Guia de lectura tecnicas psicoterapeuticas 1 PDF

Title Guia de lectura tecnicas psicoterapeuticas 1
Author Daiana GONZALEZ
Course Técnicas Psicoterapeúticas I
Institution Universidad del Salvador
Pages 48
File Size 1.8 MB
File Type PDF
Total Downloads 626
Total Views 750

Summary

Guía de PreguntasTécnicasPsicoterapéuticas IPsicoanálisis - LuisSolaGuía de PreguntasTécnicasPsicoterapéuticas IPsicoanálisis - LuisSolaTécnicas Psicoterapéuticas 1Módulo: PsicoanálisisGuías de Lectura y Comprensión de Textos Unidad 5Freud, S. (2006). Consejos al médico sobre el tratamiento psicoana...


Description

Guía de Preguntas Técnicas Psicoterapéuticas I Psicoanálisis - Luis Sola

Técnicas Psicoterapéuticas 1 Módulo: Psicoanálisis Guías de Lectura y Comprensión de Textos Unidad 5 Freud, S. (2006). Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico. [1912]. O.C. T. XII. 1) ¿En cuál precepto se resumen -convergen- las reglas técnicas [115]? Es fácil colegir la meta a la cual convergen estas reglas que hemos presentado separadas. Todas ellas pretenden crear el correspondiente, para el médico, de la «regla analítica fundamental» instituida para el analizado. Así como este debe comunicar todo cuanto atrape en su observación de sí atajando las objeciones lógicas y afectivas que querrían moverlo a seleccionar, de igual modo el médico debe ponerse en estado de valorizar para los fines de la interpretación, del discernimiento de lo inconsciente escondido, todo cuanto se le comunique, sin sustituir por una censura propia la selección que el enfermo resignó; dicho en una fórmula: debe volver hacia el inconciente emisor del enfermo su propio inconciente como órgano receptor, acomodarse al analizado como el auricular del teléfono se acomoda al micrófono. De la misma manera en que el receptor vuelve a mudar en ondas sonoras las oscilaciones eléctricas de la línea incitadas por ondas sonoras, lo inconciente del médico se habilita para restablecer, desde los retoños a él comunicados de lo inconsciente, esto inconciente mismo que ha determinado las ocurrencias del enfermo. 2) ¿En qué consiste la «atención parejamente flotante»? La “Atención parejamente flotante” remite a la técnica utilizada por el analista para registrar en la memoria todos aquellos nombres, fechas, detalles del recuerdo y producciones patológicas que surgen durante la cura. Esta técnica consiste únicamente en no querer fijarse en nada en particular y prestar a todo lo que uno escucha la misma “atención parejamente flotante”. Esto permite ahorrarse el esfuerzo de atención que no podría sostenerse día tras día a lo largo de varias horas. 3) ¿Qué peligros son inseparables de la fijarse deliberado o atención adrede? La “atención parejamente flotante”, evita un peligro que es inseparable de la fijarse deliberado: que el analista fije su atención en un solo aspecto del relato del paciente, eliminando como consecuencia otros aspectos importantes de lo que el paciente dice o hace, en base a sus propias expectativas o inclinaciones. Éste fijarse deliberado es ilícito, y se corre el riesgo de no hallar en el discurso más de lo que ya se sabe. Es importante recordar que el analista debe escuchar todo el discurso para poder encontrarle un significado, el cual se hallará únicamente al final (nachträglich)

2

4) ¿Con qué precepto para el paciente se corresponde -correlaciona- la regla para el analista? El precepto de fijarse en todo por igual es el correspondiente necesario de lo que se exige al analizado, a saber: que refiera todo cuento se le ocurra, sin crítica ni selección previa. Si el medico se comporta de otro modo, aniquila en buena parte la ganancia que brinda la obediencia del paciente a esta “regla fundamental del psicoanálisis”. La regla, para el médico, se puede formular así: “uno debe alejar cualquier inferencia conciente sobre su capacidad de fijarse, y abandonarse por entero a sus “memorias inconscientes”, o, expresado esto en términos puramente técnicos: “uno debe escuchar y no hacer caso de si se fija en algo”. Los elementos del material que ya se ensamblan en un nexo que quedaran a la disposición conciente del médico, lo otro, lo todavía incoherente, lo que brota en caótico desorden, parece naufragado al comienzo, pero reflota con presteza en la memoria tan pronto como el analizado presenta algo nuevo a lo cual referido y a través de lo cual se lo pueda continuar. Y entonces, uno recibe del analizado, con una sonrisa, el inmerecido halago de tener una memoria particularmente buena, cuando pasado mucho tiempo, reproduce un detalle que probablemente habría escapado al propósito conciente de fijarlo a la memoria. 5) ¿Qué recomendaciones expresa Freud sobre las anotaciones? Freud no recomienda las anotaciones durante las sesiones, debido a que, mientras uno toma apuntes, practica una dañina selección del material que presenta el discurso del paciente. De todas formas, Freud dice que pueden realizarse ciertas excepciones, en el caso de tener que documentar fechas, textos de sueño, u otros datos relevantes (en general con fines de divulgación científica). De todas formas, Freud aclara que él no utiliza estos métodos, simplemente memoriza los datos hasta haber terminado la sesión y luego los anota. Según expresa Freud, tomar nota durante la sesión podría justificarse si el caso fuera a convertirse en un tema de publicación científica. En dicho caso no podría prohibirse este tipo de registro, no obstante Freud señala que este tipo de anotaciones rinden menos de lo que se espera. Dice Freud que en general, son fatigosos para el lector y no consiguen sustituir el discurso en el análisis. 6) ¿Por qué la elaboración científica se opone a la investigación y la tarea analítica? Freud dice que existe una contraposición entre la elaboración científica y la investigación/tarea analítica. Según F, mientras el tratamiento de un caso no esté cerrado, no es bueno realizar una elaboración científica del mismo. El éxito del tratamiento corre peligro cuando uno de antemano designa ese caso al empleo científico y lo trata según las necesidades que tenga para realizarlo. 7) ¿Qué tendencia afectiva peligrosa evita el intervenir desde el modelo del cirujano? Para el psicoanalista, hay una tendencia afectiva peligrosísima que evita que se tome el modelo del cirujano, ya que este deja sus afectos de lado y se concentra en una meta única, realizar una operación lo más acorde posible. Esto para el analista es muy peligroso por la ambición de obtener, con su nuevo y tan atacado instrumento, un logro convincente para los demás. Así no sólo se sitúa el mismo en una disposición de ánimo desfavorable para el

3

trabajo, sino que se expone indefenso a ciertas resistencias del paciente, juego de fuerzas del cual la curación depende en primer lugar. Aquella frialdad de sentimiento que cada exigir del analista se justifica porque crea para ambas partes las condiciones más ventajosas: para el médico, el muy deseable cuidado de su propia vida afectiva; para el enfermo, el máximo grado de socorro que hoy no se es posible presentarle. 8) ¿Qué es lícito exigirle al analista para acomodarse al inconciente del analizado? Es lícito exigirle, que se haya sometido a una purificación psicoanalítica, y tomado noticia de sus propios complejos que pudieran perturbarlo para aprehender lo que el analizado le ofrece. No se puede dudar razonablemente del efecto descalificador de tales fallas propias; es que cualquier represión no solucionada en el médico corresponde a un punto ciego en su percepción analítica 9) ¿Cómo podría uno convertirse en analista? Mediante el análisis de sus propios sueños. Sin embargo, esta Precondición basta para muchas personas, mas no para todas las que querrían aprender el análisis. Y, por lo demás, no todos consiguen interpretar sus propios sueños sin ayuda ajena. El que pretenda llevar a cabo análisis en otros debe someterse antes a un análisis con un experto. Si alguien se propone seriamente la tarea, debería escoger este camino, que promete más de una ventaja; el sacrificio de franquearse con una persona ajena sin estar compelido ha hecho por la enfermedad es ricamente recompensado no sólo realizará uno en menos tiempo y con menor gasto afectivo su propósito de tomar noticia de lo escondido de la persona propia, sino que obtendrá, evidenciando las uno mismo, impresiones y convicciones que en vano buscaría en el estudio de libros y la audición de conferencias. Por último, no detenerse en poco la ganancia que resulta del vínculo anímico duradero que suele establecerse entre el analizado y la persona que lo guía. 10) ¿Cómo se relacionan la exposición de la propia individualidad y la sugestión? Es muy tentador para el psicoanalista joven y entusiasta poner en juego mucho de su propia individualidad para arrebatar al paciente y hacerlo elevarse sobre los límites de su propia personalidad. uno creería que todo punto admisible, Ya está adecuado para superar las resistencias subsistentes en el enfermo, que el médico le deje ver sus propios defectos y conflictos anímicos, le posibilite ponerse en un pie de igualdad mediante unas comunicaciones sobre la vida hechas en confianza. Una confianza vale la otra y quien pide intimidad de otro tiene que testimoniare la suya. No obstante, en el trato psicoanalítico muchas cosas discurren diversa mente de lo que harían esperar las premisas de la psicología de la conciencia. No es difícil darse cuenta que con ella uno abandona el terreno psicoanalítico y se aproxima a los tratamientos por su gestión. Así se consigue que el paciente comuniqué antes y con más facilidad de lo que él mismo les notorio, pero habría retenido aún un tiempo por resistencias convencionales. Sin embargo, esa técnica no ayuda en nada a descubrir lo inconciente para el enfermo; lo inhabilita aún más para superar resistencias más profundas, y en casos graves por regla general fracasa ante la avidez desesperada del enfermo, a quien le gustaría invertir la relación pues encuentra el análisis del médico más interesante que su propio. También la solución de la transferencia, una de las principales tareas de la cura,

4

es dificultada por la actitud íntima del médico, de suerte que la ganancia que pudiera obtener al comienzo, Es más que compensada, en definitiva. Por eso, no vacilen desestimar por errónea esta variedad de la técnica. El médico no debe ser transparente para el analizado, si no, como la luna de un espejo, mostrar sólo lo que le he mostrado. Por lo demás, en la práctica es inobjetable que un psicoterapeuta contamino un tramo del análisis con una porción de influjo sugestivo a fin de alcanzar resultados visibles en tiempo más breve, tal como es necesario, por ejemplo, en los asilos; pero corresponde exigirle que tenga bien en claro lo que emprende, y que sepas que es un método no es el psicoanálisis correcto. 11) ¿Qué responde Freud a la tentación pedagógica? ¿Con qué puede contentarse el analista? Otra tentación surge de la actividad pedagógica que el médico le cabe en el tratamiento psicoanalítico, sin que sea su particular propósito. A raíz de la solución de inhibiciones del desarrollo, bien se comprende que el médico queda habilitado para indicar nuevas metas a las aspiraciones liberadas. El médico debería contenerse y tomar como rasero menos sus propios deseos que la actitud del analizado. No todos los neuróticos poseen un gran talento para la sublimación; de muchos se puede suponer que en modo alguno habrían enfermado si poseyeran el arte de sublimar sus pulsiones. El forzándolos desmedidamente a la sublimación y segregando los de la satisfacción expulse Nales más inmediatas y cómodas, la mayoría de las veces se les tornará la vida más dificultosa todavía que antes. Como médico, Es preciso ser sobre todo tolerante con las debilidades del enfermo, darse por contento sí, aun no siendo el del todo valioso, ha recuperado un poco de la capacidad de producir y de gozar. La ambición pedagógica es tan inadecuada como la terapéutica. Además, considere sé que muchas personas han enfermado justamente a raíz del intento de sublimar sus pulsiones rebasando en la medida que su organización les consentía, y que el proceso de sublimación, en quien es apto para él, suele consumarse por sí solo tan pronto cómo sus inhibiciones son superadas por el análisis. Opino, pues, que empeñar regularmente el tratamiento analítico en la sublimación de las pulsiones es algo muy loable, pero en modo alguno se lo puede recomendar para todos los casos. 12) ¿Por qué es incorrecto dictar deberes al analizado? Articular con Sobre la Iniciación del Tratamiento, (Freud). Es incorrecto dictar analizado unos deberes; recuperar sus recuerdos, reflexionar sobre cierta época de su vida, etc. Es que él tiene que aprender sobre todo que ni una virtud de una actividad mental como la reflexión, ni de un esfuerzo de atención y de voluntad, se resolverán los enigmas de la neurosis, si no sólo por la paciente obediencia a la regla psicoanalítica que ordena desconectar la crítica a lo inconsciente y sus retornos. Uno debería mostrarse particularmente inflexible sobre la obediencia a esta regla en el caso de los enfermos que practican el arte de escaparse a lo intelectual en el tratamiento, Y entonces reflexionar mucho sobre su estado, a menudo con gran sabiduría, ahorrando sea así el hacer algo para llevar a dominarlo. Por eso no me inclino a recurrir con mis pacientes a la lectura descrito psicoanalíticos; les demando que lo aprendan en su persona propia y les aseguro que de esa manera averiguaras más cosas, y de mayor valor, qué las que pudiera decirles toda la bibliografía psicoanalítica. Bien comprendo, desde luego que bajo las condiciones de la

5

internación en un asilo puede resultar muy ventajoso servirse de la lectura para preparar a analizado y producir una atmósfera favorable al influjo terapéutico. Lacan, J. (2009). La dirección de la cura y los principios de su poder. En Escritos 2, (3ª ed.) Buenos Aires: Siglo XXI. Parte I.

1) ¿Dónde y cuándo presentó Lacan su escrito sobre la dirección de la cura? Lacan presento su escrito en el primer informe del Coloquio Internacional de Royaumont del 10 al 13 de julio de 1958, por invitación de la sociedad Francesa de Psicoanálisis. 2) ¿Qué tiene de anti-freudiano el psicoanálisis de ‘hoy’? Hoy el psicoanálisis tiene de antifreudiano que se jacta de superar lo que por otra parte ignora, no habiendo retenido de la doctrina de Freud sino justo lo suficiente para sentir hasta que punto lo que acaba de enunciar de su experiencia es disonante con ella. la impotencia para sostener auténticamente una praxis se traduce al ejercicio del poder. 3) ¿Quién dirige la cura y en qué consiste? el psicoanalista es el que dirige la cura. el primer principio de esta cura es que no se debe dirigir al paciente. La dirección de la cura consiste en primer lugar en hacer aplicar por el sujeto la regla analítica, o sea, las directivas cuya presencia no podría desconocerse en el principio de lo que se llama “la situación analítica”, bajo el pretexto de que el sujeto las aplicaría en el mejor de los casos sin pensar en ellas. 4) ¿Cuáles dificultades paga el analista? El analista deberá pagar: -con palabras si la transmutación que sufren por la operación analítica las eleva a du efecto de interpretación. -con su persona, e cuanto que, diga lo que diga la puesta como soporte a los fenómenos singulares que el análisis ha descubierto en la transferencia. -también tiene que pagar con lo que hay de esencial en su juicio más íntimo, para mezclarse en una acción que va al corazón del ser, sería el único allí que queda fuera del juego. 5) ¿En qué aspectos es correlativa la tarea del analista y el analizante? El psicoanálisis debe ser estudiado como una situación entre dos. la situación así concebida sirve para articular los principios de una domesticación del YO llamado débil, y por medio de un Yo al que le gusta creer que por fuerza cumple ese proyecto, porque es fuerte. el asentimiento del sujeto no viene sino en el segundo tiempo de un efecto primeramente impuesto. Todo analista experimenta siempre la transferencia en el asombro del efecto menos esperado una relación entre dos que fuese como las otras.

6

No se podría razonar a partir de lo que el analizado hace soportar de sus fantasías a la persona del analista, como a partir de lo que un jugador ideal calcula de las intenciones de su adversario. el analista se adjudica la ayuda de lo que en ese juego se llama el muerto, pero es para hacer surgir al cuarto que va a ser aquí la pareja del analizado, y de cuyo juego el analista va a esforzarse, por medio de sus bazas, en hacerle adivinar la mano: tal es el vínculo, digamos de abnegación, que impone al analista la postura de la partida en el análisis. Los sentimientos del analista sólo tienen un lugar posible en este juego, el del muerto; y que, si se lo reanima, el juego se prosigue sin que se sepa quién lo conduce. 6) ¿Por qué el analista es menos libre en su estrategia que en su táctica? El analista es aún menos libre en aquello que domina estrategia y táctica: a saber, su política, en la cual haría mejor en situarse por su carencia de ser que por su ser. Para decir las cosas de otra manera: su acción sobre el paciente se le escapa junto con la idea que se hace de ella, si no vuelve a tomar su punto de partida en aquello por lo cual ella es posible, si no retiene la paradoja en lo que tiene de desmembrado, para revisar en el principio la estructura por donde toda acción interviene en la realidad. (PROFE) "el analista es aún menos libre en aquello que domina estrategia y táctica a saber su política" y cuando habla de la política vuelve aparecer el ser es decir la política del psicoanálisis juegas desde el ser pero no desde la consistencia del ser sino como lo dice acá desde la carencia del ser, eso qué tiene que ver con el deseo, porque valga la cuestión si lo planteamos en términos de lo que Freud concibe como el ideal del yo, ustedes están acá en clase porque desean ser psicólogos es decir lo que está en juego es la carencia del ser quiero ser lo que no soy lo que aún no soy yo voy a hacer lo que quiero hacer pero obviamente quiero ser lo que no soy digo en términos del idea l, siempre entran juego que uno quiere alcanzar 7) ¿Qué criticas establece Lacan sobre los analistas de ultramar y el ego autónomo? Se concibe que, para apoyar una concepción tan evidentemente precaria, algunos de ultramar hayan sentido la necesidad de introducir en ella un valor estable, un patrón de la medida de lo real: es el ego autónomo. Es el conjunto que se supone organizado de las funciones más dispares para prestar su apoyo al sentimiento de lo innato del sujeto. Se lo considera autónomo por el hecho de que se supone que está al abrigo de los conflictos de la persona. Se reconoce aquí un espejismo trasnochado que la psicología de introspección más académica había rechazado ya como insostenible. Esa regresión es celebrada sin embargo como un retorno al redil de la “psicología general”. Resuelve la cuestión del ser del analista.6 Un equipo de egos menos iguales sin duda que autónomos (¿pero en qué estampilla de origen se reconocían en la suficiencia de su autonomía?) se ofrece a los norteamericanos para guiarlos hacia la happiness, sin perturbar las autonomías, egoístas o no, que recubren con sus esferas sin conflicto el American way hacia ella. (PROFE) cuánto más autonomía gana el yo más sano es esa es la propuesta de la autonomía y de la independencia planteada por la psicología del yo obviamente una autonomía del ego. ¿Qué es lo que plantea lacan? Que en todo caso no hay otra cosa que encontrar lo contrario en un análisis la sujeción al inconsciente del cual el yo nada sabe y nada quiere saber, por eso no

7

entran juego la inspección ni tampoco la introspección propia del analista que no implicaría otra cosa que convertir al psicoanálisis en una psicología general cómo lo dice Freud pero fundamentalmente como lo sostiene por ejemplo harmax qué es uno de los personajes más relevantes de la psicología del yo del psicoanálisis americano y que tiene toda la pretensión de hacer el psicoanálisis una psicología general, entonces la introspección que nos da cuenta de lo que sería la contratransferencia no resuelve la cuestión del ser del analista en relación a la carencia. Además, dice que lo que está en juego para la psicología del yo es hacer que el ego que yo sea cada vez más autónomo independiente del ello, del superyó y de la realidad muy por el contrario lo que se supone que hace el análisis es mostrar no sólo la noción del sujeto sino mostrar la sujeción a los imperativos del superyó las exigencias de la realidad y las exigencias del ello por eso Freud no habla de autonomía del yo, sino que habla de las 3 servidumbres del yo, porque el yo no es amo en su propia casa, sino que es un ciervo que tiene que atender...


Similar Free PDFs