E. Florio, Sobre el Poder PDF

Title E. Florio, Sobre el Poder
Course Derecho Político
Institution Universidad Nacional de Lomas de Zamora
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Sobre el PODER, en Weber y Foucault Eduardo Florio

Existen innumerables situaciones sociales en las cuales algunas personas determinan y condicionan las conductas de otras. Aún más, podemos seguramente afirmar que existen múltiples situaciones sociales en las que unas personas imponen determinadas conductas a otras, aún contra la voluntad de estas. Esto ha hecho que el concepto de "poder" haya recibido a lo largo de los siglos múltiples definiciones y significados. No obstante ello, lo encontramos en general ligado a conceptos como los de "dominación", "coacción", "mando y obediencia", "imposición", "amenaza", "fuerza" y tantos otros. En su acepción tal vez más básica y elemental, el concepto de poder aparece en la doctrina política ligado siempre a la capacidad de unas personas de imponer determinadas conductas a otras personas, aún contra la voluntad de éstas. En general hay coincidencia en los autores en torno a que las relaciones de poder tienen como características claves: a. La de ser una relación social o una relación entre personas, es decir que el poder es siempre un fenómeno relacional. b. La relación de poder es asimétrica, es decir hay una persona que manda y una que obedece y en tal sentido la relación tiene una fuerte unidireccionalidad. También hay coincidencia en los autores clásicos en señalar que en la vida social el poder ha sido visto como la posibilidad de imponer la voluntad propia a los demás a través de algún medio específico: el conocimiento, la inteligencia, la fuerza, la riqueza, el dogma o cualquier factor que sirva para impulsar o constreñir otros a hacer lo que en otras circunstancias no harían. Así mismo se reconoce en general que la obediencia tiene matices que van desde las respuestas basadas en la convicción de la legitimidad del mandato o de la conveniencia en consentirlo hasta la percepción de una amenaza en caso de desobediencia o directamente el puro acatamiento forzado. Considerando que invariablemente las definiciones de poder se mezclan o relacionan con otros conceptos como fuerza o dominio, algunos autores propusieron una más desagregada distinción de los mismos. Comenzamos diciendo que el poder se halla en todo proceso de toma de decisiones. A lo largo de la historia, la mayoría de las sociedades ha generado modelos de organización jerarquizados en sus relaciones políticas, sociales y económicas. La creación de jerarquías conlleva inevitablemente la división de los miembros de la sociedad entre gobernantes y gobernados. El poder se manifiesta a través de:

Coacción: Es el medio utilizado para determinada conducta. Puede ser física o psicológica.



que

terceros

sigan

una

Coerción: La coacción dio paso a la coerción que es la situación donde el tercero realiza el mandato debido a la amenaza del uso de la violencia, es decir, la potencialidad del uso de esa violencia. La coacción se fundamentaba en el temor de un daño seguro en el caso de incumplir lo ordenado. En la posibilidad más o menos cierta que haya una sanción (entendida como consecuencia). •

El interés de las élites o gobernantes, es entonces lo que definimos como «acumulación diferencial de poder», es decir acumular más poder que sus competidoras. Esta competición por la acumulación de poder se produce en todos los ámbitos de la sociedad. Además, la formación de élites implica inevitablemente competencia por el control de recursos de poder, ya sean estos políticos, económicos, informativos, coactivos, ideológicos, o de cualquier otro tipo Los diferentes significados del Poder están analizados por Eric Wolf. El autor propone cuatros distintas dimensiones del poder: personal, relacional, organizativa y estructural. La primera dimensión de poder, la personal, es interpretada como pura y simple capacidad del individuo, sin poner énfasis en las direcciones y formas que puede asumir el poder. La segunda dimensión la relacional, es la capacidad de un individuo de imponer su voluntad a otro o grupos de personas, sin enfrentar donde estas iteraciones se mueven. La tercera organizativa, es el control de un individuo sobre una unidad organizativa determinada, que a su vez influye otro individuo. Por último, Wolf individua la forma estructural, el poder que organiza y dirige una unidad y las direcciones de energías. El poder puede ser detentado (ilegalmente) u obtenido (legalmente) gracias a: La fuerza (violencia, coacción): "el origen de todo poder es la violencia” Según Max Weber, «el Estado es aquella comunidad humana que ejerce (con éxito) el monopolio de la violencia física legítima dentro de un determinado territorio» •

La persuasión (directa, indirecta, subliminal; por persuasión moral, incluyendo a la religión).





Una autoridad delegada (por ejemplo, en un proceso democrático).



La influencia social o la tradición



La pertenencia a una determinada clase social.

Un carisma personal o colectivo la presunción de tenencia de unas determinadas habilidades o cualidades, sean éstas ciertas o no, pero reconocidas por una mayoría. (estrategia que uso Hitler para obtener el poder en Alemania, y que resultó exitosa)



Una pericia o habilidad (un "saber-hacer"): por ejemplo, el poder del ingeniero que es capaz de diseñar una máquina.



• El conocimiento (enseñándolo o no revelándolo, compartido o guardado en secreto). Una persona al tener conocimiento es capaz de persuadir a otras personas, para que crean que todo lo que él hace, está bien, que deben actuar del mismo modo. •

La comunicación.

El dinero: control a través de la propiedad de los medios de producción, poder financiero, etc. •



En las relaciones personales: dominación/sumisión.

MICHAEL FOUCAULT. (MICROFÍSICA DEL PODER) De las teorías de Michael Foucault se extrae su ruptura con teorías de la soberanía que localizan el poder en un centro único (Estado, Ley) y que conciben al poder en su dimensión prohibitiva como represión (“no se debe”). Para Michael Foucault lo que hace aceptado el poder es su dimensión positiva, su faceta productiva: forma saber, induce placer, crea la verdad y sus reglas, genera resistencias. El poder no se encuentra en instituciones o aparatos que garantizan la sujeción del ciudadano, en reglas por oposición a la violencia, en la dominación de un grupo de la sociedad sobre otro. El Poder es una relación de fuerza observable como ejercicio de poder en la periferia institucional (trabajo, escuela, etc.). Es aquí donde se da la dominación como proceso continuo que somete al cuerpo, que construye sujetos. En este sentido el poder no es monolítico, unificado, sino desplegado en micropoderes y en relaciones descentralizadas. Durante los siglos XVII y XVIII se producen grandes transformaciones en la tecnología política (del poder) que constituyen la sociedad disciplinaria. Sin dejar de considerar la importancia de la soberanía del derecho como principio organizativo de la sociedad, en la sociedad moderna aparecen como mecanismos del nuevo poder disciplinario: • La norma, las reglas (no sólo las jurídicas) • Nueva teoría de la ley y del delito en la que se redefine la idea de crimen. El crimen es un atentado contra la ley, ley que emana de los órganos legislativos y, por lo tanto, es útil a la sociedad. El criminal al atentar contra la ley es peligroso para la sociedad, es su enemigo interno. • La desaparición de los suplicios físicos para imponer castigos sobre el pensamiento, el alma, la voluntad. La ley penal no puede prescribir venganza (como antes lo hacia el soberano), sí reparación. La deportación, la ley del talión, el escarnio público, son reemplazados por la prisión, por el control y la reforma moral y psicológica. No se castigan sólo los actos, también las conductas potencialmente desviadas de la norma. Es por ello que sentencian los jueces y los expertos. Para Foucault, el poder son acciones sobre otras acciones a fin de interferir con ellas. Foucault no recurre a la violencia, sino que afirma que el poder presume libertad en el sentido en que el poder no es forzar, sino formas de hacer que la gente se comporte por sí misma de modo distinto de cómo lo hubiesen hecho de otra manera. Un modo de realizar esto es mediante la amenaza con violencia. Pero tratar de convencer a alguien de lo contento que se sentirá si adquiere un determinado producto, es también una forma de ejercitar el poder, y en el marketing hay un gran conocimiento de cómo (intentar) efectuar este cambio de comportamiento.

El esquema de la sociedad disciplinaria fue descripto en el siglo XVII por el filósofo utilitarista inglés Jeremias Bentham en el panóptico: todo lo divisa. El modelo se construye con una torre central de observación rodeada de un anillo de celdas iluminadas. El objetivo principal de esta institución es la posibilidad de vigilancia permanente. No importa si se vigila, lo esencial es que el individuo se sienta vigilado. De esta manera el poder se torna visible e inverificable haciendo innecesaria la fuerza, que cede su lugar a la mirada. De este modo el sometido reproduce por si mismo las coacciones del poder, se convierte en el principio de su propio sometimiento (Sujeto y objeto del poder). Este mecanismo permite individualizar, registrar, comparar los individuos. El desarrollo de estas técnicas de observación constituye la anatomía política, la biopolítica, en la que el hombre es además objeto de saber, de clasificación. De este modo el poder produce el saber como todo saber constituye relación de poder. El propósito de este dispositivo de vigilancia es aligerar, economizar y hacer más eficaz el poder. Las tesis de Foucault sobre el poder, se desarrollan en tres apartados • El poder no es esencialmente represivo; puesto que incita, suscita, produce. • Se ejerce más que se posee; dado que no posee una forma definida; «el poder no es algo que se adquiera, arranque o comparta, algo que se conserve o se deje escapar; el poder se ejerce a partir de innumerables puntos, y en el juego de relaciones móviles y no igualitarias (…)» • Pasa por los dominados tanto como por los dominantes; ya que pasa por todas las fuerzas en relación. La sociedad capitalista se convierte en una red institucional de disciplinamiento para la producción, cuyo objetivo es fijar a los hombres a un aparato de normalización para convertirlos en individuos que internalicen normas y adecuen sus comportamientos, pues un individuo normalizado es útil, productivo y rentable. Esto se logra a través de instituciones microscópicas de control que fijan al hombre al aparato productivo apropiándose de su actividad, su tiempo, su palabra, su cuerpo, con un régimen de premios y castigos que actúan como correctivos o normalizadores. Estas instituciones normalizadoras como la escuela, el trabajo, la familia, los hospitales, se enlazan en una red capilar de micropoderes a las instituciones de encierro que basan su funcionamiento en el modelo de la prisión: manicomios, geriátricos, cárceles, correccionales, etc. (MICROFÍSICA DEL PODER). La esencia de la sociedad disciplinaria radica finalmente en que ya no es fundamental un control sobre la sociedad, sino que se delinean formas de comportamiento institucionalizado en la disciplina que produce en el sujeto individual una AUTODISCIPLINA / AUTOCONTROL, la mirada virtualmente está incorporada en las mentes, puede o no ser real y concreta....

EL

PODER ES PARTE DE UNA TRILOGÍA: SE CONSTRUYEN SABERES ALREDEDOR DE LA DISCIPLINA, ESTOS SABERES SE CONSTITUYEN COMO VERDADES (QUE INTENTAN CONSTITUIRSE COMO HEGEMÓNICAS DE UN CAMPO DE CONOCIMIENTO EN DETRIMENTO DE OTROS CONOCIMIENTOS, POR EJEMPLO, EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO, Y DE ALLÍ OTROS

CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS DERIVADOS, COMO EL JURÍDICO) Y ESTOS SABERES Y VERDADES GENERAN PODERES.

Foucault fue un estudioso de los mecanismos del poder y la insurrección de los saberes, no contra los métodos, contenidos o conceptos de una ciencia sino una insurrección contra los efectos o consecuencias de poder centralizadores que están ligados al discurso científico y a su funcionamiento dentro de una universidad, en un aparato escolar o en un aparato político como el marxismo o en toda la sociedad. El poder no es considerado como un objeto que el individuo cede al soberano (concepción contractual jurídico-política), sino que es una relación de fuerzas, una situación estratégica en una sociedad en un momento determinado. Por lo tanto, el poder, al ser resultado de relaciones de poder, está en todas partes. El sujeto está atravesado por relaciones de poder, no puede ser considerado independientemente de ellas (microfísica). El poder, para Foucault, no sólo reprime, sino que también (como se dijo) produce: efectos de verdad y saber, en el sentido de conocimiento. Existe un poder que todo lo envuelve, lo mimetiza, lo reduce, hasta la propia ciencia, convirtiéndose en una especie de paradigma que todo lo engulle y que se encarga de tender un manto para silenciar los saberes que no interesan que se coloquen en la vanguardia o abran paso para que se establezcan y consoliden como conocimiento científico y universal. Aún podemos conseguir en nuestros días, individualidades o cuerpos institucionales que todavía están aferrados a viejos modelos de aprendizaje en la educación porque se sostienen mediante un poder que ostentan de vieja data pero que la ola de la renovación, de la innovación y de los nuevos tiempos se los llevará tarde o temprano por delante, para que dejen el camino libre de obstáculos a fin de que pueda avanzar la ciencia y el saber. Es importante acuñar una noción de poder que no haga exclusiva referencia al gubernativo, sino que contenga la multiplicidad de poderes que se ejercen en la esfera social, los cuales se pueden definir como poder social. En La verdad y las formas jurídicas, Foucault es más claro que en otros textos en su definición del poder; habla del subpoder, de "una trama de poder microscópico, capilar", que no es el poder político ni los aparatos de Estado ni el de una clase privilegiada, sino el conjunto de pequeños poderes e instituciones situadas en un nivel más bajo. No existe un poder; en la sociedad se dan múltiples relaciones de autoridad situadas en distintos niveles, apoyándose mutuamente y manifestándose de manera sutil. Uno de los grandes problemas que se deben afrontar cuando se produzca una revolución es el que no persistan las actuales relaciones de poder. El llamado de atención de Foucault va en sentido de analizarlas a niveles microscópicos. Para el autor de La microfísica del poder, el análisis de este fenómeno sólo se ha efectuado a partir de dos relaciones: Contrato - opresión, de tipo jurídico, con fundamento en la legitimidad o ilegitimidad del poder. Dominación - represión, presentada en términos de lucha - sumisión. El problema del poder no se puede reducir al de la soberanía, ya que, entre hombre y mujer, alumno y maestro y al interior de una familia existen relaciones de autoridad que no son proyección directa del poder soberano, sino más bien condicionantes que posibilitan el funcionamiento de ese poder, son el sustrato sobre el cual se afianza. "El

hombre no es el representante del Estado para la mujer. Para que el Estado funcione como funciona es necesario que haya del hombre a la mujer o del adulto al niño relaciones de dominación bien específicas que tienen su configuración propia y su relativa autonomía". El poder se construye y funciona a partir de otros poderes, de los efectos de éstos, independientes del proceso económico. Las relaciones de poder se encuentran estrechamente ligadas a las familiares, sexuales, productivas; íntimamente enlazadas y desempeñando un papel de condicionante y condicionado. En el análisis del fenómeno del poder no se debe partir del centro y descender, sino más bien realizar un análisis ascendente, a partir de los "mecanismos infinitesimales", que poseen su propia historia, técnica y táctica, y observar cómo estos procedimientos han sido colonizados, utilizados, transformados, doblegados por formas de dominación global y mecanismos más generales. El poder es en sí mismo el despliegue de una relación de fuerza, habría que analizarlo bajo la figura de enfrentamiento, combate, choque o guerra. Diríamos, además, que la política es la continuación de la guerra utilizando otros medios; esta afirmación podemos estudiarla desde tres vertientes. Primero, las relaciones de poder funcionan en una sociedad como la nuestra, tienen como centro de gravedad una relación histórica que podemos encontrar en la guerra. Y si aceptamos también que el poder político detiene la guerra para que se establezca la paz en la sociedad civil, no lo hace para neutralizar los efectos de aquélla. Para Foucault, el poder no es algo que posee la clase dominante; postula que no es una propiedad, sino que es una estrategia. Es decir, el poder no se posee, se ejerce. En tal sentido, sus efectos no son atribuibles a una apropiación sino a ciertos dispositivos que le permiten funcionar plenamente. Pero, además, postula que el Estado no es de ninguna manera, el lugar privilegiado del poder, sino que es un efecto de conjunto, por lo que hay que estudiar lo que él llama sus hogares moleculares. Foucault intenta romper una complicidad de la ley con el Estado y en tal sentido, habla de entender la ley no como algo que demarca los dominios de la legalidad-ilegalidad sino como un procedimiento por medio del cual establece ilegalismos que dicha ley permite, tolera o inventa como privilegios de clase; o bien, ilegalismos que prohíbe, aísla y define como medio de dominación1. En tal sentido postula que "(...) las leyes están hechas por unos y que se imponen a los demás" Foucault, M. (2001). En Vigilar y Castigar. Nacimiento de la prisión, Foucault teoriza en torno a la noción de “ilegalismo”. O "tolerancias", o “ilegalismos tolerados”, ciertos campos de actividades que se encuentran legalmente prohibidas, pero en los cuales las potestades represivas existentes están a menudo en suspenso. Se trata de unas zonas que podríamos llamar de tolerancia por parte del poder respecto de ciertas prácticas. Se trata de prácticas toleradas en el sentido de que pese a estar legalmente prohibidas no son habitualmente interferidas por el aparato del Estado (ej. los manteros o vendedores ambulantes) La lucha antijudicial, expresa Foucault, es una lucha contra el poder y no contra las injusticias de la justicia. Esto explica que cuando aparecen motines, rebeliones, el aparato 1

CEFD Cuadernos Electrónicos de Filosofía del Derecho | ARTÍCULO ASPECTOS JURÍDICOS DEL PODER. LOS "ILEGALISMOS". El “CASO SADE”. Ángel Pelayo González-Torre Universidad de Cantabria Fecha de recepción 01/06/2011 | De aceptación: 07/06/2011 | De publicación: 25/06/2011

judicial ha sido la diana sobre la cual se disparan los dardos, al igual que el aparato fiscal, el ejército y otras formas de poder. Así tenemos que las distintas y múltiples formas de represión, se globalizan desde la óptica del poder; vemos como la represión está presente en las escuelas, en las universidades en las cuales los profesores muchas veces intentan imponer pautas o modos de interpretar la realidad bajo una coacción, soslayando la percepción o formas de interpretación de los estudiantes, limitando así la creatividad de éstos. En otras ocasiones, tratan de convertirlos en repetidores del discurso del profesor tirano que fue formado bajo patrones de memorización y enciclopedismo; la represión también está presente en las fábricas, en los cuarteles y en las prisiones. Foucault está convencido de que "en todo lugar donde hay poder, el poder se ejerce. Nadie es su dueño o poseedor, sin embargo, sabemos que se ejerce en determinada dirección; no sabemos quién lo tiene, pero sí sabemos quién no lo tiene" Foucault, M. (2001: 31). En vez de preocuparse por, qué es el poder sugiere que habría que preguntarse más bien cómo se ejerce el poder, mediante qué tecnologías y mediante qué procedimientos se ejerce ese poder y qué consecuencias y efectos se derivan de ello. En definitiva, el poder no es una in...


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