TEMARIO COMPLETO - El arte en la prehistoria PDF

Title TEMARIO COMPLETO - El arte en la prehistoria
Course Arte Prehistórico
Institution UNED
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Temario completo de la asignatura ARTE PREHISTÓRICO....


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EL ARTE EN LA PREHISTORIA Menéndez, M., Más, M. y Mingo, A. 2009. UNED. Madrid.                   

TEMA 1.- LA ARQUEOLOGÍA PREHISTÓRICA Y EL ARTE Introducción didáctica. Introducción. 1.- El nacimiento del Arte 1.1. El Arte Prehistórico. 1.2. El Arte como expresión del espíritu.

2.- Las manifestaciones materiales del mundo de los conceptos. 2.1. El Paleolítico Inferior. 2.2. El Paleolítico Medio. 2.3. La MSA africana. 2.4. El Paleolítico Superior

3.- Arte prehistórico y etnología. 3.1. Arte Prehistórico y Arte Primitivo. 3.2. La interpretación del Arte Primitivo. 3.3. La influencia del Arte Primitivo y del Arte Prehistórico.

4.- Las grandes divisiones de la Prehistoria y los diferentes tipos de arte. 5.- Otras manifestaciones artísticas: música, danza, adorno corporal.

Introducción didáctica. Este tema pretende ser una introducción general a la asignatura, mostrando al alumno de Historia e Historia del Arte lo relativo y cambiante del propio concepto de “arte” y de “lo artístico”; y cómo ha variado a lo largo del tiempo, construyendo un concepto específico de “arte prehistórico”. Este concepto se vincula directamente con un tipo de sociedad definida en su comportamiento económico y social, a grandes rasgos, por la ausencia o presencia de producción de bienes. Para la comprensión de los primeros tiempos de la Prehistoria, el Paleolítico, es muy importante la observación de sociedades más o menos actuales, que siguen parámetros económicos y sociales similares a los cazadores-recolectores prehistóricos. Entender el lento discurrir temporal de los diferentes periodos paleolíticos, con su propio tiempo, y asimilar las grandes divisiones para su manejo es una condición necesaria para comprender el origen y el primer desarrollo del arte y de sus manifestaciones concretas.

Introducción No ha sido fácil para la arqueología prehistórica asociar el concepto de arte a los primeros grupos humanos prehistóricos. El evolucionismo cultural lleno de perjuicios hacia las sociedades “diferentes” y el positivismo rudo que impidió formular hipótesis en ausencia de “pruebas”, dificultaron la aceptación de asociar el concepto de arte a los pueblos cazadores-recolectores del Paleolítico. En realidad se negaba no solamente la capacidad técnica de realizar tales obras, sino disponer de la suficiente sensibilidad para su concepción y disfrute. Aceptar a los hombres y mujeres paleolíticos como iguales a nosotros en inteligencia y sensibilidad es tan difícil como admitir el ejemplo que nos dan los “prehistóricos actuales” respecto a la solidaridad como herramienta de supervivencia colectiva o al respeto a la naturaleza. El propio Obermaier, tan buen conocedor de las sociedades europeas del Paleolítico Superior, en su obra cumbre “El hombre fósil”, se asombraba de la belleza del gran panel del techo de Altamira, realizada por aquella “primitiva humanidad”. Algo parecido puede ocurrirnos en la actualidad cuando hablamos del Paleolítico Medio y del Paleolítico Inferior, de aquellos humanos que pertenecieron a una especie biológica diferente a la nuestra.

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1.- El nacimiento del Arte. Reflexionar sobre la forma y el momento en que se produjo el nacimiento del Arte nos llevaría a preguntarnos: ¿qué entendemos por Arte?. A partir de aquí, se habrá de analizar dónde y cuándo aparecen las primeras manifestaciones artísticas. La Teoría del Arte, considera el Arte como una convención cultural, y tras siglos de discusión y bajo el enfoque del arte contemporáneo que ha abandonado todo el contenido religioso que lo envolvía, viene a definir como arte “todo lo que la gente llama arte”. La Arqueología prehistórica tiene su propio concepto de Arte, vinculado al proceso de evolución cultural y biológica. Así, las huellas intencionadas que aparecen sobre cantos o plaquetas de piedra, huesos, fragmentos de ocre, adornos de conchas, instrumentos musicales, etc. son consideradas las primeras obras de arte aunque responden a gestos técnicos tan elementales que con frecuencia es difícil demostrar la intencionalidad en los mismos o incluso su carácter antrópico. 1.1.- El Arte Prehistórico El concepto de arte es subjetivo y convencional. La rígida visión evolucionista de finales del XIX y principios del XX, negaba a los hombres del paleolítico tanto la sensibilidad estética como la capacidad técnica de producir las manifestaciones artísticas descubiertas inicialmente. El carácter utilitario, instrumental, vinculado a la manipulación de lo cotidiano y a mejorar la supervivencia de los objetos encontrados hacían parecer que el término arte no parecía adecuado. Con el tiempo, la escuela etnoarqueológica acuñó el término Arte Prehistórico, término que englobaría multitud de manifestaciones que pudieron responder a impulsos y finalidades muy diferentes. En cualquier caso, la teoría del arte ha aceptado como artísticos los objetos más cotidianos, más instrumentales, siempre que “sean sobre algo”, que admitan una explicación o una interpretación no arbitraria. Por otra parte, lo utilitario no niega la propia naturaleza del hecho artístico. Fig. 1.1: Cuadro de Z. Burian, donde se recrea el tallado de una de las primeras esculturas de marfil aparecidas en el Paleolítico Superior centroeuropeo.

1.2.- El Arte como expresión del espíritu. Definir objetivamente la naturaleza del arte es muy difícil por su propia naturaleza subjetiva. La propia esencia del hecho artístico se presenta como algo específicamente humano y que trasciende lo meramente utilitario. Por tanto, implica la capacidad de sentir y manejar conceptos abstractos, la necesidad de expresarlos y la posibilidad de plasmar estos sentimientos y conceptos de una forma “artística”, y por ello, designa también una categoría de objetos materiales. Es decir, consideraremos “arte” las piezas figurativas y aquellas marcas, señales o signos repetidos sobre distintos soportes que transmitan o comuniquen algo que presente un mensaje codificado de carácter simbólico y no demuestre un destino eminentemente utilitario. Estos objetos, pueden ser artísticos por “destino” (han sido creados como “obras de arte”) o por “metamorfosis” (se vuelven “artísticos” por las circunstancias que los rodean). Se define como algo específicamente humano (perteneciente al género Homo), pero no sabemos si es también exclusivo de nuestra especie sapiens. El arte prehistórico debe ser estudiado desde dos tipos de informaciones complementarias: los objetos artísticos en sí mismos dentro de su contexto cultural (el registro arqueológico), y desde los

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datos que nos aporta la etnología (el estudio de los mal llamados pueblos “primitivos actuales”), que aportará datos de enorme interés. Quizás el dato más llamativo es que muchas de estas sociedades ágrafas no tienen un término específico para el concepto de “arte”, para ellos es algo tan vinculado a otras actividades que se asocia a ellas de forma natural.

2.- Las manifestaciones materiales del mundo de los conceptos. Nunca podremos saber con certeza cuáles fueron las motivaciones que generaron las obras del arte prehistórico ni si los materiales conservados son la expresión fiel del inicio del mismo o hubo otras manifestaciones artísticas realizadas sobre materiales perecederos. Las expresiones artísticas como danzas y cánticos, grabados o pinturas realizadas sobre cuero, corteza, madera, plumás u otros materiales perecederos, si las hubo, han desaparecido sin dejar rastro. Sin embargo el escaso registro que se conserva de obras correspondientes al Paleolítico permite especular sobre los comienzos del arte. Los indicios que permiten deducir las primeras expresiones artísticas se ordenan según los grados de expresividad y serían: • Las marcas e incisiones intencionadas dejadas en soportes óseos y pétreos: Actualmente se acepta que los presumibles motivos plasmados sobre soportes óseos y pétreos por parte de los erectus y los neandertales no están normalizados ni se repiten y casi siempre cabe la duda respecto a un origen natural o no intencional. • Las perforaciones infringidas en ciertos objetos: Presentan la posibilidad de ser suspendidas y una posible función como colgantes personales y adornos que podría expresar una distinción individual en relación al grupo o la integración social en el colectivo. • Los colorantes naturales: Los depósitos de óxidos de hierro (hematites u ocres) pueden implicar el conocimiento y la distinción del color, la posibilidad de realizar señales en rocas o incluso en el mismo cuerpo (decoración corporal). Los ocres son conocidos y utilizados desde el Pleistoceno Medio. El problema está en saber si la función fue estética o con otros fines más utilitarios. En cualquier caso, no nos ha llegado ninguna pintura ni Achelense ni Musteriense. • Los enterramientos: Podrían manifestar preocupación por cuestiones metafísicas, la reflexión sobre sí mismo y la religiosidad, en definitiva podrían ser una expresión de espiritualidad. El ocre que recubre muchos cadáveres, podría haber sido usado como desinfectante, más que para manifestar una orientación simbólica. • Canibalismo: Otra práctica tradicionalmente relacionada con el mundo simbólico, ideológico o metafísico de las antiguas poblaciones. Actualmente el canibalismo ritual está muy debatido y denostado, ya que pudo igualmente deberse a preferencias culinarias, a la necesidad de no desperdiciar recursos bióticos ante la escasez de alimentos. Incluso se podría sugerir que los caníbales fueron los sapiens sapiens y no los neandertales, ya que la extinción de estos últimos en ciertas regiones europeas fue mucho más dramática de lo previsto. • Zoolatría: El culto a animales. Por último habría que examinar los contextos arqueológicos y las dataciones absolutas de los elementos figurativos más antiguos para enfocar el tema con bases objetivas. Las dataciones numéricas obtenidas en las manifestaciones artísticas (rupestre y mueble) atestiguan la relativa antigüedad de la creación figurativa así como la universalización del fenómeno en todos los continentes en las postrimerías del Pleistoceno. Para poder estudiarlo, el arte prehistórico debe ser acotado y dividido en su larguísima duración. 2.1.- El Paleolítico Inferior (Industrias arcaicas de cantos trabajados. Achelense e industrias sin bifaces.). Tradicionalmente se ha negado la posibilidad de todo tipo de manifestaciones artísticas a los diferentes tipos humanos del Paleolítico Inferior, solamente en los grupos achelenses se atisba un cierto sentimiento estético en sus industrias líticas, seleccionando excepcionalmente algunas materias primás por la belleza y colorido de las mismás, con la búsqueda intencionada de la simetría en las piezas líticas

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sin que ello incrementara la efectividad del útil, o respetando irregularidades o fósiles que aparecen en sus piezas confiriéndoles unas características propias que las individualizan. Las piezas de hueso y piedra con algún atisbo de incisión artificial más antiguas proceden del Pleistoceno Medio y de contextos tecnoindustriales achelenses realizados por el Homo Erectus. También se sabe que algunos recogieron y guardaron fósiles, piedras raras y cristales de cuarzo, mostrando cierta curiosidad o coleccionismo quizá de carácter individual. Quizás hubo algún “genio”, pero no se puede considerar que existiera el arte como manifestación cultural. En Berekhat Ram (Israel) se ha hallado un canto de roca volcánica en un nivel Achelense, que pudo ser alterado intencionadamente para simular un cuerpo humano femenino que ha sido considerado la primera obra de arte conocida, pero muchos autores dudan del carácter antrópico de la misma.

Figura 1. Fragmento de toba volcánica de Berekhat Ram

Otras manifestaciones que indican la existencia de un mundo espiritual es el enterramiento de los muertos. A partir de los hallazgos de la Sima de los Huesos en Atapuerca (300.000 años) se admite la posibilidad, antes negada, de que estas manifestaciones hubieran podido darse en este periodo. También, Los vestigios más claros de canibalismo se detectan en las porciones esqueléticas del Homo Antecessor de Atapuerca. 2.2.- El Paleolítico Medio (Complejos industriales Musterienses-neandertales). En el Pleistoceno Superior (120-40 ka bp), existen vestigios de marcas sobre soportes pétreos. Cabe destacar una placa de sílex con cuatro arcos concéntricos y otras líneas grabadas en el córtex encontrada en Israel, que demuestra un alto grado mental. Sin embargo, en aquel momento, en el Próximo Oriente convivían neandertales y sapiens sapiens, no pudiendo saber qué especie hizo los grabados. Durante este periodo se asiste en Europa y Próximo Oriente a un conjunto de prácticas funerarias. Algunos individuos son enterrados acompañados de restos de comida, útiles líticos, animales... Sin embargo, podrían tener un carácter más higiénico que ideológico y las probables ofrendas/ajuares, pueden ser consecuencia de la remoción de los estratos inferiores al abrir el agujero y su posterior relleno con los mismos materiales. No obstante, existen ejemplares de ofrendas que son incuestionables, lo que plantea la posibilidad de alguna clase de rito entre los neandertales. Estos rituales pueden responder a un criterio de tipo animista o mágico (evitar que el muerto cause problemás a los vivos), o por razones de prestigio social o autoridad, o de tipo religioso (favorecer el tránsito a la otra vida). En cualquiera de los casos se constata la existencia de un pensamiento simbólico que sustenta tales prácticas. El “culto al oso” es otra de las posibles preocupaciones metafísicas de los neandertales, sin embargo, los vestigios proceden de trabajos antiguos realizados con técnicas deficientes y con bastantes imprecisiones. Sin embargo una reciente excavación puede encauzar de nuevo el tema, En Llonín (Asturias) se han exhumado en un nivel musteriense, restos de carnívoros y herbívoros (leopardo y

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cabra) dentro de una “caja” confeccionada con lajas de piedra. No existen pruebas materiales de desarrollo artístico, que merezcan tal nombre, en el Paleolítico Medio, algunos objetos o la recogida de fósiles o minerales reflejan una curiosidad estética. Sólo al final del Paleolítico medio aparecen algunos adornos corporales, como dientes o falanges animales perforadas para ser usados como colgantes, que han sido interpretados como una manifestación de individualidad frente al grupo que los neandertales pudieron observar en los recién llegados sapiens. Los restos de colorantes hallados en yacimientos musterienses y achelenses parecen indicar la existencia de algún tipo de arte corporal o la realización de decoraciones sobre materiales perecederos. Por ello es frecuente concederles el beneficio de la duda, así Leroi-Gouran cuando realiza la clasificación de los estilos del arte paleolítico reserva una fase previa al Estilo 1 - Fase Prefigurativa -, es decir un arte sin pruebas conocidas. Los recientes hallazgos en Blombos (Sudáfrica) datados hace 77.000 años (dos fragmentos de ocre con dibujos geométricos) parecen anticipar el comportamiento del hombre moderno. 2.3.- La MSA africana (Middle Stone Age). Se corresponde con el Paleolítico medio europeo. Es un caso especial, ya que en África no ha existido poblamiento neandertal y por el contrario el Homo Sapiens aparece muy tempranamente. Realiza ya industrias líticas sobre hojas y herramientas de hueso que se corresponderían con lo que posteriormente serán los conjuntos europeos del Paleolítico Superior. Estos conjuntos arqueológicos aparecen ya asociados al Homo Sapiens. En Blombos Cave (Sudáfrica) se han documentado diversos fragmentos de ocre con dibujos geométricos y conchas de moluscos perforados intencionadamente para hacer adornos personales hace 80 ka (unos 40 ka antes que en Europa). En Blombos Cave se encontró un enterramiento humano con rasgos que podrían pertenecer a los antecesores de los bosquimanos, así como adornos personales de una antigüedad de 75 ka BP. Sin embargo, no aparecen representaciones figurativas (animales) hasta las encontradas en Namibia correspondientes a 59 ka BP. Estos datos muestran el origen africano del hombre anatómicamente moderno y del arte y los adornos personales que van asociados a él, así como su posterior avance hacia el Próximo Oriente y Europa.

Figura 1. Cuentas de collar sobre caparazones de moluscos. Blombos Cave.

Figura 2. Fragmento de ocre decorado con motivos geométricos. Blombos Cave.

2.4.- El Paleolítico Superior (Auriñaciense. Gravetiense. Solutrense. Magdaleniense). El esquema tradicional de desarrollo cultural paleolítico establece un paralelismo estrecho entre Paleolítico SuperiorHombre anatómicamente modernoaparición del arte. El arte paleolítico aparece muy temprano en los dos campos fundamentales que va a frecuentar: el arte rupestre y el arte mueble, pero mientras el arte rupestre se manifiesta de forma anicónica, con simples trazos sobre las paredes de las cuevas que parecen más una marca de presencia o propiedad que otra cosa, el primer arte mobiliar conocido se expresa en bulto redondo, en la escultura zoomorfa en tres dimensiones cuya complejidad técnica y temática sugiere una tradición anterior desconocida. Ambas tradiciones, rupestre y mobiliar se van a manifestar pronto en los dos campos expresivos en los que es

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posible el arte: el naturalismo y la abstracción. El comienzo de la utilización de la capacidad psíquica de reflexión para la realización de obras de arte pudo estar marcado por la observación de trazos naturales que evocaban formás concretas y la necesidad humana de completarlos o tal vez por el deseo del artista de expresar experiencias o emociones internas. Pero también pudo nacer el arte por motivos más utilitarios respondiendo al miedo e intentando manejar las fuerzas naturales en beneficio de la propia supervivencia: magia de la caza o la fecundidad, agregación social, prácticas sanatorias. En este sentido el artista prehistórico no trata de agradar sino de evocar e invocar, si bien hay que señalar que no tiene porqué haber contradicción entre fines utilitarios y estéticos. En conclusión, la creación artística al final del Pleistoceno no es una circunstancia exclusivamente europea, sino que se extendió por todo el mundo siempre en fechas acordes con la “colonización” de esos territorios por el Homo Sapiens Sapiens. Así, podemos confirmar que el auténtico creador del arte es el Homo Sapiens Sapiens. Sin embargo, no sabemos si los neandertales tenían la capacidad de hacer arte y no la usaron o simplemente ha desaparecido a causa del empleo de materiales perecederos. Además, los primeros Sapiens Sapiens surgen rondando el 100 ka en África y Próximo Oriente y no confeccionaron de manera generalizada nada parecido a una expresión artística hasta bastantes decenas de miles de años después. Por tanto, es el Homo sapiens sapiens quien trae la “revolución” a Europa, con una tecnología laminar para la tala del sílex, con lo que consigue rentabilizar la materia prima y útiles normalizados secundarios para fabricar otros útiles, instrumentos y puntas de proyectil en hueso, así como un sistema de información visual con base en el arte mobiliar. Así, existe una primera etapa en la que surgen los adornos personales o elementos perforados con el Auriñaciense o las primeras industrias del Paleolítico Superior Inicial (en Europa en torno a 46-40 ka). El Homo sapiens va ornado con abalorios de sumo valor para él, ya que busca materias primás extrañas o exóticas para confeccionar objetos de adorno personal, sobre todo cuentas de collar de marfil y conchas. En el segundo estadio se suma el arte escultórico, que florece de pronto sin una etapa de preámbulo técnico, ya que son representaciones repletas de un trasfondo simbólico que manifiestan un arte maduro, pleno, desarrollado, en material noble (marfil) y de concepción tridimensional o en bulto redondo. Por último acontece la transposición de la imagen a la pared también sin razón aparente. En definitiva, en el estado actual de conocimientos, la explosión creativa, la estandarización del arte-simbolismo y la total integración en l...


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