Apuntes, El ablativo en latin PDF

Title Apuntes, El ablativo en latin
Course Sintaxis Latina
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Mª Esperanza Torrego Salcedo: Sintaxis y semántica del Ablativo latino

BIBLIOTECA DE RECURSOS ELECTRÓNICOS DE HUMANIDADES

para red de comunicaciones Internet

ÁREA: Cultura Clásica – Sintaxis Latina

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Mª Esperanza Torrego Salcedo

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TEMA VIII: SINTAXIS Y SEMANTICA DEL ABLATIVO LATINO ISBN: 978‐84‐9822‐822‐9

Mª Esperanza Torrego Salcedo ([email protected]) 2ª edición revisada y ampliada (1º edición 2007) THESAURUS: Sintaxis, latín, ablativo, instrumental, locativo, procedencia, lugar en donde, instrumento, compañía, causa, modo, circunstancia, vía, grado, ablativo absoluto, tiempo en el cual, tiempo desde el cual, plazo de tiempo, duración, complemento adverbal, argumento, satélite, complemento adnominal, cualidad. OTROS ARTÍCULOS RELACIONADOS CON EL TEMA EN LICEUS: Temas II (La estructura de la oración), V (El Acusativo), VI (El Genitivo), IX (El Adjetivo),

XI

(Preposiciones), XIV (Tiempo y aspecto), XVI (Formas nominales del verbo), y XVII (La oración compleja). RESUMEN: A partir de la consideración tradicional del Ablativo como caso sincrético y de los tratamientos previos de que ha sido objeto (§ 1) se aborda su análisis funcional: el Ablativo, como los demás casos, se inserta en las predicaciones como constituyente periférico con diferentes funciones semánticas que pueden agruparse, según los rasgos léxicos de los términos, en funciones espaciales (§ 2.1.1), funciones temporales (§ 2.1.2) y funciones de nombres con otro léxico (2.1.3). El Ablativo del gerundio funciona de la misma manera que el de los demás nombres (en § 2.1.4). Por último, el Ablativo adverbial desempeña la función Grado, una forma de intensificación de ciertos predicados (§ 2.1.5). Integrado como argumento, segundo, tercero o cuarto, sirve para marcar diferentes funciones semánticas (§ 2.2). El Ablativo puede codificar constituyentes en el Sintagma Nominal (§ 3), tanto dependiendo de nombres (§ 3.1) como de adjetivos (§ 3.2). También codifica constituyentes menos integrados en la predicación (§ 4), tanto los que tienen estructura predicativa y aportan información sobre el contexto previo —el Ablativo Absoluto (§ 4.1)—, como los sintagmas nominales que aportan informaciones sobre los participantes en la ilocución (Ablativo Disjunto, § 4.2). © 2008 E-Excellence – www.liceus.com

VIII. Sintaxis y semántica del Ablativo latino

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1. El Ablativo en el sistema casual latino. Considerado dentro del paradigma de los casos latinos, el Ablativo es el caso empleado con más frecuencia, después del Nominativo y el Acusativo (datos en Pinkster 1995: 50-53). Aparece sobre todo en funciones periféricas, integrado en la predicación como adjunto o complemento circunstancial (79% de sus empleos, según Pinkster 1995: 58), aunque también codifica constituyentes menos integrados, como el Ablativo Absoluto, o no integrados (Ablativo Disjunto); la segunda posición en frecuencia la ocupan los testimonios de Ablativo como marca de argumentos (segundo y tercero) y la tercera, la menos representativa en términos numéricos, corresponde al sintagma nominal, como constituyente modificador de nombres (2,1%, según la misma fuente). También se integra como complemento del adjetivo. El tratamiento que presenta el Ablativo en los distintos manuales es comparable al de los demás casos, que de forma genérica podría caracterizarse como de base semántica, acentuada en el Ablativo por aparecer, sobre todo, en funciones periféricas. Además, la organización de los valores del Ablativo que ofrecen los manuales es fuertemente tributaria del origen morfológico del caso. Efectivamente, los estudios de morfología histórica tradicionales consideran el Ablativo latino como una fusión diacrónica de tres antiguos casos del Indoeuropeo: el Ablativo propiamente dicho, el Instrumental y el Locativo (Monteil 1979: 144-146). En la declinación del singular, el Ablativo de los nombres temáticos (segunda declinación: cf. domino[d]) se origina a partir de desinencias de antiguo Ablativo (*-oed > od). El Ablativo de los nombres de la tercera declinación (temas consonánticos y en –i-) y de la primera (temas en –a-), remonta al antiguo Locativo (*-i) e Instrumental (*-e/o); la forma de ambos temas se equipara por evoluciones fonéticas coincidentes. En plural, la misma desinencia (*-bh(y)os > -bus) caracteriza los tres casos indoeuropeos en el Ablativo plural de los nombres de la tercera, cuarta y quinta declinaciones, mientras que la del Ablativo plural de la primera y segunda deriva de un antiguo locativo (*- oisi > -ois). La declinación latina conserva, además, restos del caso locativo en su morfología, aunque limitados a los topónimos de temas en –a- (Romae, “en Roma”), los de los nombres temáticos en –o/e (Tarenti, “en Tarento”) y algunos de tema en consonante (Carthagini, “en Cartago”), siempre en singular. También conservan el locativo ciertos nombres esenciales en la configuración de la cultura latina, relativos a la vivienda (domi, “en casa”), al campo (ruri, “en el campo”, humi, “en el suelo”), o a la guerra (duelli, “en la guerra”, militiae, “en campaña”). Muchos de ellos son arcaísmos. Funcionalmente, el locativo es marca de la función Ubicación, que se codifica regularmente mediante el Ablativo, sin preposición o con ella. © 2008 E-Excellence – www.liceus.com

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En paralelo a este origen múltiple, los manuales agrupan los valores del Ablativo en tres áreas derivadas, respectivamente, del Ablativo propiamente dicho, del locativo y del instrumental (Ernout-Thomas 1953: 79, Hofmann-Szantyr 1965: 101151, Kühner-Stegmann 1914, II.1: 346-413). Esta distribución no está motivada por razones morfológicas, porque las funciones que pudieran asociarse con el valor instrumental no corresponden con la morfología que remonta a ese caso, ni las del Ablativo con el antiguo Ablativo, ni las del Locativo con los de este caso. Tampoco se basa en criterios sintácticos, porque en la asociación que proponen se mezclan empleos de sintaxis muy diferentes. Responde, como en otras ocasiones, a una mezcla de criterios en la que predominan, como se apuntó antes, los semánticos sobre los funcionales. La sintaxis sincrónica del Ablativo latino, independientemente del origen morfológico múltiple de este caso, no puede retrotraerse a los valores originales, como hace notar, con razón, Rubio (1982: 155), que argumenta que no tendría sentido que un sincretismo morfológico no tuviera reflejo en la sintaxis. Por otro lado, salvadas las diferencias en la frecuencia de uso de las funciones que marca, su sintaxis sincrónica no difiere de la de los demás casos del paradigma: codifica constituyentes obligatorios y libres, tiene escasa presencia en el sintagma nominal y sirve en la mayoría de las ocasiones para expresar funciones periféricas diversas desde el punto de vista de su nivel de integración sintáctica (cf. II.3), y, sobre todo, desde el punto de vista de la semántica. En consecuencia, tampoco puede defenderse que el Ablativo latino sea un morfema sintácticamente unitario, entendido en el sentido de que todos los constituyentes marcados por el Ablativo compartan la misma función en la oración, tal como pretende Rubio: “el sincretismo morfológico supone, a la vez, un sincretismo sintáctico” (1982: 155); “el Ablativo es siempre el mismo y expresa la misma noción” (1982: 157). La identificación entre morfema y función es incorrecta, porque la función es un concepto relacional que se caracteriza por múltiples factores, no sólo morfológicos (cf. I.5.3, II.3, y Torrego 1996: 200-206). Por la misma razón, tampoco resulta satisfactoria la propuesta de Touratier (1994: 224-46), que atribuye a la marca Ablativo seis valores morfo-sintácticos básicos, tomando como criterio las diferentes conmutaciones con otros morfemas: el criterio de la conmutación sólo proporciona el conjunto de formas de expresión que puede adquirir una determinada función, pero no elimina la necesidad de definirla previamente. Sin haberlo hecho, la conmutación resulta insuficiente para la explicación de los datos, como se observa en su propia clasificación, donde existe un apartado de “otros” (Touratier 1994: 240-246), que

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VIII. Sintaxis y semántica del Ablativo latino

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incluye usos tan diferentes como el Ablativo “complemento del comparativo”, el Ablativo absoluto, un uso que el describe como “morfema adverbializante”, etc. En un modelo de análisis de base sintáctica, el esquema funcional del Ablativo es del mismo tipo que el de los demás casos, a saber, puede aparecer dentro de las predicaciones y fuera de ellas, en niveles inferiores al de la oración (el sintagma nominal) o en niveles superiores (Ablativo Absoluto, Ablativo Disjunto). Dentro de las predicaciones, se integra con más frecuencia como satélite adjunto, pero también puede integrarse como argumento de ciertos predicados. Un planteamiento parecido a éste se ofrece en Lavency (2000a y 2000b). Todos estos usos son los que se analizarán en los apartados que siguen. 2. El Ablativo en la oración (constituyentes nominales integrados).

El caso Ablativo como marca exclusiva de constituyentes integrados en la oración no se encuentra con tanta frecuencia como pudiera pensarse. En posición de satélite, su frecuencia de uso es menor que la de los sintagmas preposicionales, si atendemos a los datos que ofrece Pinkster (1995: 51) para un corpus de prosa de época clásica: 85 casos de Ablativo solo, frente a 119 de sintagmas preposicionales (con Acusativo o Ablativo). Además, su uso está limitado por factores diversos, que no afectan a los sintagmas preposicionales. Como argumento, es el caso atestiguado con menor frecuencia, exceptuado lógicamente el Genitivo (Pinkster 1995: 53). Los datos en los que se mantiene el Ablativo como caso solo, dejando aparte los contextos en los que aparece regido por un predicado, son, en general, aquellos en los que el léxico de los términos supone, por sí mismo, un exponente suficientemente claro de la función que desempeña el constituyente. Este hecho puede interpretarse en términos de claridad comunicativa: dada la gran variedad de funciones que codifica, la precisión léxica es imprescindible para una correcta interpretación del constituyente en Ablativo; en cuanto esta precisión falta, el constituyente requiere una caracterización gramatical más precisa que la que proporciona la combinación de caso, léxico y contexto, que es justamente lo que ofrecen los sintagmas preposicionales. Los datos del Ablativo en los manuales, fuera de los casos de rección, se han asociado habitualmente con funciones periféricas, satélites o complementos circunstanciales. Algunos de estos empleos, sin embargo, van a tratarse aquí como argumentos de ciertos predicados: por ejemplo, el Ablativo de limitación o punto de vista (Kühner-Stegmann 1914, II.1: 398), el de distancia o algunos de Precio. En los apartados correspondientes se justificarán las razones de tal tratamiento. © 2008 E-Excellence – www.liceus.com

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2.1. El Ablativo en la periferia: funciones semánticas del Ablativo adjunto. Desde el punto de vista de la sintaxis, la mayoría de los datos de Ablativo se encuentran marcando constituyentes no obligatorios, satélites o complementos circunstanciales, cuya información afecta a la predicación entera, no sólo al predicado. Las funciones semánticas que expresa el Ablativo en tales casos son bastante diversas, pero se diferencian por un conjunto de características añadidas, entre las cuales el léxico del nombre es una de las más importantes (Pinkster 1995: 38). Inicialmente, agruparemos las funciones del Ablativo por rasgos léxicos generales, que permiten una cierta clasificación de las funciones: se trata de los rasgos que Pottier (1968) utiliza para agrupar los valores de las preposiciones: espacio, tiempo y otras. Esta distribución léxica coincide con la que se considera relevante en términos cognitivos, donde el dominio básico es el espacial, que es el que organiza metafóricamente los demás (Luraghi 2003: 11-13). Los rasgos léxicos característicos que permiten agrupar las funciones presentes en la caracterización funcional del Ablativo son los mismos que tienen relevancia en los demás morfemas funcionales (Villa 1996) y se presentan organizados jerárquicamente en el cuadro (1): Cuadro (1): Rasgos relevantes para la caracterización funcional del Ablativo +espacio

-espacio + tiempo

-tiempo + concreto

-concreto + evento

-evento

Aunque estos rasgos diferencian grupos de funciones, en algunos casos no bastan para dar cuenta de la diversidad funcional del Ablativo dentro de cada grupo léxico. Es preciso, pues, delimitar otros rasgos dentro de cada uno de los que se proponen en el Cuadro (1) para explicar las funciones del Ablativo en un análisis sincrónico, según se mostrará en cada apartado. Comenzamos la descripción por las funciones temporales. 2.1.1. Funciones de los términos de tiempo. La clase de términos de tiempo está formada tanto por aquellos nombres que designan un periodo de tiempo (dies, annus, mensis etc.), las estaciones del año (hiems, aestas etc.) o las partes del día (meridies etc.), como otros nombres que designan entidades de segundo orden, es decir, nominalizaciones de eventos que han sucedido en un lugar y un tiempo determinados (aduentus, bellum ciuile etc.). Con este © 2008 E-Excellence – www.liceus.com

VIII. Sintaxis y semántica del Ablativo latino

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tipo de nombres el Ablativo codifica tres funciones semánticas distintas: (i) el Tiempo en que o Ubicación temporal, (ii) el Plazo de tiempo y (iii) la Duración. (i) El Tiempo en que o Ubicación temporal expresa el momento temporal en el que algo sucede. Aparece con múltiples formas de expresión (Torrego 1989b), tanto absolutas, es decir, ubicadas en el tiempo en relación con el momento del habla, como relativas, esto es, referidas a algún otro momento temporal, además del Ablativo. Responde a la pregunta ubi? / quo tempore?, “¿cuándo?”. Se ofrecen algunos ejemplos ilustrativos en (2)-(3): (2a) Castoris aedes eodem anno idibus Quintilibus dedicata est (“el templo de Cástor fue dedicado el mismo año, en las Idus de julio”, Liv. 2,42,5) (2b) Arabes campos et montes hieme et aestate peragrant (“los árabes recorren los campos y los montes invierno y verano”, Cic. div. 1,42) (2c) Decem his annis proximis HS sexagiens honestissime consequi potuit (“en los últimos 10 años pudo obtener seis millones de sestercios con los medios más honestos del mundo”, Cic. Q. Rosc. 23,8) (3a) eorum aduentu... equos sumit Germanisque distribuit (“a su llegada... tomó los caballos y los distribuyó entre los Germanos”, Caes. Gall. 7,65,5) (3b) paucis post diebus ciuitatem recepit (“recibió la ciudad pocos días después”, Caes. Gall. 6,8,7)

Como puede apreciarse en (2)-(3), en las expresiones de Ubicación temporal el tiempo puede aparecer conceptualizado como un momento concreto, como los ejemplos de (2a) y (2b), que contienen expresiones situadas con precisión en el calendario (tanto los Idus, como el invierno y verano remiten a momentos o periodos fijos), o como (3a), que sitúa el evento en el momento de la llegada de alguien; también puede concebirse como un tiempo extenso —decem annis en (2c), paucis diebus en (3b)—, que expresa el periodo que va entre la situación del contexto previo y la predicación a la que se adjunta (potuit consequi, couitatem recepit). La expresión de la Ubicación temporal mediante expresiones que indican periodos de tiempo se marca también mediante per + Ac. (per eosdem annos, “por los mismos años”), que generalmente aparece en posición inicial y sitúa un conjunto de situaciones en un texto más amplio. Además, los tres ejemplos de (2) contienen expresiones de tiempo absoluto: (2a) y (2b), como se ha indicado, señalan fechas fijas, mientras que (2c) adquiere la referencia temporal mediante el deíctico his, que expresa que la referencia temporal incluye el momento del habla; por otro lado, el adjetivo proximis indica que se trata de los años contiguos al tiempo del verbo. © 2008 E-Excellence – www.liceus.com

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Los ejemplos de (3) contienen expresiones de tiempo relativo: (3a) sitúa el tiempo del evento de forma simultánea al tiempo de otro evento, eorum aduentu, que está, a su vez, situado en un momento de la línea temporal (aquel en el que tuvo lugar la llegada, fecha conocida por los destinatarios del enunciado). El ejemplo (3d) contiene una expresión que toma como referencia el tiempo de la situación previa (lo que expresa el adverbio post): la situación de recepit se ubica en el espacio de unos días después de ese momento. También son variantes de la función Ubicación temporal las expresiones de ‘tiempo desde el cual’ que se ilustran en (4), como muestra la interrogación con quo tempore que aparece en (4b); en ellas la codificación en Ablativo parece alternar con el Acusativo (cf. V.2.1.6), como se muestra en (4d), aunque tal vez no se trate de una verdadera alternancia, sino de una relación funcional diferente: (4a) ergo his annis quadringentis Romae rex erat? (“luego, ¿había un rey en Roma hace 400 años?”, Cic. rep. 1,58) (4b) Criminatio tua quae est? Roscium cum Flauio pro societate decidisse. Quo tempore? Abhinc annis xv (“¿Cuál es tu acusación? Que Roscio transigió con Flavio en nombre de la sociedad. ¿Cuándo? Hace 15 años”, Cic. Q.Rosc. 37) (4c) quattuor minis ego emi istanc anno uxori meae (“se la compré a mi mujer por cuatro minas hace un año”, Plaut. Men. 205) (4d) horum pater abhinc duo et uiginti annos est mortuus (“Su padre murió hace 22 años (= lleva muerto desde este momento veintidós años)”, Cic. Verr. 2,2,25)

Las expresiones temporales de (4) remiten a periodos largos de tiempo que adquieren su referencia temporal de distintas maneras: (i) (4c) la toma del mismo punto que el verbo de su oración: anno expresa un pasado anterior al momento del habla, como emi, un perfecto anterior al presente; (ii) (4a), del momento del habla mediante la presencia del deíctico his, (iii) (4b) y (4d) del adverbio abhinc, que también se ubica en el momento actual. En (4a) la presencia del deíctico sitúa el punto de referencia en el momento del habla; como el verbo está en pasado, la expresión temporal expresa la extensión de tiempo pasado que indica su léxico (400 años) (Torrego 2008b). Lo mismo sucede en (4b) con el adverbio abhinc. En (4c) igualmente el tiempo del predicado es pasado (anterior al presente) y esa es la referencia que adquiere anno. En (4d) el tiempo se concibe mediante un tiempo extendido: en este ejemplo la expresión temporal puede interpretarse como Duración, como en las expresiones de edad con natus; la conceptualización como duración está posiblemente relacionada con el hecho de que mortuus y natus describen estados: “(lleva) muerto / nacido durante 22 años”. © 2008 E-Excellence – www.liceus.com

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(ii) Plazo de tiempo. Como se aprecia en los ejemplos de (5), el Plazo expresa el tiempo que se tarda en lograr la situación que se indica en la predicación nuclear y responde a la pregunta quanto tempore? Nótese que en estos ejemplos las expresiones temporales no podrían dar respuesta a la pregunta ubi?, porque no indican un momento situado en el tiempo, sino un tiempo interno a la propia situación: el que se ha invertido para alcanzarla. (5a) tribus horis Aduatucam uenire potestis (“podéis venir...


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