La Farsalia de Lucano: Obra, autor. PDF

Title La Farsalia de Lucano: Obra, autor.
Author Nana Ramírez González
Course Textos latinos VI
Institution Universidad de Málaga
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Trabajo sobre la Farsalia de Lucano: resumen de la obra, datos del autor....


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Universidad de Málaga

Farsalia Marco Anneo Lucano

Jean-Leon Gerome (1866): Cleopatra and Caesar [óleo sobre tela]. Colección Privada.

Ana Ramírez González Facultad de Filosofía y Letras Antonio Rojas Rodríguez Abril 6, 2021

ÍNDICE 1. Introducción…………………………………………………………………………. 2 1.1 Biografía……………………………………………………………………………2 1.2 Contexto Histórico………………………………………………………………...3 1.3 Contexto Cultural……………………...…………………………………………..3 2. Farsalia……………………………………………………………………………….3 2.1 Resumen de la obra.......................................................................................4 3. Comentario Crítico……………………………….….……………………………....5 4. Bibliografía……………………………………………………………………………7

1. INTRODUCCIÓN La Farsalia, originalmente conocida como De bellum civili, es un poema de carácter épico histórico compuesta por el cordobés Lucano en el siglo I d.C. En ella se narra la última guerra civil que sufrió la república romana protagonizada por Julio César y Pompeyo. 1.1 Biografía Las Vitae Lucani se han visto descritas por autores clásicos como el biógrafo Suetonio, el historiador Tácito y el poeta Marcial, están representadas en el códice Vossianus Latinus y posteriormente reviven en la época humanística por medio de autores como el filólogo italiano Pomponio Leto. A través de algunas de estas fuentes describiremos los hitos más importantes del poeta hispano. Marco Anneo Lucano tuvo una vida intensa pero breve. Nació en la ciudad de Corduba el 39 d.C, siendo esta una colonia patricia romana, y murió en Roma el 65 d.C, con tan solo veinticinco años. Nacido en una familia ilustre, su abuelo paterno fue Séneca el Rétor y su tío Séneca el Filósofo, su madre, por otra parte, pertenecía a la familia de los Acilios, de igual ilustre. Como no podía ser de otra manera, con una edad temprana su familia se mudó a la poderosa Roma y fue educado por grandes maestros en gramática, oratoria y filosofía. En aquel momento el filósofo Séneca estaba exiliado por el emperador Claudio, pero a su regreso en el 49 a.C., fue él mismo quien se encargó de la educación del poeta, convirtiéndose en su gran maestro hasta la muerte de ambos. Desde una edad temprana, Lucano mostró ser un gran poeta con grandes cualidades. Suetonio nos cuenta que mientras se instruía en Atenas fue llamado por el ya emperador Nerón, con quien, a pesar de su naturaleza republicana (pues los hispanos eran conocidos por ser pompeyanos) inició una amistad. El acercamiento entre el emperador y el poeta se debía a que Séneca también fue maestro de Nerón. Antonio Holgado Redondo aclara de Séneca en su introducción de Farsalia: “Y hasta es posible que pensara ya, para el futuro, en situar a Lucano, que daba muestras de talento precoz y relevantes prendas, cerca de Nerón como amigo, consejero y hombre de influencia en la orientación política y moral del Emperador, soñando con un bello triunfo, del estoicismo (…) ” (Holgado, 1984, p.10). Así pues, alrededor de los veinte años Lucano gozó de la diosa de la fortuna. Sin embargo, pronto tropezó con la furia de Nerón, quien a causa de los celos (pues recordemos que Nerón practicaba la poesía) le prohibió leer sus composiciones en público. Así lo afirma Tácito en los Anales: “et Lucanus Annaeus Plautiusque Lateranus vivida odia intulere. Lucanum propriae causae accendebant, quod famam carminum eius premebat Nero prohibueratque ostentare” (Tac. Ann, XV, 49). La vida de Lucano finaliza con la acusación de él y de su tío de formar parte de la Conjuración de Pisón contra el emperador. Fue torturado en la cárcel y condenado a muerte. Ambos cordobeses decidieron despedirse de la vida cortándose las venas, acogiendo una muerte muy romana. A su mujer Pola, quien según las fuentes poseía una gran inteligencia y llegó a ayudar a su esposo en la recopilación de historias literarias, se le atribuyen unos versos escritos tras la muerte de su marido: “Esposo mío, hoy han muerto contigo la justicia y la poesía. Esto se ha grabado con fuego y con dolor en mi memoria: mi corazón sangrando junto a tu corazón; tu rostro amado, una rosa tanto más blanca, cuanto más se teñía tu lecho de púrpura”. Al mismo tiempo encontramos un epigrama del poeta Marcial: “... y de los dos Sénecas y del único Lucano habla la elocuente Córdoba... ” (Marcial, Ep. I, 61).

1.2 Contexto Histórico Lucano nace cuando el Imperio Romano está siendo gobernado por la primera dinastía: la julio-claudia. Esta se compone por los siguientes emperadores: Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. La vida de nuestro poeta se concentra en estos dos últimos emperadores. La gran obra de Tácito, los Anales, describe detalladamente este periodo de la historia. Según el historiador, Claudio es el menos conflictivo de los césares. Este lo describe como un emperador fácilmente influenciable, débil, y en cierto modo es así como ha pasado a la historia. Claudio fue ridiculizado por su familia y demás contemporáneos. Este desprecio en parte se debía a que el emperador era tartamudo y cojo. Tácito nos narra escenas en las cuales se puede apreciar una actitud claramente influenciable, como el destierro de Séneca probablemente manipulado por su esposa Mesalina, o el control que Agrippina ejerció sobre él para conseguirle a su hijo el imperio. Y efectivamente, su última esposa le envenenó pasando todo el poder al hijo adoptivo del emperador: Nerón. Este, al contrario que Claudio, no se mostró débil, sino que ha pasado a la historia por gobernar un reinado de terror. A pesar de haber empezado con una buena actitud (promovió el arte, juegos quinquenales etc.), su personalidad se fue contaminando. Nerón destaca por haber incendiado Roma con la intención de otorgarse el mérito de una nueva ciudad y de culpar a los cristianos, por sus excentricidades sexuales y por la gran caza contra todo aquél que él sospechara enemigo, llegando a condenar a su gran maestro Séneca, a su amigo Lucano y a su propia madre, Agrippina. En definitiva, Lucano no gozó de un Imperio Romano estable y pacífico: nació en el final de un Imperio gobernado por un hombre sereno pero de carácter influenciable, y murió en uno dirigido por el miedo y la desconfianza. 1.3 Contexto Cultural El siglo I d.C. pertenece a la época postclásica. Esta destaca por la unificación lingüística del latin en el occidente y la propagación del modus vivendi romano. En este momento la cultura se ve enriquecida por la mezcla de etnias, ya no solo griega y romana sino gálicas, hispanas, africanas y orientales. Por consiguiente, encontramos grandes escritores procedentes de distintos lugares, en especial de Hispania, como fueron Séneca, Lucano, Quintiliano y Marcial. Desde una perspectiva literaria nos encontramos en la “Edad de Plata”. Surgen en este momento dos corrientes: una continuista que defendía la imitación de los “clásicos” y otra vanguardista, basada en nuevas formas de expresión, como es el caso del culteranismo de Lucano. He de destacar que, independientemente del estilo, predominaba la influencia inevitable de las corrientes filosóficas, en concreto la estoica y la epicureísta.

2. FARSALIA Sabemos que Lucano compuso alrededor de catorce escritos, como la tragedia Medea o los poemas Saturnalia, pero es su obra Farsalia el único poema que se ha conservado. Según Suetonio, su primera aportación como poeta fue un elogio hacia Nerón en uno de sus concursos. Sin embargo, fue con su Farsalia con la que se consagró como poeta. El poema está inacabado y se divide en diez cantos: los tres primeros están dedicados al emperador Nerón y se publicaron cuando Lucano aún

vivía, mientras que los restantes al reflejar cada vez más un pensamiento republicano fueron vetados y se publicaron más en adelante, habiendo muerto ya el autor. 2.1 Resumen de la obra El poema de Lucano se desenvuelve en la guerra civil entre César y Pompeyo. En este contexto resumiremos los dos primero libros de la obra: - Libro I: La epopeya comienza con la tradicional invocación a los dioses, aunque en este caso es al emperador Nerón convertido en divinidad, y le sigue un elogio al mismo: “ … ya no quiero invocar al dios que revela los secretos de Cirra ni hacer venir a Baco desde Nisa: tú bastas a darme alientos para cantos romanos”. “A tí, cuando, cumplida tu estancia en la tierra, te encamines, tarde, hacia los astros (...)” (Luc. Far, I, 63). Hace una crítica a la guerra y una petición de paz: “ … el género humano, depuestas las armas, mire por su propia felicidad y todos los pueblos se amen entre sí; que la paz, extendida por el universo, mantenga cerradas las puertas de hierro del belicoso Jano” (Luc. Far, I, 58). A continuación el autor enumera las causas de la guerra, y culpa al destino, elemento fundamental en una epopeya, a la propia Roma, pues era inevitable que su grandeza no decayera, y al primer triunvirato, formado por César, Pompeyo y Craso: “¿Qué sacudida arrancó la paz al universo? El celoso eslabonamiento de los destinos, la imposibilidad, para lo muy elevado, de seguir en pie mucho tiempo (...) Tú eres la causa de tus desgracias, Roma, convertida en propiedad común de tres dueños” (Luc. Far, I, 68). Lucano explica que lo que unía a César y a Pompeyo era, por un lado, Craso, y por otro, Julia, la hija de César y esposa de Pompeyo, y que la muerte de ambos personajes provocó la ruptura de la alianza. Así pues, la guerra por la ambición fue inevitable. Lucano hace una descripción poética de ambos personajes y asimismo de la decadencia de Roma. La trama en sí comienza con el paso del río Rubicón por parte de César, lo que implicaba en Roma una guerra civil. A continuación narra la toma de Rímini, donde llegan los tribunos. En esta parte destacan los discursos del orador y político Curión y el del centurión Lelio. En el primer discurso, Curión critica la figura de Pompeyo: minimiza sus éxitos “¿O te parece mejor, Magno, convertir a los piratas en colonos?" (Luc. Far, I, 347), señala que su carrera política la desarrolló a la sombra de Sila, le culpa de forzar la servidumbre por medio del hambre etc. En el segundo discurso, Lelio muestra su apoyo a César y le anima a continuar con el propósito de marchar a Roma y enfrentarse al senado: “¿soportarás tú a esos degenerados con toga? (...) poder cumplir tus órdenes es para mí tan obligado como querer hacerlo” (Luc. Far, I, 364). Tras escuchar los discursos, seguros de la guerra, César pone en marcha los cohortes hacia Roma. Lucano entonces se dispone a hacer una lírica descripción de la Galia, retratando elementos como el paisaje y la religión: “Habitáis espesuras profundas en remotos bosques sagrados; conforme a vuestra doctrina, las sombras no emigran a las silenciosas moradas del Erebo y a los pálidos reinos del subterráneo Dite: el mismo espíritu sigue rigiendo los miembros en otra región del mundo” (Luc. Far, I, 453). Luego nos situamos en Roma, donde Lucano nos la dibuja con el terror de los habitantes al anunciarse la guerra: “la turba, enloquecida, en atropellada carrera por la ciudad, como si la única esperanza para sus

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aflicciones estuviera en salir de las murallas de su patria, se precipita a ciegas” (Luc. Far, I, 495). El autor termina el libro exponiendo una serie de profecías y prodigios: “los dioses, amenazadores, llenaron de prodigios las tierras, los cielos, el mar” (Luc. Far, I, 526). Libro II: Lucano da comienzo al segundo libro con una escena de quejas y lamentos por parte de las mujeres y los hombres del pueblo, y recuerdan las atrocidades de la anterior guerra civil entre Mario y Sila, considerando que esta va a ser pero: “Y para entonces, ¡cuántos cayeron muertos en Sacriporto, y qué masa de hombres tirados por tierra acopió la puerta Colina (…). Tales padecimientos nos aguardan de nuevo, tal será el camino recorrido en el desarrollo de la guerra, tal será, en firme, el desenlace de las contiendas civiles” (Luc. Far, II, 135). En contraposición al lamento del pueblo, aparece en escena el valiente Bruto, que se dirige a la casa de su tío Catón, y debaten sobre si participar en la guerra o no. También aparece la antigua esposa de Catón, Marcia, la cual le pide que se vuelvan a casar, pues para tener hijos fue cedida a otro matrimonio (la única finalidad de casarse era la procreación). Es curioso cómo se casan sin seguir las costumbres tradicionales, como son los versos fesceninos: “ no rechiflaron las gracias de costumbre, ni el marido fue blanco, a su pesar, de las impertinencias de la fiesta a usanza sabina” (Luc. Far, II, 366). Mientras, Pompeyo huye de Roma, y Lucano aprovecha para hacer una bella descripción de los Apeninos: “Engendra él en manantiales espaciosos inmensos ríos y dispersa sus corrientes en la divisoria de ambos mares” (Luc. Far, II, 402). A continuación nos describe el avance de César y su ejército, el cual es interrumpido en Corfinio por Domicio y sus cohortes, que se habían atrincherado para bloquearles el paso. Finalmente César sale victorioso, y perdona la vida de Domicio. Entretanto, Pompeyo se prepara para la batalla y borda un gran discurso hacia las cohortes, teñido de amenazas hacia César y de la glorificación de sus propias victorias: “la tierra entera, bajo cualquier sol que se extienda, está ocupada por mis trofeos” (Luc. Far, II, 584). Tras el silencio de su discurso, se retiran a Brindis. Ahí le ordena a su hijo mayor y a los cónsules buscar aliados. César entonces se dispone a bloquear la salida del puerto a mar abierto, primero con un dique, pero al no sobresalir ninguna roca, tala árboles y los entrelaza. No obstante, mediante proyectiles la flota de Pompeyo consiguió abrirse camino. El libro termina con la flota de Pompeyo en el mar abierto, y el poeta nos anticipa su derrota: “Para entonces ocupabas, Magno, el mar abierto, pero sin llevar contigo los mismos hados de cuando perseguían a los piratas sobre las olas por todo el mar: cansada de tus triunfos, la Fortuna te abandonó” (Luc. Far, II, 725).

3. COMENTARIO CRÍTICO En la Farsalia de Lucano se aprecia desde los primeros versos la ideología política del autor, no obstante, a pesar de tener un carácter histórico debido a que narra un momento crucial en la historia romana, no es una obra historiográfica, sigue siendo un poema épico. Así pues, es subjetivo, y esto lo podemos apreciar en el retrato de César como el anti eneas, dejando al descubierto su inclinación hacia Pompeyo, pues recordemos que Lucano era de Hispania, y esta era famosa por ser tierra de Pompeyanos: “ tú, Magno, temes que sus recientes proezas obscurezcan tus antiguos triunfos y que tu victoria sobre los piratas quede por debajo del

sometimiento de los galos, a tí, te engalla la experiencia ininterrumpida de tus empresas esforzadas y tu Fortuna, que no consiente un segundo puesto”. En esta cita podemos observar como menciona a Pompeyo con el apodo de Magno (el cual se mantiene a lo largo de toda la obra), mientras que a César ni le nombra. Lucano describe a César como un altanero, ambicioso y violento: “César, loco por las armas, se alegra de no abrirse camino alguno sino con derramamiento de sangre, (...) No le apetece tanto atravesar puertas abiertas como tener que romperlas, ni tanto hollar campiñas ante colonos resignados como arrasarlas a hierro y fuego. Se avergüenza de ir por camino permitido y parecer un ciudadano más”. También se aprecia en la personificación que el poeta hace de Roma, la cual se muestra contraria a la decisión de César: “¿Hacia dónde seguís avanzando? ¿Adónde lleváis, guerreros, unas enseñas que son mías? Si marcháis con arreglo al derecho, si como ciudadanos, hasta aquí y sólo hasta aquí os está permitido”. Otro personaje importante en el cual se observa un gran favoritismo por parte del autor, es el de Catón, el cual Lucano convierte en la representación de la virtud estoica, o como dice Antonio Holgado: “el campeón de la libertad perdida” (Holgado, 1984, p.121). De este modo, podríamos decir que Lucano se atreve a componer una epopeya de los vencidos. Independientemente del reflejo del pensamiento del autor, la obra, con una estructura cronológica, es verdaderamente fiel a los hechos. Respecto a su estilo, se hace monótona su retórica, la exageración y el barroquismo de sus versos, a pesar de su fuerza y brillantez. He de resaltar las numerosas digresiones que nos ofrece, como son las descripciones de los lugares o de las costumbres, otorgándole riqueza al poema. Sin embargo, el punto fuerte de la epopeya es la ruptura que hace con los esquemas tradicionales de Virgilio y Homero, al no haber una intervención directa de los dioses en la vida de los mortales, y alejándose por tanto del carácter mitológico y legendario, triunfando el sentido racional. Eso no implica la omisión de elementos sobrenaturales, podemos apreciarlos, pero desde un segundo plano. Esta innovación que hace Lucano del género convierte a su obra en una epopeya única. Por último, me place finalizar con una cita de Lucano, que a mi parecer, muestra un interesante punto de vista: “Los hombres temen a los mismos Dioses que han inventado”.

BIBLIOGRAFÍA

BARTOLOME, P. (2018, 21 de octubre). La mujer que reivindicó a Lucano, EL DIA DE CORDOBA. La mujer que reivindicó a Lucano (eldiadecordoba.es) CORTADELLA, J. (2007). Nerón: el emperador maldito, Clío: Revista de Historia, 73, 86-93. LUCANO. (1984). Farsalia (Holgado Redondo, A, Trad.). Gredos. MARCIAL. (2004). Epigramas (Socas Gavilán, F, Trad.). Alianza. ORTIZ, M. (2018, 12 de abril). Bajo la mirada de Córdoba: Lucano, el sobrino de Séneca, BAJOLAMIRADADECORDOBA. Bajo la mirada de Córdoba: Lucano, el sobrino de Séneca (bajolamiradadecordoba.blogspot.com) TACITO. (2007). Anales (Antón Martínez, B, Trad.). Akal. THAYER, B. (2008, 16 de julio). Suetonius: Life of Lucan, UCHICAGO. Suetonius • Life of Lucan (uchicago.edu)...


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