Circunstancias Historicas PDF

Title Circunstancias Historicas
Course Literatura Francesa e Italiana
Institution Universidad Autónoma de Entre Ríos
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Apunte de la clase y resumen de la catedra...


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1.1. CIRCUNSTANCIAS HISTÓRICAS Y SOCIALES. 1.1.1.Cronología. Tradicionalmente se considera que, desde el punto de vista literario, la cronología medieval se abre con Los Juramentos de Estrasburgo en 842 y se cierra en 1515, con Francisco I, si bien para el teatro esta fecha llega hasta 1548, año en el que un decreto del Parlamento prohibe la representación de los Misterios. Aunque consagrada por la tradición, esta cronología es muy discutible: es difícil admitir que los primeros textos tengan un valor literario. Ya Gastón Paris la rechaza, reservando el nombre de Edad Media para el periodo de los siglos X al XIII, y englobando al XIV y XV con la primera mitad del XVI bajo la etiqueta de Pre- Renacimiento. Se apoya para ello en dos tipos de razones: - Las lingüísticas, ya que la lengua sufre a comienzos del siglo XIV una modificación orgánica esencial, cual es la pérdida de la declinación causal, que implica un nuevo orden de las palabras, tendiendo así a convertirse en una lengua analítica. - Las literarias, puesto que se produce una modificación de los géneros literarios, con el abandono de la poesía narrativa y el florecimiento de la lírica y el teatro. Si bien la cuestión lingüística es cierta, no lo es tanto la literaria; el teatro está ligado a la época precedente, la poesía lírica existe, aunque hayan diferencias de genio entre los poetas de la primera etapa y François Villon. Pero además, el espíritu general, las creencias, las costumbres, los métodos de enseñanza, etc., son prácticamente idénticos. Se considera, en consecuencia, que la Edad Media se extiende, literalmente, desde principios del siglo X hasta principios del siglo XVI. -1.1.2. Circunstancias Históricas. El hundimiento del Imperio Romano provoca la ruina de las ciudades y de la cultura: sólo la Iglesia mantiene la cultura, pero en plena decadencia. Toda Europa está empobrecida y con una situación cultural igualmente pobre, mientras que Bizancio y el Islam gozan de una gran prosperidad material y cultural. A partir del siglo XI se produce un cambio: las ciudades renacen, la población crece, el comercio es pujante, la economía se revitaliza y nace un espíritu de reconquista de los niveles sociales y culturales antiguos. Las

peregrinaciones, el comercio y los negocios sobre metales preciosos abren las distintas regiones a nuevos influjos. El siglo XII verá el nacimiento de una burguesía relativamente influyente y próspera. La muerte de Luis V en 987 supone el final de la dinastía Carolingia y el comienzo de la Capetiana, con la elección de Hugo Capeto, duque de Francia, como rey. El poder real era débil, ya que la independencia de los grandes señores, a menudo más ricos y poderosos que el monarca, apenas le permitían ser más que un símbolo. La situación, sin embargo, comienza a modificarse, ya que el sistema feudal empieza a flaquear debido a la imposibilidad de los señores feudales de mantener sus grandes extensiones de tierras. Además, la mano de obra escasea, las tierras son asoladas constantemente por incursiones guerreras, y las enfermedades se propagan cada vez más. Hugo tiene a raya a los poderosos vasallos, porque ante los ojos del pueblo, es el jefe investido de una misión divina y revestido de un carácter sagrado. Contra la opinión de los grandes señores, Hugo consagrará la monarquía hereditaria en vez de la electiva que había regido hasta entonces. Su hijo le sucede y cuando muere a su vez, dejando como heredero a un niño de ocho años, el futuro Felipe I, la regencia es encomendada a su pariente, el conde de Flandes. El nuevo rey recibirá de él, en 1066, un reino pacificado y un poder reafirmado y respetado. El reinado de Felipe I marca una estabilización de la Francia feudal e impulsa un magnífico desarrollo intelectual, artístico y económico, que supone un verdadero renacimiento. A lo largo del siglo XI se produjo un notable incremento de la población, se roturaron más tierras, se fundaron ciudades, iglesias y monasterios, se abrieron ferias y mercados, y se trazaron rutas de peregrinación, favoreciendo así el intercambio económico y cultural. El enemigo más temible es Guillermo el Conquistador, cabeza del poderoso reino normando: tanto Felipe como su hijo Luis, que accede al trono en 1108, han de combatir contra él. A lo largo del siglo XII la sociedad había alcanzado una organización estable. La prosperidad del país crece, la economía rural sigue su desarrollo y el comercio florece incluso con otros países gracias a las vías abiertas por las Cruzadas. A la vez la burguesía naciente es agrupada por las comunas en agrupaciones.

Luis VI recibe un poder aún débil y su tarea será acabar la pacificación del dominio real: aunque tendrá que luchar, sin demasiado éxito, con Normandía y Flandes, consigue ser admirado y respetado por su pueblo. La boda de su hijo, futuro Luis VII, con Leonor de Aquitania y el hundimiento del reino anglonormando amplían sus dominios. Luis VII guerrea en Champagne contra el Papa, quema iglesias y, para expiar culpas, emprende una cruzada dejando el reino en manos de Suger, excelente ministro, que gobernará con sabiduría y moderación. La anulación de su boda dará un giro negativo a la situación del momento. Leonor se casa de nuevo, y lo hace con Enrique II, duque de Normandía y rey de Inglaterra, acumulando así un poder que Luis apenas logrará soportar. Finalmente por medio de la guerra y de la diplomacia, Luis alcanza en Francia en 1180 un poder hegemónico que hace de él el dueño incontestable de un gran imperio, cuando a su muerte le sucede Felipe Augusto. Francia es ahora un reino vasto y bien organizado que ha tomado conciencia de su unidad y que está dispuesto a emprender un periodo de esplendor que será el siglo XIII. El rey que sucede, Luis VIII, muere a los tres años de reinado, con un heredero de doce: la reina Blanca de Castilla regirá el reino desde 1226 hasta 1252 con energía e inteligencia. Su hijo, el futuro San Luis, parte como cruzado antes de coronarse, y a su regreso recibe la corona con el nombre de Luis IX. Será el más independiente y soberano de los reyes medievales, dotado de una gran fuerza moral y de un prestigio que traspasa las fronteras. Hace reinar la paz interior mediante la justicia, reforma las instituciones, sienta las bases del desarrollo económico y favorece las letras que van a vivir un periodo de esplendor. Los años finales del siglo se caracterizan por la decadencia del sistema feudal, la reafirmación de la monarquía y el empuje de la burguesía y las ciudades. La debilidad de los últimos Capetos y de los primeros reyes de la dinastía de los Valois, la mortífera peste negra que asoló el país a mediados de siglo y, en especial, la guerra de los Cien años, que estalla en 1337 con el viejo enemigo inglés y que dura hasta 1475, ponen en freno el progreso político, económico y social de Francia. El campo estaba asolado y despoblado, las ciudades arruinadas, el comercio interrumpido, la industria destruida. Habrán de pasar tres generaciones antes de recuperar el nivel perdido. A finales del siglo XV, la industria se revitaliza, la economía se encauza, hay un nuevo crecimiento demográfico, y la agricultura se extiende con la nueva

roturación de tierras e inicio de nuevos cultivos: todo ello favorece el comercio y potencia a la clase burguesa. En los umbrales del Renacimiento, Francia vive un momento de prosperidad y de confianza en el futuro. 1.1.3. Circunstancias Sociales. La sociedad de la Edad Media es una institución divina: cada una de las clases ocupa una jerarquía impuesta por Dios, que ha de permanecer inmutable. Hacia el siglo XI se distinguen tres clases o estados: los clérigos, los caballeros y los trabajadores, cada uno con su propia misión. Las dos primeras son las que tienen el poder y entre ellas se produce una lucha solapada en la Alta Edad Media, en la que los guerreros están en cierto modo al servicio de los religiosos. Sin embargo existen grandes diferencias entre los pobres curas rurales y los grandes dignatarios de la Iglesia. A finales del siglo XI surgen los oficios, y con ellos los artesanos y los mercaderes que son gentes urbanas que darán auge a las ciudades a lo largo del siglo siguiente: formarán ya desde principio del siglo XII una nueva clase social: la burguesía, que adquiere pronto un poder económico y, por lo tanto, político, y además se rige por otras normas éticas: la voluntad de enriquecerse, la superioridad de la vida activa, nuevos valores morales y, en general, una ética que choca frontalmente con los ideales caballerescos. El esquema tripartito se transforma en la Baja Edad Media para dar lugar a los tres estados: clero, nobleza y tercer estado. El nuevo esquema deja fuera a las capas inferiores, ya que el tercer estrato está compuesto por los estratos superiores de la burguesía, en concreto, los mercaderes.

1.2. CONTEXTO LITERARIO Y PERIODOS DE LA LITERATURA FRANCESA MEDIEVAL. 1.2.2. Introducción a la Literatura Medieval ( Contexto Literario). El primer testimonio escrito en francés aparece en el siglo IX: Les sermons de Strasbourg, que eran unos sermones que dieron Louis le Germanique y Charles le chauve (el calvo). A finales del siglo XI aparecerá otro texto literario: La Canteliène d´Eulalie”, una obra de tipo religioso que narra el martirio de Santa Eulalia. De la misma forma aparecerán durante los siglos X y XI textos que narran la vida de santos

e incluso data de esta fecha un texto sobre la pasión de Cristo: La Passion du Christ. A partir del siglo XII florecerá la creación de textos literarios en lengua francesa. A partir de esta época existen en las cortes provenzales unas figuras que se llaman “les troubadours” que llevan a cabo una rica producción literaria: poesía lírica que tendrá gran influencia en toda Europa. Durante la Edad Media en Francia brillan dos ricas literaturas: la literatura en lengua francesa y la literatura en lengua provenzal....


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