Literatura Universal. Temas PDF

Title Literatura Universal. Temas
Course Literatura Universal
Institution Bachillerato (España)
Pages 23
File Size 565.4 KB
File Type PDF
Total Downloads 90
Total Views 128

Summary

Todos los temas de la Asignatura Literatura Universal de 2º Bachillerato...


Description

TEMA 1. Los cambios del mundo y la nueva visión del hombre durante el Renacimiento. El Renacimiento es un movimiento cultural que comprende, fundamentalmente, el siglo XVI, aunque no se pueden establecer con exactitud sus límites cronológicos. Esta corriente se desarrolló de forma paralela al Humanismo, movimiento que forzó un cambio de mentalidad al situar al individuo en una posición de dignidad dentro del mundo. Así, al entender los humanistas que sólo en la época clásica el hombre había sido la medida de todas las cosas, trataron de recuperar y propagar a los autores clásicos, tomándolos como modelo. De esta manera, con el término “Renacimiento” se hace referencia a la característica fundamental del movimiento en cuestión: la recuperación o el resurgimiento de la cultura clásica griega y latina. Las características de este periodo son diversas. En él, se fomentó el aprendizaje del latín y del griego y, a la vez, se defendió la dignificación de las lenguas vulgares. En lo político, se produce un debilitamiento del sistema feudal (característico de la Edad Media) y un fortalecimiento del poder real, surgiendo así monarquías fuertemente autoritarias y creándose los grandes Estados modernos. Del mismo modo, se produjo un crecimiento de las ciudades y un afianzamiento de la clase burguesa, potenciándose las actividades industriales y comerciales, así como el uso del dinero, y pasando la nobleza a ser cortesana. También destacó el desarrollo de la ciencia, con estudios del cuerpo humano y del Universo: fue en el Renacimiento cuando Miguel Servet descubrió la circulación de la sangre y cuando Copérnico y Galileo realizaron sus estudios astronómicos. Asimismo, se propagaron herejías y adquirieron fuerza movimientos reformistas, como los de Erasmo de Rotterdam y Martín Lutero. La cultura se vio impulsada por la invención de la imprenta, que fomentó la difusión de las nuevas ideas humanistas, fomentada también por la instauración en las Universidades de los “studia humanitatis”. En el arte renacentista se desarrolló una estética basada en el Neoplatonismo (según el cual el mundo es bello porque refleja la belleza de Dios) y destacó el reflejo del equilibrio, la armonía, el orden, la claridad y la idealización. Así, en el estilo se buscó una “naturalidad artificiosa”: un arte culto y cuidado, pero sin exceso ornamental. Finalmente, habría que decir que la inquietud del hombre renacentista, junto con el desarrollo del comercio, fomentó el ensanche de las fronteras geográficas, destacando: la exploración de América y de las costas atlánticas e índicas de África, la primera vuelta al mundo completa, los descubrimientos y exploraciones de las islas del Pacífico… Con respecto al humanismo, apuntaremos que los humanistas se propusieron la restauración de los ideales clásicos y se caracterizaron por: el estudio de las lenguas clásicas y el interés por las lenguas romances; y la valoración entusiasta del mundo y del hombre, orientándose la cultura hacia el conocimiento de lo humano y lo terreno. Así, se concibió una nueva forma de entender la vida basada en: la consideración del mundo ya no como un lugar de paso, sino como un paraje bello y digno de ser disfrutado; el surgimiento del antropocentrismo (frente al teocentrismo medieval), por el que el hombre es el centro de todo; la consideración del hombre como un ser integrado armónicamente en la naturaleza; y la aparición de la figura del cortesano

(que, según Baltasar de Castiglione, debe cultivar a la vez las armas y las letras) como ideal de perfección. Humanistas destacados fueron: en Italia, Petrarca, Boccaccio, Dante, Lorenzo Valla, Marsilio Ficino y Pico della Mirándola; en los Países Bajos, Erasmo de Rotterdam; en Inglaterra, Thomas More; y en España, Luis Vives y Antonio de Nebrija. En relación a la estética renacentista, es importante señalar que esta tomó como modelo la antigüedad clásica. Se rescatan las ideas platónicas de la belleza (utopía para la humanidad) y se impone la “Poética” de Aristóteles en el teatro, distinguiéndose entre un estilo elevado (tragedia) y otro bajo (comedia), y estableciéndose las tres unidades de lugar, tiempo y acción. Los temas más frecuentes son: el amor (por influencia petrarquista, se canta a un amor melancólico y doloroso, fruto de la no correspondencia o de la ausencia de la amada), la naturaleza (destaca el tópico del “locus amoenus”, mostrándose una naturaleza idealizada y eternamente primaveral) y la mitología (los mitos clásicos se despojan de significación religiosa y son convertidos en símbolos de las fuerzas de la naturaleza). Otros temas son: el “carpe diem” o incitación al goce en la juventud; el “beatus ille” o elogio de la vida sencilla y retirada; y temas filosóficos y políticos.

TEMA 2. La lírica del amor en el Renacimiento. La poesía medieval fue poesía lírica, pues era cantada por personas que, además de poetas, eran músicos, recibiendo los libros donde se recogieron estas composiciones el nombre de Cancioneros. Al mismo tiempo que se desarrolló una lírica popular con estas características, se desarrolló también una lírica culta, que tuvo su máximo exponente en la poesía provenzal o trovadoresca. Así, a comienzos del siglo XII apareció en el sur de Francia la primera escuela de lírica culta, cuyo influjo propició la aparición de imitadores en otras lenguas, como el francés, el catalán, el gallegoportugués (“cantigas”) o el alemán (“·minnesang”). Estas nuevas composiciones presentaron varias novedades: ya no son anónimas, pues las componían trovadores, los cuales difundían sus obras acompañadas de música; el público estaba compuesto por una aristocracia cada vez menos guerrera y más refinada; surgió una nueva concepción del amor, el “amor cortés”, cuyo espíritu quedó resumido en el tratado “Sobre el amor” de Andreas Capellanus (s. XII), en el que se hablaba del amor imposible que un vasallo siente hacia la dama, que es además su señora; y se produce una reflexión del yo sobre su estado de ánimo y su amor hacia una mujer a la que llama domna (de “domina”) o midons (de “meus Dominus”). Ellenguaje de estas composiciones es una adaptación a la lírica del lenguaje técnico del mundo medieval. Según el tema, en la poesía trovadoresca se distinguen estos subgéneros: “cansó” (poesía amorosa de refinada expresión literaria), “sirventés” (poema satírico, de ataque personal o crítica moral), “pastorela” (encuentro de un caballero con una bella pastora), “planh” (lamento por la muerte de una persona o por otra desgracia), “tensó” (debate entre dos poetas sobre diversos temas) y “alba” (separación de los amantes al amanecer tras pasar la noche juntos). Entre los autores destacaron: Guilhem de Peitieu (primer poeta románico conocido), Bernart de Ventadorn (importante poeta amoroso), Arnaut Daniel, Guillem de Berguedà, Peire Vidal, Bertran de Born (compuso

poemas de tema político) y Giraut de Bornelh. Por otra parte, diremos que existieron dos estilos a adoptar como trovador: estilo trobar leu (consistía en una actitud poética de expresión fácil y de clara comprensión, pero alejada de la repetición y la vulgaridad) y estilo trobar clus (consistía en una actitud hermética, artificiosa en sus aspectos verbales y métricos). A mediados del siglo XIII apareció la primera escuela poética culta en lengua vulgar italiana: la Escuela Siciliana, que se extendió por el resto de la península itálica danto lugar al “dolce stil nuovo” (nombre tomado del canto XXIV del Purgatorio de la “Divina Comedia” de Dante). Este movimiento englobó a un grupo de poetas que escribieron entre 1280 y 1310 y formado porGuido Duinizzelli, Guido Cavalcanti, Cino da Pistoia y el mismo Dante Alighieri. Este último empleó el término “dolce” para referirse a una forma y un léxico basados en la musicalidad, la suavidad y la euforia. Con la palabra “nuovo” se destaca la idea de cambio estilístico y temático. Así, la poesía debía ser sincera, siendo sus principales temas el amor y la naturaleza. Estos poetas entienden la poesía como resultado de un impulso del corazón que provoca el nacimiento de las palabras adecuadas sin necesidad de mayores esfuerzos. El amor supera los límites del amor cortés y se convierte en una virtud identificable con la nobleza de espíritu. Del mismo modo, la dama y la belleza son hitos necesarios en el camino de perfección que lleva a Dios, naciendo así el tópico de la “donna angelicata” (la mujer angelical que es puente entre el género humano y Dios). Para Dante (autor de tratados como “De vulgari eloquentia” o “De monarchia”, y de obras literarias como “Vita nuova”, “Canzoniere” o “Convivio”), su “donna angelicata” fue Beatriz, la cual hace de guía para él en su paso por el Paraíso en la “Divina comedia”. Esta realización, escrita entre 1306 y 1320, consta de tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso. En la primera y segunda Dante recorre con Virgilio los nueve círculos del Infierno y las nueve gradas del Purgatorio, y en la tercera recorre con Beatriz las nueve esferas del Cielo. Destaca en esta realización la simbología alrededor del número tres (tres partes de 33 cantos escritos en tercetos). A la poesía alabanza a la dama del “dolce stil nuovo” se añadió el tema de la introspección psicológica y el uso de una lengua refinada y de estructuras métricas más o menos fijas. Todos estos elementos pasaron a la poesía posterior, llegando aPetrarca a mediados del siglo XIV. Este último nació en Arezzo, en 1304, y fue un gran estudioso y admirador de los autores grecolatinos. Toda su obra poética en italiano fue inspirada por su musa, llamada Laura, cuya muerte le hundió en una profunda crisis espiritual. Considerado como uno de los primeros humanistas, escribió obras en latín, como “África”, pero debe su fama a sus poemas en italiano, como “Los triunfos” o el “Canzoniere”. Este está compuesto de 300 sonetos y 49 composiciones varias, y su tema central es el amor hacia Laura. Con esa realización, aparece en la lírica la introspección amorosa y el análisis minucioso de los sentimientos personales. Así, la influencia de Petrarca fue notable en el Renacimiento (por ejemplo, en Garcilaso o en Boscán).

TEMA 3. La narración en prosa durante el Renacimiento: Boccaccio. En el Renacimiento, la prosa de ficción va llegando al final de una larga evolución que comenzó con la novela griega del periodo helenístico y culminará con la novela moderna. En esta época continuaron vigentes dos modelos narrativos del siglo XV (los libros de caballerías y las novelas sentimentales), y en la segunda mitad del siglo XVI se desarrollaron nuevas formas narrativas, como: la novela pastoril (relata historias amorosas entre pastores, destacando obras como “La Arcadia”, de Sannazaro; “Los siete libros de la Diana”, de Jorge de Montemayor; o “La Galatea”, de Cervantes), la novela bizantina (relata amoríos entre personas de alto linaje, sobresaliendo “Los trabajos de Persiles y Sigismunda”, de Cervantes), la novela morisca (habla de la convivencia entre musulmanes y cristianos, como vemos en “Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa”, de Cervantes), la narración breve (esta tipología surgió por influencia de autores como Boccaccio, sobresaliendo “El Patrañuelo”, de Joan Timoneda) y la novela picaresca(cuenta con realizaciones como el “Lazarillo de Tormes” o “Guzmán de Alfarche”, de Mateo Alemán). El autor más destacado de la prosa renacentista fue Giovanni Boccaccio, uno de los padres de la literatura italiana y creador de la novela corta. Como humanista, escribió en latín algunos tratados y es destacada su faceta como poeta, sobresaliendo por encima de todo por su producción en prosa. Entre sus novelas en italiano sobresalen: “Filoco” (muestra temprana de la novela bizantina), “Filostrato” (obra en verso narrativo), “Fiammetta” (donde refleja sus amores con María d’Aquino), “Ninfale d’Ameto” (de tema pastoril) y “El Corbacho” (sátira contra las mujeres). Sin embargo, por encima de todas está el “Decamerón”, colección de cien cuentos explicados por diez narradores durante los diez días que pasan refugiados en una casa de campo próxima a Florencia, huyendo de la peste que asolaba esa ciudad. Estos diez personajes, para distraerse, acuerdan que cada día cuente cada uno un cuento, siendo los temas que estos tratan muy variados, pero teniendo siempre como núcleo el amor y la sátira de las costumbres. Los protagonistas de los cuentos representan toda la gama social de la época, desde reyes hasta criadas, pasando por caballeros, frailes y monjas. Así, en esta realización coexisten elementos medievales con otros claramente ya renacentistas, como el tono vitalista, alegre y despreocupado con que se describe la existencia humana en gran parte de las narraciones.

Otro autor destacado fue el inglés Geoffrey Chaucer, cuya obra principal fue “Cuentos de Canterbury”, narración en verso de una serie de cuentos relatados por treinta peregrinos que se dirigen a la tumba de santo Tomás Becket. Así, se presentan una serie de relatos de variada procedencia que, con ironía y humor, reflejan la realidad social, plasmando una visión vitalista del mundo, cercana a la del Renacimiento. Respecto al lenguaje, diremos que otro de los méritos del libro es la caracterización que en él se realiza de los personajes a través del tono que cada uno emplea. En España, aunque tenemos obras del siglo XVI (como “El Patrañuelo” de Juan de Timoneda), destaca el auge que se produjo en el siglo XVII, con María de Zayas (“Desengaños amorosos”),Lope de Vega (“Novelas a Marcia Leonarda”) y Miguel de Cervantes (“Novelas ejemplares”).

En relación a la prosa renacentista didáctica, diremos que se vio potenciada por el pensamiento humanista, que propició la consolidación de un nuevo género: el ensayo. Los autores de prosa didáctica reflexionan sobre diversos temas, y entre ellos destacan: Nicolás Maquiavelo, Tomás Moro, Erasmo de Rotterdam y Baltasar de Castiglione. La obra más importante deMaquiavelo es “El príncipe”, en la que defiende una emancipación de la ciencia política con respecto a la religión y a la ética.Tomás Moro destaca (junto con Francis Bacon) por “Utopía”, en la propone la creación de una sociedad ideal regida por los principios de la racionalidad humana. Erasmo de Rotterdam, por su parte, sobresalió por “Elogio de la locura”, en la que defiende una religión más auténtica y personal, basada en la caridad y no en los grandes cultos externos. Por último, Castiglione es autor de “El Cortesano”, obra que desarrolla el tema del perfecto hombre de corte y traza la figura ideal de lo que debe ser el caballero renacentista. En la prosa renacentista francesa sobresalieron François Rabelais (autor de “Pantagruel” y “Gargantúa”) y Michel deMontaigne. La obra más destacada de este último son los “Essais” o “Ensayos”, con los que inauguró un nuevo y fecundo género literario en el que se mezcla la reflexión con la creación. Sin duda, el gran descubrimiento de Montaigne fue el de retratarse a sí mismo en sus escritos, pues analizó su propio ser para tratar de hallar lo que los hombres llevan en su interior. Uno de los núcleos temáticos de su obra es la pregunta sobre la verdad y las posibilidades del saber humano, mostrándose moderadamente escéptico en la respuesta. Así pues, sus “Ensayos” reflejan a un hombre sincero e inteligente que aspira, sobre todo, a un equilibrio moral y al dominio de sí mismo.

TEMA 4. El teatro isabelino en Inglaterra. El contexto histórico inglés de la segunda mitad del siglo XVI está marcado por un periodo de auge logrado bajo el reinado de Isabel I, que se refleja también en el campo de las letras y las artes: es la época isabelina (1559-1642). El teatro inglés sufrió un marcado cambio en 1576, cuando se pasó de los “ministrels” (compañías de teatro ambulantes) a concebir el teatro como una institución permanente, creándose edificios construidos expresamente para las representaciones (en Londres había ocho). El público que asistía era heterogéneo y exigía emoción y diversión, convirtiéndose el teatro en un hecho comercial. Las características del teatro isabelino fueron: los dramaturgos se plegaron a las exigencias del público; son representaciones vivas y populares; es un arte al margen de las reglas clásicas, pues no respeta las tres unidades; no hay separación de géneros; se da importancia a la figura del “clown” (el gracioso); se produce una mezcla entre prosa y verso, utilizándose la polimetría y destacando el verso libre (“blank verse”); se produce una mezcla de estilos y de lenguajes, atendiendo a la clase social de los personajes. Los géneros más empleados fueron: la comedia (destaca la influencia

italiana y la comedia de enredo), la tragedia (busca provocar sentimientos en el público) y el teatro histórico (se apela al sentir patriótico de Inglaterra). Con respecto a los autores, como principal predecesor de Shakespeare podemos señalar a Christopher Marlowe (1564-1593) y como principal autor contemporáneo a él a Benjamín Jonson (1572-1637). Marlowe, autor de tragedias (como “La trágica historia del doctor Fausto”, “El judío de Malta” o “La masacre de París”), gozó de gran popularidad, fue el creador del teatro poético inglés y aportó el dominio del verso libre y de la figura del héroe trágico. Jonson, autor humanista y culto, escribió obras en verso y prosa (destacando “Volpone”) que fueron presagio del posterior teatro inglés: correcto y superficial. Tras él, en 1642, el Parlamento inglés decretó el cierre de los teatros tras un proceso de decadencia de la tragedia inglesa. El autor más destacado del teatro isabelino fue William Shakespeare (15641616), creador del teatro nacional en Inglaterra. Fue actor, autor y empresario, y supo elevar la calidad teatral de su tiempo en sus 37 obras. Entre sus obras juveniles(15901600), que se mueven en la línea de la tragedia clásica y la comedia de enredo, destacan comedias (como “Sueño de una noche de verano” o “La fierecilla domada”), dramas históricos (como “Enrique VI” y “Ricardo III”) y otras obras (como “El mercader de Venecia”, “Mucho ruido y pocas nueces” y “Romeo y Julieta”). En sus obras medias (1600-1603), se ve ya su refinamiento y virtuosismo técnico, destacando comedias (como “Las alegres comadres de Windsor”) y tragedias (como “Hamlet”, “Otelo” y “Julio César”). Durante la época de las grandes tragedias (1603-1608) se produce un periodo de madurez con una visión trágica y desengañada de la naturaleza humana, sobresaliendo “El rey Lear” y “Macbeth”. En sus obras finales (1608-1613) hay una aceptación serena de la vida, con realizaciones como “Cuento de invierno” o “La tempestad”. Así, existe una evolución en los tresgéneros que principalmente toca: la comedia (parte de la fórmula de la comedia de enredo, con influencias de Terencio, enriqueciendo a los personajes), el drama histórico (se muestra más interesado por los personajes que por los acontecimientos) y la tragedia (en las tragedias de Shakespeare, al contrario que en las clásicas, es el hombre quien elige responsablemente su acción, presentando todas estas un esquema similar: una persona cuya virtud se ve puesta a prueba por diversas circunstancias y que encarna una prototípica pasión humana, como la duda, la venganza…). El estilo de Shakespeare se caracteriza por: el perfecto encadenamiento de las acciones; la utilización del destino en obras como “Hamlet”; la aparición del “clown”, contrapunto cómico con una visión filosófica y desengañada de la vida; la variedad de registros en los diálogos; y el distanciamiento escéptico de sus personajes. Las aportaciones de Shakespeare en sus obras son muy diversas: un estilo asombrosamente rico caracterizado por un dominio del inglés; su capacidad para provocar emociones en el espectador; la elevación de sus criaturas a la categoría de personajes universales, que encarnan diversas pasiones (amor, celos, envidia, ambición…); la presencia en sus tragedias de la ironía y la burla, y en sus comedias de la reflexión sobre la condición humana; la mezcla de estilos en el lenguaje de sus personajes; y su enorme influencia en el teatro posterior.

TEMA 5. El teatro clásico francés. En el teatro francés, los géneros religiosos se representaron hasta 1548, cuando el Parlamento de París los prohibió, acabándose con la normal evolución que se dio en España e Inglaterra. Así, en este periodo se i...


Similar Free PDFs