Title | 15616167 Douglas Mary Pureza y Peligro bbb |
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Author | Amalia SANCHEZ PEREZ |
Course | Antropología |
Institution | UNED |
Pages | 171 |
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LECTURA OBLIGATORIA DE LA ASIGNATURA DE 2 CURSO DE ETNOGRAFIA. UNED. ANTROPOLOGIA SOCIAL Y CULTURAL...
MaryDouglas
PUREZAYPELIGRO UNANÁLISISDELOSCONCEPTOSDE CONTAMINACIÓNYTABÚ La sensibilidad de Mary Douglas para captar los problemas que subyacen en las manifestacio‐ nesritualeslasitúan enun planoprivilegiado pa‐ ra el análisis intelectual de los conceptos de con‐ taminaciónydetabú.Lainterpretaciónquealgu‐ nos antropólogos (Frazer y sus discípulos) han hecho de la magia, al considerar que los primiti‐ vos esperaban de ella inmediatos resultados ex‐ ternos, ha dañado considerablemente el estudio comparado de las religiones. Los ritos de conta‐ minaciónestáncontempladosaquíalaluzdelas ideas de pureza que se dan en un determinado pueblo,comopartedeuntodomayor.Esteenfo‐ queestructuralistaensanchaelcampodela inves‐ tigaciónynosadentraennuevosproblemassobre lavidasocialengeneral. La reflexión sobre la suciedad implica la re‐ flexiónsobreelordeny eldesorden, elsery elno ser,laformayloinforme,lavidaylamuerte. Lalectura deestelibroenseñaquelaAntropo‐ logía Social es una disciplina intelectual funda‐ mental.
ÍNDICE
NOTA................................................................................................................ 3 INTRODUCCIÓN ............................................................................................ 5 I.
LA IMPUREZA RITUAL ..................................................................... 10
II.
LA PROFANACIÓN SECULAR.......................................................... 29
III. LAS ABOMINACIONES DEL LEVÍTICO.......................................... 40 IV. MAGIA Y MILAGRO........................................................................... 54 V.
MUNDOS PRIMITIVOS....................................................................... 68
VI. PODERES Y PELIGROS ...................................................................... 87 VII. FRONTERAS EXTERNAS................................................................. 106 VIII. LÍNEAS INTERNAS........................................................................... 120 IX. EL SISTEMA EN ESTADO DE GUERRA CONSIGO MISMO....... 130 X.
EL SISTEMA QUEBRADO Y RENOVADO .................................... 148
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................... 167
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NOTA Elcomportamiento decontaminacióncomenzóainteresarmegraciasalpro‐ fesorSrinivasyaldifuntoFranzSteiner,quienes,ensucalidaddebrahmínyde judío,seenfrentaban,cada cualporsulado,conproblemasdepurezaritualen sus vidas cotidianas. Les quedo agradecida por haberme hecho sensible a los gestosdeseparación,clasificaciónylimpieza.Másadelante,mientrasmededi‐ cabaa trabajar sobre el terreno en una cultura altamente consciente de la con‐ taminación,en elCongo,descubrí enmímisma unprejuiciocontralas explica‐ ciones parciales. Considero parciales cualesquiera explicaciones de la contami‐ naciónritual queselimitanaunaclasedesuciedadoauna clasedecontexto. Mimayorreconocimientolodeboalorigendeesteprejuicio,elcualmeobligóa buscarunmodosistemáticodeacercamientoaltema.Ninguna serieparticular de símbolos clasificadores puede comprenderse aisladamente, pero es posible integrarladentrodeunsignificadosi unolaarticulaconrespectoatodalaes‐ tructuradeclasificacionesquesedaenlaculturadequesetrata. Desde las primeras décadas de este siglo, el enfoque estructural ha gozado de muy amplia difusión, gracias especialmente a la influencia de la psicología delaGestalt,PerosólocausóimpactoenmímedianteelanálisisquehizoEvans‐ Pritcharddelsistemapolíticodelosnuer(1940). Ellugardeestelibroenlaantropologíaessemejantealainvencióndelchasis sinarmazónenlahistoriadeldiseñodelautomóvil.Cuandoelchasisy el cuer‐ po del automóvil se diseñaban por separado, ambos se sostenían juntos sobre unaarmazóncentraldeacero.Delmismo modo, lateoría política solíaemplear losórganosdelgobiernocentralcomoelmarcodelanálisissocial:lasinstitucio‐ nessocialesypolíticaspodíanconsiderarseporseparado.Losantropólogos se contentabancondescribirlossistemaspolíticosprimitivosmedianteunalistade títulosoficialesydeasambleas.Sielgobiernocentralnoexistía, elanálisispolí‐ tico no se tomaba en cuenta. En los años 30, los diseñadores de automóviles descubrieronquepodían eliminar elarmazón de acero si creaban elautomóvil completo como una sola unidad. Las tensiones y esfuerzos que anteriormente soportabaelarmazónpuedenhoysersoportadospor elcuerpomismodelau‐ tomóvil.Hacialamismaépoca,Evans‐Pritchard descubrióquepodíapracticar el análisispolíticodeunsistema en elcualnoexistíanórganoscentralesdego‐ biernoyenelqueelpesodelaautoridadylastensionesdelfuncionamientopo‐ líticosedispersabanatravésdelaestructuratotaldelcuerpopolítico.Demane‐ raqueelmétododeacercamientoestructuralyaserespirabaen elairedelaan‐ tropologíaantesdequeLévi‐Strausssesintieraestimuladopor lalingüísticaes‐ tructuralylaaplicaraalestudiódelparentescoyalamitología.Deellosesigue quecualquierpersona queestudiehoyendíalosritos decontaminacióntratará
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de examinar las ideas de pureza que se dan en un determinado pueblo como partedeuntodomayor. Miotrafuentedeinspiraciónhasidomimarido.Sumargendetoleranciacon respectoalalimpiezaeshastatalpuntomásamplioqueelmío,quemehaobli‐ gadoaadoptarunaposiciónconrespectoalvalorrelativodelasuciedad. Muchas personas han discutido conmigo capítulos enteros de este libro y agradezcomuchosuscríticas,enespecialalaSociedadBelarminadeHeythrop College,aRobinHorton,alpadreLouisdeSousberghe, al Dr. Shifra Strizower, alDr.CecilydeMonchaux, alprofesorV.W. Turneryal Dr. DavidPole. Algu‐ noshantenidolaamabilidaddeleerlosborradoresdedeterminadoscapítulosy decomentarlos:elDr.G.A.Wells,seocupódel capítuloI;elprofesorMaurice Freedman,delcapítuloIV;elDr.EdmundLeach,ladoctoraIoanLewisyelpro‐ fesor Ernest Gellner, del capítulo VI; el Dr. Merwyn Maggitt y el Dr. James Woodburn, del capítulo IX. Le estoy particularmenteagradecida al profesor S. Stein, jefedelDepartamentodeEstudiosHebraicosenUniversityCollege,por sus pacientes correcciones de uno de los primeros borradores del capítulo III. IgualmentedoygraciasaRodney Needhamquienmeseñalóunalargalistade errores de detalle en la edición anterior de este libro, que espero ahora haber rectificado.EstoyespecialmenteagradecidaalprofesorDarylFordeporsuscrí‐ ticasyestímuloalasprimerasversionesdeestelibro. Estelibrosostieneunpuntodevistapersonal,polémicoyconfrecuenciapre‐ maturo.Esperoquelosespecialistasencuyoterrenohadesbordadomitesis,me perdonenlatrasgresión, puesocurrequeeltematratado esunodelosque más hansufridohastaahoraporelhechodehaberseestudiadocondemasiadaestre‐ chezdentrodeloslímitesdeunasoladisciplina. MaryDouglas.
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INTRODUCCIÓN El siglo diecinueve observó en las religiones primitivas dos peculiaridades quelasseparabanenbloquedelasgrandesreligionesdel mundo.Unaeraque estaban inspiradas en el temor, la otra que se encontraban inexplicablemente confundidasconlacontaminacióny lahigiene.Casitodoslosrelatosacercade algunareligiónprimitiva,hechos porcualquiermisionerooviajero,hablandel temor,terroro espantoenquesuelenvivirsusadeptos.Suorigen se remontaa creenciasenhorriblesdesastresquerecaensobreaquellosqueinadvertidamente cruzanalgunalíneaprohibidaofomentanalgunacondiciónimpura.Ycomoel temorinhibealarazón puedeconsiderarsecomoresponsabledeotraspeculia‐ ridades del pensamiento primitivo, particularmente de la idea de contamina‐ ción.TalcomoresumeRicoeur: «Laimpureza,deporsí,esapenasunarepresentaciónyéstaseencuentrasumergidaen unmiedoespecíficoqueobstruyela reflexión;conlaimpurezapenetramosen elreino delTerror»(pág.31) 1 .
Perolosantropólogosquesehanaventuradoaprofundizarenestasculturas primitivasdescubrenpocosrastrosdetemor. El estudio de Evans‐Pritchard so‐ brelabrujeríaserealizóenelsenodeunpuebloquelellamólaatenciónporser el más feliz y despreocupado del Sudán, los azande. Los sentimientos de un hombreazande,aldescubrirquehasidoembrujado,nosonprecisamentedete‐ rror, sino de una sana indignación, semejante a la que cualquiera de nosotros podríasentiralsabersevíctimadeunfraude. Losnuer,puebloprofundamentereligioso,segúnseñalalamismaautoridad, consideranasuDios comoun amigofamiliar.Audrey Richards,testigo de los ritosdeiniciación delasjóvenesbemba,notó la actitud indiferente yrelajada de lasejecutantes.Yasísucesivamente.Elantropólogoesperaobservarquelosri‐ tos se celebrarán al menos con reverencia. Su papel es semejante al del turista agnósticoenSanPedrodeRoma,escandalizadoanteelalborotoirrespetuosode losadultosyde los niñosquejueganalaperra gorda sobreelpavimento.Por tantoeltemorreligiosoprimitivo,ytambién laideadequeobstruyeelfuncio‐ namientodelamente,nopareceserunabuenapistaparacomprender estasre‐ ligiones. Lahigiene,porelcontrario,aparece comounaexcelenteruta, enlamedida enquepodemosseguirlacon ciertoconocimientopropio.Lasuciedad,tal como la conocemos, consiste esencialmente en desorden. No hay suciedad absoluta: 1
Lasreferenciasalaspáginas(entreparéntesis)delascitasquesehacen en eltextocorrespondenala listadeobrasquerecogelabibliografía,alfinaldeestelibro.
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existesóloenelojodelespectador.Evitamoslasuciedad,noporuntemorpusi‐ lánimeymenosaúnporespantooterrorreligioso.Tampoco nuestrasideasso‐ brelaenfermedaddancuentadelalcancedenuestrocomportamientoallimpiar oevitarlasuciedad.Lasuciedadofendeelorden.Su eliminaciónnoes un mo‐ vimientonegativo,sinounesfuerzopositivopororganizarelentorno. Yo personalmente soy más bien tolerante con respecto al desorden. Pero siemprerecuerdocuanincómodamesentíenciertocuartodebañoqueseman‐ teníainmaculadamentelimpioencuantoatodoloqueserefiere alasupresión delamugrey lagrasa.Habíasido instalado en unavieja casa, dentro deunes‐ paciocreadoporelsencillométododecolocarunapuertaacadaextremodeun pasilloentredosescaleras.Ladecoraciónpermanecía inalterable: elgrabadode Vinogradoff,loslibros,losútilesde jardinería,lahileradebotaspara lalluvia. Todo ello tenía sentido como un pasillo trasero, pero como cuarto de baño la impresiónquecausabadestruíaelreposo.Yo, que raravezsiento la necesidad deimponerleunaideaalarealidad externa,finalmentecomencéacomprender lasactividadesdeestosamigosmíosquesonmás sensibles.Al expulsarlasu‐ ciedad,alempapelar,decorar,asear,nonosdominalaangustiadeescaparala enfermedad sino que estamos reordenando positivamente nuestro entorno, haciéndoloconformarseaunaidea.Nohaynadaterribleniirracionalennues‐ traaccióndeevitarlasuciedad:esunmovimiento creador, un intento derela‐ cionarlaformaconlafunción,decrearunaunidaddeexperiencia.Siestoesasí con respecto a nuestra separación, aseo y purificación, deberíamos interpretar bajolamismaluzlapurificaciónylaprofilaxisprimitivas. En este libro he tratado de mostrar que los ritos de pureza y de impureza creanlaunidaden laexperiencia. Lejosdeseraberracionesdelproyecto central delareligión, soncontribucionespositivasalaexplicación.Medianteellos,al‐ gunasconfiguracionessimbólicasse elaboranyexponenpúblicamente.Dentro de estas configuraciones los elementos dispares se relacionan y la experiencia disparrecibesentido. Lasideasdecontaminaciónenlavidade la sociedadactúanendos niveles, uno ampliamente instrumental, otro expresivo. En el primer nivel, el más evi‐ dente,nosencontramoscongentequetratadeinfluenciarelcomportamientode unosconrespectoaotros. Lascreencias refuerzan las presiones sociales: secon‐ vocaatodoslospoderesdel universoparagarantizarlaúltimavoluntaddeun anciano,ladignidaddeunamadre,elderechodelosdébileseinocentes.Habi‐ tualmente, el poder político se mantiene de modo precario y los gobernantes primitivos no constituyen una excepción. De modo que nos encontramos con quesuspretensioneslegítimassonrespaldadasporcreenciasenpoderesextra‐ ordinariosqueemanandesuspersonas,delasinsigniasdesuoficioodelaspa‐ labrasquepuedenpronunciar.Deigualmaneraelordenidealdelasociedades
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custodiadoporpeligrosqueamenazanalostransgresores.Estascreenciasenlos peligros, constituyen tanto amenazas que emplea algún hombre para ejercer coerción sobre otro, como peligros en los que él mismo teme incurrir por sus propiasfaltascontrala rectitud.Suponenundurolenguajedeexhortaciónrecí‐ proca.Aestenivelseintroducenlasleyesdelanaturalezaparadar susanción alcódigomoral:talgénerodeenfermedadlocausaeladulterio,talotroelinces‐ to;taldesastremeteorológicoesefectodeladeslealtadpolítica,talotroesefecto de la impiedad. El universo entero se encuentra sometido a los intentos que hacenloshombresparaobligarse losunosa losotrosa unbuencomportamien‐ to cívico. Así nos encontramos con que ciertos valores morales se sostienen, y ciertasreglassocialessedefinen,graciasalascreenciasenelcontagiopeligroso, comocuandolamiradaoelcontactodeunadúlteroseconsiderancapacesde atraerlaenfermedadsobresusvecinososobresushijos. No es difícil ver cómo las creencias decontaminación pueden usarse en un diálogo de reivindicaciones y contra‐reivindicaciones de una categoría social. Pero a medida que examinamos las creencias de contaminación descubrimos quelaclasedecontactos queseconsideranpeligrososacarrean igualmente una carga simbólica. Este nivel esel más interesante; en él las ideasde contamina‐ ciónserelacionanconlavidasocial. Creoquealgunascontaminaciones seem‐ plean como analogías para expresar una visión general del orden social. Por ejemplo,existencreenciasdequecadasexoconstituyeun peligro paraelotro, medianteelcontactoconlosfluidossexuales.Segúnotrascreencias,sólounode losdossexoscorrepeligroporelcontactoconelotro,habitualmenteelmasculi‐ noconrespectoalfemenino,peroaveces ocurrelocontrario. Semejantes confi‐ guraciones del peligro sexual pueden considerarse como expresiones de sime‐ tríaodejerarquía. Pocoplausibleseríainterpretarloscomola expresión de algo queatañealarelaciónauténticaentre lossexos.Creo quemuchasideasacerca de los peligros sexuales se comprenden mejor si se interpretan como símbolos delarelaciónentre laspartes delasociedad,comoconfiguracionesque reflejan lajerarquíaolasimetríaqueseaplicanenunsistemasocialmásamplio.Loque valeparalacontaminaciónsexualvaleigualmenteparalacontaminacióncorpo‐ ral.Losdossexospuedenservircomomodeloparalacolaboraciónyladiferen‐ ciación de las unidades sociales. De igual modo los procesos de ingestión de alimentos pueden también retratar la absorción política. A veces los orificios corporales parecen representar los puntos de entrada o salida de las unidades sociales,obienlaperfeccióncorporalpuedesimbolizarunateocraciaideal. Cadaculturaprimitivaes ununiversoensímismo.Siguiendo elconsejoque daFranzSteinerenTabúcomienzoporinterpretarlasreglasdelaimpureza,co‐ locándolasen elcontextogeneraldelagama depeligrosposibles encualquier universo dado. Todo lo que puede ocurrirle a un hombre por vía de desastre
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debería catalogarse según los principios activos que implica el universo de su propiacultura.Aveceslaspalabrasdesencadenancataclismos; a veces, los ac‐ tos; otras veces, las condiciones físicas. Algunos peligros son grandes y otros pequeños.Nopodemosempezaracompararlasreligionesprimitivas hastaque conozcamoselalcancedelospoderesypeligrosque ellasreconocen.La socie‐ dadprimitivaesunaestructuracargadadeenergía en elcentrodesu universo. Lospoderesbrotandesuspuntosfuertes: poderesdeprosperary poderes peli‐ grosospararesponderalataque.Perolasociedad noexisteenunvacíoneutral, falto de implicaciones. Está sometida a presiones externas; lo que no está con ella,loquenoformapartede ella nisesometeasusleyes,está potencialmente en contra suya. Al describir estas presiones sobre las fronteras y los márgenes delasociedadadmitohaberdadounaimagenmássistemáticadeloqueenrea‐ lidades.Peroesnecesariosemejanteesfuerzoexpresivodesistematizaciónpara interpretar las creencias que queremos tratar. Ya que sostengo que las ideas acercadela separación, lapurificación,lademarcaciónyelcastigo delastrans‐ gresionestienenporprincipalfunciónladeimponerunsistemaala experien‐ cia,quedeporsíespocoordenada.Sóloexagerandoladiferenciaentreadentro yafuera,encimaydebajo,machoy hembra,afavoryencontrasecrealaapa‐ riencia de un orden. En este sentido no temo la acusación de haber dado una imagendelaestructurasocialexcesivamenterígida. Peroporotraparteno deseosugerirquelasculturasprimitivasen lascuales florecenestasideasdecontagiosonrígidas, cerradasyestancadas.Nadiesabe cuanviejaspuedenserlasideasdepurezaeimpurezaenunaculturailetrada:a susmiembrosdebenparecerleseternaseinmutables, peroexistenrazonessufi‐ cientesparacreerqueestasideassonsensiblesalcambio.Elmismoimpulsoque lashacenacer,convistasaimponerunorden, permitesuponerqueestáconti‐ nuamente modificándolas o enriqueciéndolas. Este punto es muy importante. Puescuandosostengoquelareacciónante la suciedad escontinua,aligualque otras reacciones ante la ambigüedad o la anomalía, no estoy resucitando bajo otrodisfrazlahipótesisdecimonónicadel miedo.Lasideasacercadel contagio puedenciertamenteremontarsealareacciónantelassituacionesanormales.Pe‐ ro significan mucho más que la inquietud de una rata de laboratorio cuando descubre repentinamente que una de sus salidas habituales del laberinto está bloqueada.Ymás queeldesconciertodeungasterósteo enunacuariocuando s...