Historia del Mundo Actual-Pánfilo PDF

Title Historia del Mundo Actual-Pánfilo
Author Darwin KW
Course Teorías De La Materia Y La Vida
Institution Universidad Complutense de Madrid
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ÍNDICE

1. PROGRAMA DE LA ASIGNATURA 2. GLOSARIO ● CONCEPTOS POLÍTICOS BÁSICOS ● CONCEPTOS ECONÓMICOS BÁSICOS ● PRINCIPALES ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

3.

RESÚMENES TEMAS I - XX

4. PRUEBAS EVALUACIÓN CONTÍNUA ● 1ª PEC (COMENTARIO DE UN LIBRO SELECCIONADO) ● 2ª PEC (COMENTARIOS DE TEXTO Y GRÁFICO)

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PROGRAMA DE LA ASIGNATURA TEMAS 1. Gorbachov y la crisis del modelo soviético (pp. 17-25). 2. El hundimiento del comunismo y la desaparición de la Unión Soviética (pp. 25-40). 3. Relaciones internacionales y conflictos en los años noventa (pp. 41-65). 4. La globalización. (pp. 67-85). 5. Globalización y desarrollo humano. (pp. 67-85). 6. El avance de la democracia (pp. 101-109). 7. Democracia, desarrollo y Estado del bienestar (pp. 109-115). 8. Democracia, valores morales, multiculturalismo y nacionalismo (pp. 115-121). 9. Al Qaeda y los atentados del 11 de septiembre de 2001 (pp. 123-130 y 324-328). 10. Las guerras de Afganistán e Irak (pp. 131-137) 11. La presidencia de George H. W. Bush y Bill Clinton (pp. 141-159). 12. La presidencia de George W. Bush y Barack Obama (pp. 159-167). 13. Democracia y desarrollo en América Latina (pp. 173-188). 14. Alemania, Gran Bretaña y Francia desde 1989 (pp. 215-226). 15. Rusia durante la presidencia de Yeltsin, 1991-1999 (pp. 240-248). 16. Rusia durante las presidencias de Putin, y Medvedev (pp. 235-240 y 248-256). 17. Asia oriental: China, Japón y Corea (pp. 263-286). 18. India y Pakistán (pp. 293-312). 19. Oriente Medio y el Magreb (pp. 313-317 y 328-339). 20. África subsahariana (pp. 341-349).

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GLOSARIO CONCEPTOS POLÍTICOS BÁSICOS ÍNDICE: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13.

COMUNISMO.CORRELACIÓN ESTADÍSTICA.DEMOCRACIA.DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN.DERECHOS HUMANOS.ETNIA.LIBERALISMO.MULTICULTURALISMO.NACIÓN.NACIONALISMO.SOCIALDEMOCRACIA.TERRRORISMO.TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA.-

1. COMUNISMO.El comunismo es una ideología política que propugna el establecimiento de una sociedad sin clases basada en la propiedad colectiva de los medios de producción. Los primeros partidarios del comunismo se dieron a conocer en Europa en los años cuarenta del siglo XIX y el documento más importante de sus primeros tiempos fue el Manifiesto comunista, publicado por los alemanes Karl Marx y Friedrich Engels en 1848, en cuya doctrina se basaron todos los Estados comunistas del siglo XX. Hasta la revolución rusa de 1917 los términos comunista, socialista y socialdemócrata se utilizaban casi como sinónimos y el de comunista era el menos utilizado, pues los partidos que se inspiraban en la doctrina marxista solían denominarse socialistas o socialdemócratas. Pero cuando tras la revolución de 1917 el ala llamada bolchevique del Partido Socialdemócrata Ruso, encabezada por Lenin, estableció su dictadura, adoptó la denominación de Partido Comunista, reutilizando el término empleado por Marx y Engels en 1848. A partir de ahí se produjo una escisión en el movimiento socialista internacional y los sectores favorables a las tesis de Lenin se agruparon en partidos comunistas nacionales. La doctrina elaborada por Marx y Engels, conocida como marxismo, se presentaba no como una propuesta de acción política, sino como el descubrimiento científico de las leyes en las que se basaba el desarrollo histórico, la principal de las cuales era la de la lucha de clases. Marx y Engels sostenían que el capitalismo había promovido una enorme expansión de la capacidad productiva, pero era incapaz de gestionarla, porque se basaba en el choque de las iniciativas privadas, y conducía por ello a repetidas crisis económicas y al empobrecimiento de la mayoría de la población, relegada a la condición de un proletariado carente de toda propiedad que no fuera su propia capacidad de trabajo. Pero por efecto de las leyes inexorables de la historia, que ellos creían haber descubierto, el proletariado derrocaría el poder de la burguesía mediante una revolución violenta e impondría su propia dictadura. El capitalismo daría paso a la propiedad colectiva de los medios de producción, que aseguraría le desaparición de las 3

diferencias de clases y el nacimiento de una sociedad comunista, próspera y libre. Sin embargo Marx y Engels nunca describieron ni siquiera los mínimos fundamentos de cómo suponían que iba a funcionar la sociedad comunista del futuro. Se limitaron a afirmar que la desaparición de las diferencias de clases llevaría a la desaparición del Estado, que no era sino el órgano de una clase para oprimir a otra. Así es que la fase final del comunismo se llegaría a un modelo de sociedad similar a la que propugnaban los anarquistas, aunque para estos la destrucción del Estado representaba el primer paso de la revolución, mientras que los marxistas planteaban como primer paso la conquista del Estado por el proletariado. La doctrina oficial de todos los Estados comunistas del siglo XX ha sido el marxismo-leninismo o sus derivados, como el maoísmo en China, oficialmente denominado marxismo-leninismo-pensamiento de Mao Zedong. La premisa del marxismo-leninismo, que fue codificado por Stalin, era que las afirmaciones de Marx, Engels, Lenin y luego el propio Stalin o, en el caso de China, Mao, eran verdades científicas indiscutibles. La principal aportación del propio Lenin fue el concepto de que la revolución debía ser guiada por la “vanguardia del proletariado” organizada en un partido disciplinado, el partido comunista. Lenin mantuvo la idea marxista de la desaparición final del Estado, pero fundó de hecho un Estado muy autoritario, el primer ejemplo de lo que algunos politólogos denominan Estado totalitario. A partir de Lenin los términos socialista y comunista adoptaron significados nuevos. Por un lado se produjo una escisión permanente en el movimiento socialista intencional, que se dividió en partidos socialistas y comunistas, con la particularidad de que para los comunistas los socialistas no eran sino renegados. Por otra parte en la terminología leninista se denominaba socialista a la sociedad surgida en la primera fase revolucionaria, reservando la calificación de comunista a la sociedad futura, en la que el Estado desaparecería. Eso significa que ninguno de los Estados comunistas del siglo XX llegó a entrar en la fase que según su propia definición sería el comunismo. Por eso la denominación oficial que el Estado creado por Lenin mantuvo hasta su desaparición fue la de Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Nótese: socialistas y no comunistas. En la práctica los rasgos fundamentales de todos los Estados comunistas del siglo XX fueron la propiedad estatal de los medios de producción, la planificación económica y la dictadura de partido único, que en muchos casos se convirtió en dictadura personal del líder supremo: Stalin en la Unión Soviética, Mao en China, Kim Ilsung en Corea, Castro en Cuba. La desaparición del sistema comunista ha sido sorprendentemente rápida. Entre 1989 y 1991 el comunismo desapareció en toda Europa central y oriental, en la propia Unión Soviética y en Mongolia. En China y en Vietnam el mantenimiento de la dictadura del Partido Comunista se ha combinado con una rápida transición hacia la economía de mercado, con notable éxito. A la altura de 2010 el sistema comunista sólo pervive en pequeños rincones como Corea del Norte y Cuba. 2. CORRELACIÓN ESTADÍSTICA.Se llama correlación a cualquier tipo de relación estadística entre dos conjuntos de datos, denominados variables, por ejemplo la formación académica y los ingresos anuales de una muestra de ciudadanos, o su nivel de práctica religiosa y su intención de voto. Sin embargo la correlación estadística no implica por sí misma una relación de causalidad. Por ejemplo, de la constatación de que los votantes de determinado partido tienen un nivel de práctica religiosa superior a la media no podemos deducir sin más que el sentido de su voto se debe a sus creencias religiosas. Existen diferentes medios de calcular el grado de correlación existente entre dos variables, que se denominan coeficientes de correlación y se suelen designar mediante el símbolo r. El más utilizado es el coeficiente de correlación de Pearson, en el que r = 1 indica la máxima correlación directa entre dos variables, es decir que cuanto mayor es el valor de x mayor es el valor de y, mientras que r = -1 indica la máxima correlación inversa, es decir que cuanto mayor es el valor de x menor es el de y. Cuando las dos variables son independientes una de otra, el coeficiente es 0.

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El interés de las correlaciones estadísticas estriba en que, si bien no permiten deducir por si mismas relaciones causales, sí indican la posibilidad de relaciones de causalidad, cuya identificación puede requerir el análisis de otras variables. Por ejemplo, se puede establecer que en el mundo actual existe una correlación estadística entre el grado de desarrollo económico y el grado de libertad política de los países, pero la explicación de este vínculo es compleja. Puede que el desarrollo económico favorezca el establecimiento de un sistema político libre, puede que un sistema político libre favorezca el desarrollo, puede que ambas variables sean dependientes de otras y puede que las tres afirmaciones sean ciertas. En todo caso habrá que investigar cómo influyen unas variables en otras, pero el hecho de que exista una correlación estadística sugiere al menos una posible línea de análisis. 3. DEMOCRACIA.El término democracia procede del griego y significa gobierno del pueblo. Los primeros ejemplos de gobierno democrático conocidos son los de las antiguas ciudades-estado griegas, en las que se practicaba una forma de democracia directa, mediante la participación de los ciudadanos en asambleas populares. La democracia moderna es en cambio representativa, es decir que son los representantes elegidos por el pueblo quienes deliberan acerca de as principales decisiones a tomar. El punto de arranque de la democracia moderna fueron las revoluciones americana y francesa de fines del siglo XVIII, pero el momento preciso en que se estableció la primera democracia depende de la definición exacta que se adopte. Las definiciones clásicas se han centrado en la fuente de legitimidad del gobierno (la soberanía popular), en el propósito del gobierno (el bien común) y en el procedimiento para formar el gobierno (mediante la decisión de los representantes del pueblo). Este último fue el aspecto destacado por Joseph Schumpeter en su libro de 1942, Capitalismo, socialismo y democracia, en el que criticó la validez de las definiciones basadas en la fuente de legitimidad y el propósito del gobierno y propuso definirla en términos de procedimiento, es decir en la competencia por el voto del pueblo entre quienes aspiran a gobernar. En esa misma línea y en un libro publicado en 1991, Una definición basada en el procedimientos tiene la ventaja de que permite identificar si un sistema es democrático mediante el análisis de aspectos como la limpieza electoral y el control parlamentario del gobierno, pero en último término una democracia implica también un consenso general sobre unos principios éticos fundamentales, que se pueden resumir en una concepción de la dignidad humana que postula la libertad y la igualdad de todos los hombres y mujeres. La declaración de independencia de los Estados Unidos de América lo planteó así en 1776, al afirmar que “todos los hombres son creados en la igualdad, y dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables entre los que se encuentran la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”, y que para asegurar esos derechos crean los hombres gobiernos “que derivan sus justos poderes del consentimiento de los gobernados”. En su libro de 1991, La tercera ola, Samuel Huntington ha propuesto una periodización de la historia de la democracia basada en tres periodos de avance, que denomina olas, separados por dos de retroceso. La primera ola, que arrancó de las revoluciones americana y francesa de fines del siglo XVIII, condujo a 5

mediados del siglo XIX a la aparición de los primeros sistemas políticos que satisfacían los criterios mínimos de la democracia, definidos como un gobierno responsable ante un parlamento que a su vez es elegido periódicamente por un cuerpo electoral suficientemente amplio. La derrota de los imperios centrales en la Primera Guerra Mundial condujo al punto más alto de esta primera ola y el retroceso se inició poco después con el establecimiento del régimen fascista en Italia. A partir de entonces se produjo el auge de las dictaduras, que llegó a su ápice con la conquista alemana de gran parte de Europa en la II Guerra Mundial. La segunda ola democratizadora se inició con la derrota del Eje, que se vio potenciada por la descolonización, pero esta segunda ola fue de breve duración, pues el reflujo se inició a comienzos de los años sesenta, con el avance de las dictaduras en Asia, África y América latina. La tercera ola democratizadora se produjo en el último cuarto del siglo XX. Su inicio se produjo con la caída de las dictaduras de la Europa mediterránea y su momento culminante fue el hundimiento del comunismo, que desde 1945 había representado la gran ideología que rivalizaba con la democracia. 4. DERECHO DE AUTODETERMINACIÓN.En el derecho internacional se entiende por derecho de autodeterminación el principio según el cual los pueblos o naciones tienen derecho a decidir libremente acerca de su soberanía política, es decir que pueden optar por la independencia, la federación, la autonomía o la plena integración dentro de un Estado más amplio. No existe sin embargo consenso alguno acerca de qué características definen a un grupo humano como pueblo o nación ni acerca de cómo puede ejercer ese derecho de autodeterminación. La Carta de las Naciones Unidas , aprobada en 1945, afirma que las relaciones de amistad entre las naciones deben basarse en “el principio de iguales derechos y autodeterminación de los pueblos”, sin más precisión. Las resoluciones de Naciones Unidas nunca han sostenido que la plena independencia sea el mejor instrumento de autogobierno de un pueblo. Las naciones de Asia y África previamente sometidas a dominio colonial que se independizaron a partir de 1945 lo hicieron en nombre del principio de autodeterminación, pero trazaron sus fronteras de acuerdo con el principio jurídico de uti possidetis (como poseéis), derivado del derecho romano, que supone el mantenimiento de los límites territoriales existentes, en este caso las antiguas fronteras coloniales. Este principio fue ya invocado por Simón Bolívar en el momento de la independencia de las repúblicas latinoamericanas, por considerar que el mantenimiento de los límites entre las antiguas demarcaciones administrativas coloniales era el modo menos conflictivo de trazar las nuevas fronteras. De la misma manera las nuevas fronteras asiáticas y africanas se basaron casi exclusivamente en las establecidas durante el período colonial, sin tomar en cuanta las diferencias étnicas o lingüísticas ni trazar fronteras mediante referéndum. Dado que casi ningún territorio era homogéneo desde el punto de vista étnico y lingüístico y que las fronteras entre grupos étnicos y lingüísticos no eran nítidas, cualquier otra solución habría resultado muy conflictiva. El derecho de autodeterminación llevado al extremo chocaría con otro principio básico del derecho internacional, el de la integridad territorial de los Estados, que se considera fundamental para el mantenimiento de la paz. Así es que el único caso en el que el derecho de autodeterminación tiene indiscutible primacía es el de los territorios coloniales o sometidos a ocupación extranjera, cuyos habitantes no tienen la nacionalidad de la potencia ocupante y por tanto se ven privados no sólo del derecho colectivo de autodeterminación como pueblo, sino del derecho individual a poseer una nacionalidad, reconocido en el artículo 15 de la Declaración universal de los derechos humanos, aprobada por Naciones Unidas en 1948. La Declaración del milenio, aprobada por Naciones Unidas en 6

2000, afirmó “el derecho de autodeterminación de los pueblos que permanecen bajo dominio colonial y ocupación extranjera”, sin añadir más. El conflicto se plantea cuando un grupo humano que es mayoritario en un territorio que forma parte de un Estado más amplio se considera a sí mismo como una nación y reivindica el derecho a la autodeterminación. El caso se ha repetido varias veces en los últimos años, por ejemplo en la disolución de Yugoslavia, sin que la comunidad internacional haya adoptado una doctrina coherente al respecto. En el caso de que la división se realice por acuerdo de las partes, los nuevos Estados son inmediatamente reconocidos por la comunidad internacional, como ocurrió en el caso de la República Checa y de Eslovaquia surgidas de la división de Checoslovaquia. Cuando la independencia se declara unilateralmente no existe en cambio un criterio unánime, como ocurre en el caso de Kosovo, cuya independencia respecto a Serbia ha sido reconocida por la mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea, pero no por otros como España. Una doctrina quizá aplicable al caso de Kosovo es la del jurista Allen Buchanan, quien defiende la integridad territorial como un elemento legal y moral de la democracia, pero admite el derecho a la secesión sólo como último recurso de aquellos grupos humanos que hayan sufrido graves injusticias para las que la secesión resulte el remedio apropiado. 5. DERECHOS HUMANOS.Los derechos humanos son aquellos que corresponden a todos los seres humanos por el hecho de serlo. Esta concepción no adquirió reconocimiento universal hasta 1948, año en que la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Declaración universal de los derechos humanos , pero sus orígenes se remontan a una tradición que arranca de la filosofía griega y del concepto romano del derecho natural, luego desarrollado por pensadores cristianos, como Tomás de Aquino, Francisco Suárez, Hugo Grocio y John Locke. Los defensores del derecho natural afirmaron que por encima del derecho positivo de los Estados existen un derecho basado en la propia naturaleza humana que los gobernantes deben respetar y aunque en la actualidad la validez de los derechos humanos no se asocia necesariamente con esta doctrina, es en ella donde se halla su origen histórico. La expresión derechos humanos se comenzó a usar a fines del siglo XVIII y se difundió en el XIX. Las primeras declaraciones de derechos fueron el resultado de las revoluciones inglesa, americana y francesa de los siglos XVIII y XIX. En Inglaterra la Ley de derechos de 1689 afirmó ciertos derechos individuales frente a la arbitrariedad del gobierno. En Estados Unidos la Declaración de Independencia de 1776 afirmó que todos los hombres han sido creados iguales y dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, entre los que se incluyen la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Y en Francia la Declaración de derechos del hombre y el ciudadano de 1789 afirmó los derechos naturales e imprescriptibles del hombre a la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. La comunidad internacional no adoptó sin embargo la validez universal de los derechos humanos hasta la fundación en 1945 de Naciones Unidas, cuya carta proclama en el artículo primero el propósito de promover el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin distinción de raza, sexo, lenguaje o religión. A partir de entonces una comisión de Naciones Unidas, presidida por Eleanor Roosevelt y en la que jugaron un gran papel los juristas John Humphrey y René Cassin, elaboró el texto de la Declaración universal de los derechos humanos, que fue aprobada en 1948 por la Asamblea General de Naciones Unidas, sin ningún voto en contra, aunque se abstuvieron la Unión Soviética y demás países comunistas, Arabia Saudí y Sudáfrica. Al tratarse de una declaración no 7

resulta de obligado cumplimiento para las Estados miembros, pero la autoridad moral que ha adquirido es enorme y en muchos países sus artículos son invocados en la jurisprudencia. La Constitución española la asume expresamente en su artículo décimo. El siguiente paso fue la elaboración de un convenio internacional de derechos humanos, vinculante para los Es...


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