El templo de Artemisa de Éfeso PDF

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El templo de Artemisa de Éfeso El Templo de Artemisa, como su nombre lo indica, fue construido para rendir homenaje a la diosa artemisa, denominada Diana, por la mitología romana. Artemisa era una diosa indomable, salvaje, independiente y de una fuerza y belleza superior, a lo que al dedicarle el templo debieron adaptar sus características a la arquitectura, para igualar su esplendor y belleza. Proporcionalmente en el Helenismo querían demostrar la grandeza del gobierno y no la armonía y el equilibrio. El templo tenía una escala excesiva, por lo que, cuando se ingresaba al templo, el hombre como observador se sentía diminuto, transmitía temor. La profundidad del templo invitaba a las personas a ingresar, poseía una extremada carga visual en cuanto a riquezas y materialidad que empleaba. La parte más alta del templo abrazaba el cielo y las torres se perdían en las nubes, la fachada transmitía magnificencia y transparencia, resaltando su interior. Al Frente tenía una triple fila de ocho columnas, una hilera de nueve columnas en el fondo y 21 columnas en cada lado. En el interior, para dividir el templo en tres naves, también se habían empleado columnas. La altura total del templo es de casi los 20 metros. Contra la costumbre de la época, el frente del templo estaba orientado hacia occidente. Delante del templo se encontraba un cuidado jardín que se relacionaba con el ámbito de protección de esta diosa. La cella era alargada y estrecha, como en los templos arcaicos, y al fondo había un baldaquino, en el que se hallaba la estatua del culto sobre los restos del altar. Sobre un basamento se alzaba un templo rodeado por 127 columnas de orden jónico, de 18 metros de altura cada una. El templo tenia unas medidas de 115 metros de largo, por 55 de ancho, y estaba realizado todo en mármol de color blanco. El friso que sustentaba las columnas, así como el frontón y la parte inferior de las columnas que rodeaban el templo, se encontraban decoradas con bajorrelieve. La techumbre era de madera y la cubierta de doble vertiente. Como era habitual en el fondo del templo y en su centro se alzaba la escultura de la diosa a la que se realizaban ofrendas. A diferencias del Partenón, que estaba equilibrado, en éste se puede notar las diferencias de masas y volúmenes sin armonía....