TEMA 3- EL Carácter Narrativo DE LA Existencia PDF

Title TEMA 3- EL Carácter Narrativo DE LA Existencia
Course Antropología
Institution Universidad de Navarra
Pages 13
File Size 123 KB
File Type PDF
Total Downloads 96
Total Views 141

Summary

Download TEMA 3- EL Carácter Narrativo DE LA Existencia PDF


Description

TEMA 3

EL HOMBRE COMO PROTAGONISTA QUE BUSCA UN FINAL SIGNIFICATIVO. III. El carácter narrativo de la existencia. (¿Cómo configuramos el relato de nuestra vida?)

1.- La acción biográfica y el lugar de la conciencia. (análisis de la estructura narrativa clásica). Es una historia en la que hay unas acciones principales y secundarias, y las acciones principales son las que definen y escriben la historia; además tienen un encanto especial, porque son las que hacen que nos guste la historia. En una acción biográfica se ve lo que es actuar (actor), el actor es alguien que al actuar se decide, se crea a sí mismo: escribe su biografía. Y es en esas acciones principales donde se personaliza, donde se crea. ¿Por qué nos atraen las historias? La acción biográfica supone una novedad, es un comienzo, cada historia es un recomendar. (Cuando se mete uno en una nueva iniciativa). Porque resulta definidora: La acción le va distinguiendo al actor. En la medida en que una persona actúe, se define y se distingue (cuantas más acciones buenas hago, me defino como una persona buena. Si mis acciones son de robo, me defino como una persona ladrona). Tiene carácter definitivo e irrevocable: Lo hecho ya está, no puedo volver atrás. El protagonista carga con su pasado, y por eso tiene sentido su historia. Si lo que hiciera el protagonista no repercutiera en el día siguiente, no tendría sentido lo que está haciendo. “Un hombre va por la playa pensando en su futuro, se le plantean varios trabajos, es rico, tiene familia, etc… de pronto oye una mujer que grita, y le pide que salve a su hijo, que está en el agua ahogándose, pero el hombre no sabe nadar, puede ahogarse, lo más seguro, si se tira.” El protagonista se plantea un dilema, puede elegir entre 2 opciones distintas. (Intentar salvarlo o no). Se plantea un conflicto de conciencia (hay en juego algo valioso), si salva al niño hace algo generoso, arriesgado, etc… y además no se queda mal su conciencia. Pero si no se tira y no salva al niño, aunque siguiera su buena vida, no se queda bien. En el dilema se da un choque entre algo valioso y un interés personal. El interés le beneficia a él, un interés particular. Pero el valor es independiente del resultado, aunque muera o no salga bien, tiene valor la acción. El interés particular sí depende del resultado. Además, cuando lleva a cabo la acción que tiene valor, se convierte en un héroe. Otra diferencia es que no lo busca el protagonista, es por accidente que se convierte en un héroe. El que busca el interés personal si busca la grandeza o el honor, lo planea y lo calcula.

LA MISIÓN (película): Hay dos protagonistas, el padre Gabriel y Mendoza que parecen que van a ser enemigos, pero están unidos por un objetivo común. El padre G. va a un sitio difícil, por caminos difíciles, igual que Mendoza, pero a los dos los mueve una profunda convicción. El padre G. quiere llevar la fe, y una vida más humana a los guaraníes (una tribu), y Mendoza quiere reparar su culpa (mató a su hermano y se va a la selva), allí se encontrarán los dos. Los gobernadores y el cardenal, que han mandado la misión al padre G., son políticos para los cuales la misión es un interés político, pero para los protagonistas es un valor. En un momento se plantea la cuestión de si se van a quedar en la tribu. Para los guaraníes el padre G. y Mendoza representan algo muy importante, representa una imagen del hombre del mundo y de Dios, pero el cardenal no apoyaba esa misión. Nosotros pedimos a los protagonistas que sean héroes, les cargamos de cosas. Si ellos fracasan como representantes, se acaba esto para los guaraníes, y la tribu no entiende que se vayan. El dilema se hace más conflictivo. El padre G. no puede dejarles, es imposible, destruye todo el mundo de los guaraníes, y nosotros pedimos al protagonista que siga el valor, que siga en la tribu. ¿Qué iban a hacer?, ¿irá otra tribu?, ¿para qué?, ¿para que los de la otra tribu digan: mirad estos son lo que dieron la espalda a nuestros hermanos los guaraníes, lo mismo harán con nosotros? Al final se quedan en la tribu, y mueren en una contienda. Otro dilema es la lucha. Mendoza lucha con las armas, y padre G. con la oración. Mueren (“…el que a espada mata a espada morirá”), pero no por eso acaba mal la película (en el ejemplo de la historia anterior: si el hombre que se tira a rescatar al niño muriese, no acaba mal la historia). El cardenal apoya otra misión, pero el padre se niega. Al final de la película el cardenal dice: “ellos han muerto y yo estoy vivo, pero ellos están vivos en la mente de los vivos, y yo no”. El conflicto que se plantea el protagonista de la historia es siempre de conciencia, entre un valor y un interés. El valor atrae por sí mismo, el valor tiene que atraer en la historia (el espectador quiere que el protagonista siga el valor, que se quede en la tribu, que se tire a por el niño que se ahoga). Cuando leemos historias nos convertimos en la conciencia del protagonista, juzgamos sus actos, criticamos su actuación. También nos pasa a la hora de juzgar a las personas; por eso el papel de la conciencia es un papel de ver y juzgar, no podemos desconectar la conciencia. La conciencia ve y juzga. Cuando una persona sigue su interés, lo que juzgamos es que esa persona no ha visto el valor, que ha cerrado los ojos ante lo que la historia le pide. Ese acto marca la historia, le quita autenticidad; nos parece injusto, y por eso le juzgamos, porque le ha quitado autenticidad a la historia, al mundo; incluso la excusa nos parece injusta. El núcleo de la historia está en el conflicto de conciencia, y pedimos al protagonista que vea, que abra los ojos. El conflicto se lo encuentra el protagonista por accidente. El protagonista es actor, pero no es autor. El conflicto de conciencia pide una respuesta (valor o interés), pero la pregunta se la hace la vida, se encuentra que tiene que elegir. El que escribe las circunstancias de la historia y el que hace la pregunta es el autor. Al protagonista se le plantea una misión que le plantea la vida. El autor le plantea el conflicto al protagonista a través del destinatario, y éste representa un valor, además es débil (la madre del niño que se ahoga). El antagonista es el que se opone al protagonista, y se caracteriza porque busca el interés, no es débil, tiene la fuerza. Se puede pensar que el valor sigue el propio interés, pero en realidad lo que sigue es el

valor (la madre defiende el valor de la vida de su hijo). ¿Quién marca el valor?, ¿quién da autoridad a la misión?, ¿por qué seguir el valor? El autor es el que da autoridad, en toda historia hay un autor implícito que da autoridad a esa misión. El autor no aparece normalmente en la historia, habla a través del destinatario. Si planteamos una estructura narrativa clásica, habría que plantear este esquema: autor Protagonista misión destinatario (valor) Antagonista (interés) La conciencia del protagonista ve la misión, y es el momento de la verdad, que llega casi al final de la historia. Toda historia se hace representativa porque hay un valor en juego, y da fuerza para vivir la propia historia. FUERZA DE LA NARRACIÓN. En nuestra vida se nos plantean también conflictos de conciencia, y es más difícil seguir el valor, pero es lo que hace representativa nuestra historia. 2. El juego entre aventura y final. Ana empieza (Adam Duritz) “Mi amigo me advierte: ‘aquí es o todo o nada’, pero no estoy preocupado, esto no me afecta del todo. Mi amigo me implora: ‘sólo por una vez haz una excepción’... No estoy preocupado. ‘Envuelvela en un paquete de mentiras, envíala a una isla de cocoteros’. No estoy preocupado, no estoy afectado del todo por el estado de mis sentimientos. ‘Oh’, dice ella, ‘estás cambiando’. Pero es que siempre estamos cambiando. No me importa decir que esto no es amor, porque si no quieres hablar de ello, entonces no es amor. Y supongo que es algo a lo que tendré que irme acostumbrando, aunque estoy seguro de que existen tonos grises, algo que sea intermedio. Y siempre estoy a tiempo de cambiar de nombre, si es esto lo que quieres decir. Mi amigo me advierte: ‘aquí es o todo o nada’. Pero no estoy en realidad preocupado, esto no me afecta del todo. Intentas contarte a ti mismo las cosas que te quieres decir para conseguir olvidar, para conseguir olvidar. No estoy preocupado. ‘Si es amor’, dijo ella, ‘entonces tendremos que pensar en las consecuencias’. Y ella no puede dejar de temblar

y yo no puedo dejar de tocarla… Y en esos momentos, cuando el encanto cae como lluvia la inunda y la arrastra y Ana empieza a cambiar su manera de pensar. ‘Estos segundos me estremecen durante días’, dice ella, y yo no estoy preparado para este tipo de cosas. Pero no me voy a romper y no voy a preocuparme más por esto, no me voy a doblegar, y no me voy a romper y no voy a preocuparme más por esto. Parece como si yo tuviera que decir ‘Ya que esto es amor…’, pero no todo es tan sencillo, por eso tal vez tendría que atraparla en un cazamariposas, fijarla en un álbum de fotografías. No estoy preocupado ya he hecho otras cosas por el estilo antes. Pero luego, me pongo a pensar en las consecuencias... y no consigo dormirme en una habitación tranquila... y en esos momentos en que el encanto cae como lluvia me inunda y arrastra y Ana empieza a cambiar mi manera de pensar, y cada vez que estornuda yo empiezo a creer que esto es amor y, oh Señor, no estoy preparado para este tipo de cosas. Ella está hablando en sueños y no me deja dormir y Ana empieza a moverse y a darse la vuelta, y cada palabra que pronuncia no tiene sentido, pero yo las entiendo, y, oh Señor, no estoy preparado para este tipo de cosas. Su cariño golpea un gong y me desplaza, y Ana empieza a desdibujarse, me está ahuyentando... Ella desaparece y, oh Señor, no estoy preparado para este tipo de cosas”

Estructura lógica del relato: El hombre cuando actúa escribe una historia, y según la forma de leer las historias, interpreta su vida y la de los demás. La juventud es una característica importante en la edad contemporánea. El valor de lo juvenil es el futuro, la cantidad de cosas que le quedan por descubrir. Pero tiene un problema, a medida que avanza su historia, tiene que tomar decisiones que le suponen concluir el futuro. Uno quiere seguir sintiéndose joven. La gente tiene más preocupación por no equivocarnos que por acertar. Lo juvenil desplaza el futuro lo más posible. El final te atrapa. Aventura vs. Final. La aventura. En una historia es esencial, aventura define a lo no-final, no se sabe qué va a pasar, sabe que va a haber nuevos peligros. Esa incertidumbre de la aventura plantea algo que busca el personaje, y en esa búsqueda se plantea preguntas. La aventura es presentar hilos que tienden a un final. El final. Es una resolución a la incertidumbre de la aventura. La búsqueda llega a un

final, donde están las respuestas a las preguntas, y aunque el final sea triste, si se responde a todas las cuestiones planteadas es bueno. Una aventura sin final desparrama la historia, los hilos van sueltos y no están dirigidos a un final. Todo lo que busca llega a un final definitivo y definidor (porque define al protagonista).

Esto nos lleva a dos perfiles psicológicos: 1.CÍNICO. Es el que afirma la aventura, y niega el final. El que piensa que sólo hay aventura es el cínico, y dice que nada vale la pena, el final no acaba bien. Lo importante es vivir el momento (“carpe diem”), y por ello es un pesimista. En el fondo es un “desengañado” (todo sale mal, para qué arriesgarse…), obedece a un proceso que es la imaginación. Primero imagina y después ocurre la realidad. El cínico imagina el final, el cual es malo, por tanto lo importante es pasarlo bien ahora. 2. FANÁTICO. Es el que afirma el final y niega la aventura. El fanático dice que sabe el final, por lo que no le interesa el camino, la historia. El fanático es impaciente, e intenta imponer su autoridad. Pero si se rompe el camino, no hay final, las cosas cuestan tiempo, pero si violento el tiempo, y me cargo la aventura, el final pierde sentido (ej. Yo a una peli no voy sólo a ver el final, el final me interesa una vez he vivido la aventura). El fanático cree que tiene la verdad, se cree autor. Uno compone con su imaginación el futuro, es bueno, porque tiene expectativas; pero lo malo es cuando lo que imaginamos lo tenemos tan asumido que creemos que es eso lo que va a ocurrir, estamos ante el caso del cínico. Se sufre entonces un desengaño porque la realidad no es como se esperaba. En realidad sólo imaginamos desde una perspectiva, bajo unas circunstancias, por lo que no podemos ver con anterioridad la realidad tal cual es. Ejemplo: Pedro está realmente enamorado de una chica. Hablando conmigo me dijo que le quería pedir una cita, y que podía pasar dos cosas, que ella dijera que sí, entonces él le diría que esperaran; o que dijera que no, entonces él se desesperaba. En cualquier caso, Pedro ha creado una historia en su imaginación para resolver la situación sea cual fuere la respuesta. Le dije que quizá podría ella decirle otra cosa distinta a las dos respuestas planteadas por él. No sé darse el caso que yo le plantee. Le había ocurrido, ya que él sólo veía claras esas dos respuestas suyas, y no se percató de que podría Cada uno nos imaginamos la realidad desde una perspectiva diferente, Pedro desde las circunstancias del enamorado, y yo desde otras circunstancias. Por tanto no se puede predecir la respuesta de la chica en ningún momento. En el cine, los actores sobreactúan, la gente también, y a veces quieren actuar como en las películas. Las películas nos hacen imaginar. La fuente de desengaño es la imaginación. 3. El antihéroe y la desautorización del autor (análisis de la estructura narrativa existencialista) ¿Cómo se construye al héroe? El héroe (Neo) se va construyendo poco a poco. INICIO:

Al principio está caracterizado como solitario. “tú no existes” le dice el pirata informático. ¿Quién es?, ¿Neo, o Sr. Anderson? “despierta Neo” le dice el ordenador. “¿no te ha pasado que un sueño es tan real que no sabes si sueñas o estás despierto?” no sabe ni dónde está. No se sabe quién es en realidad hasta el final: “ha llegado el final señor Anderson… mi nombre es Neo”. Vive en una situación de confusión, busca algo y no sabe lo que es (se ve claramente en la conversación con Trinity en el bar). Está inseguro pero está buscando algo. Es cobarde porque le puede el miedo “tiene dos formas de salir del edificio, una es por el andamio y otra es detenido.” Tiene miedo y le detienen. Tiene curiosidad porque sigue al conejo blanco y quiere conocer a Morfeo “¿qué es Matrix?”. NUDO: Le enseñan a distinguir entre la realidad y el sueño. Le llaman “el elegido”. Morfeo le entrena y le muestra cómo liberar su mente, quiere que Neo domine el programa, él está por encima del programa, que es sólo un juego, él… “no necesitarás esquivarlas…” los agentes sí tienen que esquivarlas, porque no están por encima. Tras la entrevista con el oráculo pensamos que no es el elegido, pero ella no dice ni sí, ni no. En esa escena el oráculo le dice eso de: " no te preocupes por el jarrón (...). Lo que hará que te devanes los sesos es qué hubiera pasado si no te lo hubiera dicho” ¿significa entonces que el que nos digan las cosas hace que pasen? Le dice: “Conócete a ti mismo, es como estar enamorado”. En este momento lo que plantea es un problema de identidad, a Neo le dicen que él es el elegido, pero no lo es hasta que lo descubre por él mismo, que a Neo le digan que es el elegido, no quiere decir que lo sea; tiene que descubrirlo. Lo va a descubrir cuando tiene que elegir entre su vida y la de Morfeo, es un conflicto de conciencia (salvar a Morfeo): “El oráculo me ha dicho que no soy el elegido” cree que no es el elegido (el héroe no se sabe héroe), pero “sé que lo puedo salvar”: ya no es solitario ni confuso, Neo cree y está seguro de lo que hace, y quiere salvar a Morfeo, ya no es un cobarde porque sabe que lo va a salvar. Cambia el perfil psicológico del héroe. Conclusión: A Neo le han dicho desde el principio que él es el elegido, pero en realidad descubre que es el héroe, el elegido, cuando se le plantea un conflicto de conciencia y sigue el valor (salvar a Morfeo), entonces se da cuenta de que es el elegido. En el caso del hombre que se plantea tirarse al agua para salvar al niño, se plantea un conflicto de conciencia, y el hombre, si sigue el valor y se tira al agua, entonces se convierte en un héroe, pero no lo sabe hasta que se tira. Neo vivía en un mundo que le faltaba algo, que no lo veía real, que no tiene autenticidad. Ahora se da cuenta de que tiene una misión: despertar al hombre a la realidad. Lo primero para Neo también ha sido despertar, y tiene una misión y unos compañeros y gente que salvar. Morfeo es importante, ya que si cae Morfeo (“si cae Sión”) se acaba todo. Hemos dicho que Neo cambia de perfil, y se da cuenta de que hay algo más importante que él, lo importante no es ser el centro, el elegido (el héroe no piensa que lo importante es que es el héroe, eso es vanagloriarse). Cuando sale del oráculo piensa que no es el elegido, eso es bueno, ya que actúa pensando que lo primero no es él, sino los demás. Por eso salva a Morfeo, porque cree que no es el elegido. Es en ese momento cuando se da cuenta de que sí es el elegido (cuando el tipo se tira al agua y salva al niño es cuando se da cuenta de que es el héroe, no antes de tirarse). Ha seguido el valor.

“Conocer el camino no es lo mismo que recorrerlo”, con esto lo que quiere decir el oráculo es que aunque a Neo le den a conocer su camino, el de elegido, no quiere decir que sea el elegido (ya que tiene que descubrirlo por él mismo). Prever las cosas no es lo mismo que hacerlas (hablamos de prever cómo ver las cosas antes de que ocurran, no de planear) “el oráculo te dijo lo que tenías que saber”, si le hubiera dicho que era el elegido, si le hubiese dado a conocer su camino, Neo habría seguido igual, no se lo terminaría de creer (Morfeo también se lo había dicho…), el héroe no puede ser proyectado, no basta con saberlo, es él el que debe descubrirlo, y andar ese camino. Neo hace un viaje hacia el héroe, para él lo más importante es Morfeo, piensa que se debe a Morfeo y Trinity. Neo lucha con Smith y le vence, pero no está todavía controlado del todo. Muere Neo, y lo despierta el “beso de amor”, recibe la última y personal confidencia de Trinity “levántate… corre”, ya no hay teléfono, ya controla el juego. ¿Quién le ha llamado? Hay un antagonista, una misión, un destinatario, pero… quién le ha elegido es la pregunta. El héroe recibe una llamada a medida que va haciendo las cosas, le van diciendo que él es el elegido. Entrevista con el oráculo: Cuando señala el cartel que pone “conócete a ti mismo” se refiere a descubrir su propia verdad personal, o su propia identidad. La construcción del héroe tiene esa máxima, el héroe debe encontrar su propia identidad, que se identifica con su misión: ver si es el elegido. Su propia verdad, su identidad y su misión están relacionadas, es decir, lo que le dicen y lo que él siente está relacionado. Él tiene que descubrirlo, todo héroe está esperando algo, “pareces estar esperando algo”. Esa forma de descubrir la propia verdad, la misión, va por dos vías, una interior “ser elegido es como estar enamorado” ¿Qué piensas que voy a decirte?”. Lo que piensa es que si no está seguro de si es el elegido, entonces no lo es. Algo interior le decía que algo pasaba. La exterior: las personas y acontecimientos le indican que él es el elegido. No le basta sólo con el interior (ansia de búsqueda), necesita de las dos, que se unen y confluyen en una misión, que es ser el elegido. Para encontrar la verdad hacen falta dos caminos, el interior y el exterior. Si él no sabe lo que siente, el oráculo no puede decírselo, porque sería forzar sus sentimientos, tiene que descubrirlo él. “Morfeo cree tan ciegamente…” Morfeo ha encontrado su misión, que es proteger al elegido. Dos verdades se acercan la una a la otra, Una viene de dentro y otra viene de fuera, y allí donde se encuentran uno tiene la oportunidad de verse a sí mismo. Quien se da cuenta de lo que está pasando grita desesperado: “¡Alto! ¡Lo que sea con tal de evitar el conocerme a mí mismo!” Y hay un barco que quiere amarrar - intenta precisamente hacerlo aquíy volv...


Similar Free PDFs