Corazón Tan Blanco (Riassunto Trama) PDF

Title Corazón Tan Blanco (Riassunto Trama)
Course Lingua spagnola 1
Institution Università degli Studi di Catania
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Corazón Tan Blanco La novela trata la historia de Juan Ranz, un traductor español que cuenta la historia de su vida y de su familia (sobre todo su padre quien se casa con la hermana de su segunda mujer, madre de Juan). El narrador hace intuir al lector, que de un momento a otro ocurrirá algo trágico. Los temas principales son el del matrimonio y la sospecha. El matrimonio no se presenta como una institución aceptada por la cultura occidental con sus valores, sino que cuestiona estos valores y hace entrar en crisis el reglamento de las relaciones amorosas que, teóricamente, deben elegirse con libertad absoluta, sin reglas. El padre de Ranz primero se casa con una mujer cubana, en Cuba, donde conoce a la hermana, Teresa, de la futura madre de Juan. Sin saberlo, Teresa le incita a cometer el crimen o sea matar la mujer, para que los dos estén juntos. Ranz entonces mata a su esposa. Después de matar a su esposa cubana, asfixiándola, y a continuación hacer que su piso en La Habana se incendiara mediante unos cigarrillos para así ocultar el crimen que comete sin ningún remordimiento. Se casa con Teresa, la tía de Juan, y quien en teoría debería haber sido su madre. Durante el viaje de novios de Ranz y Teresa, Ranz le confiesa lo que hizo, por querer compartirlo todo y demostrar su amor absoluto. Esta escena del suicidio de Teresa es el relato que inaugura Corazón tan blanco, lo que conduce al lector a especular sobre el motivo. Juan tomará el mismo papel en sus investigaciones en búsqueda de la verdad, pero no para hacer justicia, sino para conocer sus orígenes. No obstante, cuando ya los conoce, se da cuenta de que hubiese preferido no conocerlos puesto que no quiere ser quien es, quien sus orígenes le hacen ser. Al emprender la investigación no tuvo en cuenta cuánto significaría “saber”, y sólo cuando ya está hecho, cuando ya no hay paso atrás, recapitula y dice que no ha querido saber, pero que ha sabido. No se puede deshacer el escuchar, ni el hacer, lo que viene a ser otro tema del libro, al que volveremos más adelante: el “I have done the deed” (Shakespeare, 1995: 126) de Macbeth. Después del suicidio de Teresa, Ranz se casará con la hermana de ella, Juana. A ella, habiendo aprendido que es “mejor” callar, no le cuenta nada de su pasado y tendrá el hijo, Juan, que es el narrador de la historia. Juan, a su vez, no ha sabido sobre su tía nunca a través de su madre, que durante su infancia y adolescencia siempre callaba, y luego calló para siempre por su muerte temprana. Juan lleva casado apenas un año. Se casó con una colega suya traductora, Luisa, a la que conoció durante un encuentro laboral: este mitin político, entre dos altos cargos, constituye una de las tramas secundarias de la novela. Además, se introduce la idea de que “todo el mundo obliga a todo el mundo, no tanto a hacer lo que no quiere, sino más bien lo que no sabe si quiere, porque casi nadie sabe lo que no quiere, y menos aun lo que quiere, no hay forma de saber esto último” (Marías, 2010: 83). Esta idea de que todo el mundo obliga a todo el mundo estará presente durante toda la novela, y se entrelaza estrechamente con la obligación que impone Lady Macbeth a Macbeth. También es interesante ver en esta escena de la traducción que Luisa, cuyo trabajo en esta ocasión fue el de comprobar que el otro traductor cumplía con su deber de traducir exactamente, no intervino en ningún momento. Se podría llevar a tal extremo de decir que ya el primer encuentro de los futuros cónyuges refleja sus actitudes y su capacidad de callar, de enterrar la verdad mediante el silencio. Después de un breve noviazgo se casan finalmente los dos expertos en modificar la verdad y callarla, no sin que Juan reflexione de manera interesante sobre el antes y después del matrimonio, sobre todos los elementos que se pierden cuando se da el paso de hacer real lo esperado y cuando la ilusión de la esperanza ya no es ilusión sino verdad. La trama principal sigue con el viaje de novios de Juan y Luisa quien se va haciendo su cómplice en su trabajo detectivesco sobre qué pasó con su tía, y cuando él vuelve un día antes de lo esperado de un viaje laboral para darle la sorpresa a su mujer se queda dormido en el dormitorio.

Cuando se despierta, Luisa y Ranz han vuelto a su casa y están hablando en el salón; sin embargo, él no descubre su presencia (auditiva) y se entera de la historia verdadera del suicido de su tía que Ranz le cuenta a Luisa. Cuando ella le interrumpe y dice que no quiere saber más ya ha pasado el momento en el que se podría esconder en la inocencia del no saber, y tiene que escuchar la historia hasta el final. Lo mismo le sucede a Juan, del que Luisa tiene plena conciencia que está escuchando, ya que entró anteriormente al dormitorio y lo vio durmiendo allí. En cierto modo se retoma el tópico de “todo el mundo obliga a todo el mundo”: Luisa le obliga a Ranz a contar la historia, Ranz le obliga a escucharla hasta el final y Juan se obliga a sí mismo a no cerrar la puerta y escucharla. Con esta adquisición de conocimiento sobre el pasado oscuro, se hacen cómplices, y, más importante, culpables. Igual de culpable que lo fue Teresa, pero ella, a diferencia de ellos, no es capaz de vivir con esa culpa y hace lo único que le parece moralmente correcto y justo: si por ella ha muerto la esposa anterior, tiene que morir ella también, de modo que asume su culpa y se mata a sí misma como castigo y así se convierte en el único personaje con verdadera grandeza. El padre vuelve a hacer lo mismo con los hijos (aunque conscientemente solo con Luisa) que ha hecho con Teresa, y con eso, por lo menos hipotéticamente, corre el peligro de provocar el mismo destino de ella. Pero esta vez su intuición ha sido correcta ya que los personajes reaccionan de forma absolutamente distinta que Teresa: no tienen ningún problema con vivir con su culpabilidad, porque les parece que es el pasado y no hay que darle más vueltas. Cuando Juan y Luisa se enteran, están obligados a reaccionar, tienen que tomar partido y eligen el silencio criminal. Este pacto de silencio lleva a una lectura política, en la que cabe la interpretación de ver la novela como alegoría de la transición española, que sin este pacto hubiera sido imposible, asunto al que volveremos más adelante. En cuanto se narra una historia, desde el punto de vista psicológico, se entra en una especie de terapia, al narrarla se desembaraza de un peso y de cierta forma se borra lo que ha ocurrido para escribir lo que no ha ocurrido. La primera trama es la historia que cuenta Juan de su viaje de novios en Cuba. Mientras su mujer está enferma en la cama, él se va al balcón donde una mujer, desde lejos en una plaza, le confunde con su amante (secreto y casado). Miriam, urge a su amante, Guillermo, a matar a su mujer para que pudiesen estar juntos. Juan no le cuenta a Luisa lo que ha ocurrido. La otra trama secundaria que ocupa una buena parte de la novela es la historia de su amiga Berta, que vive en Nueva York y que él va a visitar allí. Estas dos tramas secundarias están entre ellas relacionadas, ya que el Guillermo de Cuba comparte bastantes detalles con el ocasional amante, Bill, de Berta, que ella encontró a través de un anuncio y que la somete a perversas vejaciones. Aquí vuelve el tópico de la obligación, ya que la obliga a hacer lo que hace y seguir su juego. Además, como el padre, es una persona sin escrúpulos ni, hasta podría decirse, sentimientos. La trama principal: Miriam intenta empujar a Guillermo al asesinato de su mujer, Bill empuja a Berta a hacer los vídeos que le pide, Lady Macbeth empuja a su marido a que mate a Duncan, Ranz empuja a Teresa a saber lo que lleva a su maldición y empuja a Juan y Luisa a mantenerse callados. El intertexto con Macbeth es fundamental, tan fundamental que el título proviene de una cita del homónimo de Shakespeare o, con más valor informativo, el título en inglés The tragedy of Macbeth. Esto en cuanto a la historia de Macbeth, que ya sólo por su trama principal recuerda mucho a Corazón tan blanco. No obstante, hay mucho más detrás del simple coincidir de un asesinato puesto en marcha por la mujer amada. Los dos libros tratan de la culpa, de la traición, del crimen, del silencio, del contar y del saber con todas sus consecuencias. Los dos libros tratan de temas universales de la condición humana: la ambición y el amor loco. La diferencia que destaca principalmente es el final: en Macbeth se restaura el orden e impera el Bien; en Corazón tan blanco no hay grandeza, no hay castigo para los malos y vence la “vida adulta, o quizá la masculina” (Marías, 2010: 303), donde lo masculino y lo adulto se entiende como cinismo. Recordando a Marx podríamos decir que Macbeth es una tragedia y Corazón tan blanco una farsa. También se encuentra una diferencia en el crimen en sí: mientras que en Macbeth se

descubre y Macduff hace justicia, el crimen en Corazón tan blanco es un “crimen perfecto” — el silencio lo convierte en tal. En los dos libros hay culpables que lo son sin haber hecho nada, su único crimen es escuchar y saber; aun así, se les considera culpables porque ese saber les hace cómplices, saben y callan. En Macbeth la culpabilidad empieza en el momento que Lady Macbeth llama a su marido y él le contesta “I have done the deed”. Macbeth en seguida se muestra arrepentido y atormentado, no quiere volver a dejar los puñales y en su lugar va Lady Macbeth, así no sólo calla sino ayuda a ocultar el crimen. Esta escena trata también el tema de que lo hecho está hecho y no se puede deshacer, cuando su marido dice que es una visión triste contesta ella que decir que esta visión es triste después de haber ocurrido es necio e insiste en que no lo piense más, ya que lo hecho está hecho. Cuando vuelve de dejar los puñales le dice a su marido: “My hands are your colour; / but I shame to wear a heart so white” (Shakespeare, 1995: 134), frase que constituye el epígrafe de Corazón tan blanco y de ahí obtiene su título. Las interpretaciones posibles son varias: podría referirse, irónicamente, a un corazón limpio de un crimen, como símbolo de inocencia, o se podría interpretar “blanco” como la palidez del miedo, como símbolo de cobardía. Como apunta Caudet (2002), en Macbeth también entra en juego el tema del olvido, cuando Macbeth le dice al médico con el objetivo de curar a Lady Macbeth de su enfermedad, esto es, su mala conciencia, que para “raze out the written troubles of the brain” no le podría dar “some sweet oblivious antidote”11 (Marías, 2010: 304). La dulce droga del olvido nos deja vivir, vivir tranquilos sin remordimientos y sin sentimiento de culpabilidad. Aquí es donde difieren los personajes: mientras que en Macbeth se atormentan por sus crímenes,12 en Corazón tan blanco pierden todos los valores a favor de la satisfacción de sus caprichos y su bienestar. Sólo olvidando pueden seguir su vida acomodada y fácil. El olvido no tiene en cuenta a las víctimas ni a los perdedores (aunque lo fueran injustamente), pero olvidar y encubrir los delitos y los crímenes es el camino más fácil, más cobarde. Esto es lo que hace Ranz, y lo que harán Luisa y Juan, sin siquiera dudarlo. Ranz, además, ha sido cómplice de otro crimen, el ocurrido en 1936, habiéndose beneficiado por el franquismo. Tanto él y los suyos como Macbeth y Lady Macbeth actúan por sus intereses fácticos, sin pensar en los “daños colaterales” que dejarán. Al final, se descubre la verdad: Ranz, por fin, confiesa su crimen, resulta ser un triunfo inútil, ya que no se produce ningún cambio, el crimen queda olvidado. Dentro de una interpretación política se puede igualar esto con la renuncia colectiva a querer saber del pasado en España, y no sólo de España sino de Europa, y su no interferir contra el crimen cometido en 1936.

Traduzione Il romanzo parla della storia di Juan Ranz, un traduttore spagnolo che racconta la storia della sua vita e della sua famiglia (in particolare suo padre che sposa la sorella della sua seconda moglie, la madre di Juan). Il narratore fa sentire al lettore che succederà qualcosa di tragico da un momento all'altro. I temi principali sono quello del matrimonio e del sospetto. Il matrimonio non è presentato come un'istituzione accettata dalla cultura occidentale con i suoi valori, ma mette in discussione questi valori e fa entrare in crisi la regolamentazione delle relazioni amorose, che, in teoria, dovrebbe essere scelta con assoluta libertà, senza regole. Il padre di Ranz prima sposa una donna cubana, a Cuba, dove incontra la sorella, Teresa, della futura madre di Juan. Senza saperlo, Teresa lo incita a commettere il crimine, cioè a uccidere la donna, in modo che i due siano insieme. Ranz quindi uccide sua moglie. Dopo aver ucciso la moglie cubana, averla soffocata e aver provocato l'incendio del suo appartamento all'Avana con le sigarette per nascondere il crimine commesso senza rimorso. Sposa Teresa, la zia di Juan, e in teoria avrebbe dovuto essere sua madre. Durante la luna di miele di Ranz e Teresa, Ranz confessa quello che ha fatto, per aver voluto condividere tutto e dimostrare il suo amore assoluto. Questa scena del suicidio di Teresa è la storia che apre So White Heart, che porta il lettore a speculare sul motivo. Juan svolgerà lo stesso ruolo nelle sue ricerche alla ricerca della verità, ma non per rendere giustizia, ma per conoscerne le origini. Tuttavia, quando li conosce già, si rende conto che avrebbe preferito non conoscerli dal momento che non vuole essere quello che è, chi sono le sue origini. Nell'intraprendere le indagini, non ha considerato quanto significherebbe "conoscere", e solo quando è fatto, quando non c'è modo di tornare indietro, ricapitola e dice che non voleva sapere, ma che ha saputo. Non è possibile annullare l'ascolto, né il fare, che diventa un altro argomento del libro, al quale torneremo più avanti: "I have the act" di Macbeth (Shakespeare, 1995: 126). Dopo il suicidio di Teresa, Ranz sposerà sua sorella Juana. Avendo appreso che è "meglio" tacere, non gli dice nulla del suo passato e avrà il figlio, Juan, che è il narratore della storia. Juan, a sua volta, non ha mai saputo di sua zia attraverso sua madre, che durante la sua infanzia e adolescenza rimase sempre in silenzio, e quindi rimase in silenzio per sempre a causa della sua morte prematura. Juan è sposato da solo un anno. Ha sposato una collega della sua traduttrice, Luisa, che ha incontrato durante una riunione di lavoro: questa manifestazione politica, tra due alti funzionari, costituisce una delle trame secondarie del romanzo. Inoltre, viene introdotta l'idea che “tutti costringono tutti, non tanto a fare ciò che non vogliono, ma piuttosto a ciò che non sanno se vogliono, perché quasi nessuno sa cosa non vuole e ancor meno cosa egli vuole, non c'è modo di conoscere quest’ultimo” (Marías, 2010: 83). L'idea che tutti forzino tutti saranno presenti nel romanzo e si intreccia strettamente con l'obbligo di Lady Macbeth nei confronti di Macbeth. È anche interessante vedere in questa scena della traduzione che Luisa, il cui compito questa volta era verificare che l'altro traduttore stesse adempiendo il suo dovere di tradurre esattamente, non intervenne in nessun momento. Si potrebbe prendere un tale estremo per dire che il primo incontro dei futuri sposi riflette già i loro atteggiamenti e la loro capacità di tacere, di seppellire la verità attraverso il silenzio. Dopo un breve corteggiamento, i due esperti finalmente si sposano per modificare la verità e metterla a tacere, non senza che Juan rifletta in modo interessante sul prima e dopo il matrimonio, su tutti gli elementi che si perdono quando si fa il passo per rendere reale ciò che atteso e quando l'illusione della speranza non è più illusione ma verità.

La trama principale continua con la luna di miele di Juan e Luisa, che diventa complice nel suo lavoro investigativo su ciò che è successo a sua zia, e quando torna un giorno prima del previsto da un viaggio di lavoro per sorprendere il suo la donna si addormenta in camera da letto.

Quando si sveglia, Luisa e Ranz sono tornati a casa e stanno parlando in salotto; tuttavia, non scopre la sua presenza (uditiva) e impara la vera storia del suicidio di sua zia che Ranz racconta a Luisa. Quando lo interrompe e dice che non vuole saperne di più, è passato il momento in cui poteva nascondersi nell'innocenza di non sapere, e deve ascoltare la storia fino alla fine. La stessa cosa accade a Juan, di cui Luisa è pienamente consapevole di stare ascoltando, poiché in precedenza era entrato in camera da letto e lo aveva visto dormire lì. In un certo senso, l'argomento di "tutti costringono tutti" è ripreso: Luisa costringe Ranz a raccontare la storia, Ranz lo costringe ad ascoltarla fino alla fine, e Juan si costringe a non chiudere la porta e ascoltala. Con questa acquisizione di conoscenza sul passato oscuro, diventano complici e, soprattutto, colpevoli. Colpevole quanto Teresa, ma lei, a differenza di loro, non è in grado di convivere con quella colpa e fa l'unica cosa che sembra moralmente corretta ed equa: se la moglie precedente è morta per lei, deve morire anche lei, così che assume la sua colpa e si uccide come punizione e diventa così l'unico personaggio con vera grandezza. Il padre ritorna a fare lo stesso con i bambini (sebbene consapevolmente solo con Luisa) che ha fatto con Teresa, e con quello, almeno ipoteticamente, corre il rischio di causare lo stesso destino per lei. Ma questa volta la loro intuizione è stata corretta poiché i personaggi reagiscono in modo assolutamente diverso rispetto a Teresa: non hanno problemi a vivere con la loro colpa, perché sembra loro che sia il passato e non c'è bisogno di pensarci più. Quando Juan e Luisa lo scoprono, sono costretti a reagire, devono schierarsi e scegliere il silenzio criminale. Questo patto di silenzio porta a una lettura politica, che include l'interpretazione di vedere il romanzo come un'allegoria della transizione spagnola, che senza questo patto sarebbe stata impossibile, una questione a cui torneremo più tardi. Non appena una storia viene raccontata, da un punto di vista psicologico, entri in una sorta di terapia, quando la dici ti sbarazzi di un peso e in un certo modo cancelli ciò che è successo per scrivere ciò che non è successo. La prima trama è la storia che Juan racconta della sua luna di miele a Cuba. Mentre sua moglie è malata nel letto, va sul balcone dove una donna, da lontano in una piazza, lo scambia per il suo amante (segreto e sposato). Miriam esorta il suo amante, Guillermo, a uccidere sua moglie in modo che possano stare insieme. Juan non dice a Luisa cosa è successo. L'altra trama secondaria che occupa buona parte del romanzo è la storia della sua amica Berta, che vive a New York e che visiterà lì. Queste due trame secondarie sono collegate l'una all'altra, poiché Guillermo de Cuba condivide abbastanza dettagli con l'amante occasionale di Berta, Bill, che ha trovato attraverso un annuncio pubblicitario e che l'ha sottoposta ad abusi perversi. Qui ritorna l'argomento dell'obbligo, poiché ti costringe a fare ciò che fai e a giocare. Inoltre, come il padre, è una persona senza scrupoli o, si potrebbe dire, sentimenti. La trama principale: Miriam cerca di spingere Guillermo all'omicidio di sua moglie, Bill spinge Berta a fare i video che le chiede, Lady Macbeth spinge suo marito ad uccidere Duncan, Ranz spinge Teresa a sapere cosa la porta imprecare e spinge Juan e Luisa a tacere. L'intertesto con Macbeth è fondamentale, così fondamentale che il titolo deriva da una citazione dell'omonimo di Shakespeare o, più normativamente, dal titolo inglese The Tragedy of Macbeth. Questo per quanto riguarda la storia di Macbeth, che solo per la sua trama principale ricorda molto il Cuore così bianco. Tuttavia, c'è molto di più dietro la semplice coincidenza di un omicidio lanciato dall'amata donna. Entrambi i libri trattano di colpa, tradimento, criminalità, silenzio, conteggio e conoscenza con tutte le loro conseguenze. Entrambi i libri trattano temi universali della condizione umana: ambizione e amore pazzo. La differenza principale è la fine: in Macbeth, l'ordine viene ripristinato e prevale il Bene; In Corazon così bianco non c'è grandezza, non c'è punizione per il male e la "vita adulta, o forse la vita maschile" vince (Marías, 2010: 303), dove il maschile e l'adulto sono intesi come cinismo. R...


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