Cleobis Y BITÓN - Carmen Sanchez PDF

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Carmen Sanchez...

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CLEOBIS Y BITÓN Procedentes de las excavaciones de Delfos, estos kouroi gemelos (570 a.C.) fueron hallados cerca del tesoro de los atenienses. Las dos estatuas son muy similares pero existen diferencias. Parece que uno fue realizado antes que otro y por manos distintas. La inscripción ambigua e incompleta de la base pudo referirse a los Dióscuros, las divinidades gemelas de Esparta, pero desde su hallazgo, en Cleobis y Bitón se reconocieron las estatuas de Delfos que menciona Solón en la conversación con el rey Creso, según el relato de Heródoto. Preguntaba el rey por la felicidad, quién le parecía al sabio el hombre más feliz de la tierra, en la esperanza de salir elegido. Pero Solón le habló de dos gemelos argivos: “Estos individuos que eran naturales de Argos, contaban con suficientes medios de vida y, además, con un vigor corporal de unas proporciones tales, que ambos eran a la par campesinos atléticos; más aún de ellos se cuenta la siguiente historia. Con ocasión de celebrar los argivos una fiesta en honor a Hera, su madre tenía que ser ineludiblemente trasladada en carro al santuario, pero sus bueyes no habían regresado del campo a la hora debida. Entonces los jóvenes, como el tiempo apremiaba, se uncieron ellos mismos a la gamella y arrastraron el carro, sobre el que iba su madre, llegando al santuario después de haber recorrido cuarenta y cinco estadios. Y, una vez realizada esta proeza a la vista de todos los asistentes, tuvieron para sus vidas el fin más idóneo y en sus personas la divinidad hizo patente que para el hombre es mucho mejor estar muerto que vivo. Resulta que los argivos, rodeando a los muchachos, los felicitaban por su fuerza; y, por su parte, las argivas lo hacían con su madre por tener unos hijos como aquéllos. La madre, entonces, exultante por la proeza y los elogios pidió con fervor a la diosa, de pie ante su imagen, que concediera a Cleobis y Bitón, sus hijos que tanto la habían honrado, el don más preciado que alcanzar puede un hombre. Tras esta súplica…los muchachos se echaron a descansar en el propio santuario y ya no se levantaron: ese fue el fin que tuvieron. Y los argivos mandaron hacer unas estatuas de ellos y las consagraron en Delfos” (Heródoto, Hist., I, 31, 2-5; trad. De F.R. Adrados). En una sociedad de vergüenza, como ha sido calificada la de los griegos del arcaísmo, conviene que las hazañas sean realizadas a la vista de todos los asistentes. El aedo y el artista cumplen también la función, como mirones y divulgadores, de perpetuar la acción ante la opinión pública. Los argivos, muy entusiastas de las figuras de kouroi (Policleto era de Argos), ofrecen este exvoto en el escaparate que supone para las ciudades griegas el santuario de Delfos. Con estas estatuas se manda un mensaje a otras poleis sobre lo que significa ser un ciudadano de Argos. La idea de que el hombre excelente, bello y bueno no muere, sino que cae en un sueño sagrado, en un hierós hypnos, es característica del pensamiento griego arcaico. Es una suerte de inmortalidad, de trascendencia y de permanencia entre los vivos. La estatua, monumento inmortal visible, hace presente la memoria y la vida, la Verdad (A-letheia). Cleobis y Bitón siguen siendo honrados, recordados y privados del Olvido, Lethé, en el santuario de Apolo en Delfos.

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Kouroi gemelos hallados en el santuario de Delfos. Están representados como si arrastraran un pesado carro. El grupo, ofrecido por los de Argos al santuario de Apolo, se relacionó desde su hallazgo con el relato de Heródoto. Hacia el 570 a.C. Museo de Delfos....