El extranjero PDF

Title El extranjero
Author Lolo Lopez
Course Introducción a la literatura europea
Institution Universidad de Oviedo
Pages 7
File Size 129.3 KB
File Type PDF
Total Downloads 3
Total Views 145

Summary

ensayo sobre el libro el extranjero de Albert Camus...


Description

Manuel López Palacios, Pepe Pérez Reyes, Sergio Nava Bailón, Anzur-Pablo Rodríguez Secades El extranjero

El Extranjero, en francés, L'Étranger, es la primera novela, del escritor y filósofo francés Albert Camus la cual está ambientada en Argel, capital de Argelia, a principios de los años cuarenta. Tras su publicación, en el año 1942, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, fue considerada como una de las novelas más importantes de la literatura francesa contemporánea. Se trata de una novela brillantemente elaborada que ilustra perfectamente la visión absurda del mundo del autor. A día de hoy sigue influyendo notablemente en el pensamiento de muchos escritores. En 1967, fue adaptada al cine por Luchino Visconti y protagonizada por Marcello Mastroianni El Extranjero suele asociarse a la filosofía del absurdo y al existencialismo, aunque Camus siempre se distanció de esta última etiqueta. El protagonista, Meursault, es un francés-argelino indiferente a la realidad al resultarle esta absurda e inabordable. El progreso tecnológico le ha privado de la participación en las decisiones colectivas y le ha convertido en un "extranjero" dentro de su propio entorno. En esta novela Albert Camus describe de forma muy detallada la carencia de valores del mundo contemporáneo como consecuencia de la frustración y la desesperanza en la que Europa quedó sumergida después de la guerra. Meursault refleja la filosofía del absurdo, la sensación de alienación, de desencanto frente a la vida. El aburrimiento y la cotidianidad lo van haciendo insensible, indiferente y hasta casi despiadado.

La novela destaca por su estilo límpido y preciso. Las frases son cortas y sin adjetivos ornamentales. A pesar de esto, las descripciones manifiestan la genialidad del escritor para captar los detalles y para introducir al lector en el relato. Albert Camus, nos lleva a un mundo gris, sin color, y nos introduce monótona vida de Meursault, un hombre que se siente un “extranjero” en medio de un mundo que parece no necesitar de su existencia y que tampoco cambiaría mucho su inexistencia. Aún así disfruta de su vida rutinaria, la cual no le molestaba en lo absoluto, sólo vivía el paso de sus días sin importarle nada más. Parece un mero espectador de su propia vida, siéndole indiferente lo que

ocurre a su alrededor, repitiendo en diversas ocasiones “ça m’est égal” Meursault, en primera persona, reseña su vida en forma de memorias, desde el día en el que supo acerca de la muerte de su madre hasta el momento en el que es sentenciado a muerte debido a unos desafortunados sucesos. Albert Camus, novelista y filósofo nacido en Mondovi, antiguo territorio colonial francés, y actual provincia argelina conocida como Dréan, es considerado uno de los escritores más importantes posteriores a 1945, año en el que finaliza la Segunda Guerra Mundial. No sólo fue uno de los escritores más prestigiosos de la generación que llegó a la madurez entre las ruinas, la frustración y la desesperanza de la Europa demolida por las dos Guerras Mundiales, sino que el paso del tiempo agiganta cada vez más su figura excepcional y el valor de su obra. Estudió filosofía y letras y fue rechazado como profesor a causa de su avanzada tuberculosis, por lo que se dedicó al periodismo como corresponsal del Alter Republicain. Durante la Segunda Guerra Mundial fue miembro activo de la Resistencia francesa dentro del grupo Combat. En 1947 se le concede el Premio de la Crítica . En 1957, a la edad de 44 años, recibió el Premio Nobel de Literatura por ‘’el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia los hombres de hoy’’. En su variada obra desarrolló un humanismo fundado en la conciencia del absurdo de la condición humana. Tres años después muere en un accidente automovilístico en Villeblerin, Francia, el 4 de enero de 1960. Albert Camus crea su obra en medio de una sociedad destruida por la guerra y la consternación que ésta misma estaba generando, en una Francia que mostraba a una sociedad donde las naciones estaban más preocupadas por vencer que por mantener individuo.

Partiendo del absurdo como condición existencial primaria y destino ineludible del protagonista, el autor desarrolla una crítica elegantemente mordaz e implacable de los valores de la sociedad burguesa del momento. El Extranjero a menudo se conoce como una novela existencial, pero esta descripción no es necesariamente precisa. El término existencialismo es una clasificación amplia y de largo alcance que a menudo se aplica erróneamente. Como se usa más comúnmente, el existencialismo se refiere a la idea de que no existe un significado superior para el universo o la existencia del hombre, y no existe un orden racional para los eventos del mundo.

De acuerdo con esta definición común de existencialismo, la vida humana no está investida de un propósito redentor, no hay nada más allá de la existencia física del hombre. Algunas ideas en El Extranjero se asemejan a esta definición funcional del existencialismo, pero la filosofía más amplia del existencialismo incluye aspectos no presentes en El Extranjero. Además, el propio Camus rechazó la aplicación de la etiqueta existencial a su novela. El absurdo es un término que el mismo Camus acuñó, y una filosofía que él mismo desarrolló. Aunque las ideas filosóficas de Camus resuenan fuertemente en el texto, es importante tener en cuenta que El Extranjero es una novela, no un ensayo filosófico. Al leer la novela, la evolución del personaje, la trama y el estilo de prosa exigen tanta atención como los detalles del absurdo. Camus y Jean-Paul Sartre, reconocido filósofo francés y exponente del existencialismo y del marxismo humano, eran buenos amigos, pero diferían en sus puntos de vista sobre el mundo. Ambos rechazaban la religión y el determinismo, pero Camus era más humanista, fanático del hombre, y no estaba dispuesto a sacrificar la moralidad como concepto fundamental. Sartre se centró más en las nociones de la libertad personal radical de elección, creía que el hombre era sus acciones. No dejó de luchar contra todas las ideologías y las abstracciones que alejan al hombre de lo humano. Lo definió como la Filosofía del absurdo, además de haber sido un convencido anarquista, dedicando parte importante de su libro "El hombre rebelde" a exponer, cuestionar y filosofar sobre sus convicciones, y demostrar lo destructivo de toda ideología que proponga una finalidad en la historia. Al margen de las corrientes filosóficas, Camus elaboró una reflexión sobre la condición humana. Rechazando la fórmula de un acto de fe en Dios, en la historia o en la razón, se opuso simultáneamente al cristianismo, al marxismo y al existencialismo. «El Extranjero» es una novela de dos partes que Albert Camus publicó en 1942 para ilustrar sus nociones sobre «el absurdo», concepto que es, no la conclusión, sino el punto de partida

de una filosofía que expuso ese mismo año con todo detalle mediante un conjunto de ensayos.

El protagonista, Meursault, es el héroe absurdo prototípico, más que un solitario, un náufrago a la merced de las olas de un absurdo mayor que él propio, la sociedad. Carece de la hipocresía básica necesaria para sobrevivir en la sociedad burguesa, pero no apela con esto a anhelo alguno de virtud, su sinceridad y honestidad, extrema hasta la ingenuidad, es producto de la relación absurda entre dos entes absurdos: el hombre y el mundo, y nace de la respuesta natural del sujeto humano ante tal estado de cosas, la indiferencia.

Meursault, comete un absurdo crimen y, a pesar de saberse inocente, jamás se manifestará contra su ajusticiamiento ni mostrará sentimiento alguno de injusticia, arrepentimiento o lástima. La pasividad frente a todo y todos recorre el comportamiento del protagonista, un sentido vacío de la existencia y aun de la propia muerte. Meursault personifica la carencia de valores del hombre, degradado por el absurdo de su propio destino, ni el matrimonio, ni la amistad, ni la superación personal, ni la muerte de su propia madre, nada tenía la suficiente importancia ya que la angustia existencial del personaje inundaba todo su ser.

La obra de Camus advierte sobre el hombre que está siendo creado. Es una denuncia frente a una sociedad que olvida al individuo y le priva de un sentimiento de pertenencia activa en la comunidad. Fue premonitorio respecto al ciudadano occidental que se encontrará la sociedad tras la II Guerra Mundial. Camus escribió una obra provocadora en cuyo trasfondo aparece el rostro desgarrado de una Europa herida por dos guerras mundiales, plasmó una historia gris donde el paisaje está oscurecido por la extirpación de cualquier pasión o voluntad del hombre. Desde el primer párrafo Camus nos sumerge en el terreno de lo absurdo que, sin embargo, nos resulta siniestramente familiar pues tal absurdo es un fiel reflejo de la existencia del hombre moderno, en la que lo cotidiano y lo extraordinario, lo predecible y lo inexplicable se alternan de manera aleatoria, simplemente suceden y el aparente carácter caótico que determina y moldea toda esa absurda sucesión de fenómenos absurdos.

La novela está dividida en dos partes. La primera, compuesta de seis capítulos, empieza con el telegrama que recibe Meursault informándole de la muerte de su madre, y termina con el asesinato del árabe; esta primera parte transcurre en dieciocho días. La segunda parte, dividida en cinco capítulos, la cual transcurre en un año, es un relato de la prisión y el juicio, concluyendo con la exposición de sus sentimientos ante la inevitable ejecución. La primera parte nos interna en el universo del protagonista, un universo de perpetua comunión con el absurdo, un universo más allá del cual sólo se puede encontrar el hundimiento y la nada de la muerte. La segunda parte, tan lacónica como la primera, aborda el fracaso de la exigencia absurda, una exigencia de verdad, dentro de un mundo profundamente alimentado de ilusiones tales como la libertad, la justicia y la eternidad.

Esta segunda parte de la novela revela todo el dramatismo de la existencia humana frente a la lógica de las leyes, el individuo frente al sistema. Poco a poco, paso a paso, la lógica se muestra demoledora frente a los sentimientos personales. Meursault no miente: esa es la cuestión principal que aborda la novela. Que haya matado en defensa propia y de forma involuntaria, ya que había sido cegado y aturdido por el sol, carece de la más mínima importancia. Lo fundamental son los hechos, las evidencias, y él nunca las niega. Es una víctima de la verdad, pero a la vez, es un hombre feliz precisamente por ello. El libro comienza con una frase contundentemente triste, un hijo que se muestra aparentemente indiferente frente al fallecimiento de su propia madre, ni siquiera parece preocupado por ello, es una de las frases que mejor resume la filosofía que Camus nos intenta transmitir, Meursault es un individuo que se muestra indiferente a la vida, al cual le suceden multitud de tragedias pero que siempre afronta de la misma manera, con indiferencia, esta reacción constante está hecha a posta para mostrar al hombre como un ser indiferente frente a una sociedad acostumbrada a ciertos rituales y actuaciones. Meursault es un hombre sincero, sin complejos y honesto en un grado que incomoda a cualquiera a su alrededor, le es realmente indiferente lo que otros puedan llegar a pensar de él, sólo actúa o habla según lo que siente o piensa, aún cuando eso lo lleve por caminos que puedan llegar a ser tortuosos, él los afronta como cualquier otra situación de la vida cotidiana, se siente aburrido de las concepciones tradicionalistas de su contexto social, ni cree en una

sociedad en la cual el individuo común no conociese las leyes ni la forma en que ésta se regía, ni mucho menos cree en una religión que le indique cómo tiene que vivir su vida. Al final de todo, Meursault termina siendo no sólo un reflejo de la sociedad de ese tiempo sino que también de la sociedad actual, es víctima de una sociedad que espera que todo el mundo actúe de determinada forma en ciertas situaciones, un hombre a quien someten a juicio y dictaminan culpable más por cómo había llevado el funeral de su propia madre que por las razones y motivaciones que lo llevaron a asesinar. Meursault asiste al proceso judicial que lo condena a muerte, analizando el desarrollo del juicio con una insólita calma y objetividad, como si se tratara de un reo distinto e indiferente. Estando ya próxima la ejecución, el capellán de la prisión le habla de Dios, pero él rechaza la esperanza en la religión. Luego de hacer un último y consciente rechazo de Dios, va considerando lo absurdo de su vida y la felicidad que siente en ello, precisamente porque es absurda. Ante la inminencia de la muerte, piensa que ha sido feliz, que es feliz y que está preparado para empezar a vivir igual otra vez.

A lo largo de sus entrevistas con el juez, el abogado, Marie y el capellán de la prisión, descubriremos la evolución del protagonista que desde la indiferencia llegará a rebelarse contra lo absurdo de la vida y tomará conciencia de su postura en contra de un mundo injusto. Meursault, por primera vez, reflexionará sobre la vida y la muerte y negará la existencia de Dios porque un buen Dios no hubiera creado un mundo tan absurdo en el que reinan la injusticia y la miseria y, en cambio, no hay solidaridad entre los hombres. Rebelándose contra las normas sociales, conseguirá una libertad y una paz que no conocía.

La conclusión es que o se trata de una felicidad sin sentido y sin fundamento, una palabra vacía sin significado o con un significado irónicamente opuesto, Camus en este pasaje pone de manifiesto, a través de Meursault, su propio existencialismo ateo característico afirmando que se puede afrontar felizmente la muerte sin esperanza y sin Dios. Así su ateísmo estaba justificado, la vida no tenía ningún sentido fuera de uno mismo, la confianza en fuerzas externas a él mismo le producía una sensación de caída hacia el abismo de lo incierto.

La búsqueda de la felicidad no se hallaba en esa religión, ni en la confianza en una sociedad cuyos mecanismos y leyes son desconocidos al individuo, la felicidad se encontraba en uno mismo, en la seguridad de la propia existencia, en la conciencia de ser y cuyo fin es el mismo conocimiento del ser. Meursault es declarado culpable, y es ejecutado en nombre de Francia, representando así a todo aquel que intenta salir del molde establecido por una sociedad que no tolera el cambio y que, si éste se da, terminará siendo exterminado igual que el protagonista de la novela o, en la mayoría y mejor de los escenarios, marginado y omitido de participar en nuestra sociedad. Camus plasma en el libro al hombre que es un "extranjero" en su propia sociedad y que no tiene otra opción que tomarlos con completa indiferencia. El libro niega todo convencionalismo social, religioso e incluso ético y expresa el absurdo de tales costumbres las cuales hacen a nuestra sociedad funcionar, pero también alienar a quien no cumple con la mayoría de ellas. La filosofía absurda de Camus implica que los órdenes morales no tienen una base racional o natural. Sin embargo, Camus no se acercó al mundo con indiferencia moral, y él creía que la falta de un significado superior de la vida no necesariamente lo llevaría a la desesperación. Por el contrario, Camus era un humanista persistente. Se destaca por su fe en la dignidad del hombre frente a lo que él veía como un universo frío e indiferente.

Y sin embargo, en esas pocas palabras cortantes y precisas se resume el sentimiento de una época, la que comienza desde la Segunda Guerra Mundial y se extiende hasta nuestros días. Lo irresistible de El extranjero es su pertinaz actualidad, como si el mundo no hubiera cambiado en setenta años. El hombre que expone Camus es el hombre de nuestro tiempo, que carece apenas de momentos señeros, que pasa la existencia sin altibajos, abocado a una muerte que convierte en absurda la propia vida....


Similar Free PDFs