Aspectos Biológicos Y Psicológicos DEL Educando PDF

Title Aspectos Biológicos Y Psicológicos DEL Educando
Author Mayelin Liliana Del Rosario Roustand
Course Int A La Educación
Institution Universidad Autónoma de Santo Domingo
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ASPECTOS BIOLÓGICOS Y PSICOLÓGICOS DEL EDUCANDO
Las cuestiones más importantes que el enfoque del educando debe abarcar son: la herencia, el crecimiento y el medio físico.

LA HERENCIA
El concepto de herencia que el educador maneje debe ser amplio y tener en cuenta que en el ...


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ASPECTOS BIOLÓGICOS Y PSICOLÓGICOS DEL EDUCANDO Las cuestiones más importantes que el enfoque del educando debe abarcar son: la herencia, el crecimiento y el medio físico.

LA HERENCIA El concepto de herencia que el educador maneje debe ser amplio y tener en cuenta que en el individuo humano, se cruzan factores de las más diversas índoles.

EL CRECIMIENTO El crecimiento ha sido definido como el período de la vida en el cual el ser joven adquiere la talla, el volumen, el peso, las proporciones y las propiedades del adulto, es decir, las de su tipo específico. Una de las características salientes del crecimiento humano es su duración. El educador debe conocer los factores que inciden e intervienen en el crecimiento. Estos factores pueden ser físicos, étnicos o sociales. En cuanto a su ritmo, el desarrollo casi nunca es regular (varía según el sexo, la edad, las razas, las condiciones sociales, etc. El crecimiento masculino es más lento que el femenino que llega antes a su término. Como principal crisis de crecimiento debe indicarse la de la pubertad. Por una parte representa el pasaje del crecimiento a la madurez y por otro el desprendimiento de la actividad sexual.

EL MEDIO FÍSICO Con la expresión “MEDIO FÍSICO” se hace referencia a las fuerzas que representan las condiciones geográficas, la configuración del terreno, las influencias cósmicas, el clima, la vegetación, el paisaje y de ninguna manera el ambiente social y cultural. El individuo está en constante interacción con el medio y le es permitido reaccionar sobre el y modificarlo según sus intereses humanos.

ESTUDIOS PSICOLÓGICO DEL EDUCANDO El desarrollo psíquico: sus grandes etapas. Así como hay un desarrollo o un crecimiento físico, hay también un crecimiento, un desarrollo o una evolución psíquica o mental, que marcha estrechamente unido a aquél. Se consideran como momentos del desarrollo aquellas edades en las cuales el individuo no ha alcanzado aún la madurez psíquica y espiritual del adulto, esto es la niñez y la juventud. Fase Infantil (0-1 años)

Primera Infancia (1-3 años) NIÑEZ (0-12 AÑOS) Segunda Infancia (3-6 o 7 años) Tercera Infancia (6 o 7 - 11 o 12 años) Pubertad o Preadolescencia (11 o 12 - 14 o 15 años) ADOLESCENCIA (12-25 AÑOS) Adolescencia propiamente dicha (14 o 15 años) Postadolescencia o Maduración (17 o 18 años) (18-25 aprox.) FASE INFANTIL: fase parasitaria del lactante, comúnmente limitada por el destete, que acompaña a la adquisición de la postura erecta y de la marcha y en la cual se logra el primer esbozo de lenguaje articulado. Este es un período de indiferenciación entre el individuo y el mundo y entre las cosas mismas del mundo (sincretismo). Está dominada por los instintos vitales. PRIMERA INFANCIA: utilización de la posición erecta, desplazamiento en el espacio, elaboración del lenguaje articulado. Impulsan la exploración constante del mundo y su conquista por la acción. Poco a poco surge el sentimiento de la existencia de los objetos y aparecen algunos gérmenes de socialización. SEGUNDA INFANCIA: comienza con el descubrimiento de que, aparte de todos los objetos, el yo constituye una realidad de poderoso interés. El niño no conoce los límites de ese yo y lo proyecta sobre las cosas. De ahí el EGOCENTRISMO. Esta etapa está dominada con intereses psíquicos que se relacionan con esa representación del yo utilización del mundo exterior por el juego, creación de mundos imaginarios por símbolos.

TERCERA INFANCIA: retroceso del EGOCENTRISMO. Se inicia con el ingreso del niño a la escuela primaria. Los intereses mentales se socializan y se transforman en intelectuales y concretos. En esta etapa el ser logra un equilibrio relativamente estable con relación al medio psíquico y al medio social sobre un plano amplio. PUBERTAD O PREADOLESCENCIA: le responde el equilibrio logrado en la etapa anterior. Es una fase turbulenta en lo biológico y en lo social. En lo biológico porque en su transcurso el cuerpo termina formándose y en lo social porque supone un cambio en las relaciones entre los sexos y sobre la forma de agrupación de individuos. Influye en la vida psíquica, intereses mentales, se hacen subjetivos, individualistas, egocéntricos y se expresan particularmente por la vía emocional. Todo esto acompañado de una gran necesidad, comprensión, de un sentimiento de soledad junto a otros de dominación, aquí el hombre busca su propia forma. ADOLESCENCIA: aparece la tendencia hacia los valores culturales y se considera la reflexión. Surge el sentido de lo ético y se expande la afectividad, junto al cultivo de lo estético. POSTADOLESCENCIA O MADURACIÓN: los intereses intelectuales se amplían en especulativos. Los intereses afectivos, tienden a fijarse sobre seres y objetos precisos. La socialización se hace verdadera. El ser ingresa definitivamente a la MADUREZ. LA EVOLUCIÓN DE LOS INTERESES: NAGY Sostiene que la evolución de los intereses se cumple en 5 períodos: Período de los intereses sensoriales (0-2 años) Período de los intereses subjetivos (2-7 años) Período de los intereses objetivos (7-10 años) Período de los intereses especializados (10-15 años) Período de los intereses lógicos (15-18 años) Edovard claparede da su clasificación: Período de los intereses perceptivos, durante el primer año de vida;

Período de los intereses (o del lenguaje), durante el segundo y tercer año de vida; Período de los intereses generales: despertar interés (edad del preguntón), de tres a siete años; Período de los especiales y objetivos, de siete a doce años; Período sentimental, intereses éticos y sociales, intereses especializados, intereses que se refieren al sexo, de doce a dieciocho o más años. Los cuatro primeros períodos corresponden a lo que OLAPAREDE denomina “etapa de adquisición y a experimentación” y el quinto “estadio de organización, de valorización”.

LAS ETAPAS DE LA EDUCACIÓN La clasificación de las edades del desarrollo en relación con los intereses se acerca evidentemente a las necesidades de la educación y de la pedagogía. Pero no es pedagogía sino evidentemente psicológica. STUMPF las clasifica: Desde el nacimiento hasta la aparición del lenguaje. Desde el principio del lenguaje hasta la entrada en la escuela. Desde la entrada a la escuela hasta la adolescencia. La adolescencia. DEBESSE habla de cinco edades sucesivas: Edad de la NURSERY (0-3 años) Edad del cervatillo (3-7 años) Edad del escolar (6-13 o 14 años) Edad de la inquietud de la pubertad (12-16 años) Edad del entusiasmo juvenil (16-20 años)

Concepto del educando Educando es aquel que está en proceso de educarse, entendiendo por educar, “conducir”. Educando es el gerundio del verbo educar, y es quien gracias a una guía dada por quien tiene mayor saber y experiencia, el educador, logra que su potencialidad creativa y sus condiciones físicas, intelectuales y artísticas se desarrollen en la máxima expresión posible, de acuerdo a las capacidades individuales. Misión del educando Mejorar la Calidad de la Educación a través de las TIC, y con ello la oportunidad de tener un mejor país. Convertir a nuestro país en una nación productora y exportadora de contenidos, softwares, aplicaciones y recursos en formato digital. Tipología de docentes Para hablar de los diferentes tipos de docentes hay que comentar que existen diferentes clasificaciones según cada autor. Según Kerschensteiner existen 4 tipos de docentes: Educador angustiado: que paraliza casi siempre, la iniciativa de los alumnos. Es decir; no deja que sus alumnos desarrollen ciertas capacidades como la creatividad, la responsabilidad de llevar a cabo una iniciativa, etc. Educador Indolente: que deja plena libertad a sus alumnos, más por desatención que por principios. Educador ponderado: que sabe distribuir a partes iguales la libertad y la coerción, sin alejarse de las reglas pedagógicas tradicionales. Educador nato: este docente tiene sentido pedagógico. Es práctico y de mucha fuerza de voluntad. Acostumbra a ser claro y preciso en sus apreciaciones y revela comprensión por los demás. Su más ardiente deseo es ayudar a sus alumnos para que desenvuelvan su espiritualidad. Caselman realiza la siguiente división en función de los distintos tipos de docentes: Profesor logotropo: es aquel que le da importancia a los valores culturales, al mismo tiempo que procura entusiasmar a los educandos con esos mismos valores. Este tipo de docente se suele inclinar a la filosofía o a la ciencia, pero su preocupación pedagógica fundamental es instruir.

Profesor paidotropo: es el que se inclina hacia los alumnos. Se interesa por la instrucción, pero más por la formación de sus discípulos.

Adelaide Lisboa de Oliveira los clasifica de la siguiente manera: El brillante: le preocupa más el efecto que pueda causar en sus alumnos que el progreso educativo de los mismos. El escrupuloso: se interesa por las minucias insignificantes de la disciplina o del reglamento de la escuela y, por eso, su visión es muy limitada. El mero profesional: da clases para ganarse la vida, sin importarle nada más, por lo que su acción está llena de altibajos. Su objetivo es el económico. El eufórico: juzga excelentes y en franco progreso a todos sus alumnos. El displicente: está siempre atrasado en sus obligaciones escolares, ya sea en el desarrollo del programa como en el cumplimiento de las exigencia burocráticas. El depresivo: siempre atento a los aspectos negativos de sus alumnos e incapaz de ver los aspectos positivos. El poeta: se encuentra siempre distante de la realidad de sus alumnos y de las condiciones de la enseñanza. Esto es debido a que ve todo a través del prisma de la fantasía. El desconfiado: en todas las manifestaciones de sus alumnos ve actos contra su persona y su dignidad. El absorbente: llega a ser atrayente, expansivo y brillante. Busca suscitar la admiración de sus alumnos. El sugestivo: sería el tipo ideal de profesor, si fuera capaz de amar y de ser amado. Infunde ideales y vibra ante las buenas acciones de sus alumnos; no teme que éstos lo alcancen o lo superen. Posibilita a sus alumnos la aprehensión de la belleza, de la verdad, y del bien, que es su principal objetivo. El teórico: profesor de gran cultura, para quien educar es instruir. Vive para la ciencia. Se muestra frio y objetivo en sus relaciones con los educandos. El práctico: profesor que busca alcanzar un máximo de resultados con un mínimo de esfuerzos. Da mucha importancia al método y a la técnica, ya que le interesa más la preparación técnica que la formación espiritual de sus alumnos. El esteta: docente que considera la formación de sus alumnos como la más bella obra de arte. Sabe infundir ánimo y formar personalidades.

El social: profesor comprensivo, paciente y consagrado interiormente a su profesión. Consigue infundir espíritu de familia entre sus alumnos, y los conduce hacia una actuación positiva en la sociedad. El autoritario: docente que se manifiesta celoso de su autoridad y superioridad con relación a sus alumnos. Es partidario de la disciplina severa y se preocupa más por imponerse que por educar. El religioso: profesor cuidadoso y serio, persuadido de su responsabilidad en la formación de las almas de sus alumnos, lo que lo lleva a ser religioso y severo en procura del bien de los mismos.

Condiciones del educando Su educativita Preparación del educando Vocación del educando Ser profesor o profesora no es un acto de transmisión de conocimiento, implica más bien motivar a los y las estudiantes a aprender a aprender, acompañarlos en su proceso de aprendizaje para la vida, para una buena vida, y exhortarlos a ser partícipe de su propia formación. Este es el elemento fundamental de la vocación como valor imprescindible en los profesionales de la enseñanza.

La vocación debe ser el hilo conductor e ineludible de la acción docente, vocación es la fuente que impulsa a crear habilidades y actitudes para ser un mejor educador o educadora, de lo contrario el ejercicio docente chocará con las preferencias excluyentes como la posición social y económica, el prestigio, así como las desventajas del sistema socioeconómico prevaleciente (recursos limitados para educación), dando lugar a la frustración e insatisfacción docente....


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