Ensayo del libro El extranjero, de Albert Camus PDF

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Ensayo sobre el libro el extranjero de Albert Camus, sobre la conciencia sensual, la condición amoral y la indiferencia sistemática...

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Hedonismo y doctrina Por: Constanza Muñoz Obregón Hablar de Albert Camus siempre implica leer de constantes interpretaciones que, aunque cada una sea distinta de la otra, nos permite conocer con mayor profundidad el desenvolvimiento de esta obra literaria. El ensayo que se presenta a continuación, tiene como objetivo final interpretar y analizar la conciencia sensual, la condición moral y la indiferencia sistemática de la obra “El extranjero”, del autor Albert Camus. Esto se logrará examinando y estudiando el comportamiento del individuo Meursault, el protagonista. Centrándonos en tres características, ya que cada una juega un papel importante para la comprensión de la historia desde una dimensión en particular. Así, esperando obtener una reflexión apropiada que el texto merece. Primero se hará mención de la indiferencia que posee el personaje principal, después se verá donde el protagonista se sumerge en sus pensamientos eróticos, luego apreciaremos la ausencia de moral que sostiene Meursault, y finalmente se redactará una conclusión de lo visualizado durante todo este ensayo. A medida de que se hace lectura de este libro podemos apreciar que el protagonista, Meursault, posee una personalidad bastante peculiar, que lo hace emocionalmente indiferente, pero que a la vez, siempre piensa en el disfrute y placer sensual. Esto se evidencia cuando Mersault se dirige hacia al asilo para realizar el funeral de su madre, él recuerda que le desagradaba ir a visitar a su madre cuando aún estaba con vida, porque el trayecto que debía hacer duraba 2 horas y le provocaba fatiga mental y física. Además, cuando termina el sepelio,narra que: “y mi alegría cuando el autobús entró en el nido de las luces de Argel y pensé que iba a acostarme y a dormir durante doce horas” (A. Camus, 1942: P. 22). Esto da como certeza que este hombre no puede darse cuenta de la gravedad de la situación actual, por lo que queda siempre inmerso en su propio ser y en nada más, sin contemplar lo que le rodea. Asimismo, al día siguiente del funeral, lleva a cabo un encuentro para ver una película con María Cardona, antigua dactilógrafa de la oficina de nuestro protagonista. Donde él mismo nos relata: “la película era graciosa a ratos y, luego, demasiado tonta. Ella apretaba su pierna contra la mía. Yo le acariciaba los senos. Hacia el fin de la función, la besé, pero mal. Al salir vino a mi casa” (A. Camus, 1942: P. 24). Aquí podemos ver reflejado que esta junta responde solamente al deseo que María causa en Meursault. Él no tiene una relación afectiva con su antigua compañera, no la ama y tampoco pretende iniciar una relación formal y duradera con ella, como se nos menciona más adelante en el libro. Su única intención era la de satisfacer su deseo carnal.

De hecho, en la segunda parte del libro, cuando Meursault va a la cárcel por asesinar a un árabe, el mismo nos cuenta que: “Cuando entré en la cárcel me quitaron el cinturón, los cordones de los zapatos, la corbata y todo lo que llevaba en los bolsillos, especialmente los cigarrillos. Una vez en la celda pedí que me los devolvieran. Pero se me dijo que estaba prohibido. No comprendía porque me privaban de aquello que no hacía mal a nadie” (A. Camus, 1942: P. 76-77). Esto es un clarísimo ejemplo de que solo le importa su disfrute personal y hace caso omiso a todo lo que sucede a su alrededor. Aspecto de su personalidad que se verá enjuiciado más adelante. El amoralismo de este personaje, es decir, la carencia de normas que distinguen el bien del mal. Se evidencia más de una vez a lo largo del texto. Un ejemplo de esta falta de moral puede ser cuando Meursault se encuentra encarcelado, y en ningún momento presenta signos de algún tipo de arrepentimiento o pena respecto a lo que hizo, mucho menos temor del resultado de su juicio final. Finalmente cuando el capellán le hace una visita, el extranjero decide no hablar ni confesarse con él, pues cree que no encontrará ningún tipo de consuelo entablando una conversación con el sacerdote, debido a que no es creyente de ninguna religión. Al final el cura logra convencer a Meursault de entablar una conversación, que dice lo siguiente: “Me hizo notar . “Todos cuantos he conocido en su caso han vuelto a Dios”. Reconocí que estaban en su derecho. Probaba también que tenían tiempo para hacerlo. En cuanto a mí no quería que me ayudaran y precisamente no tenía tiempo para interesarme en lo que no me interesaba” (A. Camus, 1942: P. 115). Esta última caracterización definitivamente y sin ninguna duda, nos muestra a un personaje ajeno a toda ética, inquietud, remordimiento o lástima respecto al asesinato que cometió (acto considerado desagradable moralmente hablando). En este trabajo pudimos observar como se iba desarrollando la particular personalidad de Meursault desde variados criterios, lo que desencadenó diferentes actos, cada uno más absurdo que el anterior. Yo lo pude interpretar más en el sentido en que al protagonista le faltaba expresar sus emociones, Meursault estaba alienado en él mismo, no era frío, no entendía los vínculos, no tenía lenguaje emocional. Y el final deja con un sabor amargo en la boca, ya que no pudimos ver que pasaba con su ejecución, pero sabemos que da igual porque si al protagonista no le inquieta su muerte, ¿por qué a nosotros si? Pienso que el autor debió darnos una respuesta que cerrara completamente el libro. Sin embargo recomendaría altamente esta obra, para que todos puedan tener distintos puntos de vista, unos que vayan mucho más allá de los mencionados en este ensayo, debido a que es un libro filosófico bastante bueno que merece virtuosos análisis....