Parcial N° 2 de HSG Lorena Mira PDF

Title Parcial N° 2 de HSG Lorena Mira
Author Lorena Mira
Course Historia Social General
Institution Universidad Nacional de Río Negro
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Parcial para la materia Historia Social General, calificado con nota 9....


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PARCIAL N° 2 DE HSG Lorena Mira Preguntas: 1) ¿Cuáles fueron las características del proceso de la llamada Revolución Industrial (causas, desarrollo, crisis)? ¿Qué cambios atravesó la clase obrera y burguesa?; responder utilizando los textos de Hobsbawm y Thompson. 3) Describir cuales fueron las características principales del proceso conocido como Revolución Francesa (causas, alianzas, desarrollo) según el texto de Soboul, luego relacionarlo con el texto de Sewell en relación al proceso de surgimiento de la Clase Obrera Francesa. 4) Comparar los procesos de conformación de la Clase Obrera en Inglaterra con Thompson, y en Francia con Sewell. Respuestas: 1) Para Hobsbawm, fue fundamental que se rompiera con el antiguo régimen absolutista, ya que esto iba a permitir que se “liberaran” las cadenas del poder productivo de la sociedad humana, en una constante, rápida e ilimitada multiplicación de hombres, bienes y servicios. El autor lo denomina como Take-of, “el gran despegue”, el cual determina un salto cuantitativo y cualitativo, al igual que estadístico, que muestra un verdadero momento de cambio, y para que el cual, según Hobsbawm, sucediera en Gran Bretaña, se debía a los cambios en las condiciones legales, más que un avance en la ciencia o intelectual. Él, así mismo, dice que las transformaciones del sistema político en una monarquía parlamentaria, —que reemplazaba los intentos absolutistas— fueron claves para el cambio de las normativas legales. Los objetivos de la nueva política en Inglaterra eran fundamentalmente el beneficio privado y el desarrollo económico; ya que quienes tenían poder económico, tenían poder en el parlamento, ósea, tenían voz y voto en las decisiones políticas. Es a partir de aquí que se dictan actas como la de las “enclosures” o cercamientos, las cuales limitaban los espacios comunales, y por lo tanto, empobrecían al trabajador rural, cosa que produjo —según él— una movilización masiva de esta población campesina, que no podía seguir sobreviviendo según las viejas tradiciones, a las ciudades. Aquí habla del “ejército de reserva”, que son estos campesinos empobrecidos en busca de un salario; el cual también conforma un importante mercado en donde circulan las manifacturas que se producen en las ciudades, ya que, por ejemplo, debían comprar sus textiles al no poder producirlos más. Señala que la producción agropecuaria estaba preparada para cambiar en relación a su producción a través de estas “innovaciones sencillas”: el cambio de las condiciones legales, —que ataban la tierra y las personas a relaciones feudales—, rompieron estas viejas formas. Ósea que, la tierra y la fuerza de trabajo, estaban de esta manera al alcance del mercado, de quien tuviese riqueza y decidiera invertirla. También indica que las manufacturas sufren un cambio gracias a estas transformaciones legales, en donde a los empresarios le convenía mas contratar a trabajadores por un

salario, por el cual se accede al modelo de fábrica industrial según Hobsbawm, en donde ya no se contemplaba el domicilio, sino un taller, al cual los trabajadores debían asistir a trabajar por un horario y salarios fijos. La primera fábrica industrial según el autor es la industria del algodón, en donde también el comercio de la producción iba a cambiar de un consumo mayormente del sector popular, a comerciarse en lo que Hobsbawm llama un comercio triangular; en donde se produce en las fábricas de Inglaterra para transportar la producción textil e imponerla —los ingleses también aseguraban los mercados imponiendo las condiciones de venta en sus colonias—, generando una especie de monopolio en el mercado textil. Por lo que la triangulación es clave para el autor en el proceso de la Rev. Industrial. Para el, la industria del algodón es quien va a facilitar el desarrollo, el “despegue”, pero finalmente concluye en que, si bien esto es así, son los cambios en las condiciones legales quienes posibilitan primero el desarrollo del capitalismo, las maquinas vienen después, por lo que reconoce y hace hincapié en el protagonismo de las leyes, su cambio, ante todo. Luego pasa a hablar de los “primeros tropiezos” de esta expansión industrial que describe, de esa contradicción inherente del capitalismo, que es la tendencia a decrecer las tazas de ganancias debido a una sobreinversión de las tecnologías, los modos de producción, y una desinversión en la fuerza de trabajo. Es este desequilibrio en el ciclo capitalista el que va a lentificar el proceso de crecimiento, la caída en la taza de ganancias (es del trabajador, el excedente que este produce, de dónde sacan sus ganancias; por lo que si había una desinversión en su fuente de riquezas, obviamente esta iba a caer) lo que posteriormente generaba una crisis, de realización —eso hace referencia que la imposibilidad del consumidor por absorber el producto en el mercado, ya sea porque se quiere vender más de lo que realmente se puede, o por una imposibilidad monetaria del consumidor, lo que lleva a que ese producto no se “realice” en el mercado para el capitalista, y no pueda obtener ganancias de el—, y del mismo sistema. Hobsbawm explica este desequilibrio en el sistema diciendo que, al querer que la tasa anual de ganancia aumentara en la industria del algodón aún más, debido a una baja en esta en comparación al principio —era de un 14% anual, bajando radicalmente a un 1,5% — los empresarios empezaron a reducir costos, y les era más fácil reducir los salarios. Para lograr esto, este sector presionaba políticamente al parlamento para que votase leyes — tales como la libre importación de cereales— para que los costó de vida se vieran afectados y bajasen; entonces, si el costo de vida najaba, se les podía pagar menos a los trabajadores. Sin embargo, esto beneficiaba únicamente a los empresarios industriales, ya que los afectados iban a ser obviamente los empresarios agropecuarios ahora sometidos a leyes que no eran a su favor. A partir de aquí, Hobsbawm delimita la primera etapa de la Rev. Industrial debido a esta caída de la industria del algodón —lo que generaba un “desanimo” por la reinversión en la misma—, en donde se van a trasladar las acumulaciones de riqueza que no se querían invertir en esta industria “no viable”, a la industria de bienes de producción, aquella que producía los insumos para las otras industrias, la cual va a permitir que se den márgenes

nuevos de ganancias mayores, convirtiéndose en una inversión de capital deseable debido a su rentabilidad. Esta segunda etapa, según el autor, está representada por el ferrocarril. Finalmente Hobsbawm explica los cambios que atravesaron las clases que se veían afectados por el proceso de la Revolución Industrial: la nueva clase obrera y la clase capitalista. Para el sector de trabajadores es un momento en el que decrece la población rural y aumenta la población urbana, desencadenando una serie de problemáticas sociales nuevas en relación a esta nueva vida en las ciudades del campesinado. Esto se debe a las “enclosures” que menciona antes. Aquí Thompson habla de una coincidencia con la Rev. Francesa, en donde en la sociedad inglesa ya se podía ver una creciente conciencia de la identidad propia —la conciencia de clases— y unas aspiraciones más amplias, cosa que se distingue de los que dice Hobsbawm; para él, el surgimiento del proletariado tuvo un proceso no lineal, de hecho los nombra trabajadores pobres, porque interpreta que todavía es una clase que no tiene conciencia sobre sí mismos. Claramente Thompson considera que si existía una conciencia de clases en el sector trabajador británico; este mismo autor señala que con esta conciencia de clases, el aumento demográfico, —tan pronunciado que emitía la sensación de ciudades más grandes— a medida que crecía, disminuía según él el respeto hacia el patrón, el magistrado y el párroco, además de hacer la explotación más transparente. Hobsbawm retoma al nuevo trabajador, que en un primer momento fue contratado por la industria del algodón, señalando que era un artesano que manejaba sus propios instrumentos aun, y que va a ser después, con el avance progresivo del capitalismo en los modelos fabriles, que va a empezar a “tecnificarse” para pasar a ser un simple operario, del cual no se requería que supiese más cosas del hilado o tejido, simplemente que operara una máquina, corriéndolo de esta manera del protagonismo de la producción. Thompson indica que a partir de 1800 las industrias domésticas, ante este avance, empiezan a desaparecer para dar lugar a los grandes patrones, haciendo así, que la mayoría de los calceteros, tejedores, etc. Se convirtieran, de una vez, en trabajadores a domicilio asalariados con empleos precarios. De igual manera, ambos autores, ven en este periodo el comienzo del trabajo de los niños, de las mujeres (incluso embarazadas) de forma clandestina, dentro de jornadas esclavizantes de al menos 14 horas. Así mismo, mientras Hobsbawm ve el contexto de esta situación, —en donde dice que la urbanización en que se desarrollaba, estaba siempre dentro de un marco de insalubridad, concluyendo que es esta una característica del “nuevo mundo industrial”—, Thompson ve en esto algunas de las razones de la formación de la clase obrera. Volviendo a retomar el aspecto de la explotación que muestra Thompson en su texto, este decía que las relaciones entre el obrero y el patrón se volviera más estrictas y menos personales, además de un sentimiento generalizado por parte de los obreros de una no libertad. Igualmente el autor nota que el obrero en algún punto tenía una actitud reaccionaria, o al menos lo intentaba, ya que en cada aspecto que este quisiera resistirse a la explotación, debía enfrentarse a la inflexible fuerza y poder del patrón y Estado. Por lo que finalmente establece que la mayor parte de los trabajadores sintió crucial la

experiencia de la Rev. Industrial en términos de cambios de la naturaleza y la intensidad en la explotación. Este autor fundamenta su visión con un relato de un Oficial Hilandero del algodón, el cual describe básicamente a los obreros y a los patrones como 2 clases de personas distintas, y a pesar de que reconoce una subjetividad en el texto, cree que sirve para especificar las injusticias que sentían los obreros con estos cambios dentro de toda la transformación al capitalismo explotador. Allí veía a un patrón, el burgués, ascender, cuando para los trabajadores estos no tenían ningún tipo de autoridad tradicional ni obligaciones, la creciente distancia entre el patrón y el hombre, la transparencia de esa terrible explotación en el origen de su nueva riqueza y poder, el empeoramiento de las condiciones del trabajador, y sobre todo, la pérdida de su independencia; su reducción a la dependencia total de los instrumentos de producción del patrón y a consecuencia, la descomposición de la economía familiar tradicional, y la disciplina, la pérdida del tiempo libre y de las distracciones; Thompson habla de la reducción del hombre a una categoría de “instrumento”. Hobsbawm dice que los primeros movimientos de rebelión aparecen en esta nueva etapa del desarrollo industrial, a finales del siglo 18. El ludismo, los destructores de máquinas, unían a esos movimientos que buscaban más salario, menos horas de trabajo y mejores condiciones de trabajo; también dice que los sectores medios, los burgueses, buscaban mayor participación en la política. Debido a esta situación, Hobsbawm destaca que se empiezan a dar leyes para disciplinar a esta nueva clase trabajadora que se quería rebelar en contra de los intereses burgueses. En 1799 se anulan los derechos a crear asociaciones de trabajadores, para 1811 se establece la pena de muerte para los ludistas; en 1823 se dicta la cárcel para aquellos obreros que no cumpliesen su trabajo. Posteriormente se va a reglamentar el derecho de asociación del trabajador, en 1830 se forma la unión general de protección del trabajo en Gran Bretaña. En 1834 se establece la ley de los pobres, que recluía a los indigentes en asilos, para finalmente, en 1832, crear la reforma electoral, la cual implica una ampliación del derecho al voto, el cual alcanzaba hasta los propietarios que no eran grandes; por lo tanto, estos sectores medios podía comenzar a participar del sistema electoral. Hobsbawm concluye que esto va a diferenciar a los sectores medios, quienes contemplaban esta nueva posibilidad en la participación del sufragio, y los trabajadores, los cuales no contaban con este derecho aun, y de hecho continuaban demandando las mejoras en su salario y condiciones de vida. Thompson a partir de este contexto define que el burgués rico se hizo más rico, consiguió más poder, mientras que el trabajador pobre se hizo más pobre, infeliz y explotado, pese a las pequeñas mejoras a nivel material.

3) Para Soboul la Revolución Francesa indica la llegada de la sociedad burguesa y capitalista a Francia, siendo su característica esencial haber logrado la unidad de la nación mediante la destrucción del antiguo régimen señorial y el de las ordenes feudales privilegiadas. La consolidación de la democracia liberal, para el autor, es el modelo clásico de la revolución burguesa.

Soboul luego dic que esta revolución tiene 2 problemas, del tipo general y del tipo concreto: 1) relativos a la ley histórica de transición del feudalismo al capitalismo moderno; 2) referido a la estructura de la sociedad al final del antiguo régimen, que dan cuenta de los caracteres propios de la Rev. Francesa en comparación con los distintos tipos de Revoluciones Burguesas. Establece que el papel de esta revolución entonces fue asegurar la destrucción de la feudalidad y la transición hacia la sociedad capitalista. Soboul atribuye al proceso político que se dio en ese entonces o un cambio en la forma de ver el mundo, también llamado siglo de las luces o de la ilustración (siglo 18). Este cambio en las mentalidades se puede ver en Inglaterra años antes, con el surgimiento de la filosofía práctica o la perspectiva contractualita de la sociedad. Se entendía que era posible conocer las leyes de la naturaleza, en donde también se proponía como posible conocer las leyes del funcionamiento de la sociedad y la política. Se confiaba en la razón humana para comprender al sistema, sin necesidad de recurrir a teologías. Es decir, una filosofía que fuese capaz de introducir las formaciones sociales y políticas. Se plantean a partir de estas ideas la necesidad de una monarquía limitada, un contrato entre el monarca y los súbditos. Estas ideas contractualitas de la sociedad van a ser retomadas en este siglo 18 por diversos autores para plantear la necesidad de una división de poderes. Se proponía limitar al poder del monarca, para evitar el poder absoluto y que este se transformase en despotismo. Básicamente se proponía que los filósofos debían transformarse en asesores para que los monarcas pudieran tomar políticas racionales que condijeran a la felicidad del reino; también está el planteo de la igualdad; se decía que esta igualdad se había perdido por la influencia corruptora de las sociedades. Y para poder recuperar esta libertad e igualdad volvían a proponer la necesidad de un contrato a través del cual los hombres se uniesen para vivir en una sociedad libre y digna. Este contrato debía expresarse a través de leyes que manasen de una voluntad general, de seres humanos reunidos en una sociedad por medio del contrato. Aun así, Soboul indica que estas ideas que cuestionan la naturaleza divina del poder real era de difícil acceso para las grandes mayorías de la población francesa, por lo que va por el nivel económico y político para entender porque en Francia se producen grandes movilizaciones populares. La expansión de Francia en este periodo esta aun subordinada y limitada por la urbanización mercantilista del antiguo régimen, y sus políticas económicas establecían reglamentos, altos impuestos y aranceles para la actividad comercial; Soboul dice, no obstante, que para 1770 los nuevos asesores del monarca orientan a este a políticas destinadas a las llamadas mercantilistas, lo que significa que la riqueza no debía acumularse, se debía producir, por lo tanto, aquella trabas que impedían la producción agrícola van a ser levantadas. Así las empresas y el comercio dinamizan su crecimiento en la producción. Sin embargo, el autor dice que todos estos cambios políticos no se van a llevar adelante por la fuerte crisis, que estaba generando grandes pérdidas. Esta situación va a afectar

directamente en el precio de los cereales, haciendo del pan un bien de difícil acceso para el pueblo. Por lo que se van a producir grande motines de hambre en varias ciudades francesas. El rey es nuevamente aconsejado para instaurar un impuesto a los grandes propietarios para contrarrestar esta situación, pero solo hace que estos sectores se rebelen y llamen a los Estados Generales (institución feudal en donde los vasallos del rey daban su opinión y consejo, conformado por el clero, la nobleza y la plebe). Esto pasa a llamarse la revolución Nobiliaria, que pasa a constituir para Soboul el punto inicial del proceso político que va a concluir en la Revolución Francesa. El gran debate de esto fue en respecto a la forma en que se iba a sesionar estos Estados Generales. La propuesta de la aristocracia y el clero eran que debían reunirse por separado y que cada uno de estos tuviese una discusión y voto por separado. Mientras que la propuesta del tercer estado era que los estados generales sesionaran en conjunto, y que existiese un voto por cabeza por cada representante, así algunos representantes del clero y algunos aristócratas con ideologías ilustradas apoyaran al tercer estado. El rey se niega más tarde a todo esto y disuelve los estados generales, provocando que los representantes se decidieran por reunirse y auto convocar una asamblea nacional. Acordaron no disolver esta asamblea nacional hasta que la constitución estuviese redactada en la que limitasen los poderes de la realeza como originalmente querían. Y a pesar de los intentos de represión, no lo va a lograr el rey, además, los movimiento que acompañaban la asamblea producen levantamientos populares. Posteriormente se van a llevar acabo levantamientos campesinos en junio. Soboul dice que son levantamientos en contra del absolutismo Real, en contra de la situación de los campesinos franceses. En el mes de agosto de 1789 la asamblea nacional va a declarar los derechos del hombre y del ciudadano, que establecen los principios de igualdad, libertas y fraternidad. Y pese a que en las diferentes etapas que atravesó la Revolución industrial a partir de aquí, con sus modificaciones y las diversas constituciones que se redactaran más adelante, todas sostienen este derecho primero. Soboul también reconoce que toda esta construcción del poder estuvo siempre en manos de la burguesía, de aquello que tenían poder económico. Soboul concluye que la burguesía a fin de todo fue la conductora de esas masas campesinas y trabajadoras que hicieron posible la revolución francesa. Ahora, según Sewell el capitalismo había empezado a transformar la artesanía mucho antes de la introducción de las innovaciones tecnológicas inglesas, y las primeras en sentirlo fueron la lana y el lino. Los comerciantes capitalistas que dominaban la industria textil empezaron a instalar máquinas de hilar y tejer en las familias rurales que trabajaban en sus propias casas y que normalmente combinaban estas actividades industriales con el cultivo de una parcela familiar. Además estos tejedores rurales aceptaban un salario más bajo y estaban dispuestos a crear productor de baja calidad y baratos en comparación a los urbanos, por

ello constituían el sector principal del crecimiento de la industria textil. Entonces esta industria textil para Sewell no supuso el comienzo del capitalismo industrial en Francia, sino más bien la llegada de una nueva etapa en la explotación de una industria que ya había sido capitalista, sino la llegada de una nueva etapa de explotación de una industria que ya era capitalista. Y Fue a partir de la supresión de los gremios en la Revolución Francesa y la acelerada expansión de los mercados nacional y mundial en la primera mitad del siglo XIX cuando el capitalismo industrial empezó a tener efectos profundos sobre un amplio espectro de industrias artesanales: Los sistemas de producción fueron re...


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