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Se conoce como el “Porfiriato” al periodo desde 1876 hasta 1911 ya que fue dominado por Porfirio Díaz. Este periodo marca una gran trasformación en la economía y en la sociedad mexicana.
Este trabajo se tratara sobre la educación durante una época muy importante en la historia de México, un pe...

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La educación en el Porfiriato Introducción Se conoce como el “Porfiriato” al periodo desde 1876 hasta 1911 ya que fue dominado por Porfirio Díaz. Este periodo marca una gran trasformación en la economía y en la sociedad mexicana. Este trabajo se tratara sobre la educación durante una época muy importante en la historia de México, un periodo el cual marco de manera definitiva su rumbo; el porfiriato. El porfiriato es una etapa de transformación y un arranque hacia la modernidad. En este sentido el trabajo está constituido por la conformación que rige a la educación, los personajes importantes que influyeron en la educación y sus aportaciones en este periodo, en ellos se darán a conocer las leyes y congresos que en esa época se realizaron incluyendo sus conclusiones de los temas tratados por los mismos.

La educación durante el Porfiriato La preocupación por darles educación a todos los mexicanos surgió desde los primeros regímenes del periodo porfirista, la educación publica recibió mayor atención por parte del gobierno federal. “es indudable que durante el porfiriato la educación pública recibió especial atención por parte del gobierno” (Sánchez 2015). Al terminar el siglo IX habían siete secretarias de estado: Relaciones de exteriores, Gobernación, Fomento, Guerra y Marina, Hacienda, Comercio e Injusticia e instrucción Pública: esta última era la encargada de todo lo referente a la educación. Durante la dictadura porfirista, la secretaria de Instrucción Pública con la dirección de Justo Sierra impulso la expansión de la educación básica en

los estados, porque se pensaba que la educación era la base del desarrollo, aunque fue enfocado más a los sectores urbanos que rurales. “La enseñanza estaba a cargo de los ministros de Justicia e Instrucción Pública, todos ellos designados por Porfirio Díaz para servir a los intereses de la oligarquía de capitalistas y hacendados que proliferaban bajo el régimen” (Sánchez, 2015). El positivismo se convirtió en el fundamento indispensable para orientar la educación hacia el progreso, solo así se pensaba que se podría llegar a la libertad científica. “El positivismo fue una corriente ideológica ampliamente difundida y defendida en la Reforma, se buscaba el “espíritu científico” (Sánchez 2015) Uno de los personajes importantes de la educación en el porfiriato fue Joaquín Baranda (1840-1909) quien fue nombrado en 1882 como el Ministro de Justicia e Instrucción Pública por el presidente Manuel González y renombrado en el cargo por el presidente Porfirio Díaz, permaneciendo así hasta 1901. Baranda estaba convencido que la educación era la clave para el desarrollo y progreso del país. Durante su periodo de Ministro celebró el primero y el segundo Congreso Nacional de Instrucción Pública en los que se reunieron pedagogos, maestros, autoridades y profesionales referentes en el ámbito educativo. Las conclusiones que se llegaron en el 1ro Congreso de 1889 fueron la instrucción primaria gratita y laica, la enseñanza primaria elemental debe recibirse en la edad de 6 a 12 años, la enseñanza primaria será integral y obligatoria. En el segundo Congreso Nacional de Instrucción inaugurado el 1 de diciembre de 1890, los resultados fueron resolver problemas en la educación normal, preparatoria y profesional. Estos resultados fueron incluidos en La ley de Instrucción Obligatoria de 1888, la cual fue aprobada hasta 1891 y regida en 1892. Esta ley divide a la instrucción

primaria en elemental, que consistía en cursar los primeros cuatro años y superior que consiste en cursar dos años maás, indica que la escuela será gratuita debido a que será responsabilidad del Estado, “determina el deber del Estado para fortalecer la calidad y el mejoramiento de la educación” (Retamoso, 2017) y se prohíbe a la religión poder impartirla. “La iglesia obtenían sus ganancias del pueblo indígena, del pueblo asalariado, del burgués, por ello la iglesia no era del todo parcial, se movía conforme sus intereses le dictaban, la educación y escuela significaban para ella o un estorbo para su cotidianidad o una palanca para su riqueza” (Sánchez, 2015). Esta ley también tenía permitido educar a los niños en sus hogares, pero al terminar se tenían que certificar con un examen oficial. El Estado poco a poco llevaba el control de la instrucción pública que se amplió al distinto estado de la Republica. Los temas en general a tratar en los congresos fueron; enseñanza primaria, secundaria, normal, profesional, educación para adultos, y educación para el campo. Un aporte importante de los dos congresos es el acuerdo de tener una enseñanza uniforme que se llevó a cabo en varios estados. En 1905 se creó la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes con Justo Sierra (1848-1912) como Secretario nombrado por Porfirio Díaz. “Este cambio significó para Sierra que el presidente Díaz había comprendido que la educación pública en el país era tan importante como la transformación económica. (Ávila, 2013). La Secretaria tenía bajo su cargo en todos los territorios del país: la instrucción Primaria, Normal, Preparatoria y Profesional; algunas academias y sociedades científicas, bibliotecas, museos, monumentos arqueológicos e históricos etc.

Dio prioridad a la educación primaria y a la educación preescolar y por ello en 1908 se proclamó la Ley de Educación Primaria, donde se menciona que la instrucción es importante en la educación y es el único medio para llegar a ella. De igual manera de agrega en esa ley la educación nacional; se entiende como educación nacional a la iniciación de estudiar la historia de la patria, el civismo, la geografía, donde se busca que los profesores inculquen la educación moral ayudaría a la formación del carácter por medio de la obediencia y disciplina, donde influyen sentimientos, los valores, el amor hacia la familia, escuela, la patria y así mismo, para crear buenos ciudadanos ya que la educación “pretende formar un nuevo tipo de persona, y renueva el tejido social. Construye personas autónomas que son capaces de vivir cordialmente en comunidades, y promociona una globalidad democrática” (Retamoso, 2007). Sierra se proponía dos cosas: la primera consistía en transformar la escuela primaria, de simplemente instructiva, en esencialmente educativa con la participación directa del estado, donde tendría un nuevo sentido la educación, ahora se enseñaría a pensar, a sentir y a desarrollar intelectualmente al niño y la segunda es organizar los estudios superiores. En materia de educación básica propuso la autonomía de los Jardines de Niños, desayunos escolares y becas para alumnos destacados, entre otros y en educación superior la reorganización de carreras como medicina, ingenierías, bellas artes y música. En 1910 se promulga la Ley Constitutiva de la Escuela Nacional de Altos Estudios, perfeccionando la calidad de las escuelas nacionales, las preparatorias y en las escuelas de profesionalización tales como: Jurisprudencia, Medicina, Ingenieros y Bellas Artes, de igual manera busca el desarrollo de la investigación científica y formar profesores preparados para escuelas secundarias y profesional.

Dentro el mismo año como parte de los festejos por el centenario del inicio de la lucha por la independencia, Díaz creó la Universidad Nacional de México, actualmente UNAM que tuvo su autonomía hasta 1929, idea y proyecto encabezado por Justo Sierra. “Sierra pensó que en una universidad de tipo moderno, una agrupación orgánica de institutos, docentes y de investigación no pretendió exhumar el tipo de universidad colonial, pero la naciente no podía tener la estructura de la otra” (Ávila, 2013).

Conclusión El Porfiriato es el gobierno de Porfirio Díaz que abarca desde 1876 a 1911, que sin duda cambio el rumbo del país. El desarrollo en todos los ámbitos fue una preocupación por Díaz para mejorar el país, este periodo marco principalmente a la educación donde se deja de lado al clero y el Estado toma las riendas de la instrucción, proclamando leyes que ayudaran a la mejora del país Estos aspectos ayudaron a impulsar al país y dar comienzo del México actual. La educación en esta época fue buena ya que se incrementaron las escuelas. Fue una buena técnica o estrategia para hacer que la educación llegara a todos los ciudadanos. en la actualidad podemos ver que si hay muchas escuelas y las personas tienen acceso, pero es necesario que la educación que se imparte sea de buena calidad. Podemos notar que la preocupación por mejorar la calidad en México es la misma que actualmente, esperando que los ciudadanos estén mejor preparados para el mundo que les rodea.

Referencias Consultadas

Ávila, Ana Verónica. (2003) "Reforma educativa de Justo Sierra". Disponible en

el

ARCHIVO

de

Tiempo

y

Escritura

en

http://www.azc.uam.mx/publicaciones/tye/reformaeducativadejustosierra.htm Núñez Carpizo, Elssié. (2011). El positivismo en México: impacto en la educación. UNAM, 3, 32. Retamoso Rodríguez, G. (2007). Educación y Sociedad. Civilizar. Ciencias Sociales y Humanas, 7 (12), 171-186. Sánchez Martínez, M. (2015). La escuela en México. Propuestas para caracterizar los modelos educativos a partir del Porfiriato. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, 2 , 243-259....