El hipertiroidismo. Triada epidemiológica; causas, factores de riesgo, signos y síntomas, etc. PDF

Title El hipertiroidismo. Triada epidemiológica; causas, factores de riesgo, signos y síntomas, etc.
Author Emilia Morales
Course Ciencias de la salud
Institution Universidad de Valladolid
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El hipertiroidismo, o tiroides hiperactiva se caracteriza por el
, cuando la glándula produce más hormonas tiroideas de las que nuestro cuerpo necesita. Tiroides es una pequeña glándula con forma de mariposa ubicada en la parte delantera de nuestro cuello. Produce hormonas que controlan cómo


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Nombres de los integrantes: Morales Bautista Emilia Fernanda.

El hipertiroidismo, o tiroides hiperactiva se caracteriza por el aumento de la actividad funcional de la glándula tiroides y el exceso de secreción de hormonas tiroideas, cuando la glándula produce más hormonas tiroideas de las que nuestro cuerpo necesita. Tiroides es una pequeña glándula con forma de mariposa ubicada en la parte delantera de nuestro cuello. Produce hormonas que controlan cómo el cuerpo usa la energía. Estas hormonas afectan a casi todos los órganos de nuestro cuerpo y controlan muchas de las funciones más importantes en este.

Raza: Parece ser ligeramente más frecuente en la raza blanca y en asiáticos (japoneses) ya que tienen una dieta alta en pescados de agua salada los cuales son ricas fuentes de yodo.

Estado socioeconómico No se encontró información que asegurara que el estado socioeconómico determina el desarrollo de este padecimiento. Sin embargo, es bien sabida la calidad de vida a la que las personas con un nivel socioeconómico bajo tienen acceso. Lamentablemente, la salud de calidad es un derecho que se ha convertido en un privilegio al que solo las personas con los suficientes ingresos pueden acceder. Tal vez el nivel socioeconómico no es un factor de riesgo para desarrollar hipertiroides pero sí es un factor de riesgo en cuanto a mortalidad por las consecuencias de NO TRATAR ESTE PADECIMIENTO COMO ES DEBIDO. Ya que si la hipertiroides no es tratada esta puede tener consecuencias mortales como: Latido cardíaco irregular que puede provocar coágulos de sangre, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y otros problemas cardíacos. Oftalmopatía de Graves: Una enfermedad del ojo que puede causar visión doble, sensibilidad a la luz y dolor ocular. En casos raros, puede llevar a una pérdida de la visión Adelgazamiento de los huesos y osteoporosis. Problemas de fertilidad en mujeres. Complicaciones en el embarazo como parto prematuro, bajo peso al nacer, presión arterial alta en el embarazo y pérdida del embarazo. Género: En general las enfermedades tiroideas son más frecuentes en mujeres que en hombres. 2015: Unos 3 millones de personas en el mundo padecen problemas de tiroides actualmente, según datos de la Federación Internacional de Tiroides (TFI) quien asegura que las mujeres son ocho veces más propensas que los hombres de padecer este tipo de enfermedades. “Es 8 a 10 veces más frecuente en la mujer, con una media de edad de 60 años, aunque puede aparecer en cualquier sexo

y edad”, nos explica el endocrinólogo Martín López de la Torre durante un acto organizado por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). ¿Por qué? La enfermedad tiroidea se caracteriza por un predominio en la mujer que ha sido explicado por las variaciones hormonales y alteraciones en la autoinmunidad durante las diferentes etapas de la vida. Es característico de la mujer presentar variaciones hormonales en las concentraciones de estrógenos durante toda su vida y que éstas la hacen más susceptible a modificaciones en su respuesta inmunológica; además existe un contribuyente de vulnerabilidad genética a patología tiroidea. Por lo anterior, además de la tendencia familiar, la función tiroidea debe incrementar su funcionamiento en etapas como la pubertad, ciclo menstrual, el embarazo, el puerperio y la menopausia.

Estilo de vida Creo que el estilo de vida de una persona es indispensable para lograr una salud decente. Los estímulos externos y lo que ingerimos son cosas cruciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo y para la prevención del desarrollo de cualquier enfermedad o trastorno. Y efectivamente, nuestro estilo de vida tiene mucho que ver con el estado de todo nuestro sistema endocrino y por consecuencia con nuestra glándula tiroides. La alimentación es clave para lograr una salud buena. Hay alimentos que es mejor no consumir frecuentemente como el azúcar. Esto se debe a que el azúcar distorsiona las hormonas ya que, al ingerirlo, algunas de las glándulas se fuerzan a trabajar de más para compensar los efectos del azúcar en el cuerpo. Aunque también el exceso de elementos que sí necesitamos es un factor de riesgo como el exceso de yodo, derivado principalmente del abuso de alimentos que lo contienen, puede aumentar la actividad de la

Hablando de salud mental, el sistema nervioso y el endocrino no actúan de forma autónoma, sino que están estrechamente relacionados; ambos constituyen un sistema psiconeuroendocrino, capaz de integrar y coordinar las funciones metabólicas del organismo. El no saber cómo controlar nuestras emociones y no tener herramientas para cuidar de nuestra salud mental es otro factor a tener en cuenta cuando de factores de riesgo del hipertiroidismo se habla. Un ejemplo muy importante es el estrés: El estrés es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción, situación que es desencadenada por un estímulo percibido como nocivo para nuestro organismo, denominado estresor.

¿Y esto cómo podría afectar la glándula y provocar hipertiroides? El estrés solo alterará nuestra glándula tiroides en caso de que este sea crónico, es decir, cuando pasamos por esas épocas donde a lo largo de 3 meses o un año arrastramos un mismo estado de nerviosismo, de inquietud, de angustia vital y psicológica. Cuando esto ocurre, el estrés lo que hace en primer lugar es estimular el hipotálamo y la hipófisis. Estas dos estructuras cerebrales estimulan las glándulas suprarrenales. Lo que ocurre después es que nuestro sistema inmunitario no solo se debilita, sino que se altera. Aparecen las citoquinas y los procesos inflamatorios. Es decir, nuestro propio sistema de defensa nos ataca porque percibe que hay una amenaza, pero no sabe de dónde proviene y reacciona del peor modo: agrede al propio organismo. Además, que hay una relación entre los niveles de cortisol y la TSH (tirotropina u hormona estimulante de la tiroides). Al final se produce una alteración en la hormona tirodidea y lo más común es que la persona acabe desarrollando la enfermedad de Graves Basedow. En los fumadores, es posible que algunas de las sustancias tóxicas del tabaco puedan aumentar la síntesis de las hormonas tiroideas, o que las alteraciones que produce el tabaco en el sistema inmune pueda favorecer el desarrollo de las enfermedades tiroideas. El tiocianato presente en los cigarrillos perjudica a la glándula tiroides, pero son necesarios estudios moleculares para poder explicar este fenómeno. Los fumadores, por lo tanto, tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades auto inmunitarias de la glándula tiroides, y puede aumentar los síntomas de la enfermedad tiroidea. La falta de actividad física/sedentarismo nos puede llevar a desarrollar enfermedades cardiometabólicas que a su vez son factores de riesgo para alterar nuestra glándula tiroidea y desarrollar ya sea hiper/hipo tiroidismo.

Nivel de inmunidad El nivel de inmunidad es de suma importancia para evitar cualquier infección/enfermedad/padecimiento. Aunque algunas enfermedades sean mayormente hereditarias/genéticas o difíciles de padecer cuando no se tienen antecedentes familiares, es importante saber que el no cuidar nuestro organismo es deteriorarlo y no permitirle hacer bien su trabajo. Debemos tener en cuenta el daño que podemos ocasionar a nuestros sistemas y órganos, quienes son los encargados de permitirnos vivir y el sistema inmune no es la excepción. Y ya que es el encargado de defendernos, depende de cuánto lo cuides la efectividad con la que trabaja. Incluso, aunque tengas antecedentes genéticos, los niveles de inmunidad en tu organismo determinan qué tanta probabilidad tienes de desarrollar este padecimiento. No es imposible salvarte de enfermedades genéticas y el estado de nuestros sistemas como el inmunológico facilitan o dificultan el llegar a padecerlas. Aunque, el hipertiroidismo también puede ser consecuencia de una enfermedad auto inmunitaria: La enfermedad de Graves es un trastorno del sistema inmunitario que da lugar a la sobreproducción de hormonas tiroideas (hipertiroidismo). Si bien una serie de trastornos puede dar lugar al hipertiroidismo, la enfermedad de Graves es una causa frecuente. El sistema inmunitario produce un anticuerpo contra una parte de las células en la glándula que produce hormonas ubicada en el cuello de (glándula tiroides). En condiciones normales, la función de la tiroides es regulada por una hormona liberada por una pequeña glándula en la base del cerebro (la glándula pituitaria). El anticuerpo asociado con la enfermedad de Graves (anticuerpo contra el receptor de tirotropina) actúa como la hormona reguladora de la hipófisis. Esto significa que el anticuerpo contra el receptor de tirotropina anula la regulación normal de la tiroides, y genera una producción excesiva de hormonas tiroideas. Esto quiere decir que, aunque es importante mantener nuestros sistemas sanos y fuertes, incluso el que se supone que debe protegernos puede atacarnos y provocar ciertos padecimientos como el hipertiroidismo.

Edad El hipertiroidismo puede presentarse a cualquier edad, sin embargo, el riesgo de padecerla aumenta con el paso del tiempo, especialmente después de los 60 años. La asociación americana de la tiroides sugiere que todos los adultos (especialmente mujeres) sobre la edad de 35 años tengan un análisis de sangre rutinario para verificar su función de la tiroides cada 5 años. Esto puede deberse a que con el paso de los años se pueden modificar los sistemas de control, algunas veces los órganos son menos sensibles a las hormonas o la cantidad de hormonas producidas puede variar, para abajo o hacia arriba, la actividad endocrina suele decaer con la edad porque los receptores hormonales se vuelven menos

Genética Partes de nuestro sistema endocrino pueden ser afectadas por los genes. éstos son unidades de información hereditaria, pasada de padres a hijos. Los genes contienen las instrucciones para la producción de proteínas, que son algunos de los componentes esenciales del cuerpo. Los genes están en los cromosomas, cuya cantidad normal es 46 (23 pares). A veces hay cromosomas adicionales, ausentes, alterados o deteriorados que pueden causar enfermedades que afecten la producción y función hormonal. El tener un historial familiar de enfermedad de Graves (la más frecuente), tiroiditis (Cuando la glándula tiroides está inflamada aumenta su actividad y segrega una mayor cantidad de hormona), tumores benignos(no cancerosos) de la hipófisis o de la glándula tiroidea, etc. Aumenta las probabilidades de padecer hipertiroidismo.

Biológicos También puede suceder que la actividad de la tiroides no cause el problema, sino que sean otros agentes, como virus o anticuerpos, los implicados en el aumento de hormonas tiroideas circulantes en sangre. Por ejemplo: La tiroiditis subaguda es una enfermedad inflamatoria aguda de la tiroides de probable etiología viral. Sus síntomas incluyen fiebre y dolor en la tiroides. Con frecuencia, el paciente desarrolla hipertiroidismo en el período inicial, que a veces es seguido por uno de hipotiroidismo transitorio. Suele aparecer después de una infección vírica y comienza con lo que muchos refieren como un dolor de garganta, pero que en realidad se trata de un dolor en el cuello, localizado en la glándula tiroidea Así se ha podido demostrar gracias a cultivos virales en tejidos tiroideos afectados, encontrando entre ellos: adenovirus, coxsackievirus, herpesvirus como el virus del Epstein-Barr, el virus de la gripe, del resfriado común o de las paperas, como los más relacionados con esta enfermedad. Patogenecidad, inmunidad y viralidad: ADENOVIRUS: Son capaces de producir infecciones líticas, latentes y transformadoras (en los hámsteres, pero no en el humano). El virus infecta de forma lítica las células mucoepiteliales del tracto respiratorio, tracto gastrointestinal y conjuntiva o córnea. Y dependiendo del serotipo infectante, puede causar otras enfermedades como gastroenteritis, conjuntivitis, cistitis, hepatitis y exantema. Muy contagiosos. COXSACKIEVIRUS: Está asociado con muchas enfermedades; faringitis vesicular, caracterizada por un inicio abrupto de fiebre, dolor de garganta, anoxia, disfagia, vómito y pequeñas lesiones vesiculares discretas en la región oral, es más frecuente en niños y usualmente el padecimiento se limita por sí mismo; La estomatitis vesicular difiere de la faringitis vesicular por lesiones más difusas en la región oral; la faringitis linfonodular aguda se caracteriza por lesiones firmes y levantadas. Los virus del grupo A, se asocian con la meningitis aséptica, resfriados, conjuntivitis hemorrágicas agudas y miocardiopatías agudas; los virus del grupo B se asocian con miocarditis aguda y una parálisis parecida a la de la polio. Muy contagiosa. EPSTEIN-BARR: El EBV se transmite por la saliva. El virus infecta al epitelio de la bucofaringe y de las glándulas salivales y se elimina desde estas células.

No biológicos: Tirotoxicosis facticia: Cada día más frecuente, está provocada por la ingesta abusiva de la hormona tiroidea sin indicación médica, a menudo con fines estéticos o por indicación médica en algunos procesos que lo requieren, como evitar la reaparición de un tumor tiroideo tras su tratamiento quirúrgico. Tras radioterapia externa o terapia con radioyodo. Palpación: puede ocurrir después exploración física del tiroides o manipulación quirúrgica del cuello.

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Medio ambiente Es conocido que existen otros factores que pudieran están influyendo en la aparición de estas enfermedades tiroideas, como es el caso de los volcanes, los que producen contaminación ambiental al eliminar gran cantidad de sustancias tóxicas al ambiente, entre las que se encuentran: dióxido de carbono, azufre, hidrógeno, nitrógeno, ácido clorhídrico, ácido sulfhídrico, hidrocarburos, metano, cloruros, oxido de silicio, mercurio, aluminio, cadmio, radón 222, bromo, etc., que pueden formar parte del agua de vertientes y durante la potabilización formar trihalometanos que son compuestos cancerígenos y pueden desarrollar cáncer de tiroides, entre otros. El contagiarnos de algún virus de los ya mencionados al estar entre aglomeraciones de gente y que posteriormente resulte en un hipertiroidismo. Existe una hipótesis en los últimos años acerca de los contaminantes ambientales, los plásticos, etc. Como causantes del aumento de enfermedades. Los compuestos tóxicos interfieren en la función tiroidea o en los niveles de hormonas circulantes, las enzimas encargadas de transformar la hormona T4 en T3 estan demasiado ocupadas metabolizando contaminantes, limpiando, y no se ocupan de su función.

Prevención primaria: Aunque la principal enfermedad que causa de este padecimiento (La enfermedad de Graves) se presenta mayormente por causas genéticas, las promociones de varios hábitos saludables pueden ayudar a tener menor riesgo de que se desarrolle. Algunos hábitos como: -Hacer actividad física. -No consumir mucho yodo. Tener una buena alimentación en general. (Comer comida real, sobretodo plantas y no demasiado). -Investigar sobre el estrés y aprender cómo controlarlo. -No consumir tabaco. -No consumir azúcar refinada (o consumir muy poca). -Hacerse análisis de sangre rutinarios a partir de los 35 años. -«La mejor prevención es evitar al máximo posible la exposición a los EDCs en nuestra vida cotidiana. Gestos sencillos como sustituir los recipientes plásticos por recipientes de cristal para nuestros alimentos o bebidas, fijarnos en las etiquetas de los cosméticos o productos de limpieza que usamos y optar por productos más naturales, utilizar materiales naturales para nuestras casas etc. tendrán un impacto positivo en la salud de la población en general y en particular en la de las mujeres»

Prevención secundaria: SIGNOS: Uno de los signos más distintivos del hipertiroidismo es el bocio, y es una ampliación visible de la tiroides, en el frente más inferior del cuello. Una glándula tiroides hiperactiva acelera la actividad de la mayoría de los órganos, produciendo los signos que se pueden leer por todos:         

Tensión arterial alta. Alto ritmo cardíaco. Hinchamiento alrededor de los ojos. Myxedema pretibial, que produce un espesamiento y una rojez sobre la tibia, especialmente en enfermedad de los sepulcros. Temblor de las manos. Piel húmeda y caliente. Pelo fino y frágil. Puede estar presente la dermopatía caracterizada por mixedema pretibial o en otras localizaciones, eritema nudoso y acropaquia. Reflejos hiperactivos.

SÍNTOMAS:            

Intolerancia al calor. Palpitaciones. Nerviosismo. Insomnio. Irritabilidad. Hiperquinesia. Fatigabilidad fácil. Polifagia. Pérdida de peso. Hiperdefecación y/o diarreas. Cambios de humor. Trastornos menstruales, en el caso de las mujeres.

Diagnostico: El diagnóstico del hipertiroidismo se realiza en 3 pasos: el reconocimiento de los signos y síntomas de la enfermedad, la confirmación bioquímica mediante analítica y la determinación de su etiología. Las posibles alteraciones de la glándula tiroides no son fáciles de detectar, ya que sus síntomas se pueden confundir con los de otras afecciones y enfermedades, especialmente con los del estrés, el cansancio, o situaciones en los que haya carencia de alguna sustancia o componente necesarios para el organismo. El especialista realizará un examen físico para detectar los síntomas visibles, como un tamaño anormal de la glándula tiroides, temblor en las manos, inflamación y picor alrededor de los ojos o el aumento de la frecuencia cardiaca. Un análisis de sangre servirá para medir los niveles de las hormonas que intervienen en los procesos metabólicos del organismo, así como los niveles de glucosa y de yodo. Se medirá la cantidad de hormonas tiroideas- tiroxina (T4) y triyodotironina (T3)- y la hormona estimulante de la tiroides (TSH o tirotropina). También se valorarán los niveles de la inmunoglobulina estimulante de la tiroides (anticuerpos TSI). El hipertiroidismo por enfermedad de Graves-Basedow se confirmará cuando las hormonas tiroideas T4 y/o T3 estén altas, acompañado de TSH baja y anticuerpos TSI elevados. En un paciente con bocio simétrico, oftalmopatía reciente e hipertirodismo, es muy probable el diagnóstico de enfermedad de Graves y se puede iniciar el tratamiento sin necesidad de otras pruebas complementarias. Cuando el diagnóstico etiológico no es tan aparente, se puede ampliar el estudio con la determinación de anticuerpos antitiroideos, gammagrafía tiroidea con el objetivo de comprobar si toda la glándula está hiperactiva, lo que permite diferenciar si se trata de la Enfermedad de Graves o de otras otras patologías como bocio nodular tóxico o tiroiditis. También una ecografía Doppler. Prueba de captación de yodo radioactivo: Para este examen, debes tomar una pequeña dosis oral de yodo radiactivo para ver cuánto se acumulará en la glándula tiroides. Se controlará luego de cuatro, seis o 24 horas, y a veces luego de tres periodos para determinar cuánto yodo absorbió la glándula tiroides.

Una gran absorción de yodo indica que la glándula tiroides está produciendo demasiada tiroxina. Las causas más probables son la enfermedad de Graves o nódulos tiroideos hiperactivos. Si padeces hipertiroidismo y la absorción de yodo es baja, indica que la tiroxina almacenada en la glándula se libera en el torrente sanguíneo, lo cual puede indicar que tienes tiroiditis. Prevención terciaria Existen varios tratamientos para el hipertiroidismo. El mejor enfoque depende de la edad del paciente, la condición física, la causa de base del hipertiroidismo, preferencias personales y la gravedad de la afección. Los posibles tratamientos incluyen los siguientes: RECUPERACIÓN: Yodo radioactivo. Si se consume por vía oral, el yodo radioactivo se absorbe en la glándula tiroides, donde genera una reducción de la glándula y hace que desaparezcan los síntomas. Los síntomas generalmente desaparecen en varios meses. El exceso de yodo radiactivo desaparece del cuerpo en semanas o meses. Este tratamiento puede hacer que la actividad de la tiroides baje lo suficiente como ...


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