RESUMEN CARTAS A QUIÉN PRETENDE ENSEÑAR PDF

Title RESUMEN CARTAS A QUIÉN PRETENDE ENSEÑAR
Author Roly Callisaya C.
Course Comunicación Educativa
Institution Universidad Mayor de San Andrés
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Summary

"En este libro, Paulo Freire les habla a los docentes sobre los aspectos mas delicados de la practica educativa, y lo hace con la firmeza y la generosidad que caracterizan su estilo. En contra de los tabues que terminan produciendo profesores debiles y vacilantes, defiende la necesidad de una autori...


Description

UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN / COMUNICACIÓN EDUCATIVA CARTAS A QUIÉN PRETENDE ENSEÑAR De: Paulo Freire

Docente: Dra. Klondy Ordoñez Estudiante: Univ. Roly Callisaya Callizaya 24 de octubre de 2017 La Paz – Bolivia

1 Resumen Primera carta: Nos muestra lo relevante de la lectura y el cómo está entrelazado en el PEA, expresando que el enseñar no existe sin el aprender; debe existir una relación estrecha ente el docente y el alumno, lo que significa que el educador tiene la responsabilidad ética, política y profesional de prepararse académicamente antes de educar. De igual forma nos menciona, que enseñar a leer implica el que haya comprensión en la lectura para que el educando se convierta en un individuo crítico y analítico, haciendo de la lectura un proceso gratificante, para la interpretación de su realidad social para poder transformarla. Segunda carta: Trata sobre el miedo que nos paraliza y nos impide ir a los cambios y transformaciones que surgen una vez que nos damos cuenta de nuestra realidad social; es normal sentir temor ante lo desconocido, pero lo que no podemos permitir es que ese temor sea un obstáculo para avanzar hacia la novedad. Y para ello es necesario ser objetivo y crítico manteniendo las emociones, sentimientos y deseos a merced de nuestras metas. Tercera carta: Tiene que ver con la vocación que se decide ser maestro lo que conlleva a tener ética en el ejercicio de la profesión docente. Freire comenta sobre la lucha que debe existir dentro del magisterio para hacer del servicio de ser maestro una profesión digna y hacer reflexionar al estado sobre el perfil para las personas que

ingresan a la educación, mejorando así el nivel de calidad en los educandos. Cuarta carta: Habla sobre las cualidades que deben tener las personar que deseen ejercer la profesión docente; la primera es la humildad, ya que el maestro debe entender que nadie lo sabe todo y nadie lo ignora todo por consiguiente ninguna persona tiene la verdad absoluta. La otra cualidad es la amorosidad que es el móvil que nos lleva a hacer de la enseñanza algo que agrada tanto al que enseña como al que aprende; la otra virtud es la tolerancia ya que sin ella no podría hacerse la labor docente en serio, porque no hay democracia en el ejerció de la profesión docente; la tolerancia implica el poder aceptar al prójimo con todas sus debilidades y fortalezas y si el maestro no ejerce esta cualidad difícilmente podría decirse que hay un proceso de enseñanza aprendizaje. Quinta carta: Invita a las maestras a despertar los sentidos de sus alumnos y de sus colegas, a hacerlos conscientes de la realidad que los rodea y a soñar, incentivar en los niños la imaginación para que aprecien la sensibilidad de la maestra y haya una empatía en la relación docente-alumno. Llama a la reflexión nuevamente la práctica docente invitando a las maestras a evaluarse cada cierto tiempo para mejorar la calidad de la enseñanza.

Sexta carta: La relación del docente con el alumnos es de suma importancia ya que determinara el éxito del PEA, la maestra debe tener presente la relación que existe entre el discurso y las acciones, porque le dará credibilidad ante sus alumnos ya que si ella dice una cosa pero hace otra, los niños se confundirán y el efecto ser todo lo contrario a lo que se espera, por ejemplo la maestra que se queja de lo autocrático que es el director pero en su salón se hace solo lo que ella dice; esta situación generara en el aula una insubordinación en los niños por que las ordenes por cuestión lógica en el ser humano deben ir acompañadas de ejemplos. Séptima carta: Tiene que ver con la comunicación asertiva que debe existir entre el maestro y el alumno el de cómo existe una diferencia entre hablar para ellos y hablar con ellos, de cómo la jerarquía genera una autoridad mandona que hace que sea solo el maestro que tiene la voz de mando y el papel del niño es solo obedecer; ante esto Freire propone la horizontalidad en la comunicación en una escuela democrática donde la maestra habla a y con el educando, oye al educando, sin importar su tierna edad o no, y así es oída por él. Manifiesta que no puede limitársele la voz al educando ya que eso le impide ser crítico y transformar su realidad y hacer de las escuelas verdaderos centros de cambios para combatirlos flagelos que atacan esta sociedad.

Octava carta: Se hace necesario incrementar además de una buena comunicación la búsqueda de la identidad cultural que nos permita fortalecer los vínculos que nos une a nuestro país, describe Freire en su octava carta a la identidad cultural y la educación como una postura interna en el ser humano, siendo el contexto lo que determina esos aspectos, para ello el docente debe dar más importancia a la experiencia que trae el niño de su entorno social que a la teoría que debe ser aplicada para su desarrollo cognitivo. Manifiesta que la enseñanza de los contenidos no puede ser de manera vanguardista ni autoritaria, aislándose de la realidad social que envuelve el niño alejándolo y matando el interés que éste pueda presentar para su aprendizaje. Novena carta: Freire habla de la disciplina como factor determinante del éxito de la enseñanza, manifiesta que el éxito de toda actividad depende del orden en que se realice, debemos tener disciplina al enseñar, al leer, al escribir. El maestro debe enseñar, pero no solo eso sino transmitir conocimiento, se hace necesario que se entrelacen el enseñar y aprender convirtiéndose en conocer y reconocer. Décima carta: Tiene que ver con el contexto concreto y el contexto teórico analizando no la terminología sino cómo se comporta el maestro en cada uno de los contextos. El contexto concreto tiene que ver con la práctica de lo cotidiano, es decir, es la experiencia que se

obtiene con los años a través de la práctica solo que el ser humano lo toma como algo normal y cotidiano. El contexto teórico nace a raíz de que el hombre comenzó la búsqueda de explicaciones a los fenómenos naturales que ocurrían y a las necesidades que se le presentaban y comenzó a escribirlas para compartirlas con el mundo. Se hace relevante el análisis de porque ambos contextos no pueden estar entrelazados en la enseñanza en un salón de clases, de porque la maestra no puede dar respuestas a las interrogantes reales que el niño trae de su casa o a eventos que ocurren en su entorno social, culmina con una frase muy asertiva Quien juzga lo que hago es mi práctica, pero mi practica esta teóricamente iluminada.

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Análisis

Las cartas que nos ofrece Freire, nos otorga aportes dentro de la comunicación educativa, lo cual lo presentaré de forma detallada. ● Los docentes deben de tener unos valores y actitudes bien definido. Deben desempeñar su labor con gusto y realizar sus acciones con la seriedad que se merece. ● Un educador debe contar con cualidades fundamentales para poder tener un buen desempeño. Un buen educador no solo lo es por el hecho de haber obtenido un título o por que domina ciertas estrategias de enseñanza y aprendizaje, o bien porque tiene dominio de contenidos temáticos. ● Un buen educador, tiene que ser humilde, amoroso, valiente, tolerante, con capacidad de decisión, seguridad, sentido de justicia y con parsimonia verbal. ● Se deben enfrentar tal sentimiento con sus estudiantes, haciendo reflexión sobre el hecho de que también son seres humanos y que el ser maestro no implica saberlo todo. Con ello, se irán ganando su confianza. ● Los docentes pueden hacer registros de sus clases con la intención de analizar cada uno de los elementos, acciones, actitudes, que se presentan; no solo por obligación sino con la intención de obtener aprendizajes que les permitan mejoras en su labor

educativa. Para ello, es fundamental que estén atentos en el desarrollo de sus clases, y sean hábiles en la observación. ● Los conceptos que se exponen para explicar las relaciones que se establecen entre ambos sujetos son: enseñanza, aprendizaje, aprendizaje, autoridad, la libertad, la lectura, las virtudes del profesor, la identidad cultural y el respeto de los alumnos. Aspectos que todos confluyen para determinar unas relaciones u otras. ● En el capítulo se hace referencia al concepto de “discurso”, discurso que el profesor transmite a sus alumnos como testimonio o como medio de comunicación, ese discurso ha de ser coherente y permanente, capaz de producir respuestas inmediatas a quienes lo escuchan. Debe ser un discurso abierto y democrático, abierto a nuevas ideas y opiniones, y sobretodo abierto a la participación. ● La imagen del profesor ha de despertar la curiosidad de aquello a quien se dirige, a la vez que transmitir firmeza, seguridad y orden, siempre intentando procurar un respeto mutuo entre ambos. La actitud del profesor ha de estar guiada por el principio de la justicia y la libertad, y que estos principios se trasladen a sus alumnos. Defendiendo a los más débiles y procurando siempre que todas las actuaciones estén basadas en unos principios éticos.

Estos valores son esenciales para la buena relación entre docentes y alumnos. ● Existen momentos en la enseñanza en los que el educador, como autoridad al relacionarse con el educando, establece límites necesarios para que se produzca libertad del educando, y necesaria para que esa libertad no se pierda en la permisividad. ● Nadie vive la democracia plenamente, ni la ayuda a crecer, primero, si es impedido en su derecho de hablar, de tener voz, de hacer su discurso crítico; y en segundo lugar, si no se compromete de alguna manera con la lucha por la defensa de ese derecho, que en el fondo también es el derecho de actuar. El derecho a tener voz no puede ser un derecho limitado por nada ni por nadie. Y ese derecho da lugar al uso de la escuela democrática es el ejercicio de ese gusto democrático en una escuela realmente abierta debería cercar al autoritario, racista, machista, en primer lugar, en sí mismo como negación de la democracia, de las libertades y de los derechos de los diferentes, como negación de un humanismo necesario. ● No solo por el hecho de que estamos programados para aprender es cuestión imprescindible para hacerlo, sino porque enseñan y conocer es cuestión necesaria para no caer en esa herencia cultural de la que habla Freire. Es aquí donde entra en juego la libertad del individuo para caer o no en esa herencia









cultural, y debe de ser la escuela, quien democráticamente debe promover esos valores. Reconocer la existencia de las herencias culturales implica adoptar una postura de respeto hacia ellas como docentes. Y es una cuestión que los docentes deben de tener muy en cuenta ya que existe la tendencia a afirmar que lo diferente a nosotros es inferior. Los educandos deben construir en sí mismos con la colaboración de la educadora una situación de disciplina sin la cual no se crea el trabajo intelectual. La disciplina exigida es saludable, lo es también la comprensión de esa disciplina, si es democrática la forma de crearla y de vivirla, si son saludables los sujetos forjadores de la disciplina indispensable, ella siempre implica la experiencia de los limites, el juego contradictorio entre la libertad y la autoridad, y jamás puede prescindir de una sólida base ética. En el conocimiento debe de existir una libertad de escritura o lectura, que siempre debe estar guiada por principios democráticos de respeto mutuo. Por eso los profesores no deben de adoptar una situación responsable, y no cómoda e interesada que adoptan algunos docentes cuando dicen que ellos tienen poco que hacer, cuando los que deciden en lo importante no son ellos, y son personas poderosas que nunca actúan guiados bajo intereses y beneficios de todos.

● Es necesario para el desarrollo de una sociedad democrática, que el alumno adopte una posición crítica, y no una actitud pasiva u obediente; pero siempre desde el respeto, la escucha mutua y la tolerancia. ● Hay que buscar un equilibro entre ambas posiciones, sin llegar a ser autoritario ni ser sumiso, siempre desde una posición responsable en la que prime el respeto mutuo. En la transmisión de conocimientos es imprescindible la experiencia para que se produzca la comprensión. ● Es necesaria la libertad de tanto docentes como aprendices, para el uso democrático de la enseñanza. Y para ello el docente debe de adoptar los valores de: la humildad, la esperanza, la confianza y el amor.

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Identificación de la estrategia edu comunicativa

‘‘Cartas a quien pretende enseñar’’ nos hace hincapié a la ideología y pensamiento de Freire, que como bien sabemos, nos menciona sobre la educación liberadora y la transformación social. Más que todo en el libro que hacemos referencia, muestra la necesidad imperiosa de la libertad de enseñar, para los educadores, como la libertad de aprender, para los educandos, a través del uso democrático de la misma. Freire propone una comunicación a partir de la libertad del educador y del educando, haciendo énfasis en el factor de servicio, que vendría siendo la vocación del educador. Sencillamente, si el educador no tiene las cualidades, características y la motivación que se requiere para enseñar, no se dará una verdadera educación liberadora. Tomemos en cuenta, que estas características, como ser: la humildad, referida a entender que nadie sabe todo y los educadores son seres humanos que también cometen errores; la amorosidad, entendida como la entrega y dedicación al trabajo; la valentía, el tener valor de hacer cosas que muchas no se atreven por temor al cambio o a las críticas; la tolerancia, la virtud que nos enseña a convivir, aprender y respetar lo que es diferente; capacidad de decisión, ser capaza de tomar decisiones, sin caer en el autoritarismo; seguridad, que el educador debe tener una claridad plena de lo que hace; paciencia e impaciencia, la primera en exceso nos pueden llevar a la espontaneidad o a la inacción,

mientras que la impaciencia nos puede llevar a actuar si pensar, debe existir un equilibrio entre ambas; parsimonia verbal, controlar nuestra habla, el saber cuándo, qué y cuánto hablar, y la alegría de vivir, referida a tener las ganas de superar los obstáculos y debilidades que se tiene, no tener miedo a riesgo de hacer las cosas diferentes; favorecerán al desarrollo edu comunicativo del proceso de enseñanza aprendizaje. se debe enfrentar tal sentimiento con sus estudiantes, haciendo reflexión sobre el hecho de que también son seres humanos y que el ser educador no implica saberlo todo. Más al contrario, el proceso de enseñanza aprendizaje, es un acto recíproco, donde todos aprenden de todos y nadie es más que nadie. Debemos recordar, que los principales componentes para determinar una buena comunicación entre el educador y el educando son: la enseñanza, el aprendizaje, la autoridad, la libertad, la lectura, las virtudes del educador, la identidad cultural y el respeto de los estudiantes. Un factor muy importante para una buena comunicación es la imagen que representa el educador, la motivación que genere, y la curiosidad que despierte. El saber trasmitir firmeza, seguridad y orden, siempre intentando procurar un respeto entre ambos. La actitud que muestre el educador debe estar orientada por el principio de la justicia y la libertad, y que sepa generar lo mismo en sus estudiantes. Defendiendo a los más ‘‘débiles’’ y

procurando siempre que todas las actuaciones estén basadas en unos principios éticos. Estos valores son esenciales para la buena relación y comunicación entre educadores y educandos. Nos menciona que la comunicación debe estar dentro del margen del respeto hacia las diferencias culturales, económicas, sociales, etc. Tanto del educador como del educando. Utilizando como medio al “discurso”, que ha de ser coherente y permanente, capaz de producir respuestas inmediatas a quienes lo escuchan. Debe ser un discurso abierto y democrático, abierto a nuevas ideas y opiniones, y sobretodo abierto a la participación. De igual forma, menciona que el educador debe promover una comunicación horizontal, que, a diferencia de la educación tradicionalista o bancaria, que dirige una comunicación vertical, siendo esta, autoritaria y sin interacción, que no permite una adecuada relación entre el educador y el educando; la horizontal propone una igualdad entre los actores, contraria a la tradicional, que permita crear un espacio o un ambiente de confianza y respeto. Sin embargo, se debe recordar que existe cierto límite en la relación entre el educador y el educando. Es decir, que no se debe exagerar en la permisividad. El educador debe saber generar reglas de convivencia con la participación de los educandos, donde la disciplina debe nacer a partir de una acción democrática con un

respectivo equilibrio. Ni muy autoritario, ni muy permisivo. Recordemos, que Freire critica al tipo de educación tradicionalista o bancaria, y, por ende, critica al tipo de comunicación que nace a partir de esa educación, es decir, autoritaria, racista y machista. Pero menciona que nadie vive en plenitud la educación democrática y liberadora, sin antes haber sufrido una comunicación opresora, el impedimento de su derecho de hablar, de tener voz, de hacer su discurso crítico. Es por eso, que se vuelve algo apreciado y único, y es difícil dejar de lado los procesos de liberación, más que todo, cuando estos te otorgan la oportunidad de transformar a la educación, y, por ende, a la sociedad. Es importante saber la relevancia y el papel que cumple el tipo de comunicación que promueve la educación liberadora para que nunca más el oprimido se deje oprimir por las ‘‘clases dominantes’’ o un educador ‘‘opresor’’, autoritario, machista y racista. La comunicación entre el educador y los educandos debe generar crítica y reflexión, sobre la realidad de los mismos. Los contenidos que el educador enseñe al educando deben relacionarse con la vida cotidiana de los mismos. Ya que una de las grandes premisas de Freire, es la liberación del oprimido mediante una educación liberadora partiendo de su propia realidad. A través de la libertad tanto de educadores, como educandos, para el

uso democrático de la enseñanza. Y para ello el educador debe de adoptar los valores de: la humildad, la esperanza, la confianza y el amor.

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Ejemplificar el aporte/estrategia con un caso de la realidad nacional actual

Hace meses en mi trabajo, realicé una entrevista a una de las profesoras de primaria de la U.E. Juan José Torrez Gonzales de la Ciudad de El Alto; donde en una parte de las preguntas y las respuestas, me indicaba que era complicado seguir en la totalidad la misma línea y metodología que proponía la actual ley educativa 070, no porque no quisiera, tampoco por no tener la oportunidad de realizarlo; más que todo por la arraigada metodología que era resultado de su formación y experiencia. Ahí me di cuenta, que al igual que esta profesora que sufre con los cambios de paradigmas educativos, así habrá muchos y muchas que están en la misma situación; no tanto por el mismo problema, pero si con la misma disyuntiva. ¿Qué tipo de educación estoy impartiendo? Yo, como muchos, hemos vivido en una educación tradicional. La maestra al frente con su respectivo libro, su tiza, su guardapolvo y su regla. Si metías bulla, una llamada de atención acompañado de un buen correctivo era el común denominador de todos los días. Obviamente, que, dentro de nuestras mentes inocentes, no sentíamos la necesidad de criticar a profundidad tal educación. Los tiempos han cambiado, diría cualquiera. La realidad es que no precisamente. Actualmente, seguimos dentro de ese tipo de educación. En algunos casos no de manera intencional. Como indicábamos al principio, existen muchos educadores que mantienen el mismo tipo de

educación que la de su época de formación. Se les hace complicado enseñar de diferente manera. Lastimosamente, podemos observar este tipo de educación en las escuelas, colegios, instituciones, universidades. Y por lo mismo, se sigue con la misma comunicación que lo caracteriza, autoritario, machista y racista, donde el profesor o docente es el amo y seño...


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