Resumen El arte en la Prehistoria - Temas 1-5 PDF

Title Resumen El arte en la Prehistoria - Temas 1-5
Author Alida Espert
Course Arte Prehistórico
Institution UNED
Pages 50
File Size 1.2 MB
File Type PDF
Total Downloads 73
Total Views 120

Summary

Temas 1-5...


Description



TEMA 1: LA ARQUEOLOGÍA PREHISTÓRICA Y EL ARTE 1. EL NACIMIENTO DEL ARTE 1.1. El arte prehistórico El concepto de arte es subjetivo y convencional. Ha variado enormemente a lo largo de la Historia de la Cultura y, previsiblemente, seguirá haciéndolo. Cuando se descubrieron las primeras manifestaciones artísticas paleolíticas hubo un rechazo generalizado entre los especialistas a aceptarlas como auténticas. La rígida visión evolucionista de la cultura de finales del siglo XIX y comienzos del XX, negaba a los hombres y mujeres paleolíticos la sensibilidad estética que mostraban las obras, y la capacidad técnica para producirlas. Algo parecido a lo que hoy ocurre respecto al Paleolítico Medio e Inferior. Sin embargo, la demostración inapelable de su carácter paleolítico y, sobre todo, la espectacular belleza de algunas pinturas rupestres y esculturas de hueso y marfil, las catalogó como verdaderas obras de arte. Para definir este nuevo capítulo la escuela etnoarqueológica anglosajona acuñó el título Arte Prehistórico, vigente hasta la actualidad. Desde la década de los ochenta del siglo pasado diversos autores han preferido evitar el término Arte para referirse a las obras de la Prehistoria. Esta decisión era el resultado de la separación que la teoría del arte venía estableciendo entre él mismo y lo utilitario. El arte es, según Theodor W. Adorno, una utopía, una esperanza de que la realidad será algún día como él. Sin embargo, el arte prehistórico siempre se ha interpretado como algo utilitario, vinculado a la manipulación de lo cotidiano y a mejorar la supervivencia, una “herramienta” adaptativa. Por eso, el término arte no parecía adecuado. Además, este término homogeneíza 25.000 años de manifestaciones que previsiblemente pudieron responder a impulsos y finalidades muy diferentes. A pesar de lo anterior, la teoría del arte ha aceptado como artísticos los objetos más cotidianos, siempre que “sean sobre algo”, que admitan una explicación o una interpretación no arbitraria. La existencia del arte depende entonces de teorías, y el llamado arte prehistórico está cargado de ellas. Además, lo instrumental, lo utilitario, no niega la propia naturaleza del hecho artístico, sino que puede potenciarlo. Por tanto, la definición como arte de las manifestaciones prehistóricas parece adecuada, aunque presente importantes peculiaridades que será necesario matizar. 1.2. El Arte como expresión del espíritu No es fácil definir la naturaleza del arte. Todos tenemos la experiencia personal del sentimiento estético, pero la definición de tal sentimiento con carácter universal ha sido cambiante a lo largo de la historia del arte y de la cultura. Suponemos, con muchos antropólogos, la potencialidad a todas las sociedades humanas de la percepción estética, aunque la naturaleza subjetiva del hecho artístico haga muy difícil el intento de una definición objetiva del mismo.

sentir y manejar conceptos abstractos, la necesidad de expresarlos y la posibilidad de plasmar estos sentimientos y conceptos de una forma que pueda ser catalogada como “artística”. Por tanto, la palabra arte señala la noción, muy vaga y subjetiva, un concepto; pero también designa una categoría de objetos

Página

trasciende lo meramente utilitario, aunque pueda incluir este aspecto más práctico. Implica la capacidad de

1

La propia esencia del hecho artístico se nos presenta como algo específicamente humano y que



materiales, concretos. Tales objetos, como señaló A. Malraux en 1947, son artísticos por “destino” o por “metamorfosis”. Es decir, unos han sido creados como “obras de arte” y otros se vuelven “artísticos” por las circunstancias que los rodean. Entre los primeros aparecen claramente explícitas sus cualidades estéticas, pero entre los segundos ha de ser el contexto el que les otorgue la categoría de arte. En este contexto figuran criterios tan aleatorios como la antigüedad, funcionalidad, rareza, etc., o, incluso, la propia consideración que merezca el autor. Hemos definido el arte como algo específicamente humano, exclusivo de nuestro género Homo, pero no sabemos si también exclusivo de nuestra especie sapiens. Desconocemos con exactitud el comienzo de tales capacidades. Tradicionalmente sus orígenes se ligan a la aparición de nuestro propio grupo de hombres anatómicamente modernos, concediendo sólo el beneficio de la duda sobre sus capacidades artísticas a nuestros predecesores neandertales. Esto esconce un indudable prejuicio. Nuestra sociedad, por tanto, tiene un concepto de arte, aunque su expresión resulte difícil y ambigua. Este concepto se vincula a una expresión humana deliberada, que contiene un mensaje expresado de una forma explícita y generalmente duradera (pintura, escultura, música, etc.), relacionado con conceptos como belleza o placer, o que al menos mueve en algún sentido nuestra sensibilidad, aunque sólo sea para provocar inquietud o, incluso, una clara repulsión. Ahora bien, ¿este concepto de arte actual es aplicable a las sociedades prehistóricas? El arte prehistórico debe ser estudiado desde dos tipos de informaciones complementarias. Primero, aquellas que recoge el llamado registro arqueológico, es decir, los objetos artísticos en sí mismos dentro de su contexto cultural. Pero también desde otras informaciones no directamente arqueológicas, como los datos que nos aporta la etnología, es decir, desde el arte que realizan en la actualidad, o han realizado hasta tiempos recientes, algunos pueblos con condiciones económicas y sociales similares a aquellas que suponemos para las comunidades prehistóricas. Este estudio del pasado desde el presente, el llamado Arte Primitivo, aportará daros de enorme interés. El primero es que en muchas de estas sociedades ágrafas no existe un término específico, un apalabra concreta, en el vocabulario cotidiano, para designar lo que nosotros llamamos arte. Fueron los conquistadores y colonizadores de tales sociedades los que atribuyeron a las pinturas, esculturas, máscaras, tocados, etc. tal cualidad.

2. LAS MANIFESTACIONES MATERIALES DEL MUNDO DE LOS CONCEPTOS El arte prehistórico debe ser acotado y dividido en su larguísima duración para hacerlo abarcable y que pueda ser estudiado. Nunca podernos saber con certeza cuales fueron las motivaciones exactas que generaron las obras de arte prehistórico. Tampoco si los materiales conservados y tenidos como más antiguos son la expresión fiel del comienzo del arte, o si existió un riquísimo conjunto de manifestaciones artísticas

Paleolítico, a la época de los orígenes. Ese reducido y precioso conjunto de obras de arte nos permite especular sobre los comienzos de una de las actividades que nos hizo más específicamente humanos.

Página

Prehistoria. Y, sobre todo, sólo conservamos una pequeñísima parte de las obras correspondientes al

2

realizadas sobre materiales perecederos. Sólo conservamos una pequeña parte de las obras artísticas de la



2.1. El Paleolítico Inferior Tradicionalmente se ha negado la posibilidad, no ya del arte, sino de todo tipo de manifestaciones relacionadas con el mundo de la espiritualidad o el manejo de conceptos abstractos, en general, a los diferentes tipos humanos que ocuparon el viejo mundo (África, Asia y Europa) durante el Paleolítico Inferior, hasta hace unos 120.000 años. Solamente se atisba un cierto sentimiento estético en los grupos achelenses que, excepcionalmente, parecen seleccionar algunas materias primas no sólo por su efectividad para convertirse en bifaces, sino también atendiendo a la belleza y colorido de las mismas. Igualmente, la búsqueda intencionada de la simetría en la elaboración de piezas líticas constituye un concepto elemental, pero también básico, de la concepción estética. En muchas ocasiones, sobre todo en la elaboración de algunos bifaces triangulares, esta simetría va mucho más allá de la búsqueda de la mera operatividad de lo útil. En ocasiones se respetan irregularidades o fósiles que aparecen en la superficie de tales piezas, confiriéndoles una personalidad propia. Parece abusivo definir esto como arte, pero indudablemente obedece a criterios estéticos que están en la base de tal consideración. En 1981 fue hallado en el yacimiento israelí de Berekhat Ram un canto de roca volcánica que pudo haber sido alterado intencionadamente para simular un cuerpo humano femenino. Estaba integrado en un nivel Achelense, datado en unos 250.000 años, asociado al tipo Homo Erectus. Ha sido presentado como una escultura humana, la primera obra de arte conocida, pero muchos autores dudan del carácter antrópico de la misma. Otras manifestaciones que indican la existencia de un mundo espiritual es el enterramiento de los muertos, que implica un ritual más o menos complejo. Frecuentemente se trata de la disposición junto al cadáver de ofrendas funerarias, realización de manipulaciones en el mismo, banquetes funerarios, etc. o cualquier otra huella que indique intencionalidad de enterramiento. Hasta hace poco tiempo se afirmaba tajantemente la inexistencia de tales manifestaciones durante el Paleolítico Inferior, e incluso se dudaba de su existencia en el Paleolítico Medio. Sin embargo, el hallazgo de más de treinta individuos en el yacimiento burgalés de Sima de los Huesos, en la Sierra de Atapuerca, en unas condiciones que hacen difícil una explicación al margen de la deposición intencionada, abre un interrogante en este capítulo. Tal vez estos individuos ya fueron deliberadamente enterrados hace 300.000 años. Pero, como en el caso anterior, muchos autores dudan del carácter intencionado y ritual de tales “enterramientos”. 2.2. El Paleolítico Medio Durante el Paleolítico Medio, entre 120.000 y 40.000 años antes del presente, asistimos en Europa y Próximo Oriente a un conjunto de prácticas funerarias que revelan una clara intencionalidad conceptual. Algunos individuos son enterrados acompañados de restos de comida, útiles líricos o junto a otros animales.

realizan por razones de prestigio social o autoridad del difunto. El motivo puede ser también de tipo religioso.

3

En cualquiera de estos supuestos, u otros posibles, se constata la existencia de un mundo de conceptos, de un

Página

Los enterramientos rituales pueden responder a un criterio de tipo animalista o mágico, o bien se

pensamiento simbólico que sustenta tales prácticas. En la misma línea podrían citarse algunas prácticas zoolátricas, dudosas en ocasiones, pero que revelan que durante el Musteriense los hombres de Neandertal



habían alcanzado la capacidad de realizar abstracciones mentales, de manejar conceptos abstractos asimilables al pensamiento religioso o mágico. Este nivel de desarrollo mental y social que suponemos marca las condiciones mínimas para que sea posible el nacimiento del pensamiento artístico. No existen pruebas materiales de desarrollo artístico, que merezcan tal nombre, durante el Paleolítico Medio. Ni siquiera en sus manifestaciones formales más elementales. Algunos trazos intencionados sobre hueso o piedra, o la recogida de minerales o fósiles llamativos, reflejan la curiosidad estética por las formas naturales especiales, pero difícilmente estos trazos y esta forma de coleccionismo pueden definirse como arte. Solamente al final del Paleolítico Medio aparecen algunos adornos corporales, como dientes o falanges animales perforados para ser usados como colgantes. Estos adornos han sido interpretados como una manifestación de individualidad frente al grupo. Otras actividades desarrolladas por los neandertales nos muestran un tipo de sociedad espiritualmente madura. Es frecuente encontrar restos de colorantes naturales en los enterramientos y en los lugares de habitación musterienses, incluso en yacimientos achelenses del Paleolítico Inferior. Quizás existió algún tipo de arte corporal, similar al desarrollado por los pueblos cazadores actuales y del que tenemos constancia también en otros pueblos prehistóricos más recientes; o tal vez se realizaron objetos artísticos o decoraciones pintadas sobre objetos perecederos. Por esta razón es frecuente concederles el beneficio de la duda, aunque nos resulte imposible concretar tal posibilidad. Leroi-Gourhan, en su clasificación en estilos del arte paleolítico, reserva una fase previa al Estilo I para este dudoso momento, al que llama Fase Prefigurativa, un arte sin pruebas. 2.3. La MSA africana El caso africano es diferente. En África no ha existido poblamiento neandertal; el Homo sapiens aparece muy tempranamente, que más tarde pasará a Próximo Oriente y a Europa. El periodo correspondiente al Paleolítico medio europeo en África se denomina MSA (Middle Stone Age) para remarcar las diferencias con el anterior, el Musteriense europeo. En África la MSA realiza ya industrias líticas sobre hojas y herramientas de hueso que se corresponderían con lo que posteriormente serán los conjuntos europeos del Paleolítico Superior. Estos conjuntos arqueológicos africanos aparecen ya asociados a H. Sapiens. En Blombos Cave, en Sudáfrica, se han documentado diversos fragmentos de ocre con dibujos geométricos y conchas de moluscos perforadas intencionadamente para hacer adornos personales de hace 80.000 años, es decir, unos 40.000 años antes que en Europa. También en Sudáfrica, en Border Cave, fue hallado un enterramiento humano cuyos rasgos pudieron anteceder a los actuales bosquimanos, y se asocian a los mismos singulares adornos personales en una cronología del 75.000 BP. Sin embargo, no aparecen en el continente africano representaciones figurativas (animales) hasta la hallada en Apolo 11 Cave, en Namibia,

Estos datos africanos, como otros similares documentados en Israel muestran el origen africano del hombre anatómicamente moderno (Homo Sapiens) y del arte y los adornos personales que van asociados a él, así como su posterior avance hacia Próximo Oriente y Europa.

Página

de ostra las sitúan en 59.000 BP.

4

que aparecen asociadas a carbones datados hasta 28.000 BP, aunque más recientes dataciones sobre concha



2.4. El Paleolítico Superior El esquema tradicional de desarrollo cultural paleolítico establece un paralelismo estrecho entre Paleolítico Superior – hombre anatómicamente moderno – aparición del arte. No sólo en el continente europeo sino también en África y en Australia. Esta afirmación se atiene a las pruebas existentes, pero la ecuación sin duda debió ser más compleja. El arte paleolítico aparece muy temprano en los dos campos que va a frecuentar: el arte rupestre y el arte mueble. El arte rupestre más antiguo se expresa de forma anicónica, con simples trazos sobre las paredes de las cuevas que parecen más una marca de presencia o propiedad que otra cosa; el primer arte mobiliar conocido se expresa en el bulto redondo, en la escultura zoomorfa en tres dimensiones cuya complejidad técnica y temática sugiere una tradición anterior desconocida. Una y otra tradición van pronto a manifestarse en los dos campos expresivos en que es posible la obra de arte: el naturalismo y la abstracción. La realización artística requiere una cierta capacidad psíquica de reflexión. No hay duda de que nuestros antepasados auriñaciense disponían de ella. Por alguna razón comenzaron a hacer uso de esa potencialidad antes dormida. Existen diversas teorías al respecto (Luquet, Giedion, Leroi-Gourhan, Worringer).

3. ARTE PREHISTÓRICO Y ETNOLOGÍA La Etnología puede definirse como el estudio de los pueblos actuales que mantienen parámetros de comportamiento y una cultura material comparables a pueblos ya desaparecidos, incluso similares a pueblos prehistóricos. Son los mal llamados “primitivos actuales”. Del estudio de estos pueblos actuales los arqueólogos han inferido aspectos del comportamiento y de los valores de los grupos prehistóricos. Estas analogías etnográficas, consistentes en proyectar los comportamientos del presente hasta el pasado, fueron frecuentes en la interpretación del arte prehistórico, sobre todo de aquel que resultaba más difícilmente comprensible: el arte rupestre paleolítico. Estas analogías etnográficas fueron severamente criticadas por A. Leroi-Gourhan, que propuso un nuevo sistema de acercamiento al arte paleolítico, desde una concepción de índole estructuralista. Volverán a la interpretación etnográfica los representantes de la Nueva Arqueología, aunque rechazando el método comparativo directo. En los últimos años, el uso de la etnografía como vía de explicación del arte paleolítico ha sido retomado por las teorías del chamanismo de Lewis-Williams y J. Clottes, para los que el recurso a la etnología es legítimo si se compara lo comparable, los universales, rechazando la pura analogía y la comparación lineal y simple. 3.1. Arte prehistórico y arte primitivo Las divisiones académicas tradicionales entre Prehistoria e Historia, realizadas en el siglo XIX,

conocen la escritura. Es decir, mientras que los poetas arcaicos griegos narras sus mitos de origen, por ejemplo, los artistas paleolíticos los representan en las cavernas. Es una especie de forma primitiva de narración. Cuando la Etnología descubrió en el siglo XIX las realizaciones artísticas de los pueblos “primitivos

Página

por su asociación a formas de expresión gráficas, con intencionalidad simbólica, en sociedades que no

5

colocaron el límite entre ambas en la aparición de la escritura. En este contexto el arte prehistórico se explica



actuales”, les atribuyó un contenido similar, narrativo y simbólico. Desde ese momento el Arte Prehistórico y el llamado Arte Primitivo quedaron unidos por un nexo interpretativo común. El arte primitivo ha sido definido como arte negro, arte indígena, tribal, étnico, etc. Se refiere fundamentalmente al realizado por esos mencionados pueblos ágrafos de África y Oceanía. El arte realizado por las culturas precolombinas americanas generalmente ha merecido otra consideración. Este arte primitivo se ha definido fundamentalmente por el antinaturalismo. Ese será el rasgo que destaquen todas las vanguardias que durante el siglo XX se han inspirado en él. Los antropólogos han descubierto que en esos llamados pueblos primitivos africanos, neozelandeses, australianos, etc. que desconocen la escritura, aunque a veces tengan una rica literatura oral, no existe una palabra específica para designar el concepto de arte o catalogar determinados cosas como artísticas. No hay objetos que puedan incluirse en esa categoría, inexistente por innecesaria. Todos los objetos son utilitarios y aquellos aspectos estéticos que presenten, tales como decoraciones, textura, color, ritmo, simetría, etc., que sean susceptibles de ser considerados “artísticos” por el observador occidental, en realidad constituyen la forma instrumental del objeto, como ha destacado J. Maquet. Es decir, esos elementos estéticos refuerzan su utilidad. Existe un riquísimo arte con un alto componente estético en muchas de las sociedades primitivas, fuertemente jerarquizadas, cuya función es expresar esas diferencias sociales en el tipo de objetos usados. Además, no hay contradic...


Similar Free PDFs