Cultura-tp imprimir - Byung-Chul Han \"La sociedad del cansancio\" PDF

Title Cultura-tp imprimir - Byung-Chul Han \"La sociedad del cansancio\"
Course Literatura
Institution Educación Secundaria (Argentina)
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Byung-Chul Han "La sociedad del cansancio"...


Description

Instituto Superior de Formación Docente N° 19

Alumnas: 

Bruno, Antonella.



Fokszej, Eugenia.



Verlotta, Florencia.

Profesora:  Miriam Kap. Fecha de entrega:  4/09/2017

LA SOCIEDAD DEL CANSANCIO Byung- Chul Han

Byung-Chul Han Es un filósofo y ensayista surcoreano experto en estudios culturales y profesor de la Universidad de las Artes de Berlín. Está considerado como uno de los filósofos más destacados del pensamiento contemporáneo por su crítica al capitalismo, la sociedad del trabajo, la tecnología y la hipertransparencia. Su campo de estudio es la filosofía de los siglos XVII, XIX y XX y entre sus principales intereses destacan la ética, la antropología cultural, la filosofía social, la religión y la estética. Es autor de más de una docena de obras en las que trata de analizar los males del hombre en la sociedad actual.

Prólogo a la sexta edición. El Prometeo cansado El prólogo trata sobre el mito de Prometeo donde lo compara con el aparato psíquico del sujeto de rendimiento contemporáneo donde éste se violenta y está en guerra consigo mismo. El sujeto que se cree en libertad se encuentra preso como Prometeo, preso de un cansancio infinito, de la sociedad del cansancio. Kafka realiza una reinterpretación del mito de Prometeo, donde imagina un cansancio curativo, un cansancio que no abre heridas, sino que las cierra.

La violencia neuronal Toda época tiene sus enfermedades emblemáticas. Las enfermedades bacteriales o virales se cierran con un proceso inmunológico, con la llegada de los antibióticos. Al comienzo del Siglo XXI las enfermedades pasan a ser neuronales como la depresión, trastornos de la personalidad que están determinados por la sociedad y por exceso de “problemas”. Luego de la guerra fría hay un cambio de paradigma en donde antes había una división y diferencia entre lo bueno y lo malo, el enemigo y el amigo. En cambio, ahora la sociedad cambió y se convirtió en una persona consumidora e idéntica sin haber diferencias y haciendo que haya una sobre abundancia de lo idéntico. La humanidad ya no está equilibrada sino que, nada es duradero y esto hace que las personas estén nerviosas, intranquilas, sin ganas de soñar o proyectar un futuro. Se dice que una violencia neuronal son manifestaciones “positivas” que tratan de ser idénticas. Por ejemplo, el cansancio, la fatiga, entre otras. Todas estas son manifestaciones de violencia neuronal que están en el corazón y se infiltran en todas partes en una sociedad que es “pacifista”.

Más allá de la sociedad disciplinaria En este capítulo nombra a Foucault y dice que la sociedad disciplinaria se dejó atrás, antes eran lo psiquiátricos, las cárceles, los hospitales, los cuarteles, entre otros. Esto hoy en día se dejó atrás en donde se abre otra completamente diferente, una sociedad de gimnasios, bancos, oficinas, etc. La sociedad del siglo XXI ya no es disciplinaria, sino una sociedad de rendimiento. Sus habitantes se llaman sujetos de rendimiento. La sociedad disciplinaria es una sociedad de la negatividad que el verbo que la caracteriza es el “no poder”. La sociedad de rendimiento se desprende de la negatividad y ésta se caracteriza por el verbo “poder” sin límites, expresándose como un carácter de positividad. La sociedad disciplinaria al ser negativa genera locos y criminales dónde impedía un crecimiento de la sociedad. En cambio, la sociedad del rendimiento produce depresivos y fracasados. La positividad del poder es más eficiente que la negatividad del deber. Por esto, el inconsciente social pasa del deber al poder. El sujeto de rendimiento es más rápido y productivo que el de obediencia, sin embargo sigue disciplinado porque el poder no anula el deber. En relación con el incremento de productividad no se da ningún tipo de ruptura entre el deber y el poder, sino una continuidad. Esto también puede tener sus contras porque al estar tan pendiente de él mismo se puede deprimir (si algo no le sale como esperaba), hay falta de vínculos y una presión constante por rendir lo mejor que pueda.

El aburrimiento profundo En este capítulo habla del exceso de positividad que se manifiesta como un exceso de estímulos, informaciones e impulsos que hacen que la sociedad se aburra y se disperse la tensión como por ejemplo con los juegos de computadoras. También menciona el concepto de Multitasking que dice que no es una habilidad solo del hombre, sino también de los animales salvajes ya que, es una técnica de atención imprescindible para la supervivencia en la selva. Los recientes desarrollos sociales y el cambio de estructura de la atención provocan que la sociedad humana se acerque cada vez más al salvajismo, por esto habla de una atención más profunda, donde produce que la preocupación por la buena vida ceda a una preocupación por la supervivencia.

La vita activa La sociedad moderna, aniquila toda posibilidad de acción, degradando al ser humano a animales trabajadores. La sociedad de trabajo se ha individualizado y convertido en la sociedad de rendimiento y actividad.

Han nombra el concepto de Hannah Arent “animal laborans moderno”. Este tardo-moderno es todo menos animalizado, es hiperactivo e hiperneurótico. Durante la modernidad tardía todas las actividades humanas se han reducido al nivel del trabajo y además se ha alcanzado un nivel de agitación nerviosa. Esto se da por la pérdida de la creencia en Dios y en la realidad. Además la vida humana se convierte en algo totalmente efímero, que nada es constante, ni duradero. Ante la falta del Ser surgen el nerviosismo y la intranquilidad. Además, hace referencia a que el hombre moderno es visto como un muerto viviente y está reducido a una vida desnuda. La sociedad de trabajo y rendimiento no es ninguna sociedad libre. Produce nuevas obligaciones, lo que quiere decir también es que nosotros mismos no tenemos la exigencia del dominio, sino que nos autoexigimos a tener que hacer las cosas no porque alguien nos las dice sino, para nuestro propio bien. En esta sociedad de obligación, uno se explota así mismo, haciendo posible la explotación sin dominio.

La pedagogía del mirar La vita contemplativa presupone una pedagogía del mirar. Nietzsche plantea tres tareas por las que se requieren educadores: hay que aprender a mirar, a pensar, a hablar y a escribir. Aprender a mirar significa acostumbrar al ojo a mirar con calma y con paciencia, educar para una profunda y contemplativa atención, para una mirada larga y pausada. Según Nietzsche, uno tiene que aprender a esperar, a no responder inmediatamente frente a un impulso, sin controlarlos, ya que esto él lo considera una enfermedad, un síntoma de agotamiento, controlar los impulsos para que podamos tener una vida más contemplativa, activa y espiritual. Debemos detenernos en el presente, poner energía en lo importante, no dejar que nos invada la rabia ya que no abre paso a ningún tipo de cambio. Hoy en día vivimos en un mundo muy pobre de interrupciones de entre y entre tiempos, ya que en la generación que vivimos tan acelerados se suprime cualquier entretiempo. De este modo tanto el ser humano como la sociedad se trasforma en una máquina de rendimiento autista.

El caso de Bartleby Este relato hace referencia a una historia de Wall Street, a un mundo de trabajo inhumano y de agotamiento, de habitantes reducidos a animales trabajadores. La melancolía y la aflicción configuran la tonalidad fundamental, ya que todos los asistentes del abogado sufren trastornos neuróticos. Por otra parte, Bartleby desarrolla síntomas característicos de la neurastenia. Representa la falta de iniciativa y apatía que acaban con la vida de él. Melville describe una sociedad todavía disciplinaria, donde abundan los muros y paredes. Bartleby representa a un sujeto de obediencia. El sentimiento de miedo al fracaso no forma

parte de la vida emocional de Bartleby y este no conoce la autoagresión, carece de mundo y es ausente y apático.

La sociedad del cansancio La sociedad de rendimiento está convirtiéndose paulatinamente en una sociedad de dopaje. Este hace posible un rendimiento sin rendimiento y es una consecuencia del desarrollo en el que la vitalidad misma se reduce a la mera función y al rendimiento vital. La sociedad de rendimiento y actividad produce un cansancio y un agotamiento excesivo. Los estados psíquicos son característicos de un mundo que es pobre en negatividad y además dominado por un exceso de positividad. El exceso del aumento de rendimiento provoca el infarto del alma. El cansancio del agotamiento es un cansancio de la potencia positiva. El cansancio que inspira es un cansancio de la potencia negativa. El entre-tiempo es un tiempo sin trabajo, un tiempo de juego que Han lo describe como tiempo de paz....


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