Miguel de Unamuno y Jugo - Obras completas, Tomo V PDF

Title Miguel de Unamuno y Jugo - Obras completas, Tomo V
Author M. Giambruni Beau...
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. L\Bv THEOLOütCAL PQ6639 .N3 1958 v.5 Unamuno, Miguel de, 1864-1936 Obras completas. De esto y de aquello UNAMUNO OBRAS COMPLETAS MIGUEL DE ÜNAMÜNO OBRAS COMPLETAS Tomo V DE ESTO Y DE AQUELLO ÜBRARY OF PRINCETON JAN 1 8 2C12 THEOLOGICAL SEM^NARY . ov.'>-t(\m\ i AFRODISIO AGUADO, S. A. EDITO...


Description

.

L\Bv

THEOLOütCAL

PQ6639 .N3 1958 v.5 Unamuno, Miguel de, 1864-1936 Obras completas. De esto y de aquello

UNAMUNO OBRAS COMPLETAS

MIGUEL DE ÜNAMÜNO

OBRAS

COMPLETAS Tomo V

DE ESTO Y DE AQUELLO

ÜBRARY OF PRINCETON

JAN 1 8

2C12

THEOLOGICAL SEM^NARY

.

ov.'>-t(\m\

i

AFRODISIO AGUADO, EDITORES- LIBREROS

S.

A. ^

Todos los textos incluídos en este volumen,

ti-

tulado "De esto y de aquello", se publican en segunda edición y forman el tomo v de la nueva Colección de "Obras Completas de don Miguel de Unamuno"j dirigida por don Manuel García Blanco, catedrático de la Universidad de Salajl\nca. Tanto éste, como el editor y los herederos de Unamuno, garantizan la integridad de los que aquí se reproducen.

Prólogo, edición y notas de

Manuel García Blanco reservados todos los derechos

Depósito legal: M. 298



1958.

Impreso en Espait/^-: JAOtt CUC' JV»ní?d in Spain

edita

VERGARA,

S.

A.,

DE BARCELONA

POR concesión especial de Afrodisio Aguado, S. A.

(g)

by Afrodisio Aguado,

S.

A.

Madrid. España

PROLOGO

es, después que lo he quiera aprovecharse de ello, y si acierta a valorarlo mejor que yo, es más suyo que mío." "Pero... ¿no he dicho estas mismas cosas otras veces? ¿No me estoy repitiendo? Estoy, viviendo, y mi vida es escribir, como la tuya lector, es ahora leerme. Y el eco que te llegue de pasadas cosas mías te dará otra nota que la que ahora oyes."

"Lo que yo

escrito,

escribo

de quien

Así se expresaba Unamuno, en 1916 y en 1923, en dos escritos albergados en este volumen, cuyo títido requiere una aclaración por nuestra parte. Con una clara e intencionada resonancia unamuniana lo elegimos, hace ya varios años, para ponerlo al frente de una edición de sus escritos no recogidos antes en sus libros. Dicha edición fué planeada en seis volúmenes para la Editorial Stidnmericana, de Buenos Aires, de acuerdo con un plan que entonces fué trazado. De ellos sólo vieron la lus cuatro, en los años 1950 a 1954. Los dos prim^eros, ya para entonces apa recidos en Buenos Aires, fueron incorporados, como tomo V, a la anterior edición de Obras Completas, y el tercero y el cuarto, reagrupados sus textos con otro criterio, los reencontrará el lector en otros tomos de esta nueva edición. Parte de los materiales del quinto volumen de la' edicióyi argentina, que iba a estar todo él dedicado a los escritos de don Miguel de tema americano, los referentes a la lengua española en aquH continente, figuran ya en el tomo VI de estas -

10

PROLOGO

Obras Completas, titulado "La rasa y la lengua", y tema literario, con numerosas reseñas de libros de escritores hispanoamericanos, verán la luz en el tomo VIII de aquéllas. En cuanto al sexto y último de los volúmenes antaño proyectados, algunos de sus textos pasaron al libro En el destierro, Madrid, Editorial Pegaso, 1957 y otra numerosa parte de ellos están reunidos en los dos tomitos que bajo el título de Mi vida y otros recuerdos personales ha incluido la Editorial Losada, de Buenos Aires, en su "Colección Contemporánea", 1959. Huelga advertir que tolos de

,

dos estos escritos de carácter autobiográfico estarán de esta nueva a disposición del lector en el tomo edición, conforme se ha hecho público. Con numerosas

X

adiciones.

Aclarada ya

—así

tión bibliográfica,



esta pequeña cueslo creemos pasemos a puntualizar algunas ob-

servaciones sobre tan vario y disperso contenido. Su agrupación, era lo aconsejable, se ha hecho por temas, respetando dentro de cada uno de ellos la orde}wción cronológica, el que don Miguel llamaba orden genético. Los escritos y ensayos así agrupados vieron la luz en diversas publicaciones periódicas españolas y americanas, detalle que hemos procurado precisar siempre que ello nos fué posible, y a diferencia de otros, brotados de la tnisnia pluma, no alcanzaron la perennidad del libro. Y adviértase que son varios los libros unamunescos que, antes de serlo, conocieron la misma forma dispersa que el propio autor redujo a volumen. Así nacieron desde En torno al casticismo (1902), hasta Andanzas y visiones españolas (1922). Si después de esta fecha no reincidió e*n tal sistema, por ciertos apuntes autógrafos que entre sus papeles se guardan, hemos sabido de otros proyectos seviejantes que un tiempo abrigó. Uno de ellos nos ha guiado, en cuanto a la elección de criterio, parü esta labor cumplida. "Agrupar los artículos en espe-

PROLOGO

:

:

cies



se lee en él



Los de

.

Y

los de alusiones al rey".

de las demás" este

el

,

soledad, los de gráfica; adelante "Cómo hago

más

como poemas,

estos artícidos:

de

lo

11

:

primera línea tira cual hay numerosos ejemplos en la

volumen.

La técnica de la. dispersión, el cultivo de lo que mismo llamó "escritos volanderos" pudo tener sus:

riesgos,

minos

y don Miguel

los señaló

un día en

estos tér-

:

"Y así, en ves de recogerse uno a meditar sus propias concepciones y las ideas que aprenda de otros, y organizarías y tramar una obra orgánica y completa,, se apresura a echar fuera lo que se le vaya ocurriendo. Y hasta los libros suelen hacer el efecto de ser colecciones de artícidos". Por lo

muchos años más tarde, acuciadramático conflicto entre lo actual y

eso, sin duda,

do aún por

el

eterno, escribe estas palabras

"Cabe

—analista

escribir periódicamente,

según

o diarista,

el

en periodista periódico , para



siempre, como dijo Tucídides que escribía su Historia de la guerra del Peloponeso. ¡Para

siempre!"

Y como rechazando una presumible objeción ma, volvió a decir dos años antes de su muerte "Este

a periódico

ejercicio,

—ensayismo

mi modo,

— podrá

del

ínti-

periodismo

haberme desviado de otra actividad, pero ¡me ha emancipado de> tantas cosas!... ¡Vaivenes y altibajos de menes-

ter tan menesteroso vidumbres!"

Con

!

¡Libertan tanto ciertas ser-

estos materiales de su ensayismo periódic» se. este y otros volúmenes de sus Obras

han formado

PROLOGO

12

Completas, salvándolos de un olvido seguro y por estimar que tienen perfecto derecho a ser incorporados a su producción más conocida. Habrá, es inevitable dado su número, insistencias, reiteraciones, a las que se vos antoja considerar como fruto de espontaneidad viás que como secuela del "menesteroso menester" a que él mismo se refirió. Para los que así lo consideren va dedicado, exhumado también, el segundo de los pasajes unamunianos que va al frente de estas líneas, al que tíos gustaría poner por contera esta confesión suya:

un respiro, de una respira^ verdaderamente inspirado; lo coti-

"lo que se hace de ción,

es lo

diano es

lo secular, lo del

cuando se halla

y don Miguel

la

la

momento

forma y

es lo eterno,

se la recibe",

consiguió casi siempre.

Lectur.\s españolas clásicas.

Así hemos titulado el primero de los apartados que sigue al de "España y los españoles" cuya primera mitad forma parte del volumen anterior. Dos observaciones previas: No tne^os de cuatro de los escritos ahora incorporados a él, no figuran en ediciones ,

anteriores; y dos de los que en éstas figuraban, ¡tan pasado a otros apartados, como el titulado "Examen

de conciencia", que se une a "Inquietudes y meditaciones", en el tomo IX, y "Vicios propios de los españoles", que cambia de lugar en éste. La otra observación aspira a aclarar el sentido que aquí hemos dado al termino "clásicas", que no es el tradicional, sino en función de lo que no es rigurosamente coetáneo del autor. Ello nos ha permitido incorporar

PROLOGO

13

una serie de escritos que van desde Lucano, español muerto en 1893. El tittdado "Sobre Góngora", en realidad una carta abierta, dirigida, creo, a Juan Ramón Jiménez, vió la luz en la revista madrileña Helios, y en sus páginas estaba olvidada. No es, acaso, muy original, pero nos parece muy revelador este antigongorismo de 1903, no muy diferente al común de la época. Recuérdese que el aprecio y admiración por el poeta cordobés es muy posterior a esa fecha, y en cuanto al propio Unamuno quisiera recordar dos ade'manes suyos. Uno está contenido en la "Presentación^^ de su libro de versos Teresa, aparecido en 1924, donde juzga de frivolo a Góngora comentando una famosa letrilla suya. El otro se nos revela en el prólogo que redactó cuatro años más tarde para una posible edición de las primicias de su Cancionero, en el que se refiere al cordobés como entusiasta de la música de las palabras, o le recuerda, trasladándolo a su propia circunstancia personal de desterrado, en uno de sus versos más expresivos: "del Pirineo en la ceniza verde". Y es que Unamuno debió de releerle, y bajo otra luz, con motivo del centenario de 1927 , aunque fué bien escaso su entusiasmo por éste. al cabo, a Zorrilla,

Libros y autores españoles contemporáneos.

He aquí otro epígrafe cuyo contenido continúa y completa el del anterior. Sti nómina no es completa, pero nos residta reveladora. En cuanto a lecturas y, claro es, a las amistades que aquéllas nos descubren. Renunciamos a trazar aquella cuya diversidad apreciará el lector por sí mismo, y tan sólo nos permi\ timos señalar dos modificaciones. El desplazamiento de la amplia reseña que don Miguel dedicó a la novela La Quimera, de su amiga Emilia Pardo Bazán,

F

14

R

o

L

o

G

o

XIV

tomo de esta edición, y el liaber incorporado otra reseña olvidada en una revista de la época: ía< del libro Del campo y de la ciudad, del escritor salal

numtino Luis Maldonado, amigo y compañero de, UnamuHo en la Universidad de Salamanca, de la que como él fué también rector, teniéndole, por cierto, como vicerrector durante su mandato. y uno de los escritos antaño incorporados a esta> sección, "Trasgos y botones^', ha pasado a la de "Ensayos erráticos", que por su tema, y sobre todo piOf, su tono, era la que le correspondía.

De

literatura vasca.

No se ha acrecido este epígrafe respecto a las ediciones anteriores, aunque seguimos estimándole catno un grupo reducido, pero lleno de interés. En él están presentes varios amigos y paisanos de Utmnmna, cuyos libros examina, y completan la galería que' se prolonga en el libro Sensaciones de Bilbao, que por ser más de recuerdos personales, hemos reservado

X

tomo de estas Obras Completas. aunque en el tomo VI figuran numerosísimas escritos unamunianos sobre el vascuence, animados también por la silueta de otros amigos suyos del Pab Vasco, fueron incorporados a aquél con un criterio

para

el

Y

preferentemente lingüístico, reservando para éste los de un carácter literario más definido. Va percibirá el lector un par de temas que reiteradamente irrumpen en estas páginas. Uno de ellos es frase de Mcnéndes Pclayo sobre "la honrada poesía vascongada", que tanto preocupó a don Migitel siempre y contra la que reaccionaba en cuanto le era posible. El otro, la insistencia con que cita los pa-i sajes que Tirso de Molina dedicó en su obra dramáífíy» Lfe prudencia en ta. mujer a la región^jVascaA'"'' l-a.

PROLOGO

15

Lo que Unamuno se complace en analisar en su "Alma vasca", que es su colaboración a un

escrito

proyecto llevado a cabo en los primeros años de este por la revista madrileña Alma española, según el cual varios escritores de entonces fueron expo^ niendo lo que sobre sus tierras nativas sentían. Colaboraron en la empresa, entre otros, Pereda, que escribió sobre el alma moyitañesa; Blasco Ibáñes, sobre la valenciana; la Pardo Bazán sobre la gallega; Maragall, sobre la catalana; Santos Oliver, de la de Mallorca; José Nogales, de la andaluza; Antonio Roye Villanova, de la aragonesa, etc. siglo

Sobre la literatura catalana.

Un

ahora a la cita. El\ y cultura", indebidamente incluido en anteriores ediciones, puesto que ya su autor lo había incorporado al libro Mi religión y otros ensayos. pregoLo remoto de estas colaboraciones 1898 nan el temprano interés de Unamuno por los escritores catalanes en ellas representados : Guanyabens, Narciso OUer, Rusiñol, Eugenio d'Ors y, sobre todo, Juan Maragall, por quien sintió una auténtica devoescrito deja de concurrir

titulado "Política





ción.

Las apreciaciones sobre las letras de Cataluña van ligadas al problema de la lengua, que don Miguel aspira a resumir en expresiones como ésta: "Para la lengua no hay metrópoli ni madre patria; es por igual para todos los que la hablan". Léanse a este respecto los escritos en que polemiza con Luis de Zulueta, y en especial el titulado "Sobre el imperialismo cata^ ¡án, que data de 1911, en el que puede leerse lo que sigue:

iV.

^'Que se haga imperialista el catalanismo, ojaCuanto antes, mejor. Que traten los cátala-

^.lá.

PROLOGO

16

nes de imponernos su ideal de vida civil, pero en castellano, en lengua hispanoamericana" ; y más adelante: "Esfuércense por catalanizar a España y a Cataluña misvia los catalanes, pero en la lengua que escribieron y la escribieron muy bien Boscán, Capmany, Pi y Margall, Milá y Fontanals, Piferrer... en la lengua en que escribe Zulueta" para terminar con este consejo: "¿Quieren los catalanes dar su espíritu, difundirlo? Viértanlo en castellano".





;

Quijotismo y cervantismo.

He

aquí

el

tema que mayor número de novedades

ofrece en esta edición.

No menos

de seis escritos se

incorporan a él por vez primera, y uno sólo, "San Quijote de la Mancha", queda relegado al tomo XIV, como ya se anunció en el prospecto de la nueva edición.

El tema es una de las constantes ummunianas: su original y apasionada excgesis del Quijote, de la que los lectores recordarán su temprano ensayo iconológico "El Caballero de la Triste Figura", que remonta a 1896, y, sobre todo, su libro la Vida de Don Quijote y Sancho, coetáneo del que tituló, y pensó ponerlo al frente de éste "Sobre la lectura e interpretación del Quijote". También en otra de sus obras, anticipada en colaboraciones en la prensa. Soliloquios y conversaciones, asoció la figura del héroe matiche-

go a la de Simón Bolívar. Pese a estas circunstancias apuntadas, aún nos ha sido posible agavillar casi una veintena de ensayos, cuyo tema central es el que da título a este apartando, dados a conocer entre 1895 y 1932. Si ellos pregonan la afortunada y provechosa entrega del autor a

la

que es considerada como smna representación de

PROLOGO !

:

17

hispánico en el mundo del espíritu, tal densidad permite suponer que hubo un tiempo en que alber-[ gase el propósito de reunirlos en volunten. Ello debió ser hacia 1916, ya que en una carta de ese año a su amigo y paisano Jiménez Ilundain le dice esto que sigue lo

"Libro nuevo por ahora no preparo. Acaso haga uno sobre el quijotismo" (Carta de 20-III.

1916) (1).

El proyecto no debió ser abandonado, y unos diez años más tarde, en plena aventura quijotesca de Hendaya, tras su prólogo de Fuerteventura, parece set'' que iba tomando cuerpo, ya que entre sus papeles se conserva el esquema de un llamado Manual de quijotismo, cuya decena de capítulos llevaba estos epígrafes

:

/ Yo sé quién soy La realidad ideal. Locura

I.

II.

III.

IV.

V. VI. VII. VIII. IX. X.

de Don Quijote. Personaje. Historia. Teatro. Virginidad paternal de Don Quijote. Don Quijote y Hamlet. Don Quijote y Don Juan. Don Quijote y Segismundo.

La ética y la política quijotescas. Don Quijote y Robinson. Escatología.

Si los lectores tienen a la vista este plan descubrirán no pocas resonancias de él en los escritos que aquí se le brindan reunidos. A él hubiesen ido a parar sin duda tantas y tantas anotaciones que su mano trazó después de haber compuesto publicado su ca-

y

pital libro quijotista de 1905, ^

En

el

libro

más

la

propia experien-

de Hernán Benítez, El dfama religioso de Una-

muño, Buenos Aires, 1949.

PROLOGO. :

1^

cia personal recogida en sus años de extrañamiento de España, completando la silueta quijotesca que ya entrevio Rubén Darío, y que los críticos extranjeros de su obra tanto airearon con ocasión de aquél.

Finalmente, y no creemos que sea ésta la menos importante de las adiciones a que más arriba nos hemos referido, se dan aquí reunidos tres escritos unamunianos de 1898 que levantaron no poco revuelo. Sobre todo el primero de ellos, el que lleva por título nada menos que el de "¡Muera Don Quijote!". Por ello nos parece conveniente evocar aquellas circunstancias.

Fué Rubén Darío quien, en una de sus correspondencias al diario La Nación, de Buenos Aires, aparecida el 2 de febrero de 1899, y enviada desde París, escribió esto que sigue "Creo que

el

fuerte vasco Unamuno, a raíz de en un periódico de Madrid de

la catástrofe, gritó

fué bien escuchado su grito: "¡Muera Quijote T' Es un concepto a mi entender injusto. Don Quijote no puede ni debe morir; en sus avatares cambia de aspecto, pero es el que trae la sal de la gloria, el oro del ideal, el alníü del inundo. Un tiempo se llamó el Cid, y aun muerto ganó batallas. Otro, Cristóbal Colón, y

modo que

Don

su Dulcinea fué

la

América."

comentarios que el escrito de fueron los más inmediatos a su grito los que, al parecer, merecieron su atención. trata de dos crónicas suscritas por Federico Urales, aparecidas en El Progreso, de Madrid, a las que el propio autor replicó en sendas cartas dirigidas a aquél, las cuales vieron la luz en las mismas columnas, los días primero y seis de julio de 1898. La primera lleva por título "¡Viva Alonso el Bueno!", en la que don Miguel se duele de que no hayan com-

Pero de todos

Unamuno

suscitó

los

PROLOGO

19

prendido su propósito, y la segunda "Más sobre Don Quijote", en que se refiere a la traducción al catalán de su escrito antiq...


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