OCULTO ENTRE LAS HOJAS Las enseñanzas del maestro Hagakure LA MIRADA DE HAGAKURE PDF

Title OCULTO ENTRE LAS HOJAS Las enseñanzas del maestro Hagakure LA MIRADA DE HAGAKURE
Author Gabriel Sarando
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OCULTO ENTRE LAS HOJAS Las enseñanzas del maestro Hagakure Yamamoto Tsunetomo PRÓLOGO LA MIRADA DE HAGAKURE Gabriel Sarando 1 “¿Cuando morirás Sol? Yo quiero morir contigo, … El pueblo quiere acabar junto a ti.” Declaración de Tang. Libro de la Historia.1 En mi mesa, junto a las pruebas de galera qu...


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OCULTO ENTRE LAS HOJAS Las enseñanzas del maestro Hagakure Yamamoto Tsunetomo

PRÓLOGO

LA MIRADA DE HAGAKURE Gabriel Sarando

1

“¿Cuando morirás Sol? Yo quiero morir contigo, … El pueblo quiere acabar junto a ti.” Declaración de Tang. Libro de la Historia.1

En mi mesa, junto a las pruebas de galera que se apilan sobre los libros y las notas de tantos años de trabajo, hay una foto de los pilotos Kamikaze. Es una foto pequeña y borrosa, tomada un momento antes del vuelo final. En ella puede verse a unos jóvenes de menos de veinte años y a otros pilotos mayores que lideran la escuadra; todos están armados con el sable de sus ancestros Samurai. Ahora, desde los oscuros repliegues del tiempo y la memoria, los rostros inmutables de los que van a morir, de los que ya están muertos, me lanzan una mirada, un desafío. Tantas veces he intentado describir esa mirada, explicar por qué, los ojos de quienes han elegido la muerte, tienen esa firmeza penetrante que se proyecta más allá de las dos dimensiones. Pero no puedo explicar el misterio, la mirada permanece allí, indescifrable. Quizás el largo trabajo en torno a este libro, las penurias para publicarlo y el estremecimiento que aún me produce recorrer sus páginas, no sean más que un tributo a esa mirada.

NABESHIMA RONGO La historia del libro que habría de acompañar a estos jóvenes pilotos hasta el vuelo final, había comenzado tres siglos atrás, en las montañas de Kurotsuchiparu.2 Alrededor de 1710, no muy lejos del castillo de Saga, en una hermita conocida como “Choyoken”,3 vivía un viejo Samurai,4 retirado del mundo después de la muerte de su Daimyo,5 el señor Nabeshima Mitsushige. Era hijo del legendario Yamamoto Jinemon y fue llamado Yamamoto Tsunetomo.6 En realidad, Tsunetomo había sido el vástago inesperado de un viejo guerrero. Como el recién nacido era débil y enfermizo, un médico vaticinó que no viviría mucho tiempo. La familia ya había decidido entregarlo a un mercader de sal, cuando su tío, Yamamoto Muneharu, se opuso, llevándolo a su residencia en el castillo de Saga. De esta manera, Tsunetomo, que hubiera sido condenado a arrastrar la carreta de sal durante una breve existencia, creció entre la aristocracia del Nabeshima Han7 y fue el autor involuntario de una de las obras capitales del Bushido.8 Quizás, debido a su contextura física –poco apropiada para el ejercicio de las armas–, el niño desarrolló rápidamente grandes habilidades literarias. Estas dotes le valieron la protección del Daimyo Nabeshima Mistsushige, quien lo hizo estudiar con los mejores maestros de Saga; Literatura Clásica, con Kuranaga Rihei; confucianismo, con Itei Ishida Yamayuki y budismo Zen, con el monje Tannen, jefe del templo Kodenji. Algunos años más tarde, el carácter rebelde del joven provocó su expulsión del castillo. Durante un cierto 1

Declaración de Tang, primer soberano de la dinastía Shang, cita las palabras del pueblo para justificar el derrocamiento de Jié, último soberano de la dinastía Xiá. Shi Jing, IV lib. 1.3. Citado en el Libro de Mencio, libro I: II, 3. Ediciones Alfaguara. 2 Provincia de Hizen, isla de Kyushu. 3 Literalmente “Alero del sol de la mañana”. 4 Samurai es una expresión que proviene del verbo saburaru: servir. La primitiva designación del guerrero fue saburai-hito, hombre de servicio. Un calificativo extensivo a los clanes militares que lucharon contra los aborígenes Ainos y que a partir del siglo XII comenzaron a ocupar un rol preponderante en la sociedad. 5 Literalmente, “Gran Nombre”, señor feudal que dirigía un clan Samurai y ejercía una autoridad absoluta sobre el territorio que sostenía con sus ejércitos. 6 Circa 1659-1719. 7 Han, literalmente: Clan. Cuando Ryuzogi Takanobu –1529/1584– Daimyo de la región de Hizen, en la isla de Kyushu, fue vencido y muerto en un enfrentamiento con los Shimazu de Satsuma, su feudo fue entregado por Hideyoshi a otro de sus vasallos, Nabeshima Naoshige. Naoshige, –1538/1618– fue un guerrero excepcional y sus hazañas son narradas en numerosas anécdotas. Participó en la invasión a Corea donde se destacó por su heroísmo. Nombrado jefe del Saga Han estableció una dinastía Samurai cuya sabiduría y coraje es el sustento de las enseñanzas de Hagakure. 8 Bushido es una expresión compuesta de tres raíces, Bu, guerrero; Shi, caballero, en el sentido confuceano del término y Do, camino. Bushido fue, durante un milenio, el Ethos de los Samurai. Aunque, en principio, fue una tradición oral, más tarde sugirió numerosas formulaciones escritas hasta convertirse en una auténtica filosofía de vida. La esencia del Bushido es la lealtad: Chu y por ende el deber de pagar eternamente la deuda con los Ancestros: Gi.

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período tuvo que desempeñar funciones insignificantes y confundirse con la vasta servidumbre. Pero su oportuna designación como asistente del Daimyo, en Kyoto, le permitió volver al mundo de la cultura y, una vez allí pudo continuar sus estudios de literatura clásica con el gran maestro de la Corte Imperial, Sanenori Nishisanjo. La muerte del Daimyo, Nabeshima Mitsushige, precipitó a Tsunetomo en una aguda crisis espiritual. Como estaba imposibilitado de practicar el suicidio de luto, 9 prohibido por las Leyes Militares,10 Tsunetomo eligió el único camino honorable en sus circunstancias: abandonó el mundo y vivió hasta su muerte como un anacoreta en las montañas. En 1710, un joven copista llamado Tsuramoto Tashiro, también excluido del castillo de Saga por una falta menor, comenzó a visitarlo. Sostuvieron una comunicación íntima que se prolongó durante seis años. Los resultados de esa “conversación en las sombras de la noche”, 11 fueron anotados secretamente por el joven copista, quien no pudo resistir a la tentación de conservar un registro de los preciosos comentarios, anécdotas y sentencias que Tsunetomo prodigó, cada noche, durante sus encuentros furtivos. Más tarde, las notas manuscritas, que circularon secretamente entre los Samurai de Saga, se volvieron célebres bajo el nombre de Nabeshima Rongo –Analectas de Nabeshima– o, más comúnmente, con el apodo de “Hagakure”. Según Mishima Yukio,12 este último nombre tiene un significado alusivo, que remite a la primera frase de un famoso poema del monje Saigyo:13 “Hagakure ni” significa, literalmente: “Oculto entre las hojas”. “Oculto entre las hojas, como las últimas flores que resisten al viento, puedo sentir su presencia y la extraño en secreto.” El poema compara a las últimas flores de cerezo que subsisten, con el amor secreto que resiste al paso del tiempo y, nunca revelado, se sostiene, inmune a los cambios del mundo. Un párrafo de los manuscritos expresa esta misma idea: “El verdadero amor, es el amor secreto. Una vez compartido, el amor empequeñece. Sentir nostalgia por el ser amado durante toda la vida. Morir sin revelar su nombre, este es el verdadero sentido del amor”. En otro párrafo de los manuscritos, esta forma de amor ideal, es comparada a la lealtad del Samurai, que sobrevive al paso del tiempo y sólo es consumada en el sacrificio. De ese amor oculto, de esa lealtad hasta la muerte, se habla, secretamente, entre Maestro y discípulo. Un manto de silencio debió cubrir esas conversaciones en las sombras de la noche. Pero el destino de los manuscritos fue otro, la transmisión oral, una vez transcripta, ingresó al mundo de la literatura y de la ética Samurai. Durante casi tres siglos, el texto permaneció en la oscuridad de la que había surgido, sólo unos pocos supieron de su existencia y compartieron su sabiduría. Producto de una era crepuscular, después de un siglo de paz y esplendor bajo el shogunado Tokugawa, las enseñanzas del Maestro Hagakure expresan una perspectiva crítica ante las transformaciones del ethos Samurai ocurridas entre los siglos XVII y XVIII.

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El Tsuifuku había sido prohibido por el clan de Nabeshima antes de que lo hicieran las Leyes Militares. Cuando Nabeshima Tadanao, el antecesor de Mitsdushige, estaba muriendo de viruela, uno de sus lugartenientes Kinbei Masahige Ezoe, rogó para que la vida de su Señor se prolongara una semana más y ofreció como prueba de su sinceridad cortarse un dedo si su pedido se cumplía. Dos semanas mas tarde, cuando se estaba por cortar su tercer dedo, Tadanao murió. No se oyó hablar más de Ezoe y muy pronto comenzaron a circular rumores de que era un cobarde y no cumplía sus votos. Un año después, mientras se realizaba un servicio por Tadanao en el Kodenji, Ezoe reapareció tan repentinamente como había desaparecido. Habló ante los presentes y explicó que había subido al monte Koya, en Kishu, para rogar por el descanso de Tadanao. Después había esculpido una estatua de su señor y otra de él inclinándose a sus pies. Mas tarde, se dirigió a otro cuarto del templo y después de escribir un poema de despedida se abrió el vientre de acuerdo al principio del Tsuifuku o suicidio de luto. La estatua todavía puede verse en el Koden ji; ella guarda una relación particularmente misteriosa con la prohibición del Tsuifuku en Nabeshima, realizada en el sexto año de la era de Kanbun, 1661. 10 Buke Shohatto, 1635, estas leyes imponían severas sanciones a las familias de quienes las violaran, ver infra. 11 Ver Yukio Mishima. On Hagakure. The Samurai Ethic and Modern Japan. Penguin. London. 12 On Hagakure. The Samurai Ethic and Modern Japan. Penguin. London. 13 Sanka waka shu, siglo XII. Hay edición inglesa en New Directions, San Francisco.

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EL MUNDO FLOTANTE La era Genroku, comprendida entre los años 1688-1704, fue una época de profundas mutaciones en la sociedad feudal. Después de un siglo de paz, acompañado de un fuerte crecimiento urbano, la aparición de un nuevo estilo de vida en las ciudades de Kyoto, Edo y Osaka tendría un fuerte impacto sobre las costumbres ancestrales de los Samurai. Con alrededor de 1.3 millones de habitantes, la villa de Edo, centro del gobierno de los Tokugawa, se había transformado durante el siglo XVIII en una de las grandes ciudades del mundo premoderno. Este proceso de crecimiento acelerado había comenzado en 1615, cuando las Leyes Militares,14 promulgaron el sistema de residencia alternada o Sankin Kotai. Esta disposición forzaba a los Tozama Daimyo15 a residir en la capital, estableciendo una residencia permanente y dejando a sus familias en calidad de rehenes del gobierno cuando regresaban a sus dominios. La medida, destinada a prevenir las rebeliones locales, provocó el éxodo de gran cantidad de Samurai hacia la nueva capital, iniciando un proceso de migración del campo a la ciudad. El resultado fue un rápido crecimiento de Edo —que estimuló las actividades comerciales de una manera desconocida anteriormente. El protagonista de este auge económico fue el Chonin16 — comerciante enriquecido y acaparador, usurero y ávido gestor del consumo suntuario producido por el nuevo estilo de vida—. Alrededor de la figura del Chonin surge el ciudadano liberto o Edokko, exonerado de las actividades rurales, artesano o intermediario, gestor y servidor, amante del buen gusto y los placeres nocturnos. Como efecto de las Buke Shohatto, los Samurai, que provenían originalmente del medio rural, se fueron alejando de su paisaje natural y pasaron a residir en las ciudades fortaleza, donde las murallas de los castillos se disolverían, confundiéndolo, en el marasmo de la vida urbana, con el comerciante y el ciudadano; alejándolo de su tradicional reserva y austeridad, para llevarlo a frecuentar el teatro y las casas de geishas o hacer gala de sus vestidos y adornos ante la mirada envidiosa del vulgo. “La manera en que se comportan cotidianamente, sus adornos, su comida y su bebida, el amoblamiento de sus estancias, su servidumbre, la conducta de sus esposas y la actitud de los mensajeros que envían con cartas y regalos, los guardias que los acompañan en sus procesiones por la ciudad, el estilo con el que viajan, sus ceremonias de iniciación, sus matrimonios y funerales … en todo ello tienden a ser más y más extravagantes de acuerdo con la tendencia de la época.”17 Los Samurai comenzaron a maquillarse y perfumarse; sus sables fueron decorados con oro y plata. Como ya no había guerras, los soldados sucumbieron, tal como lo habían hecho los de Anibal en Capua, a las nada desdeñables “delicias de Edo”.18 La vida nocturna cobró una dimensión inimaginable anteriormente, “y las casas de geishas florecieron a tal punto durante las eras Genroku y Hoei que parecían paraísos durante el día y el palacio del dios del mar por la noche”.19 Para cubrir sus nuevas necesidades suntuarias, los Samurai contaban con un estipendio en arroz que debían transformar en oro y posteriormente en monedas de cobre para acceder al mercado. Pero la demanda creciente de bienes de consumo, se enfrentó con los límites de una economía agraria, cuya producción y cuyas rentas en arroz eran constantes. El estipendio de los Samurai, 14

Buke Hatto de 1615 y 1635; Shoshi Hatto, de 1629, eran disposiciones que regían la vida de los Daimyo y Samurai, fueron escritas por Hayashi Razan, el maestro del Shushigaku, escuela neoconfucianista protegida por la familia Tokugawa. 15 Los dominios “exteriores”, pertenecían a aquellos que se habían alineado junto a los Toyotomi en la batalla de Sekigahara —1601. 16 Comerciante, la clase más baja de la sociedad japonesa medieval. 17 Ogyu Sorai. Nihon Keizai Taiten IX. Seidan II. Citado por Maruyama Masao. Studies in the Intellectual History of Tokugawa Japan. University of Tokyo Press. 18 Para aquellos que no estén familiarizados con la historia de las Guerras Púnicas, cuando el ejército cartaginés se detuvo a descansar en Capua, después de la victoria de Canna, la sensualidad y la prostitución hicieron estragos en la moral de las tropas, de allí la expresión “milicias de Capua”, para aludir a las soldaderas. 19 Iwamoto Darumaya. Enseki jisshu. Citado por Maruyama Masao. Studies in the Intellectual History of Tokugawa Japan. University of Tokyo Press.

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extraído a los campesinos bajo la forma de impuestos en especie, no podía ser aumentado sin crear una profunda crisis social. Entonces, para cubrir sus nuevas y crecientes demandas de liquidez se vieron obligados a recurrir a los prestamistas. Esto último no hizo más que acrecentar el poder de la nueva clase de mercaderes —Chonin—, transformándolos en usureros y magnates de última hora. “En el presente, los pequeños y los grandes Daimyo, tienen que agachar la cabeza y pedirle favores al Chonin. Dependen del apoyo de los ricos comerciantes de Edo, Kyoto y Osaka … sólo pueden sobrevivir gracias a su continua asistencia y siempre están escapando a los acreedores que vienen a cobrarles sus préstamos … han perdido la tranquilidad y se preocupan durante todo el día por la forma en que darán excusas cuando no puedan pagar. Temen a los prestamistas como si fueran demonios y olvidando que son guerreros se inclinan ante los comerciantes.20 “Durante los últimos treinta años las costumbres han cambiado. Ahora, cuando los jóvenes Samurai se reúnen, hablan de dinero, de ganancias y pérdidas; cuentan secretos o se ocupan de la moda y del sexo … Las nuevas costumbres han aparecido a causa del papel preponderante del dinero.”21 Los Samurai ya no temieron mezclarse con los comerciantes y, esta coexistencia, fue la base de una nueva cultura afluente. Pese al materialismo imperante, la era Genroku fue una época de grandes adquisiciones culturales y artísticas, que transformaron el austero mundo medieval en una colorida sociedad de masas dedicada al consumo conspicuo, al entretenimiento y a la moda. El auge del teatro provocó la llegada de gran cantidad de actores a la villa de Edo, este florecimiento del teatro se desarrollaba no solamente en el castillo y entre la aristocracia sino que también el pueblo disfrutaba de otros géneros que rivalizaban en belleza y estilo con la tradición del Nohgaku.22 Esta disciplina dramática, patrocinada por todos los shogunes desde el período Muromachi, se constituyó para Tokugawa Tsunayoshi, en el objeto de un culto privado: “El Shogun amaba el Sarugaku,23 los Daimyo y Samurai siguieron su ejemplo, por eso, los cánticos del Noh se escuchaban a la distancia y sus ecos llenaban el castillo. Muchos vasallos competían entre sí por estudiar el Nohgaku, pensando que así serían elevados de rango. Tanto los Samurai, como los plebeyos, perdieron la vergüenza y se volvieron actores de Noh.”24 Las funciones públicas de Nohgaku —Kanjin Noh—, que hasta ese momento habían estado 20

Dazai Shundai. Keizairoku V. Citado por Maruyama Masao. Studies in the Intellectual History of Tokugawa Japan. University of Tokyo Press. 21 Ver infra. 22 Nohgaku, Hasta el advenimiento de Zeami, el Sarugaku se había transmitido oralmente; era parte de lo que se conoce como Kuden —enseñanza secreta—. Los maestros escribían libros de cánticos —Utai bon— con escuetas indicaciones sobre la puesta en escena y la musicalización. De esta manera cada interpretación estaba librada al criterio del realizador y las piezas variaban sensiblemente de escuela en escuela, de intérprete en intérprete. Por otra parte, los libros del Utai bon tenían poco rigor literario; la complejidad de la lengua culta sólo era accesible a los eruditos y jamás había sido dominada por los actores que eran casi iletrados para los estándares de la época. Las alusiones poéticas que contenían estos Utai bon se limitaban a aquellos poemas clásicos que se habían hecho populares, y los autores tomaban prestadas las imágenes más convencionales para dar vigor a sus cantos y danzas. Por esta razón, una de las tareas más importantes llevada a cabo por Zeami fue la de reescribir y rectificar las alusiones de los Utai bon a los clásicos. Con ello quedaba definitivamente establecida toda la tradición literaria del Nohgaku dentro de los cánones del Honka dori o sistema de variaciones alusivas de los clásicos. 23 Saru quiere decir, literalmente, “mono”, por lo tanto, Sarugaku puede ser escrito, como se lo hacía antes de Kannami, para significar “música de monos”. Desde que el Shogun Ashikaga Yoshimitsu eligiera a Kannami maestro del Yamato Sarugaku y protegiera a su hijo Zeami, el padre del Nohgaku, su estilo Sarugaku Noh era el predominante entre las artes escénicas. 24 Sanno gaiki. Citado por Maruyama Masao. Studies in the Intellectual History of Tokugawa Japan. University of Tokyo Press. Es necesario recordar aquí algo acerca de la condición de los actores en el medioevo japonés. En principio se podría decir que estaban en un rango muy bajo de la jerarquía social, muchas de las veces llevaban una existencia transhumante o vivían en el lecho de los ríos junto a los paria o eta.Aunque el mecenazgo y las órdenes religiosas budistas colaboraron al rescate de ciertos genios del arte escénico, la condición general de los hombres de teatro seguía siendo patética y su vida pendiente del favor de los poderosos y los vaivenes de la sucesión. Ver Gabriel Sarando, Dioses, magos y marionetas, Editorial Vinciguerra.

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prohibidas al gran público, se celebraban ahora bajo el patrocinio del Shogun. Para los plebeyos estaba el nuevo teatro popular, Kabuki,25 que se caracterizaba por la pantomima grotesca — Aragoto—. Su creador, Danjuro Ichikawa I, se burlaba de los grandes personajes de la época a través de la estética bufa. Su obra contenía una lúcida crítica de la sociedad de la era Genroku: el desencanto producido por la vida urbana, la promiscuidad y el deterioro de las costumbres estoicas de los tiempos de guerra, todo esto fue representado de una manera brillante por el nuevo Kabuki. De la matriz iconográfica del Kabuki surgirían las innovaciones estéticas más importantes que tratan de representar la visión del llamado “mundo flotante”. Durante todo el siglo XVIII, la atmósfera creada en torno al gusto sensual y lánguido del edokko26 fue expresada de manera emblemática por la iconografía Ukiyo-e y por una categoría muy particular de la época: el complejo estético del llamado Iki;27 estas categorías regulaban el gusto y la moda, haciendo de la pertenencia a sus códigos el factor preponderante en la vida social, cuyo nuevo referente era el mundo nocturno. Ukiyo había designado, tradicionalmente, el sentido triste y transitorio del mundo sensible. Una estética de la melancolía, centrada en la ...


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