Rococò, Literatura española de la Ilustración, Costumbrismo PDF

Title Rococò, Literatura española de la Ilustración, Costumbrismo
Author Ili Santa
Course Letteratura Spagnola
Institution Università degli Studi di Messina
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Rococò, Literatura española de la Ilustración, Costumbrismo (Approfondimento tematico)...


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Rococò ¿Qué es el rococó? No es fácil elaborar una definición exacta porque más que un fenómeno artístico o literario, el rococó es una tendencia, una convergencia de actitudes y posturas y sensibilidades que se detectan en el arte europeo de mediados y finales del siglo XVIII. La palabra «rococó» ni siquiera se usaba en el siglo XVIII; viene de la palabra francesa rocaille, que significa algo parecido a «decoraciones de concha y de piedra» y que se empleó por primera vez en el siglo XIX (siempre refiriéndose, claro está, al arte del siglo anterior). Este estilo jovial, galante, florido y delicioso será en el siglo XVIII lo que llamamos ahora el rococó, estilo que experimentará el dominio de lo «bello» sobre lo «gracioso». El rococó se distingue del barroco por las siguientes características: BARROCO monumentalidad, pomposidad energía, tensión lo trágico y lo cómico vanitas y eros lo sublime colores claros y oscuros la Corte

ROCOCÓ intimidad libertad, gracia, ligereza lo lúdico eros como alegría lo bello color blanco, rosado, azul celestial la Villa

Entonces, si se piensa en estas características, lo que significa el «estilo rococó» se ve con más claridad en las palabras que se aplican a las obras llamadas rococó: palabras como «elegancia», «voluptuosidad», «vivacidad», «gracia», «femineidad», «belleza», «dulzura», «ornamento», «pequeñeces», «decoración», «lujo», «sensualidad», «placer», «refinamiento», «gusto», «frivolidad», «artificio», «intimidad», «delicadeza», «coquetería» y «erotismo». El concepto «rococó» aplicado a la literatura española es relativamente reciente y ha recibido aceptación entre la mayoría de los estudiosos de la poesía, pero siempre con matices. Hoy en día se suele emplear el término para describir aquella poesía lírica de tono menor que hace hincapié en lo frívolo, lo erótico, lo sensual y lo elegante. Es una modalidad poética que se refleja en casi todos los poetas españoles que figuran en la época entre el final de la edad barroca y el pleno desarrollo de la Ilustración y la poesía neoclásica, es decir, en aquella época que cubre más o menos el reinado de Carlos III (1759-1788) y los primeros años del reinado de Carlos IV (1788-1808). No es ni un movimiento ni una escuela ni una determinada época, sino una tendencia -una actitud, si se quiere- que aparece en ciertas poesías de algunos poetas. Alterna con otras formas y otras posturas poéticas, pero caracteriza mucha de la poesía de esta época. Poesía sensualista, delicada, sugestivamente erótica y juguetona que caracteriza una parte de la producción poética de autores como Nicolás Fernández de Moratín, José Cadalso y, sobre todo, Juan Meléndez Valdés, y que puede relacionarse con ciertos movimientos estéticos europeos. En la poesía de Juan Meléndez Valdés el sensualismo dieciochesco se transmuta en pleno erotismo. Este erotismo, sin embargo, se expresa a través de unos versos elegantes y líricos que captan, tanto en su léxico como en su estructura, la delicada frivolidad y gracia de la poesía rococó dieciochesca. Lo que aporta Meléndez a la poesía de su época es una fina sensibilidad erótica. El mundo pastoril clásico o renacentista, con su amor platónico y no correspondido, se transforma ahora en un mundo de amor libre y francamente sensual. El amor místico y espiritual del mundo barroco se convierte en amor íntimo y sugestivo. Los individuos no sólo se contemplan y se miran, sino que ahora se tocan, se acarician, se besan. Por eso, se puede decir que el rococó del siglo XVIII es la degradación del ideal cristiano del Renacimiento. Literatura española de la Ilustración A lo largo del siglo XVIII eclosiona una nueva mentalidad que enlaza con la antropología renacentista y que en consecuencia viene a romper la cosmovisión del mundo Barroco. Este período ha recibido el nombre de «Ilustración». Dicho movimiento se cimienta, a grandes rasgos, en el espíritu crítico, que rompe abruptamente con el principio de autoridad, en el predominio de la razón y su fundamentación en la experiencia. Esta estructura del saber tiene como consecuencia que la filosofía y la ciencia sean las disciplinas más valoradas. Este período ha sido conocido en la Historia de las Ideas como "Siglo de las Luces" o "Siglo de la Razón". Su característica más relevante es la búsqueda de la felicidad humana a través de la cultura y el progreso. Las nuevas ideas asociadas al pensamiento ilustrado hicieron que el arte y la literatura se orientaran hacia un nuevo clasicismo (Neoclasicismo), del que se deriva el adjetivo "neoclásico". En literatura se busca la expresión moderada de las emociones, y emular normas y reglas clásicas (puestas de actualidad gracias a los descubrimientos arqueológicos de este período). Al mismo tiempo se valoró el equilibrio y la armonía como el principio estético dominante. Tradicionalmente se ha tendido a afirmar que contra tanta rigidez se reaccionó a finales de siglo, produciéndose una vuelta al mundo de los sentimientos, otorgándole el nombre de "Prerromanticismo".

Prerromanticismo El prerromanticismo fue un movimiento literario que se desarrolló en Europa principalmente en el último tercio del siglo XVIII y cuyo ocaso transcurrió en las últimas décadas de la centuria, cuando fue sustituido por el Romanticismo, en total oposición al Neoclasicismo, principal estética de la Ilustración. Durante el siglo XVIII triunfan en Europa las ideas clásicas francesas del siglo anterior (Neoclasicismo). Mas, a la vez, se va forjando en varios países una reacción de signo radicalmente contrario. En el Prerromanticismo se dan los siguientes caracteres, que lo separan del Neoclasicismo:  Afirma el predominio del sentimiento frente a la razón. En sus obras, los escritores expresan sus sentimientos más tristes y exaltados;  Rechazan las "reglas", aunque algunos escritores prerrománticos las aceptan;  Frente a la naturaleza arreglada y tranquila típica de los escritores neoclasicistas, los prerrománticos y más tarde los románticos prefieren lugares esotéricos y misteriosos, como cementerios, escenas nocturnas, tormentas etc. En la España el Neoclasicismo fue tardío y tuvo una escasa duración. Cuando apenas acababa de triunfar, nuevos gustos e ideas provenientes de Francia y de Inglaterra dieron lugar al Prerromanticismo. Además, los grandes escritores del siglo XVIII acusan en los últimos años de su vida la crisis del Neoclasicismo e inician la tendencia prerromántica; sin embargo, el Romanticismo pleno no llegó a entrar sin dificultades: se identificaba demasiado con el inmovilismo y el tradicionalismo de que huían los liberales españoles. Puede decirse, pues, que la asimilación de las ideas clásicas y los sentimientos prerrománticos están más estrechamente unidos de lo normal en los poetas que solo podrían considerarse estrictamente prerrománticos personajes como José María Blanco White o José Cadalso. Costumbrismo Costumbrismo literario es la manifestación que tuvo el movimiento artístico conocido como costumbrismo en la Literatura a partir del siglo XIX y refleja los usos y costumbres sociales, en muchas ocasiones sin analizarlos ni interpretarlos críticamente, actitud esta que incumbe más al llamado realismo literario. En su vertiente más popular y menos intelectual queda limitado a la descripción de lo más aparente y colorista de la vida cotidiana. Presente en la prosa y, en menor medida, el verso, tuvo su máxima expresión en la novela de costumbres. En el teatro, por su parte, generó la comedia de costumbres y el sainete, como continuación del entremés. Afirmado como género menor en la literatura española a lo largo de la historia de la literatura pueden apreciarse diversos precedentes en el tratamiento de temas tradicionales. Su importancia en el contexto del siglo XIX se ha querido explicar como reacción de la burguesía, tras el estallido romántico o incluso dentro de él, ante la posible pérdida de las tradiciones y folclore "arrollados por la Revolución Industrial". Sin embargo fue el progreso generado por esa revolución el que catapultaría al género costumbrista. Este género literario está preocupado e inmerso en la descripción de ambientes, usos y tipos, como de hecho sucede con la novela picaresca o cortesana, el teatro popular español -pasos, entremeses y sainetes- y la comedia llamada de costumbres, como, por ejemplo, las de Moratín o Bretón de los Herreros. En todos estos casos encontramos de forma parcial una realidad histórica que nos acerca al contexto social de un momento específico y concreto....


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