Tema 16. La lírica barroca (Quevedo y Góngora) PDF

Title Tema 16. La lírica barroca (Quevedo y Góngora)
Course Panorama de la Literatura Española: Medieval y Edad de Oro
Institution Universitat de Barcelona
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Tema 16. La lírica barroca: Francisco de Quevedo y Luis de Góngora 1. Contexto histórico-social del Barroco Durante el siglo XVII en España hubo una gran crisis política, militar, económica y social, debido a que España perdió la mayoría de sus posesiones respecto a Europa, lo que provocó que a principios del siglo XVIII el Imperio español estuviera totalmente liquidado; además, se expulsaron a los moriscos y se permitió la corrupción. En cuanto a la sociedad de la época, era muy desigual. La nobleza y el clero conservaron sus privilegios y tierras aumentando su poder aún más; en cambio, los campesinos sufrieron en su totalidad la crisis económica obligándoles a irse a las ciudades, donde debido a que no pudieron empezar una mejor vida económicamente, se vieron obligados a vivir de la mendicidad y la delincuencia.

1.1.

Visión barroca del mundo

Debido a esta gran crisis, la sociedad empezó a tener una visión pesimista, de este modo empezarán a tener una concepción negativa del mundo y esto se verá reflejado en la literatura. Durante esta época, empezaron a surgir distintas visiones del mundo, que provocaron el contraste de conceptos, ya que lo uno no eliminaba lo otro, sino que ambas mentalidades convivieron; como, por ejemplo: • Lo caballeresco • La rufianería • El esplendor • La miseria • El idealismo • El realismo • El placer • La religiosidad Frente este contraste de visiones, el poder político y religioso, hicieron todo lo posible para combatir la influencia racionalista, dejando a España fuera de nuevas posibilidades respecto Europa, por donde el racionalismo sí se estaba extendiendo. Para combatir esa falta de racionalismo en España surgió una actitud de escepticismo hacia la naturaleza humana, que conducirá, más tarde, hacia la visión pesimista del mundo.

1. Literatura barroca El término “Barroco” se formó por el cruce de dos palabras: “barroco” (en portugués: “perla irregular”) y “barocco” (en italiano: “razonamiento retorcido”). Por lo tanto, en ese momento se usaba en un sentido peyorativo. Entre esa visión pesimista, se encontraban los escritores, con algunas esperanzas de volver a resurgir y, por este motivo decidieron continuar escribiendo a pesar de lo que sucedía en la época. Algunos de los motivos que impulsaron a la creación en tiempos de crisis son: • El mecenazgo, que consistía en una compensación económica por parte de los aristocráticos para preservar las artes. • Las academias literarias fomentaron la literatura. • Se hicieron certámenes o justas poéticas, para así fomentar la literatura y la cultura entre el pueblo.

Debemos tener en cuenta el hecho de que entre el Renacimiento y el Barroco no existe una ruptura, sino un cambio, es decir, se consigue una evolución a través de otros medios para atraer la atención de los lectores. Este cambio no se encuentra en el contenido de la obra literaria; es la manera de expresión lo que destaca y supone una nueva revolución poética. Los escritores buscan una originalidad y la individualización creadora persona, por este motivo, recurren a la retórica de la lengua en general. Lo fácil es considerado como un vicio, los escritores buscan probar la capacidad de comprensión de los lectores, usan el ingenio para salir de lo vulgar; buscan violentar la naturaleza para crear un arte y, así, transformar y superar la belleza de ésta sin imitar a los renacentistas. Para conseguirlo se hace uso de la violencia y la distorsión de las formas, la acumulación de ideas e imágenes, el uso de antítesis, paradojas; usan la artificiosidad, el rebuscamiento de lo raro, lo original, lo dificultoso, lo oscuro, etc. Los contenidos y temas fundamentales pueden resumirse en: -

Épicos Amorosos Mitológicos Religiosos Morales y políticos. Picarescos Satíricos

1.1.

Heredados del Renacimiento, se mantienen en el barroco, pero con una ligera evolución que los diferencia.

Fruto del desengaño del momento. Surgieron durante la época. Como denuncia social y expresión de desencanto.

Tendencias de la poesía barroca

Como se ha dicho anteriormente, la poesía barroca ofrece un fuerte contraste con el renacimiento, sin embargo, no es más que una prolongación de éste último, aunque más exagerado en tema y forma. En la poesía culta barroca de la época se puede distinguir: la poesía Gongoriana o culteranismo, la conceptista y la clasicista. Sin embargo, no se debe olvidar la corriente tradicional ni a Lope de Vega. Culteranismo y Conceptismo En el Barroco, lo importante era la libertad para poder crear y distorsionar las formas y la complejidad de expresión para poder asombrar, maravillar y desconcertar, al mismo tiempo, al lector. Por este motivo, surgieron dos corrientes literarias: el conceptismo y el culteranismo. Ambas comparten un mismo propósito: crear complicación y artificio, sin embargo, lo que las diferencia es su forma de querer expresarlo. El máximo representante del conceptismo es Quevedo y el del culteranismo es Góngora, los cuales se enfrentaron entre ellos usando la literatura. Se han hecho varios estudios intentando explicar la enemistad entre los autores conceptistas y del culteranismo, pero aún no se ha encontrado una razón certera ya que no se han puesto de acuerdo.

1

Podríamos definir el conceptismo, de una forma general, como la corriente literaria que busca el entendimiento, que se preocupa por el contenido. Su intención es, sobre todo, hacer pensar al lector y dirigir sus obras a un público más culto para así destacar la inteligencia tanto del lector, como del escritor. En cambio, el culteranismo, se preocupa más por la sensibilidad estética y la expresión de la forma, usando numerosos latinismos para conseguir una renovación del léxico usado en sus poesías, a través de cultismos y neologismos, por ejemplo, los cuales resultaban dificultosos incluso para los lectores más cultos de la época; también usaba una gran cantidad de figuras, recursos estilísticos y alusiones clásicas. Conceptismo: Quevedo

Culteranismo: Luis de Góngora.

Es un estilo de extrema artificiosidad y brillantez formal en la que se practica la renovación del léxico poético mediante, sobre todo, el uso de latinismos. Más importancia al fondo que a la forma. Es poesía de contenido. Asociación ingeniosa entre palabras e ideas.

Opera especialmente sobre el pensamiento abstracto: Antítesis, Paradojas, El doble sentido, Asociaciones ingeniosas de ideas o palabras. Juego de pensamientos y asociaciones como prueba de agudeza. Búsqueda de lo nuevo y extraordinario para excitar la inteligencia y provocar la admiración. Interesa más la “sutileza de pensar” y la agudeza de decir. Se interesa por los juegos de palabras. Apela a la imaginación, no a los sentidos. Se expresa también en prosa. Es un rasgo típico del español, de espíritu sutil e ingenioso. Geográficamente se sitúa en el norte y centro de España. Escribían para la inteligencia. Prima el fondo sobre la forma.

Pretende subrayar el papel de la inteligencia del escritor y del lector. Cuanto más extremados son los términos relacionados, más satisfactorio es el resultado. Se centra en la forma: complejidad en el orden sintáctico. Alteración del orden normal de la colocación de las palabras en la frase. Empleo abundante del hipérbaton. Vocabulario muy ornamental y ostentoso, con empleo de formas cultas del lenguaje: Hipérbaton, Imágenes y metáforas, Neologismos, Alusiones mitológicas, Elementos decorativos y sensoriales para crear una impresión de belleza. Juego de palabras, fantasías, sonidos y formas. Busca crear un mundo de belleza absoluta con valores sensoriales: busca de lo nuevo y lo extraordinario para excitar la sensibilidad. Interesa la belleza de la imagen y la expresión refinada: gusto por los elementos sensoriales (color, luz, sonido, tacto, olor). Se interesa por los valores fónicos, sensoriales e imaginativos del lenguaje. Se expresa en la poesía. Es un arte de minorías. Geográficamente se sitúa en el sur de España Escribían para los sentidos. Prima la forma sobre el fondo.

Debemos tener en cuenta que la literatura es el reflejo de la sociedad y viceversa. El trabajo de un escritor es escribir para la sociedad y hacer que no se sientan tan solos o, al fin y al cabo, comprendidos. Por este motivo, cuando se estudia un corriente literario, debe conocerse la situación de la sociedad en ese momento. En este caso, la visión del mundo era muy pesimista, por lo tanto, como más rebuscado y oscuro era todo en la literatura más gustaba al lector.

2

2. Luis de Góngora y Argote 2.1.

Biografía

Luis de Góngora y Argote nació el 11 de Julio de 1561 en Córdoba, fue conocido como poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro. Fue el primogénito del matrimonio de Francisco de Argote y Doña Leonor de Góngora. Don Francisco de Argote, progenitor del futuro poeta, quedó relegado en la herencia de un rico mayorazgo, porque era hijo de un segundo matrimonio de padre. El padre de Góngora se había licenciado en Salamanca y albergaba esa misma pretensión para su primogénito. Era un gran erudito y poseía una gran biblioteca. Don Francisco, el padre de Góngora, tuvo rumores en su familia de miembros pasados relacionados con la iglesia, cosa que era probable ya que el futuro poeta nació en casa de un tío suyo junto a la catedral de Córdoba, lo que le hizo disfrutar, por un lado, de los bienes eclesiásticos y por el otro, de lo que tuvo por favor o compra. Sus primeros estudios fueron en un colegio de Jesuitas en Córdoba, por lo que el autor siempre respetó mucho a estos seguidores de la iglesia. Con catorce años ya empezó a crear poesía mientras estudiaba en los jesuítas y poseía talento natural ya de bien niño. Con esta misma edad le otorgaron un cargo de clérigo sin tener en cuenta su vocación y todo por el empeño de su tío. Y por instancias de este mismo fue enviado a estudiar a Salamanca. En 1576 se matricula en cánones y continúa hasta el curso 1580, pero no figura en ningún sitio que se licenciara. Aunque esto hizo que este autor se codeara con hijos de nobles y pudientes de Salamanca. En Salamanca fue donde se cuajó la vocación literaria de Góngora, quien se convertiría en el poeta más renombrado de su época, recibiendo elogios de su paisano Juan Rulfo y del mismo Cervantes. Conocía el latín, escribía en italiano y portugués lo que le llevó hasta crear algún soneto en estas lenguas. Las primeras composiciones del poeta llevan la fecha de 1580. Desde sus inicios este ya era un poeta culto, usó el esdrújulo italiano, el léxico latinizante, las menciones mitológicas, el hipérbaton y otras cuestiones estilísticas. Góngora viajó por toda la parte de castilla y centro de la península y gustaba estos viajes que lo relacionaban con obispos y personajes nobles, aunque su salud se resintiera considerablemente en ellos. Pero el autor estuvo angustiado por la enfermedad y por sus deudas. Su mayor obsesión era buscarse mecenas que pudieran definitivamente situarlo en el lugar de privilegio que anhelaba. Tal vez toda la vida del poeta fuera una frustrada búsqueda de la afectividad verdadera. Su aspecto exterior podría no reflejar lo que sentía en su interior. Era calvo, frente despejada, nariz fina y aguileña. Góngora falleció en 1627, en una gran pobreza y víctima de una prematura arterioesclerosis, una enfermedad que llevaba tiempo sufriendo y que probablemente fue también la causa de la amnesia que sufrió en sus últimos años. Su espíritu ha pervivido y se convirtió en el nexo de unión de los poetas que conformaron la Generación del 27.

2.2. Estilo Góngora es el máximo exponente de la corriente literaria conocida más tarde, y con simplificación perpetua a lo largo de los siglos, como Culteranismo o Gongorismo, cuya obra será imitada tanto en su siglo como en los siglos posteriores en Europa y América, como si este fuese un clásico latino. Se caracteriza por la búsqueda de la belleza formal, de la riqueza en la ornamentación, persiguiendo la oscuridad a través del uso de latinismos léxicos y sintácticos, de metáforas ingeniosas, de perífrasis, de hipérbatos bruscos, de abundantes alusiones clásicas, pero sobretodo mitológicas. En el culteranismo se expresan metáforas, referencias mitológicas y retorcimientos gramaticales.

3

2.3.

Obra

Su obra poética rompe moldes e crea un nuevo lenguaje cuya virtualidad, aún insuperable, sigue marcando rumbos en la poesía contemporánea. Lo luminoso y lo oscuro en Góngora empiezan de una misma raíz proteica, capaz de enfrentar el doble espejo en el que todos nos miramos; ampliando, a la vez, la dimensión de sus límites. Sus obras son El Polifemo y Las Soledades y son las más imaginativas y complejas de la poesía universal. El polifemo La fábula de Polifemo y Galatea ha servido de argumento a muchos poemas antiguos y modernos. La fuente principal de Góngora es la versión que Ovidio incluye en sus Metamorfosis. Es un poema en 15 libros en el que se narran unas 250 historias. La de Polifemo está en los versos 13.750 13.897. Es interesante comparar la versión de Ovidio con la de Góngora para comprender a través de las diferencias el sentido que Góngora quiso dar a la suya. Para Ovidio la historia es simple: La acción transcurre en Sicilia. Allí vive el cíclope Polifemo, un gigante monstruoso y cruel con un solo ojo, que se enamora de la ninfa Galatea, la cual a su vez está enamorada de un joven pastor llamado Acis. Góngora hace cambios que convierten en drama la ironía de Ovidio. En primer lugar relata la forma en que Acis y Galatea se enamoran (cosa que Ovidio da por hecha). Esto hace que Polifemo no conozca desde el principio este amor, y es precisamente la furia que le invade al descubrirlo lo que le lleva a lapidar a Acis. Otro cambio argumental es que Polifemo no busca deliberadamente a los amantes (pues desconoce su idilio), sino que es una casualidad lo que los delata: el gigante tira unas piedras para ahuyentar a unas cabras que estropeaban sus vides y algunas de ellas llegan al escondite de Acis y Galatea, los cuales, al creerse descubiertos, salen corriendo y se desencadena así el desenlace. Las Soledades Es un poema de Luis de Góngora, compuesto en 1613 en silvas (versos endecasílabos de posible rima libra pero normalmente consonante) de versos endecasílabos y heptasílabos. El poema nació como un proyecto dividido en cuatro partes que iban a llamarse «Soledad de los campos», «Soledad de las riberas», «Soledad de las selvas» y «Soledad del yermo». De este ambicioso poema, Góngora solo concluyó la «dedicatoria al Duque de Béjar» y las dos primeras Soledades, de las cuales dejó inconclusa la segunda. Era la primera vez que se utilizaba el género lírico para un poema tan extenso, pues no tiene desarrollo narrativo. El asunto de la “Soledad Primera” se puede resumir en pocas palabras: un joven náufrago llega a la playa de una isla, es recogido por unos cabreros, y termina asistiendo a una boda. La acción ocupa tres días. El primero, al anochecer, el personaje llega a la playa y siguiendo la luz de una hoguera encuentra a los cabreros, con los que pasa la primera noche. Al día siguiente parte con uno de los cabreros y por el camino se encuentran con una comitiva de serranos que van camino de una aldea cercana, donde se va a celebrar la boda de unos pastores. Uno de ellos nota por sus ropas que es un náufrago -lo que le hace recordar a su hijo muerto en la mar. Al día siguiente se celebra la boda, así como una serie de juegos y bailes. El poema termina al anochecer, cuando los esposos se dirigen a su casa, donde Venus les ha preparado el blando lecho (es conocido el último verso: "a batallas de amor, campo de pluma"). Toda la obra está plagada de alusiones mitológicas propias de la Odisea.

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2.4.

Enemigos

El carácter desabrido de Góngora, su sátira y la arrogancia con la que se comportó como artista, le originaron abundantes enemistades. La más resonante fue la de Quevedo, tan agresivo como él, que profesaba una estética diferente, el conceptismo, ambos se insultaron en verso ferozmente. Atacó también a Lope de Vega, considerando malgastaba su talento poético con su vivir desordenado y continua dependencia del vulgo: “POTRO ES GALLARDO, PERO VA SIN FRENO” escribió él. Lope se burló también el gongorismo, pero, en el fondo, admiraba a Góngora y envidiaba su prestigio como poeta culto. Lope y Quevedo El problema de don Luis no fue sólo hacia Quevedo, también sus ataques se dirigieron al escritor más exitoso del momento: Lope de Vega haciendo un uso cómico de su apellido. De hecho Góngora difundió una breve letrilla en la que acusa a ambos poetas de borrachos planteando un juego de palabras con sus apellidos: “Hoy hacen amistad nueva, más por Baco que por febo, don Francisco de Quebebo y don Félix Lope de Beba.”

Quevedo Su famosa enemistad con Quevedo surge, al parecer, cuando ambos coinciden en Valladolid. Góngora había llegado en esa ciudad hacia 1603 en busca de una mejor fortuna. Quevedo, diecinueve años más joven, se encontraba estudiando en la Universidad, aunque ya tenía fama como escritor y poeta y una cierta relevancia en la vida política. Durante aquella estancia en Valladolid comenzaron a circular poemas en los que Quevedo, bajo el seudónimo de Miguel de Musa, parodiaba el estilo cultista de Góngora. Al cordobés, por supuesto, no le hicieron ninguna gracia. Estaba convencido de que lo que buscaba Quevedo era conseguir ser famoso a su costa, dejando mal su reputación. Su contestación llegó con estos versos: «Musa que sopla y no inspira y sabe que es lo traidor poner los dedos mejor en mi bolsa que en su lira, no es de Apolo, que es mentira».

Lejos de apaciguarse, el enfrentamiento fue creciendo en intensidad con cada poema que se dedicaban mutuamente, vistiendo los insultos y las pullas con un gran ingenio, atacando y contraatacándose.

5

3. Francisco de Quevedo 3.1.

Biografia

Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Ceballos conocido como Francisco Quevedo nació el 14 de septiembre de 1580 en Madrid. Venia de una familia de ascendencia cántabra compuesta por hidalgos. Su padre, Pedro Gómez de Quevedo, era el secretario de María de Austria hermana del rey Felipe II y su madre, María de Santibáñez, dama de la reina, por lo que su infancia transcurrió en la Corte. Nació cojo y miopelo que le llevo a una dura infancia solitaria y triste. A los seis años tuvo que enfrentarse a la muerte de su padre y más tarde a los once años a la de su hermano. Cursó sus primeros estudios en Madrid en el Colegio Imperial de los Jesuitas (actualmente San Isidro) y después en la Universidad de Valladolid y la Universidad de Alcalá de Henares. Estudió Teología y también las lenguas hebrea, griega, latina y moderna. Durante su estancia en Valladolid circularon sus primeros poemas bajo el pseudónimo de Miguel de Musa, estos poemas parodiaban los de Luis de Góngora, a partir de aquí empieza a verse la enemistad entre Quevedo y Góngora. Uno de ellos es: Yo te untaré mis obras con tocino porque no me las muerdas, Gongorilla, perro de los ingenios de Castilla, docto en pullas, cual mozo de camino; apenas hombre, sacerdote indino, que aprendiste sin cristus la cartilla; chocarrero de Córdoba y Sevilla, y en la Corte bufón a lo divino. ¿Por qué censuras tú la lengua griega siendo sólo rabí de la judía, cosa que tu nariz aun no lo niega? No escribas versos más, por vida mía; aunque aquesto de escribas se te pega, por tener de sayón la rebeldía.

En 1600 fallece su madre y él y sus hermanos serán tutelados por Agustín de Villanueva (secretario del rey) y más adelante por Andrés de Ozatea. Mantenía una gran relación de amistad con Pedro Téllez Girón, el duque de Osuna, nombrado virrey de Sicilia. Pasó unos años en Nápoles con el duque de Osuna y regresó a España en 1618, dónde el Duque de Osuna se vio envuelto en asuntos políticos que limitaron su poder. Años atrás Felipe III nombró Caballero de la Orden de Santiago a Quevedo. Felipe IV accede al trono en 1621 cuando muere el rey y empieza una reforma contra el proceso contra el Duque de Osuna. A partir ...


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