El sentido de la existencia humana PDF

Title El sentido de la existencia humana
Author Míriam Martínez de Estarrona
Course Filosofía
Institution Universidad de Málaga
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TEMA 7: EL SENTIDO DE LA EXISTENCIA HUMANA 1.EL SER HUMANO EN LA ANTIGÜEDAD 1.1. SÓCRATES Fue el primero en centrar su reflexión en el propio ser humano. Para Sócrates, el único universo que merece atención es el humano. Sócrates hace suya la frase: . Al conocernos a nosotros mismos, descubrimos lo humano que hay en nuestro interior y podemos conocer al ser humano en general. Para Sócrates, el método de investigación se debe basar en el diálogo filosófico o mayéutica. Él no transmitía a sus discípulos un saber cerrado, sino que se limitaba a hacerles preguntas para que descubrieran el saber por ellos mismos. Los ayudaba con preguntas a un saber auténtico. Sócrates centro de atención de la filosofía en el ser humano. Por un lado, nos mostró que la verdad se encuentra en nuestro interior y nos enseñó a buscarla mediante preguntas.

1.2. PLATÓN Para Platón, los seres humanos somos un compuesto de alma y cuerpo. El alma tiene naturaleza racional y es inmortal; el cuerpo es material y mortal. El alma humana vive atrapada en el cuerpo y su función principal es controlar las pasiones y tratar de purificarse. Platón considera que el alma humana está dividida en tres partes: la razón, el ánimo y el apetito. Razón Ánimo Apetito

Es la encargada del conocimiento y del gobierno de las otras dos partes. Es inmortal y reside en la cabeza. Es la fuente de las pasiones nobles. Puede llegar a ser aliada de la razón. Es mortal. Es fuente de pasiones innobles. Debe ser controlado por la razón. Es mortal.

1.3. ARISTÓTELES Para Aristóteles, el ser humano es un ser natural y está sometido a cambios que se orientan hacia la perfección de su naturaleza. Las características principales de la esencia humana son dos: la racionalidad y la sociabilidad. • •

Como ser racional, el hombre tiende hacia el conocimiento de la realidad y hacia la contemplación de la verdad. Como ser social, el hombre necesita convivir con otros seres de su misma especie en una comunidad organizada y estructurada, pues no es posible ser verdaderamente humano si no se vive en sociedad.

Aristóteles acepto la distinción platónica entre una parte material y otra inmaterial en el ser humano, pero rechazó la idea de que existían por separado. El alma es aquello que da forma a la materia de la que está hecho el cuerpo, que es informe e inerte. Esta concepción del alma implica su mortalidad: si el alma es el principio vital, lo que da vida al cuerpo, la muerte del ser humano implica la muerte del alma.

2.LA ANTROPOLOGÍA DURANTE LA EDAD MEDIA 2.1. AGUSTÍN DE HIPONA El pensamiento filosófico de san Agustín es una reflexión sobre el ser humano. En cierto sentido, se lo puede considerar como el precedente más directo de la antropología filosófica actual. Su propuesta parte de planteamientos similares a los de Sócrates: es necesario comprender al ser humano desde su interioridad, pero con un objetivo distinto que se basa en comprender primero la Creación para poder acercarse al creador. En su obra Confesiones habla de un ser humano desgarrado por un combate interno entre la voluntad que se resiste a la fe y desea disfrutar de los placeres mundanos y, por otra parte, esta deseosa de comprender a Dios para poder creer. La filosofía griega desconoce por completo este conflicto de la propia voluntad provocado por el sentimiento religioso. En cuanto a la concepción general del ser humano, san Agustín coincide con Platón en que el alma se sirve temporalmente de un cuerpo. Sin embargo, la noción del alma y la del cuerpo adquieren nuevos significados debido a la influencia de la doctrina de la Creación y la Resurrección. El alma es una imagen de la Trinidad Divina. Dios es una única naturaleza y tres personas. Del mismo modo, el alma humana es una, pero tiene tres facultades: memoria, entendimiento y voluntad. El cuerpo también es obra de Dios. Además, la inmortalidad que promete la salvación cristiana no es solo del alma, puesto que para los cristianos, Jesús resucita también en cuerpo.

2.2. TOMÁS DE AQUINO En pleno apogeo de la filosofía medieval, Tomás de Aquino regresó a la reflexión exclusivamente teórica sobre el ser humano. Su atención se centró en descubrir la esencia humana sin abandonar los presupuestos de la filosofía cristiana. Para este pensador, conocer al ser humano solo es posible desde la comprensión de su relación con el creador. Dios es el ser cuya esencia coincide con su existencia y, por lo tanto, es un ser necesario. Las criaturas, incluido el ser humano, participan de la esencia divina, pues la Creación es el acto por el que Dios otorga su esencia a todo lo que crea. Los seres creados nos son necesarios puesto que su existencia es distinta de su esencia; es decir, pueden existir y también pueden no existir: son contingentes. Dios es el ser simple y perfecto, y las criaturas se colocan por debajo de él. Sin embargo, entre estas podemos establecer un orden jerárquico, en función de la medida en la que participan de la perfección divina. En primer lugar, se encuentran los ángeles, que son criaturas incorpóreas. Luego, encontramos a los seres humanos, compuestos de cuerpo y alma. Finalmente aparecen todos los seres naturales corpóreos. El ser humano se ubica en la cúspide jerárquica e las criaturas terrestres, pero por debajo de las criaturas celestes. Es el vínculo que conecta lo celeste y lo terrestre, lo divino y lo mortal. Según Tomás de aquino, la naturaleza humana se compone de cuerpo y alma. El cuerpo es material y mortal, y el alma espiritual e inmortal. El alma da vida al cuerpo, aunque no necesita de este porque sigue existiendo cuando el muere, percibe sensaciones y forma sus ideas mediante la experiencia procedente de los sentidos.

La composición de cuerpo y alma le sirve a Tomás de Aquino para explicar la existencia de la libertad en el obrar humano. El alma cuenta con dos facultades principales: la inteligencia y la voluntad. Por la primera, aprende los objetos que la rodean. La segunda persigue el bien. Así, en cuanto al intelecto capta la presencia del bien de un objeto, la voluntad orienta la acción humana para alcanzarlo y hacerlo suyo

3.EL SER HUMANO EN LA MODERNIDAD Durante el renacimiento se produjo un cambio radical en el enfoque y el ser humano sin más se tornó en protagonista absoluto de la reflexión filosofía. El Renacimiento supuso el final del sometimiento del hombre a una instancia superior, ya sea social o divina. La primera de las tres humillaciones a las que se vio sometida la humanidad generó una especie de reacción de orgullo en defensa de la dignidad humana.

3.1. EL HUMANISMO RENANCENTISTA El humanismo fue un movimiento cultural característico del Renacimiento gracias al cual se produjo una renovación del pensamiento mediante la recuperación de los autores clásicos. Para los humanistas, la verdadera comprensión del ser humano se realiza a través del conocimiento de sus productos culturales. Dentro de ellos, debemos distinguir entre las disciplinas que buscan una utilidad pragmática y aquellas que estudian al hombre en lo que posee de más específico. Los humanistas constituyeron un grupo heterogéneo de pensadores con doctrinas muy dispares. Algunos rasgos comunes son: el antropocentrismo, la confianza en las capacidades humanas y el individualismo, • • •

Antropocentrismo. El ser humano se constituye en principal centro de interés de la reflexión filosófica. Confianza en las capacidades humanas. Se revindica el valor y la dignidad del ser humano como ser capaz de diseñar y ordenar su propia existencia de forma independiente. Individualismo. Fomenta la capacidad creativa, se valora la originalidad y se estimula la expresión de la subjetividad a través de la manifestación de las propias opiniones y emociones.

3.2. EL RACIONALISMO Posición filosófica del S.XVII que mantiene que la razón es la única fuente válida de conocimiento. Para los racionalistas, los sentidos nos llevan a error, no son fuente fiable para conocer. La importancia de la razón, llevo a René Descartes a concebir el ser humano como un compuesto de dos realidades heterogéneas: el alma y el cuerpo. El ser humano individual no es una sustancia única, sino un compuesto de dos sustancias completamente distintas. El cuerpo es una máquina sometida a leyes mecánicas de determinan sus acciones. El alma es pensamiento que se despliega de forma autónoma e independiente. La distinción radical entre cuerpo y alma sirvió a Descartes para solucionar un problema pero, al mismo tiempo, dio lugar a otro. •



El problema resuelto: le permitió ofrecer una explicación de la existencia de la libertad humana, al tiempo que mantenía el carácter determinista del mundo material exigido por la nueva ciencia. De acuerdo con la física moderna, la materia está sometida a leyes que hacen posible que acontecimientos futuros puedan ser predichos sin margen de error. Sin embargo, los seres humanos somos conscientes de nuestra libertad en la toma de decisiones. Por tanto, el único modo de explicar la dualidad entre el cuerpo y alma es admitiendo la existencia de dos ámbitos claramente diferenciados: uno material y otro espiritual. El problema planteado: La necesidad de buscar una explicación de como comunican el cuerpo y el alma

3.3. EL EMPIRISMO Los principales representantes del empirismo de los siglos XVII y XVIII fueron Hobbes, Locke y Hume. Los empiristas rehuyeron dar una respuesta a la pregunta teórica sobre la esencia del ser humano. En su lugar, trataron de resolver el problema práctico de determinar las posibilidades y los límites de nuestro conocimiento de la realidad, y de nuestra acción moral y política. •





Hobbes. Su principal interés fue hallar la forma de gobierno más adecuada para las sociedades humanas. Esto lo llevo a preguntarse por cómo eran los seres humanos antes de vivir en sociedad. Hobbes llego a la conclusión de que si no se nos ponen trabas, somos unos seres egoístas y violentos. Esta condición hace que la vida de los seres humanos anterior a su integración en la sociedad sea extremadamente peligrosa: una especie de lucha de todos contra todos. La sociedad vendría a cubrir una necesidad imperiosa de paz y seguridad a quienes vivían en estado salvaje. Locke. Estuvo especialmente interesado en el problema de la libertad humana, pero su enfoque fue completamente diferente. A él le interesaron las condiciones en las que se desarrollaban la libertad moral y la libertad política, y no el problema metafísico de la existencia del libre albedrío. o En términos morales, el ser humano es libre y puede decidir cumplir sus deseos o contenerlos tras examinar las consecuencias negativas que puede acarrear darles cumplimiento. o En términos políticos, Locke defiende la necesidad de que el individuo no renuncie a la libertad que le corresponde por naturaleza. La única parcela de libertad que considera que debe ser cedida a la sociedad se corresponde con la capacidad de defender los propios derechos cuando son violados. Para evitar los enfrentamientos violentos, la sociedad debe dirimir los conflictos y defender los derechos de sus ciudadanos. Hume. Persiguió un objetivo diferente del que había guiado Locke. Su empeño consistió en elaborar una ciencia sobre la naturaleza humana, del mismo modo que Newton había edificado la ciencia sobre la naturaleza en general. La idea básica era aplicar al conocimiento del ser humano el mismo método experimental que tan buenos resultados había dado cuando se aplicó al conocimiento de la naturaleza en su conjunto.

Hume llego a la conclusión de que en el ser humano tienen mayor importancia los elementos irracionales que los racionales. Esto se pone de manifiesto tanto en el ámbito del conocimiento como en el de acción. •



Ámbito de conocimiento. Aunque aquí la razón desempeña un papel fundamental, Hume sostuvo que los fundamentos últimos del conocimiento humano se encuentran en la creencia de que la naturaleza se comporta de manera uniforme. Esta creencia carece de base racional, pues no hay argumentos que la respalden más allá de la costumbre de ver repetirse un mismo fenómeno natural siempre del mismo modo. Ámbito de la acción. Está formado por los sentimientos y las emociones que nos empujan a actuar de un modo u otro, o apreciar o despreciar las acciones de los demás. Los juicios morales surgen del agrado o desagrado que nos produce algún hecho y son los que orientan la acción, el fundamento de nuestras valoraciones morales no reside en la razón ni en los hechos, sino en las emociones.

3.4. LA ILUSTRACIÓN La época moderna alcanza su culminación con la ilustración. Al igual que el humanismo renacentista, los ilustrados no solo pretendían conocer la auténtica esencia humana, sino también elevar su autonomía, su autoestima y su nivel cultural para mejorar las condiciones de vida de los seres humanos. El pensamiento ilustrado presenta las siguientes características: •







Confianza en la razón humana. Los males que aquejan a la humanidad tienen su origen en un insuficiente uso de la razón. Kant sostuvo que la mayoría de los seres humanos renuncia a usar la razón por pereza o cobardía. Esto permite que aquellos que si la usan se aprovechen de esta situación de ventaja. Si se revierte esta situación y se promueve el uso libre de la razón, se acabará con esa desigualdad y todos se beneficiarán de un mayor y más rápido desarrollo. Existencia de derechos humanos universales. Los ilustrados defendieron fervientemente la existencia de una legalidad que tiene su origen en la naturaleza y que dota a todos los seres humanos de unos derechos básicos que nos hacen a todos iguales. Importancia de la educación. Resulta necesario realizar una gran labor pedagógica que permita que los seres humanos utilicen la razón sin temor. El fruto más conocido de esa tarea es la elaboración de la primera gran enciclopedia. Idea de progreso. La tesis de que la humanidad puede y debe progresar constituye una convicción que orienta todo el programa filosófico y filantrópico de la ilustración.

Jean-Jacques Rousseau, uno de los más importantes representantes del movimiento ilustrado, no compartió algunas de las ideas que sobre el ser humano tenía el resto de los autores. Para él, no hay motivos para depositar una confianza ciega en el poder de la razón humana y, menos aún, para pensar que el progreso de la humanidad es una realidad incuestionable e imparable. Según Rousseau, los seres humanos, antes de que se constituyeran las sociedades actuales, eran unos seres bondadosos que vivían en armonía con la naturaleza. La institucionalidad de la propiedad privada provocó pérdida de la inocencia y la aparición de conflictos. Ya no es posible volver atrás, pero sí se puede hacer que la sociedad mejore a través de la educación.

4.LA REFLEXIÓN CONTEMPORÁNEA SOBRE EL SER HUMANO Durante los siglos XIX Y XX, el debate filosófico en torno al ser humano presentó una gran diversidad de enfoques. Algunas de las corrientes filosóficas de esta época se caracterizaron por relegar al individuo a un segundo plano.

4.1. EL SIGLO XIX En este siglo, el interés por el ser humano presentó dos rasgos característicos: • •

Se produjo un retroceso en la importancia concedida al individuo a favor de otras instancias, como la sociedad o la vida. Se inició el cultivo de las ciencias humanas como la psicología, la sociología, la antropología física, etc.

Tres corrientes filosóficas fueron las responsables de la pérdida de protagonismo de la que había disfrutado el ser humano en época moderna. Las tres compartían con la ilustración la idea de un posible y necesario progreso de la humanidad, pero ahora quien debía liderar este avance no era el hombre, sino que esto variaba según la postura filosófica. • • •

Positivismo. La ciencia es la base. Empirismo. Su objetivo es una sociedad científica con avances tecnológicos para el bienestar general. Marxismo. Mejora de la vida del proletariado. Lucha de clases. Su objetivo es una sociedad sin clases donde reine el comunismo. Vitalismo. Crítica de los valores cristianos. La voluntad del poder. Su objetivo es la llegada de un super hombre con nuevos valores, sin límites por la vida.

4.2. EL SIGLO XX La concepción del ser humano vigente desde la ilustración descansaba en dos pilares: su esencia racional y de progreso. Nietzsche y Freud se encargaron de hundir la esencia racional porque para ellos era más importante lo irracional. La idea de progreso cayó por una serie de hechos históricos que hicieron ver que el hombre no puede asegurar el progreso del mundo que él mismo ha creado. • •



El desarrollo tecnológico se convirtió en una trampa ya que las máquinas que se inventaron para servir al hombre acabaron poniendo al hombre a su servicio. El desarrollo económico, que permitió el incremento de la producción para abastecer a toda la población de los bienes de consumo necesarios, desembocó en una gran crisis que generó pobreza y exclusión social. El desarrollo político y las alianzas internacionales provocaron dos grandes guerras mundiales de consecuencias devastadoras

El resultado de todo esto fue una crisis de identidad.

5.GRANDES TEMAS DE LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA 5.1. LA LIBERTAD Y LA RESPONSABILIDAD HUMANAS La libertad es la capacidad de un sujeto para elegir entre varias opciones sin que se lo impida una fuerza exterior a él. Según esta primera definición, podemos distinguir dos niveles de libertad: •



Libertad interna: consiste en la capacidad que posee el sujeto para elegir entre distintas posibilidades en cuestiones que lo afectan. La libertad así entendida es el fundamento de la conducta moral. Libertad externa: consiste en la ausencia de trabas externas que impidan actuar. Este tipo de libertad afecta exclusivamente a la acción, pero no a la elección.

El problema que plantea la libertad interna es el de su propia existencia. En este sentido, las posiciones se dividen entre los deterministas, que niegan la existencia real de la libertad humana, y los indeterministas que, por el contrario, afirman que el ser humano es libre. •



Los deterministas sostienen que nuestras acciones no podían haber sido distintas a como fueron y que la supuesta libertad humana es solo una apariencia que encuentra su fundamento en nuestro desconocimiento de las causas que determinan una acción. Los indeterministas acusan a los deterministas de confundir factores determinantes con factores condicionantes. Nuestras acciones se encuentran condicionadas por múltiples factores. Estos factores orientan la acción en una determinada dirección, pero no impiden que el sujeto decida actuar en una dirección diferente.

Entre las posiciones indeterministas más radicales, cabe destacar el existencialismo. Este defiende que cada persona llega al mundo equipada únicamente con su libertad. Esta libertad es la que le permite elegir entre distintas posibilidades. No podeos dejar de ser libres; estamos condenados a serlo. Los existencialistas sostienen que, con cada elección que realiza el individuo, este se construye a si mismo, se va dotando de una esencia que no tenía al nacer. Por otra parte, cada vez que un sujeto realiza una acción, renuncia a otras posibilidades que se le cierran ya para siempre. A medida que se elige, se construye la propia esencia, pero se pierde irremediablemente libertad. La responsabilidad es la obligación de hacernos cargo de las consecuencias que se deriven de nuestras acciones o de la ausencia de ellas. Los deterministas, al negar la libertad del ser humano, no pueden imputarle una responsabilidad por lo que hace. Los indeterministas, en cambio, sí que pueden imputar responsabilidad al ser humano por las acciones llevadas a cabo, puesto que lo consideran un agente libre. El problema de los indeterministas surge cuando tienen que precisar de qué es responsable quien actúa libremente. Además de sujetos libres, somos también seres racionales y, por lo tanto, cuando actuamos debemos prever las consecuencias d...


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