Qué es la Cibercultura desde el contexto bio psico socio cultural PDF

Title Qué es la Cibercultura desde el contexto bio psico socio cultural
Author Ligia Esther Tamayo Esteban
Course Ingles
Institution Universidad Nacional Abierta y a Distancia
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Respuestas para exámenes...


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¿Qué es la Cibercultura desde el contexto bio psico socio cultural? La forma como interactuamos, nos comunicamos o nos relacionamos con los demás definan nuestra cultura, nuestras tradiciones, nuestras creencias y nuestra personalidad; en este mundo de cristal en donde se está formando las nuevas generaciones hay un fenómeno que llevan a que las mentes sean más sensibles, los temores más altos y las relaciones más superficiales; me refiero a que en la época de los ninis, y de la generación de cristal se están creando un mundo virtual que gira alrededor de la cibernética, desplazándose las relaciones interpersonales e intrapersonales a un plano completamente virtual desconociendo la importancia de la convivencia directa y sanamente conocida hasta hoy. La cultura digital nos ha abierto muchas puertas y ha acortado distancias, pero también está acabando con las relaciones fuertes y las sociedades sólidas quienes fueron las que construyeron el mundo que conocemos hasta hoy. Por eso es importante dar una mirada a la cibercultura desde el contexto biopsicosociocultural. Las redes sociales han cambiado la percepción de las relaciones interpersonales de una manera vertiginosa, hay una necesidad de conectarnos, hay una necesidad de mantenerse vigente en los entornos virtuales de socialización; ahora tienes más seguidores y “amigos” en el ciber mundo que en la vida real porque la cultura de ser reconocido en el ciber espacio ha tomado mucha fuerza en esta época, ya no se sigue al cantante o al escritor sino al youtuber o al instagramer que tenga más excentricidades que mostrar, por esa razón, el ser responsables con lo que publicamos y con lo que compartimos debe ser una prioridad, hay que tener en cuenta que la forma como manejemos estos entornos de interacción social puede afectar nuestra integridad e inclusive nuestro futuro profesional, para nadie es un secreto que ahora las empresas están observando el manejo de las redes sociales de sus empleados y también de los aspirantes a un puesto en sus compañías. Este mundo que abre un sin fin de oportunidades, que pone en nuestras manos toda la información que queramos y que forma relaciones entre nosotros con alter egos de otros individuos que no conocemos genera una relación intrínseca en nuestro comportamiento en nuestro ambiente social. Las personas no solo hemos cambiado la manera que interactuamos en nuestro contexto social, sino que también hemos visto como se ha creado una relación estrecha del hombre con la cibernética cambiado la dinámica social; de eso se trata la cibercultura; un crecimiento de interacción social y de relaciones muchas veces superficiales sin crear vínculos reales que conlleva a que las nuevas realidades sean desdibujadas en un mundo que se pierde en la red. Como lo expresa Figueroa, 2001, “Cibercultura, para nuestros propósitos este término se refiere a los modos de vida, las formas de construcción del self y del otro, así como las formas en las que fluyen transversalmente las dimensiones política y económica en la espiral de dominación/resistencia dentro de este nuevo y escurridizo escenario también llamado cyberspace o ciberespacio. (...) En su sentido más abarcador remite a toda forma de comunicación mediada por redes de computadoras (CMC) ya sea en tiempo diferid como cuando utilizamos el correo electrónico- o en tiempo sincrónico, como cuando sostenemos una conversación en un chat room de Internet Relay Chat.” (Figueroa, 2001) Esta cibercultura no solo está afectando la manera en que el hombre concebía su comportamiento y sus relaciones filiales, sino que también a manera de comunidad la autonomía y su identidad cultural se van perdiendo ante la llegada arrasadora de las culturas globales

comercializadas a través de las redes sociales y de las TIC; en este sentido como lo expresa Como lo establece Giddens 1939: El advenimiento de la modernidad paulatinamente separa el ‘espacio’ del ‘lugar’ al fomentar las relaciones entre los ‘ausentes’ localizados a distancia de cualquier situación de interacción cara-a-cara. En las condiciones de la modernidad, el lugar se hace crecientemente ‘fantasmagórico’, es decir, los aspectos locales son penetrados en profundidad y configurados por influencias sociales que se generan a gran distancia de ellos. (p. 30). La identidad local se transforma con la llegada de la colonización cibernética global. Como se veía el mundo, como se palpaba cambió a paso agigantados por el vertiginoso crecimiento tecnológico y el acceso a las TIC; de esta manera, la cibercultura llegó a desplazar la forma como se manejaba la comunicación llevando a tener consecuencias a nivel, social, político, económico y cultural en todas las sociedades, abriendo más la brecha entre las diferencias sociales, acercando la visión del hombre sobre las relaciones con los demás y acabando con los vínculos reales a formar vínculos con personas a las que no podrá conocer y con las que solo interactuará en una realidad virtual que no crea lazos fuertes de filiación que necesita el ser humano. La sociedad se aleja del vínculo afectivo y social para vivir en un mundo virtual que desdibuja la imagen y la identidad del ser humano con perfiles falsos y con relaciones superficiales. Los autores expresan acerca de estas relaciones lo siguiente: “Estos nuevos espacios concretizan el colapso de los límites entre lo social y lo tecnológico, la biología y la máquina, lo natural y lo artificial, que forman parte del imaginario posmoderno. Son parte de la imbricación reciente de los humanos y las máquinas en nuevas formas sociales que llamo sistemas virtuales” (Stone, 1995; citado en Piscitelli, 2002, p. 100). Todorov (2008), aporta sobre las relaciones sociales a través de las rede que “la sociabilidad no es un accidente ni una contingencia; es la definición misma de la condición humana” (p. 212). El mundo de los afectos constituye lo esencial de la vida y ellos dependen de los otros. Por ello, el motor que impulsa el fenómeno de las interacciones sociales en la red es el goce del reconocimiento en la mirada del otro. Esta necesidad de filiación y de aceptación de los demás puede llevar a que el sujeto olvide su realidad y su propia identidad para crear nuevas realidades que se adapten a las que son más aceptadas y se cree un conflicto entre lo que es real en su vida y lo que se idealizó para agradarle a los demás; en esto es que la persona se empieza a aislar de las relaciones reales y se enfrasca en el mundo virtual en que se presenta con su alter ego siendo después difícil desarrollar relaciones sanas con personas que están a su alrededor. Para concluir, la cibercultura abre una puerta a infinitas oportunidades sociales, económicas, laborales y educativas, acaba con fronteras y permite la globalización de la información y de las culturas mismas, pero a su vez crea una línea que desvirtúa la realidad social ante la necesidad de encajar en un ambiente que genera placer y contentamiento a cambio de la aceptación de los internautas hacia lo que se muestra como identidad propia. LA cibercultura puede acabar con la tiranía y con la falta de oportunidades sociales, pero también aleja a las personas de sus entornos sociales reales y crea una recha en la comunicación cara-cara. La cibercultura puede aportar a que se creen más vínculos basados sobre el respeto y la tolerancia y se respeten los derechos humanos como también puede acabar con la sociedad como la conocemos borrando la delgada línea que nos separa de la realidad a la completa virtualidad en donde las identidades mismas se disfrazan con el único fin de tener aceptación social.

La psicología cultural y la actividad humana.

El ser humano por naturaleza desarrolla sus habilidades cognitivas, sociales psicológicas rodeado de su núcleo familiar, sus valores, su aprendizaje, las experiencias que tiene son creadas en el seno de su hogar, a medida que crece su núcleo familiar y sus redes sociales le facilitarán las herramientas necesarias para que pueda desarrollar sus capacidades como el razonamiento, la comunicación y la creatividad, estas y más habilidades lo hacen un ser único pero atado a las tradiciones, creencias y valores de sus familia; es decir se forma dentro de la cultura de su contexto social. A groso modo desde la psicología cultural se asume que la cultura juega un papel constitutivo del funcionamiento biopsicosocial del ser humano. A continuación, se analizará la psicología social desde el enfoque de diferentes autores y se observará como la cultura influye en las actividades que desarrolla el hombre en su vida diaria. Ante la pregunta “¿qué es la psicología cultural?” Shweder (1990, p. 1) afirmaba: “es el estudio de la manera en que las tradiciones culturales y las prácticas sociales regulan, expresan y transforman la mente humana”. En realidad, es el estudio de la “tensión irreductible” (Wertsch, 1999) entre las personas y los objetos, instrumentos o artefactos culturales que utilizan. Según Serrano (1996, p. 99): “la psicología cultural es el estudio de la constitución mental de y por las formas simbólicas esto es, acciones y expresiones humanas significativas, discursivamente estructuradas, históricamente contextualizadas y socialmente producidas, reproducidas y transmitidas”. Esto quiere decir que es la rama de la psicología que estudia la forma como la cultura decide cómo serán las actitudes y comportamientos del sujeto dentro de su contexto social y fuera de este.

La psicología cultural se propone estudiar las variadísimas maneras en las que las tradiciones culturales y las prácticas sociales regulan, expresan, trasforman e innovan los procesos consientes e inconscientes propios de la mente humana y las formas como el

sujeto se constituye en una permanente interrelación con el otro. Muchos aspectos de cómo se comporta y de cómo piensa el ser humano tienen que ver no con las experiencias de vida personales ni con nuestra genética, sino con la cultura en la que está inmerso. Las creencias y el lenguaje no sería el mismo si hubiésemos nacido en Japón o en Rusia, o quizás siendo mujer no se hubiese sabido de libertad ni autonomía si el lugar de nacimiento hubiese sido un país asiático o en una religión como la musulmana o el islam. En occidente la mujer tiene suerte, diría que más que suerte una bendición, que su lugar de nacimiento haya sido un país del nuevo continente y puedan ser profesionales y tener autonomía; esto es parte de la formación cultural, social y religiosa. Por esta razón la Psicología y la cultura no pueden ir por caminos diferentes ya que los comportamientos se forman dependiendo de la cosmovisión que tengo del mundo que me rodea. Esto lleva a deducir que la cultura define el comportamiento e influye en las actividades que realizan los individuos. Vygotsky desde su escuela de la psicología histórico-cultural explica que la actividad humana se fundamenta en considerar primeramente la actividad como la interacción de sujeto y objeto a través de artefactos de mediación (Vygotsky, 1933). El ser humano desde que tiene conciencia empieza a desarrollar, elaborar y transmitir su conocimiento y este lo adquiere a través de la actividad. Esta interacción con lo que le rodea es lo que lo activa y lo hace tener razonamiento de las cosas; de esta manera, podemos que la actividad humana expresa el modo de existencia, cambio, transformación y desarrollo de la realidad social; cada individuo crea una relación material y espiritual con lo que le rodea, ya sean objetos, personas, naturaleza, esa relación también pasa a ser parte de su pensamiento y generan sensaciones y sentimientos que se convierten después en acciones; acciones que reflejan la actividad humana también. También, puedo aportar que

el factor decisivo en el surgimiento del hombre, en la formación y desarrollo de la conciencia es el trabajo que ha sido condición permanente y natural de la vida humana, la base esencial de la existencia y desarrollo de la sociedad. La relación entre las personas y sus entornos físicos y simbólicos siempre es indirecta, es decir, está psicológica y culturalmente mediada. En realidad, según la psicología vygotskiana, organizamos y controlamos nuestra conducta a través de la manipulación del entorno, lo que aquí llamo “geografía vital”: artefactos culturales, instituciones sociales, relaciones interpersonales, prácticas y actividades y ambientes a la vez físicos y simbólicos. “A través de la actividad externa, las personas modifican los ambientes y, de esta manera, afectan su propia conducta sujetándola a su propia autoridad” (Vygotsky, 1997, p. 212). En este sentido, la actividad humana de una persona china, aunque se parezca, no es la misma que la de una persona colombiana; los chinos tienden a ser más organizados y menos acumuladores; son más respetuosos con los mayores pero distantes con los extranjeros; sus tradiciones religiosas y culturales son sagradas e inquebrantables; en cambio, un colombiano es en la gran mayoría menos organizado, menos disciplinado, más asequible socialmente y menos respetuosos de la cultura y de la religión puesto que su formación es más flexible y más abierta que la de la persona china. Estos cambios también se ven reflejado en el cambio de sus habilidades cognitivas y en el desarrollo de su cerebro; como lo expresa el autor Guitar, 2011, citando otros autores él concluye: Al igual que nuestro organismo se nutre de las proteínas y demás sustancias adquiridas a través de la alimentación, nuestra mente (nuestros deseos, expectativas, percepciones, recuerdos, emociones y pensamientos) se desarrolla gracias a la “dieta

cultural” (del Río y del Río, 2008). Aquello que vemos en la televisión, la conversación que mantenemos con nuestros amigos y amigas, las relaciones familiares, nuestro equipo de fútbol, nuestra religión, etc. (del Río y Álvarez, 2007). En este sentido, gracias a los avances en neurociencia cognitiva y en neurorehabilitación, hoy sabemos que “somos aquello que hacemos”. Dicho con otras palabras, que el cerebro de un japonés y un americano son distintos (Tsunoda, 1985) y que incluso el cerebro de un americano en relación a otro americano también lo son. Los cambios producidos en nuestro cerebro y nuestra conducta son el resultado del uso. Es decir, aquello que no se utiliza se pierde o, dicho positivamente, aquello que se utiliza se desarrolla. Es la capacidad de nuestro cerebro de ser plástico (adaptarse, ajustarse) al ambiente (Hutenlocher, 2002; Li, 2007). Todo está implícitamente relacionado con la manera que influye la cultura en el desarrollo del individuo a través de su crecimiento. Esto también está presente en los ámbitos en donde el sujeto realiza sus actividades, es decir, donde se desenvuelve e interactúa con los demás. Estos espacios como la educación, la formación laboral y las relaciones en su ambiente biopsicosocial; no tendrá la misma educación un sujeto que nació en una etnia indígena a uno que creció con comodidades en un ambiente netamente urbano; no tiene la misma oportunidad laboral aquel que tiene una carrera universitaria que aquel que no ha podido terminar ni la primaria; estas diferencias sociales también se ven enmarcadas por la cultura en que creció cada individuo y con las creencias y costumbres que le inculcaron sus progenitores y su comunidad misma. De esto se trata la Psicología social, de comprender el comportamiento del ser humano desde su cosmovisión, su origen y su formación social teniendo en cuenta la cultura que lo cobija y que lo impulsa.

En conclusión, la psicología cultural abarca el estudio de la interacción y desarrollo del individuo como parte de un todo cultural y social y además estudia cómo desarrolla sus habilidades cognitivas, conductuales y sociales partiendo de sus antecedentes históricos y de su manera de vivir en su ambiente sociocultural. Además, la psicología cultural, que estuvo presente siempre pero que no era específica, es una rama de la psicología que se encarga de estudiar el modo en el que los elementos culturales influyen en el comportamiento, las costumbres y la percepción de grupos de personas. Es decir, que analiza la cultura de donde procede cada individuo para poder comprender la raíz de su comportamiento y la razón de su actuar; la psicología cultural le da un nuevo enfoque a la comprensión de la cosmovisión y de la importancia de la fe y las tradiciones en el ser humano y cómo complementa y es fundamental en su desarrollo como parte de una comunidad. También se puede agregar, que va de la mano de otras ciencias como la sociología y la antropología puesto que participa en el proceso de comprender el calado de estas diferencias entre comunidades y de comprender cómo las diferencias culturales hacen hace únicos a los seres humanos y los forma como seres sociales y partes de un todo....


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