El metodo catartico - El método catártico de Freud PDF

Title El metodo catartico - El método catártico de Freud
Author Jair Reyes
Course Psicología
Institution Universidad Autónoma de Nuevo León
Pages 6
File Size 92.8 KB
File Type PDF
Total Downloads 10
Total Views 124

Summary

El método catártico de Freud...


Description

Abandono de la sugestión En mi escrito “el método psicoanalítico de Freud” de 1903-1904 quisiera mencionar que el psicoanálisis proviene del método catártico que empezó en mi colaboración con Josef Breuer en estudios sobre la histeria, este método se fue empleando cuando me hice cargo del caso de una enferma histérica en donde lo emplee y obtuve una intelección sobre la patogénesis de sus síntomas y debido a esto empecé a poner a prueba en un mayor numero de enfermos. Este procedimiento catártico tenía como condición que el paciente fuese susceptible de hipnosis y se basaba en la ampliación de la conciencia que sobreviene en este estado. Mi meta con este procedimiento era que los pacientes eliminaran los síntomas patógenos y esta meta se alcanzaba haciendo retroceder al paciente hasta el estado psíquico en que el síntoma se había presentado por primera vez; y pude notar que emergían en el enfermo hipnotizado recuerdos, pensamientos e impulsos que estaban ausentes en la conciencia, cuando pasaba esto el paciente comunicaba estos procesos anímicos que devenían de la conciencia: y con esto el síntoma era superado y no retornaba más. Pero tras el empleo de este método distintos autores fueron descubriendo que el síntoma reemplazaba los procesos psíquicos sofocados que no llegaban hasta la conciencia, en si una conversión de estos procesos. Con esto se pudo descubrir que los síntomas no participaban en una impresión traumática única, sino que casi siempre era una serie de ellas lo cual era difícil abarcar. Entonces con todos estos descubrimientos pude llegar a la conclusión de que no se trasfiere este método a una eficacia terapéutica; a una prohibición impartida por el médico mediante la sugestión, en si este método esperaba que los síntomas de desaparecieran por si mismos.

Objetivo del tratamiento La tarea que el método psicoanalítico que propongo (1904 1903 ) es suprimir las amnesias, ya que, si se han llenado todas las lagunas del recuerdo y esclarecido todos los enigmáticos efectos de la vida psíquica, se ha imposibilitado la prosecución de la enfermedad, y aun su neoformación. Sin embargo, no se debe olvidar que también es necesario deshacerse todas las represiones. Entonces podríamos mencionar que se trata de volver asequible lo inconsciente a la conciencia, lo cual se logra venciendo las resistencias.

Consejos al médico “Me atrevo a dar los siguientes consejos al médico:” 1. Guardar en la memoria los nombres, fechas, detalles del recuerdo,

ocurrencias y producciones patológicas que se presentan durante la cura, y no confundirlos con un material parecido al de otros pacientes. El fijarse en todo por igual es el correspondiente necesario de lo que se exige al analizado, a saber: que refiera todo cuanto se le ocurra, sin crítica ni selección previas. La regla, para el medico, se puede formular así: «Uno debe escuchar y no hacer caso de si se fija en algo

2. No puedo recomendar que en el curso de las sesiones con el analizado se

tomen notas algo extensas, se redacten protocolos, etc.

3. Tomar notas durante la sesión con el paciente se podría justificar por el

designio de convertir al caso tratado en tema de una publicación científica

4. Mientras el tratamiento de un caso no esté cerrado, no es bueno hacerlo

científicamente. La conducta correcta que debemos tener consistirá en pasar de una actitud psíquica a la otra al compás de sus necesidades; en no especular mientras analiza, y en someter el material adquirido al trabajo sintético del pensar sólo después de concluido el análisis.

5. Considero que para el psicoanalista, en las circunstancias que se están

dando en mis tiempo, hay una tendencia afectiva peligrosísima: la ambición de obtener, con su nuevo y tan atacado instrumento, un logro convincente para los demás. De sitúa él mismo en una disposición de ánimo desfavorable para el trabajo, se expone indefenso a ciertas resistencias del paciente. Aquella frialdad de sentimiento que cabe exigir del analista se justifica porque crea para ambas parles las condiciones más ventajosas: para el médico, el muy deseable cuidado de su propia vida afectiva; para el enfermo, el máximo grado de socorro que hoy nos es posible prestarle.

6. Estas reglas pretenden crear el correspondiente, para el médico, de la

«regla analítica fundamental» instituida para el analizado. Así como este debe comunicar todo cuanto atrape en su observación de sí atajando las objeciones lógicas y afectivas que querrían moverlo a seleccionar, de igual modo el médico debe ponerse en estado de valorizar para los fines de la interpretación, del discernimiento de lo inconciente escondido, todo cuanto se le comunique, debe volver hacia el inconciente emisor del enfermo su propio inconciente como órgano receptor, acomodarse al analizado como el auricular del teléfono se acomoda al micrófono.

7. otras reglas que implican dar el paso desde la actitud del médico hacia el

tratamiento del analizado. Es por cieno tentador para el psicoanalista joven y entu- siasta poner en juego mucho de su propia individualidad en el trato psicoanalítico. La experiencia no confirma la bondad de esa técnica afectiva. El médico no debe ser trasparente para el analizado. Por lo demás, en la práctica es inobjetable que un psicoterapeuta contamine un tramo de análisis con una porción de influjo sugestivo a fin de alcanzar resultados visibles en tiempo más breve

8. Otra tentación surge de la actividad pedagógica que al médico le cabe en el

tratamiento psicoanalítico, sin que sea su proposito. A raíz de la solución de inhi- biciones del desarrollo, se comprende que el médico quede habilitado para indicar nuevas metas a las aspiraciones liberadas, el médico debería contenerse y tomar como rasero menos sus propios deseos que la aptitud del analizado. es preciso ser sobre todo tolerante con las debilidades del enfermo, darse por contento si, ha recuperado un poco de la capacidad de producir y de gozar.

9. Es incorrecto dictar al analizado unos deberes: recopilar sus recuer- dos,

reflexionar sobre cierta época de su vida, etc. Es que él tiene que aprender sobre todo. que ni en virtud de una actividad mental como la reflexión, ni de un esfuerzo de atención y de vo- luntad, se resolverán los enigmas de la neurosis, sino sólo por la paciente obediencia a la regla psicoanalítica que orde- na desconectar la crítica a lo inconciente y sus retoDos.

Dispositivo analítico El tratamiento se debe comenzar exceptuando la regla fundamental de la técnica psicoanalítica, es decir, la asociación libre. En la cual, se le menciona que debe expresar sin discriminación todos los pensamientos que vienen a la mente a partir de un elemento dado o de forma espontánea. Con ello va de la mano la actitud mental del analista, las cual, es la disposición a trabajar con el paciente manteniendo una neutralidad ( es decir, no debe dirigir la cura en función de un ideal cualquiera y además se debe abstener de todo consejo), por ende, consiste en explorar sus procesos mentales inconscientes y hacérselos comprender y manteniendo una atención (parejamente) flotante, la cual, hace referencia a que el analista debe escuchar al analizado sin conceder un privilegio a ningún elemento del discurso, lo cual, quiere decir que el analista deje funcionar lo más libremente posible su propia actividad inconsciente y suspendan las motivaciones que habitualmente dirigen la atención.

Otro elemento importante en el dispositivo analítico es la relación analítica transferencial, pues, las interpretaciones respecto al significado de las ocurrencias del analizado solo deben mencionarse una vez que se haya establecido en el paciente una trasferencia operativa, un rapport en regla. Ya que, la primera meta del tratamiento sigue siendo allegarlo a este y a la persona del médico y si se le testimonia un serio interés, se pone cuidado en eliminar las resistencias que afloran al comienzo y se evitan ciertos yerros, el paciente por sí solo produce ese allegamiento y enhebra al médico en una de los imagos de aquellas personas de quienes estuvo acostumbrado a recibir amor.

Transferencia Debido a todo esto el método catártico renuncio a la sugestión, ya no estaba ligado a una hipnosis. Y debido a esto empecé a emplear el uso del diván en donde los pacientes podían sentirse cómodos, de espalda y yo detrás en una silla, no les pido que cierren los ojos y evito el contacto y cualquier otro procedimiento que pudiera recordar a la hipnosis. Y esto también es fundamental pues no muchas personas eran aptas para ser hipnotizadas, incluyendo las personas neuróticas. Después de esto me di cuenta que había una forma para reemplazar esto y era a base de los pensamientos involuntarios, sentidos casi siempre como perturbadores y desde ahí empecé a recomendarle a los pacientes que dijeran todo lo que pasara por sus cabezas aunque no pareciera importante o que no viniera al caso; en si pedí que no excluyeran la comunicación de un pensamiento u ocurrencia y desde este método que denomine asociación libre en los enfermos empezaron a relucir lagunas de sus recuerdos en donde había confusiones de tiempos, de hechos reales, o desarticulan los nexos causales que resultan efectos

incomprensibles. Pude llegar a la conclusión de que a la hipnosis debe reprochársele que oculta la resistencia e impide al medico penetrar el juego de las fuerzas psíquicas. Ahora bien abordare uno de los pilares del método psicoanalítico el cual es la transferencia, conocida por muchos como un concepto, para designar el dispositivo, que se organizó en la situación analítica y que permite la asociación libre en el análisis propiamente dicho, seDalando que no se provoca sino que tiene lugar y es lo que permite la interpretación, pero no siempre fue conocida así y de hecho en el proceso de la construcción del método psicoanalítico no siempre estuvo, pasaba el aDo de 1905 cuando suscitaba el caso Dora, del cual no daré muchos detalles, pero si mencionaré que una de sus peculiaridades, fue esta incapacidad para mantener un análisis, es decir, no concluyo un análisis pero dio pauta a pensar que en el análisis sucedía algo más y que aunque no dependía de nosotros completamente el paciente tomaría una postura que ya venía formada antes de conocernos y que así mismo en el proceso terapéutico seria posicionada como la transferencia en cualquiera de sus dos facetas ya sea positiva o negativa, y como esta podría convertirse a sí mismo en un pilar de la cura, o por el contrario en una resistencia que la evita, en algunos de mis textos dejo en claro que la transferencia no debe ser tocada a menos que esta se convierta en resistencia, como mencione anteriormente la transferencia hace que el paciente deposite en nosotros como analista un conjunto de sentimientos los cuales sin duda le ayudaran a elaborar y repetir lo que el ya ha estado viviendo o en otras palabras le ayudara a realizar una relaboración que le ayudara a sanar y ser una persona con la capacidad de amar y trabajar. Esa transferencia negativa se presenta en muchas formas y en ocasiones en formas muy engaDosas, puede ser halagos que el paciente hace hacia la labor del analista, regalos, etc… , pero sin duda alguna por mas buenos o inofensivos que parezcan desde un punto de vista popular, deben ser analizados ya que desde la teoría se podría estar hablando de maneras de interrumpir o desviar el tratamiento, sin duda alguna es importante que el analista tenga presente el principio de abstinencia y neutralidad y tener en cuenta que estos intentos no son dirigidos hacia él de y por ninguna forma, ya que de ser así el Yo del analista estaría entrando en el análisis donde solo hay lugar para un Yo y ese es del paciente.

El encuadre (No plantea como tal un encuadre, pero si habla respecto al dinero, horarios, honorarios y el uso del diván)

En el capítulo de “Sobre la iniciación al tratamiento” escrita en el aDo de 1913; refiero como puntos importantes para el comienzo de la cura analítica son las estipulaciones sobre tiempo y dinero. Primeramente, con relación al tiempo, obedezco estrictamente al principio de contratar una determinada hora de sesión, donde a cada paciente se le asigne cierta hora, la cual será suya y estará destinada a él aunque no la utilice. Se trabaja con los pacientes de manera cotidiana con excepción del domingo y los días festivos. En caso de que se pregunte respecto al tiempo de duración del tratamiento se le deberá revelar que “el psicoanálisis requiere siempre lapsos más prolongados, medio aDo o uno entero”, ya que, unas alteraciones anímicas profundas sólo se consuman con lentitud; ello sin duda se debe, en última instancia, a la «atemporalidad» de nuestros procesos inconscientes. Otro punto que se debe decidir al comienzo de una cura es el dinero, los honorarios del médico, pues, el dinero ha de considerarse en primer término como un medio de sustento y de obtención de poder. Se han de tratar las relaciones monetarias ante el paciente con la misma natural sinceridad en que pretende educarlo para los asuntos de la vida sexual. Por otra parte, es sabio del ser humano no dejar que se acumulen grandes sumas, sino cobrar en plazos regulares breves. Además, el psicoanalista, tiene derecho a adoptar la posición del cirujano, que es sincero y cobra caro porque dispone de tratamientos capaces de remediar. Por las mismas razones tendrá derecho a negar asistencia gratuita. Además, mantengo el consejo de hacer que el enfermo se acueste sobre un diván mientras uno se sienta detrás, de modo que él no lo vea. Que tiene el propósito y el resultado de prevenir la inadvertida contaminación de la trasferencia con las ocurrencias del paciente, aislar la trasferencia y permitir que en su momento se la destaque nítidamente circunscrita como resistencia. Y, además, la regla de la abstinencia, es el principio, por el cual, la cura analítica debe ser dirigida de tal forma que el paciente encuentre el mínimo posible de satisfacciones sustitutivas de su síntoma y para el analista implica la norma de no satisfacer las demandas del paciente ni desempeDar los papeles que este tiende a imponerle y la reserva analítica....


Similar Free PDFs