Resumen de la lectura del Plan Marshall PDF

Title Resumen de la lectura del Plan Marshall
Author Ana Marcu
Course Historia Económica
Institution Universidad de Almería
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Summary

Tras la crisis europea de 1947 EE. UU. impulsa el Plan Marshall con la finalidad de que con la ayuda
económica las potencias europeas no caigan ante el comunismo.
Tras una reunión en París, 16 naciones europeas firmaron su adhesión al plan y solicitaron 20
millones de dólares en co...


Description

PRÁCTICA 5-PLAN MARSHALL

Tras la crisis europea de 1947 EE. UU. impulsa el Plan Marshall con la finalidad de que con la ayuda económica las potencias europeas no caigan ante el comunismo. Tras una reunión en París, 16 naciones europeas firmaron su adhesión al plan y solicitaron 20 millones de dólares en concepto de ayuda. En un principio, Stalin no estuvo de acuerdo con dicho plan ya que creían que era un intento de los americanos de imponer su influencia en los países que recibieron las ayudas del Plan Marshall. Europa adquirió una gran cantidad de mercancías y maquinarias norteamericanas por lo que una gran parte de las salidas Marshall regresó directamente a la industria de EE. UU impulsando un boom de posguerra. Uno de los países que mas ayuda necesitaba era Grecia devastada por la ocupación nazi y por 5 años de Guerra Civil. En los 4 años que duró el Plan Marshall Grecia recibió 700 millones de dólares en asistencia económica. La Europa industrial se enfrentaba a otros problemas como por ejemplo la negativa de EE. UU. a ofrecer más ayuda a Francia debido a la existencia de una gran cantidad de comunistas.

El Plan Marshall también demostró el deseo de los EEUU de salvaguardar el futuro de Europa, se había propuesto construir una sociedad de consumo en Europa, querían un bloque occidental donde se practicará la libre empresa, un conjunto de países pacíficos unidos y ligados al comercio y al capital norteamericano No solo como un plan para la reconstrucción europea, sino como un esfuerzo para remodelar Europa occidental a la luz del modelo americano, con un mercado integrado y una economía capitalista mixta. La unión soviética se vio obligada a construir su propio bloque rival. La población de los países socialistas pasaría 40 años en el bloque occidental con sorpresa y admiración. La película de Berlanga “Bienvenido Mr. Marshall”, sirve para situar la realidad histórica de lo que fue la llegada de los americanos a España a partir de los acuerdos de 1953, su llegada cambió España de forma decisiva. Como consecuencias fundamentales derivadas de los acuerdos con los EE. UU. están: la magnitud de la ayuda, la estabilidad que los acuerdos proporcionaron al régimen de Franco y la introducción de elementos de racionalización económica. La España de los años cuarenta fue, una España sedienta y hambrienta. En lo económico fue un periodo de retraso económico de la historia contemporánea de España. La posguerra española se caracterizó por una recuperación muy lenta y pagó con una crisis y una recuperación lenta la posición política y los errores de la política económica del régimen franquista. En lo político, el alineamiento de Franco con las potencias del Eje y la hostilidad hacia los aliados se ganó la antipatía de las potencias democráticas hacia el régimen de España. La consecuencia fue que acababa la Segunda Guerra Mundial, España se encontraba aislada y se vio privada de la ayuda norteamericana (Plan Marshall) recibida por la mayor parte de los países europeos.

Para los dirigentes franquistas el objetivo económico fue el de lograr la industrialización del país, pero el problema se planteó en la forma de conseguirlo. Se trató de forzar un proceso de industrialización en un marco de autarquía económica, sacrificando el desarrollo de los demás sectores.

Los aliados, y en particular los EE. UU., habían intentado conseguir un cambio de actitud de Franco durante la Segunda Guerra Mundial, ofreciendo distintas vías de ayuda y cooperación económica. Sin embargo, Franco se mantuvo leal a sus socios Hitler y Mussolini ya que estaba convencido de la victoria del Eje. Finalizada la guerra, la posición de Franco, era muy débil en el plano internacional. España había combatido activamente contra uno de los países aliados ahora victoriosos. Como consecuencia, nuestro país se vio marginado de los organismos internacionales y de los planes de recuperación posbélica como el Plan Marshall. A Franco no le quedaba otra salida que esperar si quería mantenerse en el poder. Fuera del poder podía temerse lo peor: el recuerdo de lo que les había pasado a sus antiguos aliados Hitler y Mussolini lo debió tener siempre muy presente, de manera que optó por su propia salvación, subordinado a ello cualquier objetivo de mejora de las condiciones de vida de los españoles. El presidente Truman, tenía una clara antipatía hacia Franco y hacia su sistema político, por la posición cerrada del Régimen. Sin embargo, las circunstancias internacionales empezaron a cambiar en un sentido muy positivo para el régimen ya que los dos principales antiguos aliados, los EE. UU. y la URSS, empezaron a mostrar graves diferencias que condujeron a una ruptura y al comienzo de lo que se denominó guerra fría. En estas nuevas circunstancias el régimen de Franco podía empezar a hacer valer el principal de sus activos: su anticomunismo. Poco a poco, en los EE. UU. la opinión sobre cuál debía de ser la actitud hacia España fue cambiando. Se fue abriendo paso a la idea de que España merecía un mejor trato. En 1947, se elaboró el “Informe Kennan” que propiciaba un acercamiento a España sin cuestionar la continuidad de Franco, aunque exigiendo reformas liberalizadoras. Para España se abría una magnífica oportunidad para salir de la grave situación económica en la que se encontraba, integrándose en los planes de recuperación económica. Sin embargo, Franco no se mostró dispuesto a introducir ningún cambio político que redujera su poder, aun a costa de cerrar una vía que hubiera permitido alcanzar mayores niveles de bienestar para la población española.

Cada vez resultaba de más interés para EE. UU. conseguir acuerdos con España. Tan solo dos meses después del comienzo de la Guerra de Corea, los EE. UU. concedían a España un crédito de 62,5 millones de dólares, a los que seguirán otros. En abril de 1952 comenzaron las negociaciones entre España y los EE. UU. para alcanzar un acuerdo de defensa y económico, negociaciones que resultaron muy duras. El último obstáculo se superó con la victoria electoral de Eisenhower en noviembre de 1952. Cuando el general venció en las elecciones presidenciales norteamericanas el camino para el entendimiento quedó libre. Sin embargo, algunas circunstancias accidentales, como el inesperado y repentino fallecimiento del almirante Forrest P. Sherman, dificultaron el ritmo de las negociaciones y la firma final del acuerdo. El 26 de septiembre de 1953 se firmó el “Pacto de Madrid” que contenía tres acuerdos bilaterales: de defensa mutua, de cooperación económica y de asistencia técnica. Los EE. UU. lograban su objetivo de poder instalar una serie de bases militares en territorio español, a cambio de una ayuda económica que quedaba sin determinar. El gobierno español se comprometía a introducir medidas económicas liberalizadoras y a poner fin a la política económica autárquica.

España recibió ayuda económica norteamericana a través de tres canales diferentes: la ayuda, los fondos de la Ley Pública 480 y los provenientes de la llamada “Enmienda McCarran”. Los fondos de la ayuda eran una mezcla de préstamos y donaciones. En el caso de nuestro país una buena parte de la ayuda americana consistió en la concesión de préstamos con interés. Las ayudas recibidas por los países europeos occidentales fueron donaciones. Otra faceta que hay que destacar de la ayuda es que generaba “fondos de contrapartida”. Parte de la ayuda americana fue destinada a atender las necesidades militares y económicas de los norteamericanos en nuestro país. Otro rasgo de la ayuda era su carácter condicionado. Parte de la ayuda, se organizó en función de los propios intereses norteamericanos. Así sucedió con las donaciones de productos alimenticios y con los préstamos concedidos para la compra de productos agrícolas, que permitieron dar salida a excedentes agrarios norteamericanos. Estaba limitada la libertad del gobierno español para emplear los fondos generados por la ayuda. El gobierno tenía que consensuar con las autoridades americanas el destino de los fondos y los programas de inversión que se ejecutarán con los mismos. A pesar de las discrepancias en lo concerniente al volumen total de la ayuda, podemos situar en el entorno de los 1500 millones de dólares entre 1953 y 1963. Como producto individual cabe destacar el algodón, no solo por su importancia cuantitativa sino porque representaba el éxito de las presiones de los cultivadores algodoneros americanos favorables al entendimiento con Franco para resolver sus problemas de excedentes. Los Pactos, obligan al gobierno español a introducir medidas liberalizadoras en la economía española. Se trataba de desmontar el enorme aparato intervencionista que se había construido durante los años cuarenta. La ayuda y los compromisos de los Pactos tendrían que haber reforzado ese movimiento. Sin embargo, lo cierto es que el proceso reformista careció del impulso necesario. Las resistencias derivadas de los intereses creados y los temores a los cambios frenaron el necesario proceso de liberalización y de apertura. El sector exterior y la política cambiaria siguieron sometidos a un rígido control. El sector bancario permaneció inmutable y no se emprendió ninguna reforma seria en el campo fiscal. El movimiento liberalizador se agotó pronto y solo ante el inminente colapso de la economía española se abordó, un nuevo y serio proyecto de liberalización y apertura económica en 1959, que conocemos como el “Plan de Estabilización”, en el que ya tuvieron un papel protagonista algunos destacados economistas españoles.

Lo más importante del Pacto fue su componente político y militar. Políticamente, el Pacto de Madrid suponía la plena integración del régimen franquista en la comunidad internacional de la mano, nada menos, que de la primera potencia mundial. Este reconocimiento político tuvo unos efectos económicos difíciles de cuantificar y de precisar. Suponía una garantía de estabilidad y confianza que es la primera exigencia para el normal desenvolvimiento de las inversiones y del crecimiento económico. Suponía, legitimar un régimen que hasta ese momento había recibido la repulsa y la condena de la comunidad internacional. Franco tuvo que aceptar que los EE. UU. construyeran una serie de bases militares, que implican, dos potenciales y graves peligros para nuestro país. El primero, el peligro de un accidente derivado de las armas nucleares que los norteamericanos transportaron e instalaron en España, como ocurrió con el accidente de Palomares. El segundo peligro fue que, para la URSS, España se convirtió en un objetivo militar. En el caso de que hubiera estallado un conflicto entre las dos superpotencias, España habría sufrido graves consecuencias. Aunque en los acuerdos se evitará, cualquier referencia al “enemigo soviético” era evidente el destinatario de los acuerdos. España tuvo que pagar caro la falta de legitimidad política del régimen de Franco....


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