Cómo combatir la celulitis (traducción final) PDF

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Unybook: arodrigueslopez

Cómo combatir la celulitis: exfóliala u olvídala Nadie saldrá corriendo al ver tu piel de naranja, porque a nadie le importa, créeme. Pero si te importa, cambia el asunto, la ayuda está a tu alcance. Estoy a punto de empezar a ponerme en serio de una vez con la natación. Pero tengo una celulitis muy pronunciada. ¿Debería sentirme acomplejada? Lo que pienso sobre la celulitis está relacionado a mi actitud frente a la de las arrugas, el vello corporal y el peso: si te acompleja, haz lo que tengas que hacer para hacerte sentir mejor, por supuesto, y luego deja de pensar tanto en ello y más en vivir tu vida. Pero asegúrate de que, los pasos que das, los das por ti misma y no por lo que crees que se imaginan los demás o porque pienses que estés obligada. Porque todo eso son tonterías. Si realmente debes tienes que castigar a tu cuerpo por atreverse a mostrar que eres una mujer adulta, hazlo por tu propio bien, porque es tu cuerpo, no el de nadie más. Las arrugas, la celulitis, el vello corporal y demás forman parte de ser mujer y, como bien me dijo una vez un amigo, si es natural, ¿qué tiene de malo? Y tenía razón -no tiene nada de malo. Pero si tener pelo en las piernas te genera ansiedad, o lo que sea, y eso te impide meterte en un bañador, pues, aunque sea muy fácil decir que debes dejar de preocuparte por cosas tan poco feministas, resulta algo insensible. Si necesitas depilarte para lucir ese bañadorcito tan mono y zambullirte en el océano frente a esconderte por la playa en unos pantalones palazzo, entonces, honestamente, no veo el problema. Y, luego, después de un tiempo, cuando veas lo genial que se está en la playa y como, realmente, nadie se fija en el estado de tus piernas, puede que abandones la cuchilla sin preocupación alguna. En cuanto a la celulitis como tal, este es un tema del que puedo hablarte con una cierta autoridad, y puedo ayudarte a eliminarla si es lo que quieres, Kate. Soy Hadley y estoy aquí para ayudar. Yo era uno de esos bebés que nacen ya con celulitis, con hoyuelos en todas partes excepto en mis mofletes gorditos. Aunque durante años, la verdad es que me daba igual. Quizá porque cuando era una adolescente y en la juventud estaba tan obsesionada con el resto de mi cuerpo que simplemente no me preocupaba por algo con lo que había convivido desde que nací. Pero entonces, hace un año más o menos, me di el capricho de ir a que me hicieran un masaje y la masajista se tomó la confianza de decir un comentario especialmente hiriente sobre el estado de mi celulitis, la cual, efectivamente, estaba expandiéndose a un ritmo trepidante por mi cuerpo como si fuera la diabólica planta de La pequeña tienda de los horrores. Bueno aunque, por supuesto que todos conocemos ese fenómeno de las esteticistas y sus crueles comentarios sobre los cuerpos de sus clientes. Quizá es porque las esteticistas están tan acostumbradas a fijarse en los cuerpos de la gente que se olvidan de que los demás no estamos tan curtidos como para soportar ese malicioso escrutinio y esos juicios tan sinceros. O a lo mejor es porque

Unybook: arodrigueslopez saben que si hacen que sus clientes se sientan más inseguros, se gastarán más dinero en tratamientos. Quién sabe.

Genre: Women’s magazine. Subgenre: Advice column. Readers: Ordinary women. Register: Standard, at times, colloquial and informal....