Práctica Querella DE LAS Imagenes PDF

Title Práctica Querella DE LAS Imagenes
Author Javier Romero
Course Historia del Mediterráneo en la Edad Media
Institution Universidad de Granada
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Summary

trabajo sobre la ICONOCLASTIA...


Description

LA QUERELLA DE LAS IMÁGENES La querella iconoclasta fue un conflicto que tuvo lugar en el imperio Bizantino entre los siglos VIII y XI, es como en otras muchas disputas anteriores, una nueva discusión sobre la naturaleza de Cristo, si Dios es Cristo Y Cristo es consustancial con Dios, entonces no puede ser representado, ya que la representación que se haga de él, solo será una representación de su parte humana porque no somos capaces de representar la naturaleza de Dios y no debemos idolatrar a una figura humana, si no a Dios. El conflicto arranca en 726, con el edicto del emperador León III el Isáurico, en el que prohíbe la representación de la divinidad en imágenes, aunque en principio no prohíbe las imágenes en las iglesias y solo limita su uso. Más tarde ordena que se quiten de las iglesias todas las representaciones de santos extendiéndose después a las imágenes de Cristo y de la Virgen. Posiblemente esto estaría suscitado por la creencia del emperador de que las derrotas frente a los musulmanes (que no permiten representaciones ni imágenes) y la nueva erupción del volcán Tera serian un castigo divino a la adoración de imágenes. Contra todo lo que osara representar la imagen divina del Verbo con colores materiales ... y los retratos de los santos con colores materiales, que no tienen valor alguno, porque esta noción es falsa y ha sido introducida por el demonio. Concilio de Hieria. 754.

En el 754 su hijo Constantino V va más allá y convoca un Concilio en Hieria o Concilio de Constantinopla V, este fragmento pertenece a las conclusiones del Concilio en el que se condena el culto a los iconos sagrados (iconodulia), 138 obispos se reúnen en la capital del imperio, convocados por Constantino V para decretar la destrucción de imágenes y la persecución de aquellos que las veneran, los Iconodulos. Las conclusiones del concilio condenan fuertemente la adoración de imágenes y para acentuar esta condena la califican como obra del diablo, “ha sido introducida por el demonio” lo que justificaría actuar contra ella con la mayor contundencia, como así fue y disolver cualquier duda en aquellos que vieran la destrucción de imágenes hasta entonces sagradas. Habiendo decidido Constantino ultrajar a la Iglesia y combatir la piedad, ocho obispos, presidido por Teodosio, patriarca de Éfeso. Dio también la Iglesia de Constantinopla a un monje que era obispo de Salea. Se ordenó que las imágenes fueran retiradas y se publicó el decreto en pleno mercado para dejar en ridículo a los fieles que las habían rendido culto. A continuación, se pronunció anatema contra Germán, que había sido patriarca de Constantinopla, contra Gregorio de Chipre y contra Juan Damasceno, llamado Mansur.

Nicéforo de Constantinopla escribiría desde el exilio, a donde fue expulsado junto a su padre estas líneas criticando el Concilio de Hiereia y sus conclusiones. Su padre Teodoro, uno de los secretarios de Constantino V Coprónimo, pago caro su defensa de las imágenes, azotado, torturado y expulsado de Constantinopla, murió en el exilio. Nicéforo, que con el tiempo llegaría a ser secretario de la Emperatriz Irene, fue enviado por esta al segundo concilio de Nicea en 787 donde se hizo la distinción entre, la Adoración que corresponde a Dios y la Veneración que es de un rango inferior y que se puede tener a las imágenes. Se concluye de este texto la gran conmoción causada por el emperador y por el resultado del Concilio de Hieria y la limpia que se hace en los demás patriarcados de “disidentes” iconoculos.

En aquellos tiempos, el tirano imperial [Constantino V] destruyó temerariamente el templo de las Blaquernas dedicado a la Madre de Dios y cuyos muros habían estado antes decorados con pinturas que representaban la venida de Dios entre los hombres…. (Vida de Esteban el Joven)

El texto corresponde a La Vida de Esteban el Joven, (808) escrita por Esteban el Diacono de Santa Sofía, que da los primeros testimonios de las persecuciones en el primer periodo iconoclasta en época de Constantino V. El libro fue escrito entre los dos periodos iconoclastas (entre el final del primero 787 d.C. y el comienzo del segundo 813 d.C.) En su libro el Diacono de Santa Sofía relata suerte corrió Esteban el Joven (reconocido como mártir para la iglesia católica y ortodoxa) que, a pesar de su juventud, llego a ser Abad del Monasterio de San Ausencio (más adelante hablaremos de porque los monasterios eran los más acérrimos defensores de las imágenes) y cuya fama de santidad hizo que fuera reclamado por Constantino V Coprónimo, para que refrendara con su firma las conclusiones del concilio, al negarse Esteban a la petición de Constantino, fue castigado y expulsado de Constantinopla y finalmente muerto a golpes por los soldados que debían escoltarlo fuera de los muros de la capital. Se relata en el texto la memoria de los años del Emperador Constantino V Coprónimo, al que llama tirano (ignoro si el sobrenombre, que lo tenía, por hacerse “caca” en el momento de su bautismo, ya lo tenía en vida o se le adjudica en este momento por su infausta memoria) “entregó la iglesia a la vegetación y a los pájaros. La dejó inculta, cubierta de árboles, de todas las especies aladas y salvajes” que hizo un gran daño durante su reinado a la Iglesia de Cristo con su actitud y su crueldad. … Entre tanto, el emperador León intentó, por la fuerza o con lisonja, obligar a todos los habitantes de Constantinopla a quitar de donde se encontrasen las imágenes del Salvador, de su santa madre y de todos los santos … Paulo Diácono Historia gentis Langobardorum

Paulo Diácono en su obra Historia gentis Langobardorum (Historia de los pueblos Longobardos) escrita después del primer periodo iconoclasta después de 787 y antes de 796, seis libros que cubren desde el año 568 hasta la muerte del rey Liutprando en 744. En su último libro Paulo Diácono, hace mención de la prohibición de las imágenes por parte de León III y como por esta razón, ocurrió el cambio de Patriarca en Constantinopla, cesando León a Germano, que mostró su oposición al edicto para sustituirlo por Anastasio mucho más favorable. El edicto fue otra más de las razones del alejamiento de las iglesias de Oriente y Occidente, El nuevo Patriarca no haría más que avivar la controversia y alimentar la brecha entre la iglesias oriental y occidental. Gregorio II murió en 731 más conciliador por su edad, murió y su sucesor, el Papa Gregorio III, se opuso con más fuerza, llegando incluso hasta el punto de fomentar la rebelión armada contra la autoridad imperial en Italia. En el 787 acabaría la primera etapa de la controversia iconoclasta, cuando la regente Irene de Atenas convoca en nombre de su hijo León IV el II Concilio de Nicea, en él se revocaron los decretos del Concilio de Hieria y reestableció el culto a las imágenes. Sería solo un paréntesis. Las derrotas sufridas ante los búlgaros por León V el Armenio, le hicieron pensar de nuevo en el castigo divino provocado por la adoración de imágenes, así que convoco un Concilio en Santa Sofía y volvió la prohibición. … Entre éstos se distinguieron, sobre todos, los monjes del monasterio de los Abramitas los cuales, llegándose libremente hasta el emperador, con palabras de los Padres de la Iglesia, le demostraron, que la institución era muy antigua, y que las sagradas imágenes eran ya muy familiares a los apóstoles: San Lucas pintó a la Virgen María y el mismo Jesucristo nos dejó su efigie impresa (acheiropoitos o no hecha por mano de hombre) ... Ioanes Skylitze Skylitzes Matritensis

En el texto de Skylitzes Matritensis (las Crónicas de Skylitzes, Juan) nos habla del nieto de León V, el Emperador Teófilo (829-842), que reino durante el segundo periodo iconoclasta, que inicio una nueva y cruel represión a los iconulos, el texto relata el episodio en el que los monjes del Monasterio de los Abramitas lo visitan, para reprocharle su iconoclastia, el trato que Teófilo dio a los monjes fue el peor, llegando hasta matarlos. Había entre los emperadores, los patriarcas y los monasterios posturas enfrentadas en relación a las imágenes, que iban más allá de la discusión teológica. El texto nos sirve para ver el enfrentamiento entre los monasterios y el poder imperial. Los monasterios eran los principales productores y depositarios de imágenes sagradas, donde eran adoradas, esto significaba una fuente de ingresos importante, así también lo eran las reliquias de santos que recibían piadosas visitas y dejaban nada despreciables ingresos a la orden. Los Monasterios gozaban de una posición más que desahogada y estaban adquiriendo cada vez más tierras y con ello cada vez más poder y, por lo tanto, cuando se hacían con más poder, también se hacían con más recelo y desconfianza por parte del Emperador. … Más la reina Teodora, guardiana de la fe, con sus descendientes tocados de pórfido, refutando su ilícito error e imitando a los reyes piadosos, se ha mostrado más pía que todos ellos y la ha restaurado piadosamente en esta parte del palacio para su gloria, su alabanza y su reputación, para el bien de toda la Iglesia, para la felicidad del género humano, para perdición de nuestros malvados enemigos y de los bárbaros…

Discurso del Patriarca Metodio en el Sínodo de Constantinopla de 842, convocado por Teodora emperatriz regente y su hijo Miguel III, en el que se pone fin a la controversia iconoclasta. El texto es recitado en La Fiesta de la Ortodoxia, que fue instaurada después del Sínodo de Constantinopla para conmemorar la vuelta de la paz entre Iconodulos e iconoclastas y al seno de la Iglesia, recogiendo dentro de la ortodoxia el culto a las imágenes. El Patriarca Metodio (787-847) seria quien tendría la tarea de terminar con la querella iconoclasta, precisamente fue la viuda de Teófilo, Teodora quien lo nombra Patriarca de Constantinopla en el año 843, restaurando definitivamente la veneración a las imágenes. En el texto cuando dice: ” Al describirte así y al representarte por medio de señales, yo no describo tu naturaleza inmaterial que es superior a la imagen y al sufrimiento. Mas el descubrir tu carne, que padeció ¡oh Verbo! declaro tu naturaleza divina, indescriptible”

está describiendo una tesis de origen aristotélico, que serviría para reconciliar una postura y otra, que sería una “tercera vía”, la tesis de la participación, por la cual, la imagen, que no es consustancial con la divinidad, no puede representar la belleza o la esencia de la divinidad, pero sí que su esencia y su belleza emana de la belleza infinita de Dios, por lo cual esa imagen, que participa de la belleza divina, no debe ser adorada, pero si puede ser venerada. Por eso Metodio les dice que rechacen los dogmas de Mani, ósea el maniqueísmo, que postula que una cosa solo puede tener dos naturalezas, buena o mala, blanco o negro y que no puede participar de ambas. … Cuando Aquél que es la imagen consustancial del Padre se despoja, tomando la forma de esclavo, haciéndose así limitado en su grandeza y perfección por haberse revestido de carne, entonces pinta y expón a la vista de todos a Aquél que ha querido manifestarse. Pinta su Nacimiento de la Virgen; su Bautismo en el Jordán; su Transfiguración en el Tabor. Píntalo todo con palabras en los libros y con colores sobre las tablas… Juan Damasceno, Tratado primero en defensa de los sagrados iconos (s. IX)

Juan Damasceno, vivió durante el primer periodo iconoclasta, en su texto dice que si la divinidad ha querido hacerse carne es porque quería ser visto por nosotros y, por lo tanto, podemos representarlo y no solo podemos si no que es necesario, porque también decía: Lo que es un libro para los que saben leer, es una imagen para los que no leen. Lo que se enseña con palabras al oído, lo enseña una imagen a los ojos. Las

imágenes son el catecismo de los que no leen. Se da cuenta de la importancia de las imágenes para atraer

fieles a la iglesia.

Juan, Boca de Oro, protesta: Amé la imagen, aunque fuese en cera fundida. Cirilo, cítara del Espíritu Santo, exclama: Muchas veces contemplo la imagen dolorida del Señor y rompen, sin que pueda impedirlo, mis ojos en lágrimas. Y si los seis primeros concilios nunca reprobaron el culto de las imágenes, ¿querrás saber tú más que los concilios? Emperador, tú debes procurar el bien temporal del Estado, de los Padres de la Iglesia y vigilar por la integridad de la fe.

Teofanes el Confesor (758-817) defendió la adoración de imágenes en el segundo concilio de Nicea en 787, por ello fue encarcelado por León V de 814-815 y posteriormente desterrado a Samotracia desde su exilio le dirige esta carta a León V el Armenio, en defensa de los iconos, escribe esa carta al emperador con la esperanza de convencerlo de no abolir el culto a las imágenes, para ello usa unos argumentos parecidos a los que anteriormente uso Juan Damasceno, Esta humana naturaleza, que los Evangelios atestiguan, honramos en Cristo y reverenciamos. Y si esto es así ¿quién nos podrá recriminar si veneramos a Cristo en sus imágenes? Si Dios se presenta ante nosotros como hombre ¿porque no hemos

de representarlo así? “Y si los seis primeros concilios nunca reprobaron el culto de las imágenes, ¿querrás saber tú más que

los concilios? Emperador, tú debes procurar el bien temporal del Estado, de los Padres de la Iglesia y vigilar por la integridad de la fe.”

Crónica de Néstor (s. XI) “Nuestro país está bautizado, pero no tenemos maestros que nos instruyan y nos expliquen los libros sagrados pues no comprendemos ni la lengua latina ni la griega. Unos nos instruyen en una manera, los otros en la otra, de forma que no sean capaces de expresarnos las palabras del libro y su sentido”.

La Crónica de Néstor, La Primera crónica eslava o «Los relatos de años pasados» es la historia del primer Estado eslavo oriental, la Rus de Kiev, entre los años 850 y 1110, aproximadamente, y originalmente escrita en antiguo eslavo oriental en Kiev sobre el año 1113. En el año 863 el Príncipe Rostislav escribe una carta al emperador de Bizancio Miguel III el beodo en la que le solicita que envié misioneros cristianos a la Gran Moravia, esto lo hace porque quiere limitar la influencia del Imperio Franco Oriental y expulsar a los sacerdotes bavieros y francos, para conseguir para su país un obispado propio. Miguel envía a dos de los hijos León, un oficial griego de Tesalónica que conocían la lengua eslava, Metodio y Constantino (Constantino cambio su nombre posteriormente por Cirilo) “Entre los eruditos

del Bizancio, Constantino era conocido como filósofo. Pero entonces un filósofo no era quien se dedicaba a la filosofía, sino el que sabía de todo” Cirilo comprendió que los alfabetos griego y latín eran incompatibles con el

idioma eslavo. Por ello creó un nuevo alfabeto nuevo, el cirílico de 38 letras, algunas letras las tuvo que inventar para que reflejara la riqueza sonora del eslavo antiguo: el glagolítico. Es el único alfabeto cuya primera letra es una cruz, para que quedara claro que fue creado para leer las escritura. ¿Cómo ocurre pues que vosotros no reconozcáis más que tres lenguas y llamáis así a todas las demás lenguas y pueblos, ciegos y sordos? Estos son, ante todo: los armenios, los persas, los abasgos, los íberos, los sugdeos, los godos, los ávaros, los tursos, los jázaros, los árabes, los egipcios, los sirios y muchos más. Si vosotros no podéis entender nada de esta realidad, entonces por lo menos someteros al juicio de la Santa Escritura”.

Defensa de Cirilo del alfabeto eslavo en la Santa Sede. Como no, esto suscito otra de las famosas “discusiones bizantinas” por los que defendían que solamente el hebreo, el griego y el latín eran los idiomas adecuados para interpretar las escritura y los que creían que, se puede adorar a Dios en la lengua materna de los pueblos a los que el evangelio les era revelado.

Cirilo y Metodio llegaron a Roma el año 867, donde fueron recibidos por el Papa Adriano II sucesor de Nicolás I (el Papa excomulgado años antes por Focio). El texto corresponde a la defensa del alfabeto eslavo y la traducción de las escrituras. Cirilo justificó ante el Papa y los clérigos de la curia la liturgia eslava dignamente. A pesar del conflicto cismático, el Papa dio su bendición a los libros litúrgicos traducidos por ambos hermanos a la lengua de los habitantes de Gran Moravia. Divergencias entre las iglesias de Oriente y Occidente. 867.

Fue también durante el reinado de Miguel III el beodo cuando tuvo lugar el conflicto con el papado de Nicolás I. El Patriarcado de Constantinopla disputaba con Roma la cabeza de los 5 patriarcados y para ello la extensión de su influencia en los territorios de la cristiandad era fundamental. El territorio que ocupa Bulgaria en ese momento, es parte de lo que era la antigua Iliria, un territorio que siempre había pertenecido a el patriarcado romano, sometido a Constantinopla por León II en el siglo VIII. La evangelización es la expansión de la influencia del patriarcado y San Ignacio estaba muy cercano al Roma en ese aspecto, esto sin duda influiría en que tras negar la comunión al tío del emperador Miguel, por su vida licenciosa fuera apartado por el emperador del cargo y nombrado Focio como nuevo Patriarca. Focio escribió una primera carta al Papa Nicolás I donde daba una imagen de sometimiento, pero el Papa no se fio de Focio, descrito como "el hombre más artero y sagaz de su época: hablaba como un santo y obraba como un demonio" y envió legados a Constantinopla, para exigir que San Ignacio fuera repuesto en su puesto, no reconociendo el nombramiento de Focio al que llega a excomulgar. Esta postura resuelta que tomo Nicolás I pone al emperador ante la opción de, elegir satisfacer la petición del Papa, lo que sería reconocerle su superioridad jerárquica en la iglesia o apoyar a Focio y ahondar en la división. Se convoca el IV Concilio de Constantinopla, con obispos orientales y griegos, en el que Focio es reconocido como Patriarca de Constantinopla y se condenan las prácticas de la iglesia latina, entre ellas está la llamada Cláusula de filioque (del hijo en latín) esto es porque el credo aprobado en Nicea I decía en griego, que el espíritu procede del Padre, pero la traducción al latín incluía la cláusula filioque y por lo tanto decía que el espíritu santo procede del Padre y del Hijo, este filioquismo arraigo en occidente y hasta hoy es una de las razones que separa a la dos iglesias. La Querella de las imágenes y los cismas entre la iglesia occidental o “latina” y la iglesia oriental o “griega”, para mí, son siempre disputas de poder, disputas de poder en el seno de la propia iglesia, como los dos periodos de la iconoclastia o disputas territoriales como los cismas ente oriente y occidente. Los argumentos serán siempre doctrinales y de liturgia, pero el trasfondo es de poder. JAVIER ROMERO GALÁN...


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