Derecho a la Libre competencia UC PDF

Title Derecho a la Libre competencia UC
Author Sthepanie Leiton
Course Derecho Del Mercado
Institution Universidad Católica de Temuco
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El Derecho de la Competencia en Chile 1. Una breve reseña del Derecho de la Libre Competencia en Chile

Tras una relativa estabilidad institucional, para los años cincuenta la inflación se aceleró, y el desequilibrio de la balanza de pagos se hizo más grande. Esto llevó a que se abriera un espacio para la intervención extranjera, por lo que “(…) en 1957 la Misión Klein-Saks recomendó una política de precios libres, pero tomando medidas para evitar que los precios reflejaran el poder de mercado que algunas empresas públicas y privadas parecían tener. Como resultado de esta recomendación se aprobó la primera ley de defensa de la competencia, la Ley 13.305 de 1959”.1Esta norma se creó bajo el gobierno del Presidente Jorge Alessandri, y estuvo basada en la Ley Sherman de Estados Unidos. A partir de la década del ´70 surge un nuevo modelo, que siguió los consejos de los llamados “Chicago Boys”, quienes eran un grupo de economistas chilenos, que gracias a un convenio entre la Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chicago, fueron a especializarse al país del norte, para traer las enseñanzas de su estructura económica. A partir de 1973 se implementaron una serie de reformas institucionales, entre ellas, una política comercial que contenía la eliminación de las restricciones arancelarias; además de esto el desmantelamiento del sistema de precios administrados; y el fortalecimiento de los mecanismos de defensa de la competencia. En dicho momento histórico se aprobó una nueva ley de defensa de la competencia, el Decreto Ley 211 de 1973, que resguardo en su contenido en la conocida normativa antitrust estadounidense. Ya en 1980 se aprobó el Decreto Ley 511 que modifica y coordina el anterior. Y aunque hubo muchos antecedentes normativos a estos decretos, y también modificaciones posteriores, no fue sino con la reforma de la ley 19.911 de 2003, que produjo el cambio sustancial en el sistema de defensa de la libre competencia en Chile, pues se creó el Tribunal para la Defensa de la Libre Competencia. Esta reforma, trajo cambios en la reglamentación, puesto que reemplazó al antiguo sistema de Comisiones establecido por el Decreto 211, y sólo dejó dos autoridades competentes para la defensa de la competencia, el Tribunal, y la antigua Fiscalía Nacional Económica . Sumado a ello, otra modificación sustancial, fue la eliminación de las sanciones penales ante las violaciones de las normas, pues ahora sólo se impondrán sanciones comerciales, como la

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Barandiarán, E. y Paredes, R., “Protección de la Competencia en Chile: El Estado vs. Laboratorios Chile y Recalcine (1992/93)” Instituto de Economía, Pontificia Universidad Católica de Chile; y Departamento de Economía, Universidad de Chile. Documento en web: http://www.economia.puc.cl/publicaciones/Doc.Trabajo/DT_222.pdf)

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modificación o extinción de una persona jurídica, o de tipo pecuniario, como la imposición de multas. Otra modificación fue el Decreto con fuerza de ley (DFL) n° 01 del 7 de marzo de 2005 proferido por el Ministerio de Economía Fomento y Reconstrucción, en el cual se refunden en un solo texto, todas las normas legales expedidas sobre la materia. La última modificación fue la ley 20.361, de Julio de 2009. El eje central de esta ley es el fortalecimiento de la independencia de los integrantes del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y creación de la figura de la “delación compensada”. Modifica las remuneraciones del Presidente del Tribunal y de sus integrantes titulares y suplentes. Esto en razón del aumento de sesiones y las estrictas restricciones que imponen las incompatibilidades, prohibiciones e inhabilidades que contempla esta ley. Aumenta las multas que el Tribunal puede aplicar frente a los hechos, actos o convenciones que impidan, restrinjan o entorpezcan la libre competencia, para disuadir a las empresas a ejecutar tales prácticas. Otorga además, facultades especiales para investigar los actos de colusión, fortaleciendo las atribuciones de la Fiscalía Nacional Económica, otorgándole nuevas facultades. 2. Las autoridades encargadas de la libre competencia en Chile, sus principales funciones y procedimientos

2.1. Fiscalía Nacional Económica La Fiscalía Nacional Económica es un servicio público, descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, encargado de velar por la libre competencia en los mercados. Su función principal es la de investigar todo hecho, acto o convención que tienda a impedir, eliminar, restringir o entorpecer la competencia económica en los mercados y, cuando sea procedente, someter el resultado de sus investigaciones al conocimiento del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, a fin de que éste, en el ejercicio de sus atribuciones, adopte las medidas o sanciones adecuadas para evitar o reparar los efectos anticompetitivos de las conductas o hechos investigados. La Fiscalía tiene su sede en Santiago. Está a cargo de un funcionario denominado Fiscal Nacional Económico, de exclusiva confianza del Presidente de la República, que es el representante del interés general de la colectividad en el orden público económico, a quien le corresponde ejercer tanto la jefatura superior como la representación judicial y extrajudicial del Servicio. El Fiscal Nacional Económico, en el ejercicio de sus funciones, es independiente de todas las autoridades y tribunales antes los cuales actúa. Además, preside la Comisión Nacional de Distorsiones e integra la Junta Nacional de Aduanas, tribunal de segunda instancia de las causas aduaneras. 2

De acuerdo a lo dispuesto en el art. 1º del DL 211, la Fiscalía no sólo está llamada a defender la libre competencia en las actividades económicas, cuando ésta se ve amagada, sino que también tiene facultades para promover la competencia. Estas labores las cumple, entre otras actividades, mediante el pronunciamiento de consultas y denuncias del público en general a través de un sistema de turnos de abogados. De acuerdo con la misión que la ley le encomienda, la FNE tiene dos objetivos centrales: por una parte defender la libre competencia en los mercados, lo que importa velar por el cumplimiento de la ley y, por otro, promover la libre competencia en tanto bien jurídico que propende a un mejor bienestar de la sociedad. Para el cumplimiento de dichos objetivos, la FNE cuenta con una serie de atribuciones, entre las que podemos mencionar las siguientes:

a.

b. c. d. e.

Realizar las investigaciones vinculadas a situaciones, hechos o actos que contravengan la legislación de defensa de la libre competencia, proponiendo al efecto las sanciones o medidas correctivas que procedan. Presentar requerimientos ante el TDLC en interés general de la colectividad, velando por la defensa de la competencia. Emitir informes que le solicite el TDLC en aquellos casos en que la FNE no es parte. Actuar ante los Tribunales de Justicia en defensa de la libre competencia. Velar por el cumplimiento de los fallos y resoluciones del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y de los Tribunales de Justicia en las materias a las que se refiere el DL 211.

Además de las atribuciones establecidas en la ley, el servicio realiza con el objetivo de promover la competencia, entre otras, las siguientes actividades:

1. 2.

3.

4.

5.

Potenciar la capacidad de prevención de eventuales distorsiones de la libre competencia y la realización de estudios sobre diversos mercados sectoriales. Difundir las materias de defensa de la libre competencia, entre otras, la legislación, fallos, resoluciones, requerimientos, acuerdos de cooperación, actividades del servicio, entre otras. Consolidar la institucionalidad del servicio y su presencia a nivel nacional mediante la reformulación de su estructura, fortalecimiento de equipos de trabajo y mejora de sus procedimientos. Impulsar la inserción internacional del servicio mediante la vinculación con agencias extranjeras, la participación de foros internacionales en materias de competencia, y proporcionar apoyo técnico a los equipos negociadores nacionales en los tratados internacionales. Generar e implementar una política comunicacional destinada a mejorar la información del servicio hacia los distintos actores y usuarios involucrados en su actividad.

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2.1.1. Procedimiento Como representante del interés público en materia económica, la FNE cuenta con la atribución de realizar investigaciones por propia iniciativa. Asimismo, cualquier otra persona natural o jurídica puede denunciar ante la FNE la ocurrencia de hechos o actos que, a su juicio, pudieran atentar contra la libre competencia en los mercados. Para la presentación de las denuncias no se requiere más formalidad que indicar con claridad los siguientes antecedentes:

Identificación del denunciante. El mercado específico en el que se desarrollan los hechos. La individualización de los agentes económicos involucrados. Los hechos que constituirían conductas contrarias a la libre competencia.

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Además, se adjuntará, en lo posible, la documentación y antecedentes relativos al asunto que obre en poder del denunciante. El Fiscal Nacional Económico podrá ordenar un conjunto de diligencias, entre las que podemos mencionar:

a.

b.

c. d. e.

Requerir mediante oficio, de los denunciados o de cualquier persona natural o jurídica, la información o antecedentes necesarios para los fines de la investigación indicados anteriormente. Solicitar la colaboración de cualquier funcionario de los organismos o servicios públicos, de las municipalidades o de las empresas, entidades o sociedades en que el Estado o sus empresas tengan participación, quienes estarán obligados a prestarla. Recabar y ejecutar por medio de los funcionarios de la propia FNE, el examen de toda documentación, elementos contables y otros que estime necesarios Citar a prestar declaración a cualesquiera personas por sí o en representación de personas jurídicas. Solicitar a la Dirección General de la Policía de Investigaciones de Chile que ponga a disposición del Fiscal Nacional Económico el personal que éste requiera para comprobar las infracciones a la ley o para ejecutar las diligencias específicas que le solicite con el mismo objeto.

Se perjuicio de las diligencias señaladas anteriormente, tanto los denunciantes como los denunciados pueden hacer presentaciones a objeto de argumentar acerca de sus posiciones frente al caso, o de allegar antecedentes. Agotada la investigación, si los hechos, a su juicio, son susceptibles de constituir una conducta atentatoria de la competencia, podrá deducir el requerimiento correspondiente ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. 4

2.2. Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. Creado por la ley nº 19.911, el TDLC es un tribunal especial, colegiado, similar a una sala de la corte de la Ilustrísima Corte de Apelaciones, que se dedica exclusivamente a materias de competencia, cuya función es prevenir, corregir y sancionar los atentados a la libre competencia y está sujeto a la superintendencia correctiva, direccional y económica de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia. Tiene su sede en Santiago y sesiona tres veces a la semana. Está integrado por 5 miembros. El Presidente del Tribunal de profesión abogado es designado por el Presidente de la República de una nómina de de 5 postulantes confeccionada por la Corte Suprema mediante concurso público de antecedentes. Un abogado y un licenciado o con post grado en ciencias económicas son designados por el consejo del Banco Central previo concurso público de antecedentes. Los otros dos integrantes, también un abogado y un licenciado o con post grado en ciencias económicas, son designados por el Presidente de la República, a partir de dos ternas, una para cada designación, confeccionadas por el Consejo del Banco Central, también mediante concurso público de antecedentes. El Tribunal tiene 4 ministros suplentes, dos abogados y dos licenciados o con post grado en ciencias económicas, designados de la misma forma que los ministros titulares. El Tribunal, además de los ministros, cuenta con una plana de profesionales para apoyar su labor, la que incluye por su especialidad, dos profesionales del ámbito económico. Por mandato legal, el TDLC tiene las siguientes atribuciones:

a. Prevenir la comisión de atentados a la libre competencia. b. Promover y defender la libre competencia en los mercados. c. Conocer, a solicitud de parte o del Fiscal Nacional Económico, las situaciones que pudieran constituir infracciones al DL 211. d. Conocer, a solicitud de quien tenga un interés legítimo, o del Fiscal Nacional Económico, los asuntos de carácter no contencioso que puedan infringir las disposiciones del DL 211, sobre hecho, actos o contratos existentes, así como aquellos que le presenten quienes se propongan ejecutarlos o celebrarlos, para lo cual, en ambos casos, podrá fijar las condiciones que deberán ser cumplidas en dichos hechos, actos o contratos. e. Dictar instrucciones de carácter general de conformidad a la ley, las cuales deberán considerarse por los particulares en los actos o contratos que ejecuten o celebren y que tuvieren relación con la libre competencia o pudieren atentar contra ella.

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f.

Proponer al Presidente de la República, a través del Ministro de Estado que corresponda, la modificación o derogación de los preceptos legales y reglamentarios que estime contrarios a la libre competencia, como también la dictación de preceptos legales o reglamentarios cuando sean necesarios para fomentar la competencia o regular el ejercicio de determinadas actividades económicas que se presten en condiciones no competitivas. g. También, existen otras leyes especiales que otorgan al TDLC facultades específicas, en determinadas materias, como en los servicios de telecomunicaciones, sanitarios, y medios de comunicación social, entre otros.

2.2.1.

Procedimiento contencioso ante el TDLC

En términos generales, en este procedimiento existen las 3 fases de un litigio o contienda judicial (discusión, prueba y decisión) y tiene por objetivo que el TDLC determine si ciertos actos, contratos u operaciones son contrarias a las normas de defensa de la libre competencia contenidas en el DL 211 de 1973. Desde esta perspectiva, el procedimiento contencioso constituye propiamente un procedimiento contradictorio destinado a esclarecer conductas, a determinar sus efectos sobre el mercado, y a corregirlas, prevenirlas y, en su caso, sancionarlas. Esta clase de procedimiento puede iniciarse por requerimiento del Fiscal Nacional Económico, o bien, por demanda de particulares, la que, en todo, y por mandato legal, debe ser puesta inmediatamente en conocimiento de la Fiscalía, a objeto de que se imponga de la acción deducida. La demanda de particulares, o en su caso, el requerimiento del Fiscal Nacional Económico, deben ser notificados junto a la resolución del Tribunal que le da traslado, a las personas naturales o jurídicas a quienes afecte, para que dentro del plazo de 15 días hábiles o el término mayor que el propio Tribunal otorgue, con un límite de 30 días hábiles, sea contestada por éstas. Para tales efectos, la notificación es practicada por un ministro de fe en los términos previstos en la Ley y una vez que ello se efectúe, con o sin la contestación o vencido el término legal, el TDLC puede llamar a las partes a conciliación. En caso de que la conciliación prosperare, el TDLC la aprobará siempre que dicha conciliación no atente contra la libre competencia. Si, por el contrario, no llamare a conciliación, o bien, fracasare dicho trámite, el TDLC puede ordenar que la causa sea recibida a prueba por un período de 20 días hábiles, fijándose los hechos sustanciales y controvertidos sobre los cuales recaerá. Serán admisibles los medios de prueba indicados en el artículo nº 341 del código de procedimiento civil y todo indicio o antecedente que, en concepto del Tribunal sea apto para establecer los hechos pertinentes. El Tribunal podrá decretar, en cualquier estado del juicio,

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cuando resulte indispensable para aclarar aquellos hechos que aún parezcan oscuros o dudosos la práctica de diligencias probatorias que estime conveniente. Cabe destacar que, la prueba es apreciada por el Tribunal conforme a las reglas de la sana crítica. Vencido el término probatorio, el Tribunal ordenará traer los autos en relación, fijando día y hora para la vista de la causa, momento en el cual oirá los alegatos que hubieren solicitado los abogados de las partes o la FNE. La sentencia definitiva será fundada, debiendo contener los fundamentos de hecho, derecho y económicos con arreglo a los cuales se pronuncia, haciendo expresa mención a los votos de minoría que pudieren existir, y las medidas jurídicas o económicas que estime procedente aplicar respecto de los afectados y a las conductas en que hubieren incurrido. Finalmente la sentencia debe ser dictada dentro de los 45 días siguientes a que la causa quede en estado de ser resuelta.

2.2.2. Medidas cautelares Son aquellas que puede decretar el TDLC para impedir los efectos negativos que deriven de las conductas sometidas a su conocimiento. Estas medidas son decretadas de oficio por el Tribunal, a petición de alguna de las partes o de la FNE, durante la tramitación del proceso o incluso antes de su iniciación, y en todo caso, deben acompañarse a la solicitud aquellos antecedentes que constituyan a lo menos una presunción grave del derecho que se reclama o de los hechos denunciados. La solicitud de una medida cautelar debe ser notificada a la persona hacia quien vaya dirigida, la que podrá legítimamente oponerse dentro del plazo de 3 días, dando lugar a un incidente con tramitación separada. En forma excepcional, puede decretarse una medida cautelar antes de ser notificada a quien afecta, en casos graves que son debidamente calificados por el TDLC. Finalmente, cuando se trata de medidas cautelares decretadas antes de la iniciación del proceso, el solicitante o la FNE deben siempre formalizar la demanda o el requerimiento, según corresponda, dentro del plazo de 20 días hábiles o en el término mayor que fije el Tribunal. 2.2.3. Recursos a. Recurso de Reclamación Contra la sentencia definitiva puede deducirse el recurso de reclamación ante la Excelentísima Corte Suprema, el que debe ser interpuesto ante el TDLC dentro del plazo de 10 días hábiles una vez notificada la sentencia, ya sea por la FNE o por cualquiera de las partes del proceso, cuando en 7

la sentencia definitiva se impongan alguna de las medidas establecidas en el artículo 17 k del DL 211, o bien, cuando absuelva de su aplicación. En todo caso, tratándose de la reclamación de una sentencia que imponga una multa, como requisito de admisibilidad debe consignarse previamente el 10% de su valor, obligación que no rige para el Fiscal Nacional Económico. La ley establece que la interposición del recurso de reclamación no suspende los efectos del fallo, salvo que la Excelentísima Corte Suprema determine suspenderlos en tanto no se pronuncie sobre el recurso.

b. Recurso de Reposición Las demás resoluciones que se dicten en esta clase de procedimiento pueden ser objeto del recurso de reposición ante el mismo Tribunal, al que podrá darse tramitación incidental o ser resuelto de plano.

2.2.4. Medidas que puede adoptar el TDLC En la sentencia definitiva, el TDLC puede adoptar alguna o conjuntamente las siguientes medidas: a. b.

c.

Modificar o poner término a los actos, contratos, convenios, sistemas o acuerdos que sean contrarios a las disposiciones del DL 211. Ordenar la modificación o disolución de las sociedades, corporaciones y demás personas jurídicas de derecho privado que hubieren intervenido en los actos, contratos, convenios, sistemas o acuerdos a que se refiere la letra anterior. Aplicar multas a beneficio fiscal hasta por una suma equivalente a 20 mil Unidades Tributarias Anuales (UTA). Las multas podrán ser impuestas a las personas jurídicas correspondientes, a sus directores, ad...


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