Resumen de la obra La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca PDF

Title Resumen de la obra La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca
Author Olga Gonzalez
Course Literatura Española
Institution Universidad Complutense de Madrid
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Summary

Es un resumen de la obra La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca, un autor Barroco....


Description

LA VIDA ES SUEÑO CALDERÓN Segismundo, príncipe de Polonia, vive encerrado en un castillo en compañía de su sirviente Clotaldo. Está preso por orden de su padre, el rey Basilio, quien quería, de esta manera, evitar que se cumplieran los pronósticos: el rey sería humillado y ofendido por el hijo. Basilio, para probar a Segismundo, le narcotiza y le conduce a palacio. Segismundo demuestra sus instintos feroces y sus pasiones desatadas atropellando a la joven Rosaura, la primera mujer que ha conocido. Basilio se convence de lo cruel y despótico que sería un hombre como su hijo, si ascendiese al trono. Por lo cual nuevamente es narcotizado y llevado a la torre. Segismundo cree que todo ha sido un sueño. El pueblo se subleva a favor de Segismundo, éste vence a su padre cumpliéndose los vaticinios. Segismundo se porta generosamente con su padre, cambia de carácter y refrena la pasión concebida hacia Rosaura, dejando que ésta se despose con su prometido. Jornada primera Escena primera Principia la acción al anochecer, a un lado del escenario el monte y al otro una torre cuya planta baja sirve de prisión a Segismundo. La puerta que da frente al espectador está abierta. Entra la dama Rosaura, vestida de hombre, baja de las peñas al llano, acompañada de Clarín, el gracioso o bufón. Llega Rosaura quejándose del viaje, del caballo, del camino y de su destino y de su llegada a Polonia y su recibimiento. Clarín se une a sus quejas. A Rosaura le parece ver un edificio. Se acercan pensando que las gentes que allí habitan les den cobijo y se dan cuenta de que la puerta está abierta y adentro solo se ven tinieblas. Suene dentro cadenas. Se asustan y dentro se oye la voz de Segismundo: «¡Ay, mísero de mí! ¡Ay infelice! Piensan en huir, pero no pueden y entonces deciden quedarse allí a escuchar a aquel que parece encerrado en tal prisión. Escena segunda Se abra la puerta y aparece Segismundo, con cadenas y vestido de pieles. Hay luz en la torre. Se pregunta Segismundo por su terrible destino, la suerte que le ha tocado estando en aquella torre encerrado y qué delito cometió para este castigo haya encontrado. Piensa que tal vez el único delito sea el simple hecho de haber nacido. Se compara con los animales que también nacieron como él, pero él con más albedrío tiene menos libertad. Se pregunta una y otra vez qué falta puede haber cometido para encontrarse en tan terrible situación. Rosaura muestra temor y piedad ante estas palabras y al oírla Segismundo cree que es Clotaldo, el viejo alcaide de su prisión, pero al ver que no se trata de él se desata su furia y amenaza a Rosaura con darle muerte por haber oído sus flaquezas. Rosaura le suplica perdón y dice que bastará con postrarse a sus pies para que la libere. Segismundo se tranquiliza al oír aquellas palabras y se pregunta quién es aquella que ha sabido enternecerle y turbarle. Segismundo se asombra de la impresión que le ha causado contemplar a Rosaura y ella le devuelve el cumplido, diciéndole que creyéndose desdichada fue a encontrar alguien más desdichado todavía, como le ocurrió

al sabio. En el momento que le va a contar sus penas y decirle quién es se oye la voz de Clotaldo. Escena tercera Se oye la voz de Clotaldo dentro preguntando quién son aquellas personas que han quebrantado la cárcel. Rosaura expresa su confusión, Segismundo le anuncia que aquel es su alcaide y Clotaldo llama a los soldados que los prendan o los maten. Clarín con su humor exclama que prefiere que le prendan. Sale Clotaldo con los soldados, todos con el rostro cubierto y él con una pistola en la mano. Clotaldo les anuncia que han pisado las tierras vedadas por el decreto del rey y les pide que se rindan o probarán el fuego de sus pistolas. Segismundo le amenaza y le pide que no los ofenda ni los agravie. Clotaldo le recuerda que aquella prisión es el freno de toda su ira, pues su desdicha es tan grande que antes de nacer murió y pide a los soldados que lo encierren en la cárcel. Segismundo se alegra amenazante, diciendo que qué suerte que lo encierran porque si no, rompería el sol poniendo sobre los cimientos de piedra montañas. Clotaldo le dice que tal vez hoy sufre esos males por no ponerlas. Los soldados se llevan a Segismundo y lo encierran. Escena cuarta Rosaura y Clarín amedrentados piden perdón y Clotaldo llama a los soldados para que los desarmen y aten los ojos para que no vean por donde salen. Rosaura le entrega su espada, pero le dice a Clotaldo que sólo se la ha de entregar a él, ya que él es el principal y no sabe rendirse a menos valor. Además le dice que si ha de morir quiere que la guarde pues aquella espada encierra grandes secretos, pues fiado en ella viene a Polonia a vengarse de un agravio. Clotaldo se lamenta hondamente al ver la espada. Le pregunta quién se la dio. Contesta que una mujer de la cual no puede decir el nombre, que le dijo que partiera a Polonia y mostrara la espada a nobles y principales, que alguno de ellos al verla lo abría de favorecer. Clotaldo se sorprende al escuchar esto y murmura que aquella es la espada que él mismo entregó a la hermosa Violante diciéndole que quién la trajera lo hallaría amoroso como hijo y piadoso como padre. Por tanto aquel muchacho que la porta es su hijo. Clotaldo se lamenta preguntándose qué debe hacer, pues entregarlo al rey es entregarlo a la muerte, pero ocultárselo es faltar a la ley del homenaje y traicionarlo. Amor propio contra lealtad. Concluye que es antes la lealtad al rey, que la vida y que el honor. Asustado recuerda que viene a vengarse y dice que un hombre agraviado es infame. Reniega de su hijo, pero luego recuerda que el honor es tan frágil que pronto se quiebra y que su hijo es noble por venir a buscar al que lo agravie. Concluye que lo entregará al rey diciéndole que es su hijo y que tal vez la misma piedad de su honor podrá obligarle a perdonarlo y entonces él le ayudará a vengarse, más si el rey decide matarlo morirá sin saber que él era su padre. Les dice a los extranjeros que lo acompañen, que no les faltará compañeros en las desdichas, que no se sabe si son más grandes las del morir o las del vivir. Escena quinta Astolfo, duque de Moscovia, y soldados salen por un lado. Por el otro la infanta Estrella y damas. Música militar dentro y salvas.

Astolfo le da la bienvenida a la infanta y la halaga, pero ella le replica sus palabras lisonjeras y le dice que las corrobore con acciones, pues le halaga com la boca y la mata con la intención. Astolfo le dice que está mal informada y procede a contarle que falleció el rey de Polonia y quedó Basilio por heredero, y dos hijas, de quien ella y él nacieron. Como Basilio enviudó sin hijos los dos aspiran al Estado. Ella aspira por ser la hija de la hermana mayor y él por haber nacido varón, así que esa tarde se reúnen allí para que su tío tome una decisión. Astolfo le vuelve a halagar diciéndole que ojalá sea ella la que reine, cuando ya llega el rey. Escena sexta Sale el rey Basilio con acompañamiento. Lo saludan sus sobrinos y él les anuncia que espera que los dos queden iguales y que guarden silencio mientras les cuenta un suceso. Les cuenta que su esposa tuvo un hijo, que le dio muerte al nacer. Su hijo nació con malos presagios, en tal horóscopo que se produzco un eclipse teñido en rojo como augurio de su mala condición. Nació matando. Tales augurios decían que Segismundo, que así se llamó su hijo, sería hombre atrevido, príncipe cruel y el monarca más impío. Que su reino padecería esto y que habría de postrar a sus pies a su propio padre. Como los hados le pronosticaban tales males decidió ver si su voluntad podía romper la del destino, hizo construir una torre en las montañas y allí mandó encerrar a su hijo, solo con Clotaldo, siendo éste su alcaide y maestro y el único testigo de sus desdichas. Dice que no quiere perjudicar a Polonia, pero que el quitar a su propia sangre el derecho que la ley divina le dio tampoco le convence, pues por evitar que uno sea tirano es tirano él. Así que por ver si los hados se equivocan ha decidido poner mañana en el trono a su hijo, sin que sepa que lo es, para que los gobierne y ellos le muestren pleitesía. Si es prudente y justo será rey y si se cumple la profecía y es cruel, entonces él mismo se encargará de devolverlo a la cárcel, pues ahora no será crueldad sino castigo. En ese caso hará reyes a los dos primos casándolos. Esa es su voluntad. Astolfo muestra su acuerdo y todos reclaman a Segismundo como príncipe heredero y rey. Aclaman todos a su rey Basilio. Entran acompañando a los primos. Queda solo el rey. Escena séptima Salen Clotaldo, Rosaura y Clarín. Clotaldo le pregunta si le puede hablar. Basilio le dice que qué tiene y él le contesta que un gran pesar, pues este joven consiguió entrar a la torre y ver al príncipe. Basilio lo interrumpe y le dice que hoy no importa, pues acaba de contar a todos el secreto y ya que importa que aquel joven también lo sepa. Le dice que se reúna con él luego pues ha de advertirle muchas cosas y de ayudarle pues ha de ser instrumento del mayor suceso que el mundo ha visto. Clotaldo lo aclama y le da las gracias. Escena octava Clotaldo a parte dice que la suerte está de su lado, pues así ya no tendrá que decir que es su hijo, y libera a los extranjeros. Rosaura y Clarín le dan las gracias. Rosaura se pone a sus ´órdenes pues le ha salvado la vida. Clotaldo se lamenta, pues dice que la vida de un

hombre afrentado no es vida. Rosaura asiente, pero dice que cuando se vengue su corazón descansará. Clotaldo le dice que aquella espada sabrá vengarlo. Ella jura venganza sobre la espada contra su enemigo. Clotaldo le pregunta por su nombre y ella acaba confesando que se trata de Astolfo, duque de Moscovia. Clotaldo se lamenta, pues es más grave de lo que imaginaba. Le dice que quién es su señor no puede haberle agraviado. Rosaura dice que aunque Astolfo es su príncipe sí pudo hacerlo. Clotaldo la insta a que diga qué fue aquello de una vez. Rosaura le insinúa que ella no es lo que parece ser, pues su exterior es vestido enigma y si Astolfo llegó allá para desposar a Estrella entonces el agravio será posible. Se van Rosaura y Clarín, mientras Clotaldo les dice que esperen, que aquel es un confuso laberinto y clama al cielo que lo guíe.

Jornada segunda Escena primera En el salón del palacio real Clotaldo y el rey Basilio conversan. Clotaldo le dice que todo lo que mandó se ha efectuado. Dice Basilio que le cuente. Clotaldo dice que se preparó la pócima que él ordenó, que fue a hablar con Segismundo a su celda, que él le mostró de nuevo su dolor y que brindaron por ello, dándole él a beber la pócima. Al instante de tomarla Segismundo cayó dormido como si estuviera muerto. Entonces siguiendo siempre sus órdenes se le llevó a palacio y se le acostó en la cama del rey, diciendo que al despertar se le habría de servir como si de él mismo se tratara. Clotaldo le pregunta que cual es su intención al llevar a Segismundo a palacio. Basilio le contesta que quiere ver si lo que los astros predijeron puede ser mitigado por la voluntad humana, pues el hombre predomina sobre las estrellas. Quiere traerle allí donde sepa que es su hijo para ver si pasa la prueba, pero lo trae dormido, pues si no lo hiciera y tuviera que ser devuelto a su celda entonces se podrá consolar pensando que aquello sólo fue un sueño, pues todos los que viven sueñan. Clotaldo le da la razón y dice que parece que ya ha despertado y hacia allí se dirige. Basilio se quiere retirar y le pide a Clotaldo que él como ayo, le conteste a todas sus dudas con la verdad, pues tal vez sabiéndola y conocido el peligro, más fácilmente se venza. Sale Basilio. Escena segunda Sale Clarín y al verlo Clotaldo recuerda que es el criado de aquella que vino a Polonia con su afrenta. Clarín le habla de Rosaura, le dice que cambiando de nombre vive ya en palacio como dama de Estrella y que espera que él vuelva por su honor. Le dice que se pone a las órdenes del rey, de él y de Estrella, para contarles todo y que ellos le favorezcan. Clotaldo se lo agradece y le dice que lo sirva a él. Clarín anuncia la llegada de Segismundo. Escena tercera Músicos cantando y criados dando de vestir a Segismundo, que sale asombrado. Se pregunta qué hace él entre esos lujos, le parece engañoso sueño, pero sabe que está

despierto. Los criados lo agasajan y él sigue en su confusión. Clotaldo le dice que quiere ser el primero en besar su mano, rendirle obediencia y sacarle de todas sus dudas. Le dice que ha de saber que es príncipe heredero de Polonia y que si se encontraba en aquella situación fue por los malos vaticinios contra él, pero que con esfuerzo los ha de librar. Por esta razón ha sido traído desde la torre a palacio donde su padre vendrá a verlo y de él sabrá lo demás. Segismundo al saber la noticia dice que ahora qué le impide empezar a mostrar su soberbia y su poder y puesto que Clotaldo traicionó a su patria ocultándole a él su estado, lo condena que muera a sus manos. Los criados lo intentan disuadir diciéndole que sólo obedecía al rey. Segismundo los aparta diciendo que desobedeció a su príncipe heredero. Clotaldo huye. Un criado defiende a Clotaldo y Segismundo le dice que cómo se atreve a replicarle. Clarín se pone del lado del príncipe, éste pregunta quién habla y Clarín le dice que el mayor mequetrefe que se ha conocido, pues ese es su oficio. Segismundo dice que aquel es el único que le ha agradado y él contesta que es un gran agradador. Escena cuarta Sale Astolfo y rinde pleitesía al príncipe. Segismundo le contesta sin mucha alabanza y Astolfo le disculpa esto diciendo que no sabe quién es él. Se presenta a sí mismo y le dice que es su primo, el duque de Moscovia, que haya igualdad entre los dos. Segismundo le replica de mala manera. Un criado intenta mediar en la discusión habalndo de la grandeza de los dosy Segismundo le dice que él es más grande. El criado contesta que aún más razón para que se respeten y Segismundo le contesta que quién es él para hablarle así. Escena quinta Aparece Estrella, dándole la bienvenida al príncipe. Él pregunta quién es aquella mujer tan bella a Clarín, que le contesta que su prima Estrella. Segismundo la alaga y le pide besarle la mano. Estrella le dice que no sea tan atrevido y Astolfo piensa que está perdido. Un criado al darse cuenta del sentimiento de Astolfo, le dice a Segismundo que no se atreva así y menos estando delante Astolfo. Segismundo otra vez lo amenaza por hablarle así y el criado afirma que sólo dice lo justo. Segismundo entonces lo amenaza con tirarlo por la ventana y así lo hace. Todos lo intentan parar, pero ya es demasiado tarde. Vuelve Segismundo diciendo que cayó al mar y Astolfo lo recrimina, recibiendo inmediatamente una nueva amenaza en relación a perder su cabeza. Se va Astolfo. Escena sexta Sale Basilio preguntando qué ha sido aquello. Segismundo le contesta que ha arrojado por el balcón a un hombre que le ha cansado. Clarín le dice a Basilio que ya su hijo está advertido de que es rey. Basilio se lamenta de qué pronto cueste una vida su llegada y Segismundo le dice que lo retó y él ganó. Basilio le dice que vino creyendo que le encontraría vencedor de los designios del hado y resulta que su primera acción ha sido un homicidio. Le pregunta con qué amor podrá ahora abrazar esos brazos, pues esa era su intención, si están manchados de sangre. Le

dice que le tiene miedo y que su abrazo retira. Segismundo le contesta que sin él sabrá estar, pues si tan mal lo crió y lo trató, le quitó su derecho de hombre y de príncipe. Basilio le reclama el poco agradecimiento al verse de hombre preso en príncipe y Segismundo le contesta que qué le ha de agradecer si solamente le da lo que ya era suyo por derecho de ley natural. Así que no es él el que le está obligado, sino que Basilio le debe agradecer que no se cobre él venganza, él es su deudor. Basilio le contesta que viendo su atrevimiento se da cuenta de que el cielo cumplió su palabra y le dice que sea humilde y blando, pues puede ser que ahora esté soñando. Segismundo le dice que sabe que no está soñando y que ahora que sabe quién es no podrá él quitarle su derecho de heredar esa corona. Ahora ya sabe que es una mezcla de hombre y fiera. Escena séptima Sale Rosaura en traje de mujer. Viene siguiendo a Estrella y con el temor de encontrarse con Astolfo. Espera que no la vea Clotaldo pues le debe la vida y está al amparo de su honor. Clarín le pregunta a Segismundo qué es lo que más le ha agradado de lo que ha visto. Él dice que nada, pero que si ha de elegir algo elige la belleza de la mujer y más si es la que está viendo en esos momentos. Rosaura al ver al príncipe quiere retirarse, pero Segismundo la detiene y le pregunta quién es. Segismundo se pregunta dónde ha visto antes esta belleza y Rosaura cree que ha visto antes su grandeza en prisión. Le contesta que es una dama de Estrella. Segismundo halaga su bellezapor encima de su ama Estrella, pues es ella sol que a aquella estrella alumbra. Escena octava Sale Clotaldo que se queda al paño (al lado del telón) observando. Murmura que quiere reducir a Segismundo, pues él lo ha criado. Queda escuchando lo que sucede. Rosaura le agradece el cumplido y le dice que no sabe qué responder. Segismundo le pide que no se ausente, pues aquello sería una afrenta a su paciencia y entonces haría que él pasara de galante a grosero. Rosaura lo recrimina y él le dice que hoy tiró a un hombre por la ventana y que lo mismo puede hacer con su honor. Clotaldo aparte se lamenta por ver su honor por segunda vez puesto en peligro. Rosaura recrimina a Segismundo y lo llama tirano e inhumano. Ël le responde que por no oír aquellas palabras de su boca se mostraba cortés. Pide que los dejen solos y que cierren la puerta. Se van Clarín y los criados. Rosaura teme por su vida mientras Clotaldo decide interrumpir a Segismundo como sea. Éste al verlo le dice que es la segunda vez que provoca su ira y le pregunta cómo ha llegado hasta allí. Clotaldo le contesta que vino a decirle que sea más apacible si desea reinar, que no sea cruel porque tal vez todo es un sueño. Segismundo se encoleriza y le dice que dándole muerte sabrá si es sueño o realidad. Al ir a sacar su daga, se la detiene Clotaldo y se pone de rodillas, intentando salvar su vida. Forcejean, Segismundo dice que le suelte y él le contesta que no lo hará hasta que llegue ayuda. Rosaura pide auxilio, que matan a Clotaldo.

Escena novena Sale Astolfo, al tiempo que cae Clotaldo a sus pies, y él se pone en medio. Intenta disuadir a Segismundo y le pide clemencia para el hombre que se postró a sus pies. Éste le contesta que deberá entonces vengarse con su muerte. Astolfo dice que defenderá su vida, saca la espada y riñen. Salen Basilio, Estrella y acompañamiento. Basilio pregunta qu+e pasa con aquellas espadas. Estrella se lamenta al ver así a Astolfo y los dos envainan ante su presencia. Segismundo explica que quería matar al viejo Clotaldo y el rey le pregunta si no tiene respeto a esas canas. Él dice que no, pues tal vez incluso haya de ver las del rey tendidas a sus pies algún día, ya que su venganza por haberle así criado todavía no ha llegado. Se va Segismundo. Basilio dice que antes que la cumpla, volverá a dormir y creerá que es sueño todo lo que le ha pasado. Se van el rey, Clotaldo y el acompañamiento. Escena décima Astolfo exclama que pocas veces el hado se equivoca cuando desdichas augura, que tan cierto es en males cuanto dudoso en bienes y el mejor ejemplo, dice, son Segismundo y él, pues a uno le predijo crueldades y muerte y al otro rayos excelentes y ventura y he ahí el resultado, se lamenta. Estrella le dice que no duda de sus finezas, pero que son con otra dama, que cuando llegó a verla ya llevaba él prendida del pecho. Le dice que solo ella los merece y que acuda a aquella dama. Escena undécima Sale Rosaura que se queda al paño. Aparte murmura que parece ser que sus desdichas llegaron a su fin. Astolfo dice aparte que él sacará de su pecho el retrato de la otra mujer, pues sólo rinde pleitesía a Estrella y allí donde ella reina, no puede haber otra. Le pide a Rosaura entre murmullos que le sepa perdonar. Se va Astolfo. Entra Rosaura diciendo que nada ha podido escuchar temerosa de que le viese. Estrella la llama «¡Astrea!» y le dice que quiere confiarle un secreto, que aunque hace poco que la conoce tiene su confianza. Le cuenta que su primo Astolfo quiere...


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