Tema 1. Acción Politica y Actores Políticos PDF

Title Tema 1. Acción Politica y Actores Políticos
Course ACTORES POLÍTICOS
Institution Universidad Pablo de Olavide
Pages 7
File Size 159.3 KB
File Type PDF
Total Downloads 9
Total Views 129

Summary

Victoria Veguilla...


Description

Tema 1: Acción política y Actores políticos. Primeros conceptos. Actor: La palabra y término actor no es neutra, ya que refiere a la persona o sujeto que desempeña y representa un papel o rol variado según la situación, ya sea individual o colectivo, con una posible diferenciación de representación con el resto de vida ordinaria o rutinaria. La política. Definición y garantía de cohesión social. Hablar de política supone hablar de una actividad colectiva debido a la existencia de una sociedad, lo que implica la proliferación de conflictos y problemática social. El origen de los mismos radica en las agudas desigualdades sociales que de la sociedad emanan, véase privilegios, roles institucionales, posición en la división del trabajo etc, lo que conlleva a sentimientos de incertidumbre, incomodidad o peligro posiblemente solventados mediante la adopción de decisiones que obligan a todos los miembros de una comunidad. El incumplimiento de las mismas presupone la posibilidad de coacción forzosa, siempre como último recurso, gran característica de la política ante otras formas de control social. Así pues, política se define como práctica o actividad colectiva cuya finalidad es regular conflictos entre colectivos y cuyo resultado es la adopción de decisiones que obliga siendo, consiguientemente, pautas vinculantes. Acción política y participación política. · Acción política se define como conducta individual o colectiva que incide, remota o directamente, en el proceso de gestión de los conflictos sociales. Se trata de un acto intermitente, salvo para los profesionales, al ocupar una pequeña parcela de atención ciudadana. · Participación política, por su parte, se define como cualquier acción de los ciudadanos dirigida a influir en el proceso político y sus resultados, orientados a la elección de cargos públicos; formulación o análisis de políticas públicas; o a la acción de otros actores políticos relevantes, por lo que requiere de un comportamiento observable llevado a cabo en un ámbito público o colectivo. Esta definición incluye la participación directa en el proceso como la influencia en la composición de órganos, actitudes de políticos, acciones dirigidas a otras empresas y actores relevantes (boicot), militancia etc, mientras que excluye actos como tertulias o debates políticos informales, participación en asociaciones alejadas de la esfera política… Todo actor político, profesional o no, es aquel que realiza acciones políticas en un conjunto llamado sistema político integrado, a su vez, en un sistema social. El Sistema político. El sistema político es una organización compleja que recibe información, genera actividad, emite así mismo, información e intenta controlar los resultados (Mejor entendimiento en el gráfico). Así la opinión pública (termino bastante polémico [Tema 4]) exige al sistema demandas e exigencias. Estas exigencias (input) son canalizadas por los partidos políticos, grupos de presión (grandes actores colectivos en general…). El poder ejecutivo, el parlamento o el gobierno generan una actividad y una respuesta a los input. Esta respuesta es denominada ¨output¨. Estos output a su paso generan actividad en el sistema político, generando

nuevamente actividad. Por ello decimos que el sistema político conlleva un proceso de retroalimentación (feedback). En ello incidirían dos entornos: · Intrasocial: cultura, población, territorio, economía… · Extrasocial: economía internacional, sociedad internacional… Su funcionamiento distingue varias etapas: · En primer lugar, la acción del sistema sobre el medio insertado da lugar a información procesada y estudiada a través de medios de comunicación. · La opinión pública sobre la propia información da lugar a que actores como partidos o grupos de presión transmitan demandas (INPUTS) a la autoridad. · Ésta, cual aparato de Gobierno (CAJA NEGRA) formula políticas de respuesta (OUTPUTS) a las diferentes demandas. · La adopción de estas decisiones da lugar a reacciones y distintos grados de satisfacción. · Retroalimentación o reinicio del proceso.

La acción política individual. Clasificación de Actores individuales. No solo las personas dedicadas laboralmente al ámbito político hacen política, ya que otros sujetos, con mayor o menor conciencia, pueden incidir en el proceso. · Vallés distingue perfiles de actores políticos atendiendo a la intensidad y especialización de participación en los sistemas de tradición liberal-democrática: -Apáticos (30%): se caracterizan por su nula conciencia y huida de participación en el proceso político, con una amplia indiferencia. -Espectadores (60%): poseen un interés intermedio y atienden a los procesos institucionales que afectan de manera positiva o negativa mediante procesos de intervención convencional como puede ser el voto. -Gladiadores (10%): se caracterizan por su concienciación y dedicación política, práctica fundamental y material en el desarrollo de sus tareas ordinarias y comunes. · Otros estudios distinguen hasta 7 categorías de especialistas atendiendo a su nivel de participación: -Inactivos, como individuos que no ejercen ningún tipo de participación. -Votantes, ejerciendo exclusivamente participación periódica mediante la vía electoral. -Comunicadores, cuyo interés se limita a atención a medios audiovisuales y prensa. -Activistas locales, con una actividad de exclusiva incidencia en aspectos de índole local. -Voluntarios sociales con una actividad supramunicipal. -Militantes, similares a los anteriores pero con una mayor intensidad participativa. -Activistas totales, caracterizados por su plena dedicación política. · Una tercera y breve distinción refiere a aquellos que hacen de la actividad política su ocupación profesional y los demás miembros de la comunidad. La acción política. Condiciones y variables.

La acción política tiene por mayor condicionamiento las oportunidades que ofrece el sistema político. Así, la estructura de oportunidad política refiere a las características del contexto político que proporcionan incentivos de participación en la acción colectiva que afectan sobre las expectativas de éxito o fracaso, conocida como percepción individual. La llamada eficacia política externa se define como la percepción de debilidad del sistema ante protestad y demandas, generando así posibilidades de éxito: · Escasas o nulas en el tradicional Estado absoluto y actuales regímenes dictatoriales debido a la censura y represión, lo que provoca la adhesión de la mayoría social al régimen impuesto. · Mayores y más variadas en sistemas democráticos encargados de legitimar políticamente la intervención ciudadana en asuntos públicos. Son tres los distintos grupos de variables: · Como distinción mayoritaria se hallan factores socioeconómicos, posiblemente disgregados en: -Edad, debido a los distintos grados de responsabilidad política e intensidad de participación que sufre un sujeto en diferentes etapas vitales. Ello explica la abundancia de un modelo de trayectoria política individual que comienza con una baja participación en la juventud, seguido de un aumento progresivo en la madurez y amplio descenso en la vejez. -Género, a causa de la tradicional marginación impuesta a la mujer en términos educativos, laborales y sociales con una actividad focalizada en tareas domésticas. -Nivel de instrucción como indicador actual más potente para explicar y predecir el grado de actividad política de los ciudadanos. -Posición en el ámbito social y profesional, donde mayores niveles de renta o calificaciones profesionales superiores conllevan a actitudes de mayor intervención política. En cierto modo, algunos factores citados se solapan y refuerzan mutuamente. En síntesis, pues, la posición social personal indica un reflejo de la percepción individual en la esfera social y sus esperanzas de modificación de la misma, lo que conlleva a la adopción de papeles más activos cuanto mayor sea la confianza personal, algo conocido con el seudónimo de eficacia política personal. · Otra variable mencionable la constituirían valores personalmente interiorizados ligados a aspectos de afinidad ideológica. · Por último, se encuentra la participación en actividades colectivas no políticas, núcleo predictor de intervención en el proceso en cuanto a ayuda a un sujeto a integrarse en un núcleo social. La movilización en este tipo de colectivos distingue recursos como las habilidades sociales, contactos personales y movilización directa.

La diversidad de la acción política. La diversidad de la acción adopta diversas formas, desde lo menos perceptible a lo más espectacular, pudiendo realizar tres distinciones básicas:

· Actividad individual o grupal. Aun así, aunque una acción sea impulsada a modo personal e individualizado siempre incide en términos colectivos y desemboca en movimientos colectivos. · Ejercicio de la acción de modo espontáneo y esporádico como puede ser la realización de pintadas en vías públicas, o bien de modo coordinado entre diversas personas y desarrollada por asociaciones y colectivos que comparten objetivos y utilizan recursos y métodos de consecución, véase partidos, sindicatos, coordinadoras… · Acciones ajustadas a formas convenciones o no convencionales. Las formas convencionales. Son aquellas ajustadas a pautas marcadas por valores y normas de los sistemas liberal democráticos. Son aquellas, a su vez, promovidas por élites políticas, aceptadas y adecuadas a los valores dominantes. Atendiendo a las clasificaciones más comunes, podrían agruparse en cuatro grandes capítulos: · Relacionadas con el proceso electoral: voto, seguimiento de campañas, participación en ellas, contribuciones económicas, presentación como candidato… · Relacionadas con la creación de opinión: debatir cuestiones, informarse sobre el proceso político… · Relacionadas con el contacto con autoridades e instituciones: envio de cartas de apoyo o demanda a la autoridad, solicitud de entrevistas, firmas de peticiones colectivas para así reclamar alguna actuación… · Relacionadas con la movilización política organizada: participación en manifestaciones, afiliación… El voto como acción política. La ciencia política contemporánea, nacida en contextos liberal democráticos, ha prestado gran atención al voto como acción política a causa de motivos instrumentales, ya que la conducta electoral es la más sencilla a observación y estudio al ser una conducta pública, organizada, simultánea etc, y de vista ideológica como máxima expresión de la orientación política, ya que el acto electoral es la principal fuente de legitimación del poder político. Prueba de ello es que incluso regímenes dictatoriales se dotan de algún tipo de proceso electoral para así obtener respetabilidad. · Aunque la participación en el proceso distingue varias formas (asistencia a mítines, voluntariado, contribuciones económicas…) según aspectos personales y tradiciones nacionales, la acción electoral es la mas común y en ella se centran los estudios atendiendo a: -Primera opción: votar o abstenerse. La participación electoral es mayor en países con tradición de competencia electoral. Ahora bien, no todas las elecciones presentan la misma atracción, distinguiendo las de primer orden (parlamentarias o presidenciales) y segundo orden (ámbito local, regional o europeo). -Orientación del voto: ante la multitud de ofertas electorales que un sujeto recibe, pocas son las candidaturas con un respaldo social de entidad. Existen países bipartidistas (EEUU o España); multipartidistas (Israel); o proporcionales entre un número moderado de candidaturas. -Finalmente, mención especial requiere la volatilidad o variaciones que presenta la trayectoria electoral de cada sujeto, distinguiendo ciudadanos caracterizados por su

constancia de voto o abstencionismo y ciudadanos caracterizados por su variabilidad e irregular trayectoria. Votante fiel y constante -> rutinario y sumiso. Votante volátil y frívolo -> juicioso y preocupado. El voto, pues, contiene una decisión individual que se convierte en un hecho político colectivo. La participación electoral. Perspectiva comparada y Estado español. En cuanto a la perspectiva comparada, cabe destacar: · Pautas decrecientes en cuanto a participación electoral de la mayoría de países europeos en la década de los 90. · Al inicio del siglo XXI, la mayoría de países siguen por debajo de los niveles de participación anteriores a los años 90. · No obstante, en algunos países como Francia o UK la evolución es creciente. La participación electoral en el Estado español distingue: · Importantes variaciones entre periodos electorales, en los que inciden factores coyunturales específicos y relevantes. · Diferenciación de participación entre elecciones excepciones o de continuidad. · Participación fluctuante entre el 68% y 80%, porcentaje que se ve influido por el contexto político. Formas no convencionales de acción política. Se definen como modelos de hacer política que entran en conflicto con ciertos valores dominantes, provocando una visión negativa y situación de rechazo por parte de la comunidad. Suelen desarrollarse al margen de los cauces institucionales y al borde o más allá de la legalidad aceptada, asociadas a sujetos o colectivos desconfiados antes las formas convencionales. Pueden ser conductas de diversa índole, desde actos de resistencia pacífica a acciones violentas, distinguiendo: · Actos testimoniales de expresión física o cultural: encierros, huelgas de hambre… · Obstrucción de actividades ajenas: sentadas, ocupaciones… · Pintadas de protesta y reivindicación en lugares públicos. · Boicots. · Resistencia al cumplimiento de obligaciones, véase pago de impuestos. · Manifestaciones ilegales o huelgas salvajes. · Destrucción o deterioro de bienes públicos. · Agresión física y violencia. Estas formas no convencionales se hallan profundamente ligadas a la espectacularidad mediática, como podrían ser actos de ocupación de lugares de gran visibilidad, cadenas humanas o huelgas de hambre.

El grado de aceptación distingue: -Mayor aceptación -> boicots u objeción al pago de impuestos. -Aceptación intermedia -> obstrucción y ocupación a modo de protesta. -Menos aceptación -> violencia y vandalismo. Entre lo convencional y lo no convencional. Cabe destacar que lo no convencional de hoy puede ser lo convencional de mañana, algo que ha ocurrido con formas de acción que en el pasado fueron juzgadas negativamente y a día de hoy poseen legitimación social. Prueba de ello es la represión a las huelgas durante el siglo XIX y XX y su actual aceptación. Es a partir de la segunda mitad del siglo XX y con la lucha por la igualdad de derechos civiles por parte de la comunidad negra en EEUU, cuando la Ciencia Política ve en las formas no convencionales un interesante y útil instrumento de participación política. Posteriormente, la proliferación de campañas ecologistas, pacifistas, feministas o de protesta contra el imperialismo yankee en Vietnam, aumentaron la viabilidad de este tipo de comportamientos. La tendencia logra reforzarse tras movilizaciones masivas contra, por ejemplo, la Guerra de Irak o la globalización neoliberal (Seattle, 1999). Ahora bien, ¿qué lleva a un sujeto a la adopción de formas no convencionales de acción política?. Algunos sostienen: · Participación convencional se basa en una valoración positiva del sistema, con sujetos adheridos a normas establecidas. · La participación no convencional está asociada a la insatisfacción y el rechazo del sistema, abarcando desde voluntades reformistas hasta pretensiones rupturistas y revolucionarias. Se ha observado, no obstante, una progresiva extensión de la conducta dual por parte de personas que combinan sin dificultades formas de participación convencional y no convencional. El uso de ambos métodos participativos ha permitido la elaboración de una distinción de actores combinando objetivos del actor y formas a las que recurre. Cinco serían los tipos de ciudadanos: · Inactivos, como sujetos que se abstienen de toda participación política. · Conformistas, cuya única actividad se liga a metodología convencional. · Reformistas, con un campo de actuación mayoritariamente convencionales y escasamente no convencional con poco riesgo (manifestaciones). · Activistas, quienes emplean una forma u otra según convenga. · Contestatarios, caracterizados por el uso exclusivo o preferente de formas no convencionales debido al rechazo por sus antagónicas convencionales, percibidas como ineficaces para la consecución de sus metas....


Similar Free PDFs