Barbault Andre Tratado practico de Astrologia PDF

Title Barbault Andre Tratado practico de Astrologia
Author Jeff Barrett
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11 André Barbaulf TRATADO PRACTICO DE ASTROLOGIA Andre B•11bault. quince años vicepresidente del Centro Internacional ele Astrologfa en Fr.ancia, ha moclurado duranrn largo tiempo este tratl.ldo. P rofesio- n al de la AsHofogia desde hace cuatenta y cinco años y Iras hal¡er estudi ado m•· les de 1am...


Description

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André Barbaulf

TRATADO PRACTICO DE ASTROLOGIA

Andre B•11bault. quince años vicepresidente del Centro Internacional ele Astrologfa en Fr.ancia, ha moclurado duranrn largo tiempo este tratl.ldo. P rofesion al de la AsHofogia desde hace cuatenta y cinco años y Iras hal¡er estudi ado m•· les de 1amas, p liblicos y ¡lrlvados, redactarlo n ume•osos estud os y au101 de una treintena Ua ob ras, ha llegado a u n grado de conocimiento q ue ha querid .o expre· sar en esta obra Este lib ro puede ser le ido. en primer l1.19th, por u n p rincipiante , fll cual ap rendera con él a abord ar un ;ema, 11 rnane¡ar :ius claves - s;gnos, sectore:s. planetas v aspectos, a interpretarlos según la 11·adició n Los ejernplos están Cionstll ui d os po r temas h lS1órlcos. desde Catalina de Médicls a Oe Gaulle, pasando ~o r Napo lecm El profano, e l escéptico , el od verSario mismo, encontrarán e n é l mei:llo da a Otar sus armas, Et n~t1ólog m adelanta a elfos y les faclHta numerosas objecio· nes. a las que re lt.1ta con calrna. d esapasionndamencc:. '' No hay que esp erar d e la Astrología más de lo t¡Ue Glla puede ofrecer", dice André Bnrbault, que quiere únicamente mostrar d6nd• est a es trremplalable, dónde debe cullar y dónde debe juzgársela ··sobre el terreno" . Aaalmenta, existan numerosos elementos .. l ibra'' EH~ eJ tema p crsoníil d e André Garbaulr. Amigo, pues, de los mo1ices, el astrólogo no es en este caso un peligroso dogmál1co, si!'lo uri honi hrc que trans:mi1e modestan1unte una ira· d ición y una experiencia s1Het'las a qulOf"IOS quieren escµcha rlo .

TRATADO PRACTICO DE ASTRO LOGIA

"ANDRE BARBAULT

TRATADO PRACTICO DE ASTRO LOGIA

COLECCION ASTROLOGIA Y ALQUIMIA·

Título original: Traité pratique d'Astrologie Traducción de Guiomar Eguillor Portada de Estudio Symbol © Editions du Seuil © de la versión española, VISION LIBROS, S. A., 1980 Edita: VISION LIBROS, S. A. e/. Las Torres, 77-79 Barcelona-3 3 I.S.B.N.: 84-85456-20-3 Depósito Legal: B-17 5 51.-1980 Impreso en Gráficas Porvenir. Lisboa, 13 Barberá del Vallés (Barcelona) Impreso en Españ.a - Printed in Spain

ALGUNAS OPINIONES SOBRE LA ASTROLOGIA ARISTOTELES: "Este mundo se encuentra relacionado necesariamente con los movimientos del mundo superior. Todo poder en nuestro mundo está gobernado por estos movimientos". (Tratado sobre el Cielo.) astrónoSAN JERONIMO: "Sin mencionar a los filóso~, mos y astrólogos cuya ciencia, de gran utilidad para los hombres, se basa en el dogma, se explica por su método y se justifica por la experiencia". (Prefacios, encabezamiento de la Biblia de San Jerónimo.) SANTO TOMAS DE AQUINO: "Los cuerpos celestes son la causa de todo lo que se produce en este mundo sublunar, ellos actúan indirectamente sobre las acciones humanas, aunque todos los efectos que producen no son inevitables". (Summa, quest. XV, art. 5 y vol. III, p. 2-29.) DANTE: "Los astros son verdaderamente la causa primera de vuestras acciones, pero habéis recibido una luz que os permite distinguir el bien del mal, y una voluntad libre que, tras haber empezado a luchar contra los astros, triunfa de todo si está bien dirigida". (Purgatori"o, XVI, 73.) TYCHO-BRAHE: "El hombre encierra en sí una influencia mucho más grande que la de los astros. Superará estas influencias si vive según la justicia, pero si sigue sus ciegos instintos, si desciende al nivel de los animales viviendo como ellos, el rey de la Naturaleza ya no dirige más, sino que es dirigido por la Naturaleza". ·

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KEPLER: "Veinte años de estudios prácticos han convencido a mi espíritu rebelde de la realidad de la astrología". GOETHE: "Yo vine al mundo en Francfort-sur-le-Main, el 28 de agosto de 1749, durante la 12ª campanada del mediodía. La constelación era propicia·, el Sol se encontraba en el signo de Virgo; Júpiter y Venus estaban en buen aspecto con él; Mercurio no era desfavorable, Saturno y Marte eran neutros; únicamente la Luna, llena aquel día, desplegaba la fuerza de su reverberación tanto más poderosamente cuanto que su hora planetaria había empezado. Ella se opuso, pues, a mi nacimiento _hasta que esta hora hubo pasado. Estos buenos aspectos, altamente apreciados más tarde por los astrólogos, fueron sin duda la razón por la que permanecí en vida, ya que por torpeza de la partera, creyeron que había venido muerto al mundo, y sólo tras numerosos esfuerzos vi la luz". (Poesía y Verdad, cap. I.) BALZAC: "La astrología es una ciencia inmensa que ha reinado sobre las más grandes inteligencias". ROMAIN ROLLAND: "He ido madurando lentamente la convicción de que todas las leyes evolutivas propias de los pueblos, naciones, clases y sus combates se encuentran subordinados a leyes cósmicas mayores que rigen la evolu- . ción general de la Humanidad". C. G. JUNG: "Si gente cuya instrucción deja que desear han creído poder, hasta estos últimos tiempos, burlarse de la astrología, considerándola como una pseudociencia liquidada desde hace largo tiempo, esta misma astrología, remoptando desde las profundidades del alma popular, se presenta de nuevo hoy día a las puertas de nuestras Universidades que abandonó desde hace tres siglos". (Seelenprobleme der Gegenwart, p. 241.) EMMANUEL MOUNIER: "Es notable que ni la ciencia de Kepler ni la fe de Santo Tomás hayan creído necesario 8

rechazar en princ1p10 las afirmaciones de la astrología. Estos creían en la influencia de los astros, y algunos sabios empiezan hoy día a levantar gráficas estadísticas, a fin de ver si se desprenden de ellas correlaciones psicocósmicas. Este es el único medio científico de abordar el problema. La solidaridad que el Universo hace patente por doquier deja más bien suponer que los resultados serán positivos y permitirán, como ya lo han hecho la Quirología, la Grafología y la Fisionomía, apartar de la astrología las habladurías de los charlatanes ( ... ) . Si uno se vuelve hacia las antiguas clasificaciones astrológicas de los caracteres, no puede más que asombrarse de su concordancia aproximada con más de un resultado de la morfología y fisionomía contemporáneas( ... ). Las primeras síntesis que esbozan los tipos astrológicos se encuentran ya en todo caso más cerca de una caracteriología verdadera que la Psicología caracteriológica que, durante el siglo pasado, ha obstaculizado el conocimiento concreto del hombre co'n sus sistemas de facultades míticas ... " (Tratado del Carácter, p. 124-126.) GABRIEL MARCEL: "Añadiré gustosamente, aun a riesgo de escandalizar, que la astrología, aunque en último análisis haga pemar sobre sus métodos y los resultados a los que da lugar de hecho, ha presentado ... el gran interés de atraer la atención sobre la idea de una figura, de una configuración del destino individual". (Du refus l 'lnvocation, p. 125.)

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"Aunque en ese campo yo no posea experiencia personal, me han sido aportados demasiados hechos concretos y que concuerdan para no estar persuadido de que existe en la astrología un fondo de verdad. Me niego categóricamente a creer que todo esto es charlatanería. Y sin duda no hay en ello nada de fatalismo. Según la frase latina, los astros inclinan pero no determinan". (Nouvelles Littéraires del 6 de julio de 1950.} LE R. P. RIQUET: "Yo soy como Santo Tomás. 9

Para responder a esta cuestión, habría en primer lugar que precisar lo que se entiende por astrología. Si, por ella, se pretende leer en los astros todo lo que debe suceder, como si todo, aquí abajo, se encontrara completamente determinado por la acción de éstos, sin que la libertad del hombre pueda cambiar nada, tal pretensión contradice la concepción cristiana del libre arbitrio humano. Pero puede admitirse, como lo han hecho ilustres doctores de la Iglesia, tales como Santo Tomás de Aquino, que los astros ejercen una cierta influencia sobre el temperamento, la complexión de los hombres y, por tanto, sobre su comportamiento. De ahí, una posibilidad de prever las tendencias que probablemente manifestarán pero no infaliblemente, porque el hombre, creemos, puede dominar, orientar y doblegar las tendencias que son en él resultado de todas las influencias cósmicas o astrales que se ejercen sobre su organismo. Pero, una vez dicho esto, conviene ser reservado en cuanto al valor de los pronósticos que pretenden extraerse de una ciencia tan conjetural sobre las influencias astrales en el comportamiento humano. Muy imprudente sería el que se fiara ciegamente". (Elle, n° del 11 de agosto de 1952.) JULIEN GREEN: "Es un tema muy amplio que me interesa y atrae. Goethe, al principio de Poes{a y Verdad, ha señalado la conjunción de astros a su nacimiento. El creía firmemente en la astrología. Yo estoy tentado a hacerlo". (Nouvelles Littéraires del 6 de julio de 1950.) ANDRE BRETON: "(La astrología) es a mi parecer una gran dama, muy bella y venida de tan lejos que no puede dejar de encantarme. En el mundo puramente físico, no veo adornos que puedan rivalizar con los suyos. Me parece, además, que ella detenta uno de los más profundos secretos del mundo. Lástima que hoy día -al menos para el vulgo- reine en su lugar una prostituta". (Astrologie Moderne, n° 12, octubre de 1954.) RENE HUYGHE: "Para mí, la astrología es extraordinaria10

mente interesante dentro del mundo de los signos y el simbolismo, porque es exactamente un simbolismo de la psicología colectiva ... Mientras que el peligro y la grandeza de la astrología es el manejar símbolos, cuyo alcance aplasta a menudo a los astrólogos y los ahoga. Pero la suerte de la astrología estriba en reposar sobre un simbolismo colectivo, que posee, pues, una amplitud extraordinaria". Uanus, n° 8.) MAX-PAUL FOUCHET: " ... creo que en la medida en que pueda restablecerse en el hombre el sentimiento cósmico, en un mundo que hoy en día se empobrece y pierde justamente ese sentimiento, se hace una labor extraordinariamente útil... Después de todo, la astrología puede ser un método de detectar la autenticidad o realidad de una obra plástica". Uanus, n° 8.) CLAUDE LEVI-STRAUSS: "Los antiguos construyeron un sistema, y este sistema, a partir del momento en que fue construido, se ha mostrado operante y fecundo. En el fondo, todo sistema es operante y fecundo porque el hombre no puede pensar más que con sistemas. La astrología ha sido un gran sistema, pues ha ayudado al hombre a pensar durante milenios". (L 'Astrologue, n° 9.) LUCIEN MALAVARD, Prof. de Ciencias en La Sorbona, Miembro de la Academia de Ciencias: "Creo que los antiguos hicieron, de alguna forma, literalmente ciencias humanas a través de la astrología: construyeron así una clasificación de los seres, una forma de ver más clara en el comportamiento humano. Por mi parte, siento la tentación de situar la astrología al lado de las ciencias humanas o un poco más allá ... " (L 'Astrologue, n° 15.) HENRY MILLER: " ... (la astrología) habla del hombre en su integridad y estimo que ello es lo esencial: lo considera como un ser completo ( ... ). Y demuestra que existen ritmos en la Naturaleza y que cada ser participa de estos ritmos". (L 'Astrologue, no 16.) 11

PIERRE SCHAEFFER: "Me parece que la astrología puede, a su manera, por medio de las configuraciones que estudia, descubrir las relaciones más secretas de la vida interior del ser humano". (L'Astrologue, n° 17.)

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INTRODUCCION

Un Tratado de astrología en el siglo XX es realmente una osadía por no decir una enojosa aventura ... que, sin embargo, me gustaría justificar en unas pocas palabras. Para una mente racional que la juzgue desde el exterior, las afirmaciones de la astrología clásica no pueden en absoluto encajar dentro de nuestro pensamiento científico. Indudablemente, se conoce la acción de la gravitación y radiación del Sol (estaciones) y de la Luna (mareas), e incluso se concibe una cierta influencia de la actividad solar, al acompañarse la aparición de manchas en nuestro astro diurno de perturbaciones terrestres. Pero no es cuestión de situar al mismo nivel que estas influencias generales, universalmente admitidas, las influencias "especiales", por individualizadas,. de estas luminarias, y con más razón de planetas como Marte y Saturno. Y, sin embargo, la astrología es esto, es decir, todo lo que se encuentra al margen de las influencias generales reconocidas. Es, dice un crítico, "el resto" y, a decir verdad, iesto es, hablando con propiedad, absurdo/ He aquí la evidencia, el credo actual. Pero, en lo que a mí respecta, me atrevo a afirmar que se trata de una falsa evidencia, como existen muchas otras en numerosos campos, y ésta no va a ser una de las sorpresas más "sensacionales" que está a punto de revelarnos el desarrollo actual de las investigaciones científicas. Como ha declarado, a propósito de la astrología, el crítico citado con anterioridad, Jean Port, Administrador del Instituto Nacional de Estadística y Agregado del .C.N.R.S.: ... Absurdos o no, los hechos son hechos y, aunque la ciencia de una época no sepa integ'rarlos, todo espíritu científico 13

debe reconocer su existencia a la espera de poder explicarlos.1 Ahora ·bien, el problema principal estrzºb'a precisamente en saber si· los "hechos" astrológicos -a saber, las relaciones que la astrología pretende descubrir y establecer entre los zºndicios celestes y los fenómenos humanos y terrestres- son realmente· hechos. Precisamente, esta "falsa evidencia", que quiere hac.er de la astrología una quimera, parte de que este problema esencial nunca ha sido prácticamente planteado por la ciencia oficial, que se contenta con un juicio a priori. Efectivamente, hay que saber que jamás la astrología ha sido sometida a un verdadero control científico por el sistema oficial. Desde la revolución copernicana se ha creído que sus fundamentos eran falsos porque reposaban sobre una concepción astronómica errónea que sitúa a la Tierra en el centro del mundo; ello a pesar de la defensa de Copérnico, Kepler y GaHleo.2 En nuestros días -hay en ello una evolución- el argu" mento heliocéntrico, que fue la razón de su rechazo, ya no es utilz"zado por nadie. Pero, desde el siglo XVII al XX, la edificación de la ·ciencia no ha hecho más que alejar el espírzºtu racional del pensamiento astrológico, hasta el punto de que ha parecido perfectamente inútil iniciar investigaciones para verificar este conocimiento: había cosas mejores que hacer... Despu~ de las primeras verificaciones, imperfectas y, de todas fonnas, impregnadas o .suspectas de parcialidad, de los propzºos astrólogos, desde el renovador Paul Choisnard -verificaciones basadas en las estadístz"cas y e.Z cálculo de probabilidades-, un adversario de la astrología se tomó finalmente la molestia de afrontar seriamente estos famosos "hechos". Así, un estadista -haremos en esta obra el indispensable balance 1. Prefacio de Méthodes pour étudier la répartition desastres dans le mouvement diurne de F.M. GAUQUELIN, París, 1957. 2. No sería en vano recordar aquí que -contrariamente a lo admitido- la obra de Copémico: De revolutionibus orbium coelestium, nació bajo la influencia de las doctrinas astrológicas, fue impreso bajo la dirección de Rhaeticus, astrólogo amigo del científico polaco, y dedicado al papa Pablo 111, protector de los astrólogos. En la segunda mitad del siglo XVI, cuando la teoría copemicana es reehazada por las universidades, son en su mayoría astrólogos los que, prescindiendo de las burlas del mundo científico y de las sentencias de- excomunión ¡ironunciadas por los teólogos, defendieron valientemente la nueva doctrina. Puede consultarse sobre este punto a WILHELM KNAPPICH, "Copernic et l'Astrologie", n° 4 de La Tour Saint-Jacques.

de su resultado- pudo, para su propia sorpresa, aportar una prueba, a partir de ahora irrefatable, de la existencia de· una "influencia astral" de tipo astrológi,co. A partir de este día, ha quedado abierta una f!-mplia brecha en las murallas del a priori de un racionalismo demasiado sistemáticamente hostil a la astrología: Aunque ésta todavía no esté más que en parte ''probada", posee hoy el apoyo de un estatuto estadístico que se basa en un conjunto global de veinticz'nco mil fechas de nacimiento. Pueden seguirse burlando de la astrología: la verdad no dejará de abrirse camino. Después de todo, ésta no será ni· la primera ni· la última en derribar z·deas preconcebidas; la historia de la ciencia está llena de revoluciones que destruyen Una lógica conservadora o un espíritu rutinarz·o ... Czºertamente, como decía nuestro honrado _crítico, no es posible, en nuestra sociedad, abordar, sin prejuicios, el problema de la zºnfiuencia de los astros sobre la vida humana: "Quien quzºera conservar una actitud científica, ante este problema debe Hbrarse de pretender que lo examina 'sz·n prejuicios': engañaría a sus lectores o se engañaría a sí mz'smo. Debe, más bien, zºntentar tomar conciencia de sus prejuicios y reconocerlos públicamente, intentando a contzºnuación ponerlos de alguna forma 'entre paréntesis' durante un cierto tiempo". De este modo, debo reconocer que, al abordar la astrología, mi prejuicio ha sido favorable, prejuicio que indina, seguramente, a una cierta tolerancia de espírzºtu, así como el prejuz.cio inverso zºncita a su condena. ¿pero existe alguna experiencia o conoámiento humano que pueda ser sanamente comprendzao sz·n el crédito de una simpatía previa? Con más razón respecto a un conocimiento que se encuentra más próximo a un arte que a una ciencia. En vez de juzgarla superfz"cialmente, ¿no es más razonable intentar una paciente investigación en su zºnterior para tratar de captar su verdad profunda o para discernir su vanidad? Habiendo consagrado ya más de veinte años a esta aventura, deambulando mz· curiosidad sobre miles de horóscopos, me creo capacitado para hablar con conocimiento de causa, al poseer de este conocimiento

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una idea frente a la cual la que puede hacerse un crítico apresurado, por. muy brillante que sea, no es más que una caricatura. Así mz'srno, como profesz'onal escrupuloso, he z'ntentato desprenderme progresz'vamente de aquello que, frente a la prueba de la verificacz'ón empírica, no merecía ser conservado, a fin de que este libro de buena fe aporte una enseñanza asequz'ble, que conduzca a una sana práctica de la astrología. Una enseñanza tal no puede concebz'rse sin aplicacz'ones: para hacerla vz'lfa y tambz'én para aportar una especz'e de demostradón, convenz'a z'lustrarla con ejemplos hz'stóricos, personajes susceptz'bles de ser, en parte, con,ocz'dos por la mayoría. Ahora bien, aquí se presentaba una dzfz'cultad: ¿Qué elección hacer entre los miles de casos cuyos elementos poseo: políticos, artz'stas, sabz'os, escrz'tores... ? Tomando ejemplos entre estos grupos, inevitablemente hubz'era sz'do sospechoso de haber elegido "casos que encajaban", sin poder justifz'car mis opciones. Entonces, para evitar tamaño reproche, no había más que consz'derar una colección entera, tomando la serie de casos que impone sin dz'scusión. En este orden de ideas, no he encontrado nada mejor que dz'rz'gz'rme a la colecdón de Reyes de Franáa, desde el pn'mero del que se conoce la hora de su nadmz'ento hasta el últz'mo. La ventaja de tal elección es que no pueden discuti'rse los datos de nacimiento y que, respecto a algunos de ellos, los momentos de éste son conoádos casi' al mz'nuto. Sz'n embargo, he z'ntentado completar esta serz'e demasiado escuálz'da, por estar lz'mitada a dz'eánueve casos, incluyendo los únicos personajes importantes de la Histori·a de Franáa de los que poseemos la hora de nacimz'ento: Catalz'na de Médz'cz's, Rz'chelz'eu, Mazarz'n, Colbert, Maria-Antonieta, Robespierre, Napoleón 1 y Napoleón III. Nadz'e, con seguridad, tendrá nada que objetar... Comprender una mecánz'ca es desmontar sus engranajes; estudz'arlos pieza a pieza y volver a recomponer el todo. Aunque sea z'rremplazable, este método cartesiano no deja de tener objecz'ones. El astrólogo ;'pura sangre" pretenderá que no se trata de "z'nfluenáas aisladas" y que un tema astrológz'co

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es un todo sintético, que no habla más que en función del conjunto que representa. Se estará de acuerdo, efectivamente, en que todo fenómeno secundario se encuentra orientado por el fenómeno que le es superior. A esto podrá añadirse una obj...


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