ganadería.

HISTORIA DE ESPAÑA (PRIMERAS CIVILIZACIONES) | Biblioteca de Salvador Rodríguez Caña

La Edad de los Metales

5

En las Islas Baleares no hay datos sobre actividades agrícolas, aunque sí de pastoreo de cabra, cerdo y bóvidos y de marisqueo en algún yacimiento costero. Se usan también como alimento plantas recolectadas. En general, la caza se mantiene, aunque en un segundo plano. En el Noroeste hay evidencia de caza mayor y menor, así como de pesca. Probablemente los textiles y la talla de utensilios, junto con la fabricación de cerámica de uso doméstico, se desarrollaban en el ámbito familiar para el autoconsumo. Pero durante el Calcolítico la explotación del sílex (el instrumental agrícola siguió siendo de piedra) y los minerales del cobre implicarían trabajos específicos y especializados. Dolmen poligonal de Aizkomendi, San Millán, Eguilaz (Álava)

En algunos asentamientos el uso de objetos metálicos está acompañado de la actividad metalúrgica; actividad tecnológicamente poco desarrollada, realizada en los mismos ámbitos domésticos y con una producción baja, quizá por una demanda todavía escasa. Se evidencia estas actividades por el hallazgo de crisoles, moldes y restos de fundición en los poblados, a menudo dentro de las casas. Por otra parte, la aparición de restos de actividad metalúrgica, o de objetos metálicos, en poblados sin posibilidades mineras cercanas (como sucede en el Noreste), es indicio de la circulación de los minerales o de las manufacturas, o bien de que no se han encontrado esas mineralizaciones. También en la zona occidental de la Meseta es novedosa la presencia de oro en algunos ajuares, trabajado de una manera muy sencilla. Y en Baleares están confirmadas las actividades metalúrgicas. Manifestaciones funerarias Parece que se puede hablar de concierta continuidad con respecto a etapas anteriores, predominando los enterramientos colectivos frente a los individuales anteriores. Es el megalitismo. Pero existe una dualidad de espacios funerarios, ya que, junto a este tipo de enterramientos, se evidencia la utilización de cuevas naturales como lugares de enterramiento. Los enterrados en los megalitos no pertenecen necesariamente a grupos dominantes, pues en algunas sepulturas en cuevas han aparecido restos que hacen referencia a grupos sociales ricos y poderosos. Menhir Ilso de Perutxote, en la Campa de la Herrera, Monte Ventoso (Trucios, Vizcaya), monumento megalítico formado por una sola piedra hincada en el suelo y que habitualmente aparece aislado.

En el Sur lo que parece diferenciar al Calcolítico es una mayor complejidad arquitectónica y un mayor número de elementos de cultura material depositados en los ajuares.

HISTORIA DE ESPAÑA (PRIMERAS CIVILIZACIONES) | Biblioteca de Salvador Rodríguez Caña

La Edad de los Metales

6

En el Norte y Noroeste, junto al uso de construcciones megalíticas en el Calcolítico y, en algún caso, en la Edad del Bronce, se levantan ya estructuras tumulares menores, probablemente de utilización individual. En la Meseta el mayor tamaño de los sepulcros de corredor lleva a algunos autores a pensar en comunidades mayores, resultado de procesos de agregación de los primeros grupos neolíticos. En la denominada “cultura de Las Motillas” los ajuares suelen ser sencillos o inexistentes y, cuando se conoce un mayor número de enterramientos, se pone de manifiesto una evidente diferenciación de riqueza, añadiéndose a la cerámica armas metálicas y adornos. En el País Valenciano existe la práctica de enterramientos colectivos realizados en cuevas, abrigos o pequeñas covachas, al parecer continuidad del Neolítico, pero ahora las cuevas se utilizan sólo con fines funerarios y son continuamente reutilizadas. En el Noreste hay una variedad de recintos funerarios, pero con ritual inicialmente común, los enterramientos sucesivos. Las diferentes formas de construcciones megalíticas se han usado en el Neolítico Final y en el Calcolítico, e incluso en la Edad del Bronce. También aquí las cuevas y abrigos se utilizan con este fin. Ya a finales del Calcolítico se realizan enterramientos individuales, aunque sigue habiendo enterramientos colectivos. El Bronce en la Península Ibérica En toda la prehistoria europea el Bronce se divide en tres periodos: Antiguo (1800-1450 a.C.), Medio (1450-1250) y Final (1250-800/750 a.C.). En la Península, la que genéricamente se ha denominado Edad del Bronce es la etapa de uso pleno del metal, con una cierta unidad geográfica que tiene su foco principal en el Sureste de la misma, aunque con relaciones con las áreas vecinas. Es el grupo denominado “cultura de El Argar” o “civilización de El Argar”, que ha alcanzado una técnica metalúrgica más avanzada, comenzando ya a ser casi dominantes las piezas hechas de bronce, con una desaparición paralela, aunque no total, de la artesanía de materias líticas. Hacia el año 1300-1200 a.C., de acuerdo con las investigaciones actuales, comienza una nueva etapa que genéricamente se ha denominado Bronce Final y en la que durante siglos, por la propia evolución interna y por la influencia de elementos externos, entre los que destacan fundamentalmente los denominados Campos de Urnas, las relaciones mediterráneas (fenicios y griegos) y las influencias atlánticas, se irán formando las poblaciones indígenas de las fuentes clásicas referidas a Hispania. Bronce Antiguo y Medio. Poblamiento. La mayoría de los poblados se sitúan en alturas naturales de fácil defensa, aunque el hábitat en cueva no desaparece por completo. En el Sureste parece que durante El Argar se produce un aumento del número y tamaño de los asentamientos y, en ellos, la cima o acrópolis es normalmente amurallada.

HISTORIA DE ESPAÑA (PRIMERAS CIVILIZACIONES) | Biblioteca de Salvador Rodríguez Caña

La Edad de los Metales

7

Se descubre una organización del territorio más estructurada según funciones económicas, políticas y estratégicas, y parece más patente la interdependencia entre los asentamientos. La mayoría de ellos están también en función de actividades económicas (agropecuarias o metalúrgicas), aunque hay caos en que la elección parece estar en función de zonas de paso o de puntos estratégicos. En el Norte y Noroeste parece que hay una continuidad de poblamiento, aunque con una mayor movilidad debida a una creciente importancia del sector ganadero, buscando también el control de salinas y rutas de trashumancia. En el País Valenciano se produce una ocupación tanto de los llanos con posibilidades agrícolas como de las tierras más altas con buenas posibilidades ganaderas. Destaca en algunos casos su cercanía a mineralizaciones de cobre y oro. También hay un número importante de cuevas habitadas por todo el territorio, pero abundantes en Castellón. Esta dualidad de asentamientos, en llano para la actividad agrícola y en alto dominando las tierras de pasto, también se da en el Noreste, lo que se puede interpretar como factores complementarios y no de separación neta entre dos tipos de economías, aunque el elemento ganadero tiene una importancia creciente. En Aragón la Edad de Bronce está marcada desde sus inicios tempranos por el establecimiento de un tipo de poblamiento más similar al del Levante que al de las zonas limítrofes al Norte o al Oeste. La ocupación se realiza en la forma de poblados estables, para los que se eligen lugares dominantes y estratégicos. La actividad económica La actividad económica en general aumenta. El sector agropecuario se caracteriza por el cultivo de trigo, cebada y leguminosas y la recogida de algunas plantas y frutos silvestres, así como el lino, y la cría de caballos, bóvidos, ovejas, cabras y cerdo, aunque sigue siendo importante la caza, sobre todo de ciervo, jabalí y liebre. En Aragón la estabilidad de los asentamientos encuentra su justificación en una economía basada en una ganadería bien establecida, explotada para el consumo cárnico y para la obtención de los productos secundarios. Como elemento significativo, en el Sur sigue siendo un interrogante si la escasa representación de vid y olivo implica un policultivo. La explotación de recursos marinos está presente en asentamientos costeros, y quizá fue más abundante de lo que aparece constatado. La minería y metalurgia conocen un avance espectacular, precisamente por el uso cada vez más frecuente de piezas de bronce, sobre todo en la zona del Sureste, y, de ahí, la gran densidad de poblados en la provincia de Jaén en relación con la riqueza de los yacimientos mineros de Linares.

HISTORIA DE ESPAÑA (PRIMERAS CIVILIZACIONES) | Biblioteca de Salvador Rodríguez Caña

La Edad de los Metales

8

Mientras que en la mayor parte de Europa se constata un verdadero bronce, de cobre y estaño, salvo muy raras excepciones la metalurgia argárica sigue basándose en los cobres o, en todo caso, en una mayor utilización de cobres arsenicados.

individual cuyo contenedor funerario puede ser una fosa, una pequeña cueva excavada en el subsuelo o una urna cerámica.

HISTORIA DE ESPAÑA (PRIMERAS CIVILIZACIONES) | Biblioteca de Salvador Rodríguez Caña...


Similar Free PDFs