Tema 2.1 Conceptos DE Salud Y Enfermedad Mental PDF

Title Tema 2.1 Conceptos DE Salud Y Enfermedad Mental
Course Enfermería de Salud Mental
Institution Universidad de Almería
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Temas 2.1 de Salud mental...


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Tema 2.1- CONCEPTOS SALUD Y ENFERMEDAD MENTAL 2. 1 CONCEPTOS O NOCIONES DE SALUD MENTAL: Según la Federación Mundial para la Salud Mental (FMSM), la salud mental tiene que ver con cómo nos sentimos con nosotros mismos cómo nos sentimos con los demás y con qué forma respondemos a las demandas de la vida. No existe una línea divisoria que separe con precisión a la persona mentalmente sana de la que no lo está. Características de las personas mentalmente sana, según la FMSM Estar satisfecho con uno mismo 







 



No están abrumadas por sus propias emociones (rabia, temores, amor celos, sentimientos de culpa o preocupaciones) Pueden aceptar sin alterarse las decepciones de la vida

Se siente bien con los demás Son capaces de satisfacer las demandas que la vida les presenta  Son capaces de amar y  Enfrentan sus problemas a tener en consideración medida que se van los intereses de los presentando demás 

Tener actitud tolerante,  despreocupada, respecto a la propia persona y a los demás y son capaces de reírse de si mismos Ni subestiman ni  sobrevaloran sus habilidades Se respetan a sí mismos  Se sienten capaces de enfrentar la mayoría de las situaciones Consiguen placer de las cosas simples de la vida cotidiana





Sus relaciones personales son satisfactorias y duraderas Le gusta confiar en los demás y sentir que los otros confían en ellos



Aceptan sus responsabilidades



Modifican su ambiente cuando esto es imposible y se ajustan a el cuando es necesario

Respetan las múltiples diferencias que encuentran en la gente No se aprovechan de los demás ni dejan que le sutilicen Se sienten parte de un grupo



Planifican para el futuro, al enfrentarse sin temor.



Tienen la mente abierta a nuevas experiencias e ideas Hacen uso de sus dotes y actitudes



Se consideren  implicados en los avatares que afectan a la  sociedad 

Se fijan sus metas ajustándose a la realidad. Son capaces de tomar sus propias decisiones. Consiguen satisfacción en poner su mejor esfuerzo en lo que hacen.

La salud mental supone un dominio de las áreas de la vida relacionadas con el amor, el trabajo, el juego e incluso con la felicidad. Para autores como Johnson (2000) los componentes de la salud mental serian la tolerancia ante la incertidumbre de la vida y la certeza de la muerte, la autoestima –construida sobre el autoconocimiento y la conciencia de

las capacidades y limitaciones- y la orientación en la realidad, en tanto que la persona distingue entre los hechos y fantasías y actúa de acuerdo con ello. Para Megias y Serrano (2000) un individuo con salud mental es un sujeto sano que reacciona sin esfuerzo doloroso a la vida. Sus ambiciones en el cuadro de las realizaciones posibles. Hay una noción justa de su capacidad y su realidad. Es capaz de ayudar y aceptar ayuda. La salud mental al igual que la salud física es un estado relativo y por lo tanto difícil de definir. Que la salud mental es un estado relativo significa que las personas con un diagnostico de trastorno mental pasan periodos de tiempo en los que hay una relativa ausencia de síntomas. A su vez las personas que denominamos mentalmente sanas también pasan por periodos en los que puede haber una presencia de sintomatología psicopatológica. Leninnger, define salud mental como la adaptación o ajuste del ser humano a su entorno y a él mismo con el máximo de efectividad y felicidad. Está basado en el concepto de adaptación del individuo. La salud mental se define como un estado de bienestar emocional en el que la persona es capaz de funcionar de forma adecuada en la sociedad a la que pertenece y cuyas características y rendimientos personales son satisfactorias para él. Normalidad y anormalidad psíquica. Para determinar la relativa normalidad de una conducta o comportamiento la psicopatología se vale de una serie de criterios evaluativos que deben de reunir tres condiciones: 1. Que los signos sean fácilmente observable por la persona promedio. Las primeras personas que detectan la anormalidad de una conducta son el entorno familiar del enfermo y el propio enfermo. 2. La continuidad de la conducta normal/anormal requiere que los criterios sean aplicables a todos los grados de funcionamiento perturbado . 3. Los criterios deben de ser no culturales ya que las características esenciales de la conducta son iguales en todas las culturas. 2.2. CONCEPTO DE ENFERMEDAD MENTAL VERSUS TRASTORNO MENTAL Se hace referencia al termino de “enfermedad mental” en aquellos casos en los que la base anatomopatológica ha sido notoriamente demostrada, y se reserva el “trastorno mental” para aquellas situaciones que no presuponen una concepción causal. Enfermería en ambos casos, no debemos olvidar, encuentra a una persona en sufrimiento que además, presenta alteraciones de las necesidades básicas humanas, donde debe aplicar los conocimientos que se derivan del ejercicio de la profesión. Desde el modelo psicológico el término de trastorno mental se utiliza, la mayoría de las veces para designar un discurso con asociaciones sin sentido, un modo de actuar o un modo de ser que generan malestar y sufrimiento. 2.3. LO NORMAL, LO ANORMAL Y LO PATOLÓGICO La carencia de una definición concreta unívoca y precisa de salud mental y de conducta normal, hace que se establezca un paralelismo entre lo normal y lo sano. Ciertos autores como Vallejo han establecido criterios para dar contenido al concepto de normalidad: 2



La normalidad como promedio, es un concepto estadístico que establece la conducta normal como aquella que se observa con mayor frecuencia en un grupo de referencia.



El criterio de normalidad subjetiva implica la valoración del propio individuo respecto a su estado de salud, prescindiendo de la opinión de los demás incluidos los expertos.



Normalidad como salud implica taxativamente la ausencia de síntomas o de enfermedad.



Normalidad como proceso se basa en la capacidad de adaptación del individuo así como en la madurez de sus respuestas a lo largo de las etapas del desarrollo, la conducta normal seria el resultado de la interacción de fuerzas sociológicas que actúan sobre el sujeto durante su existencia.



Criterio sociocultural de normalidad donde normal es aquel que se conforma con las reglas dominantes. Es la adaptación exitosa entre las demandas sociales y los recursos personales (costa 1994).



El criterio ideal de normalidad, es utópico por cuanto lo ideal es difícilmente alcanzable. Los actores sociales se comportan conforme a la norma, como parte de un sistema.

En este contexto de interpretaciones, no se puede considerar anormalidad como sinónimo de enfermedad. Cuando lo anormal es lo que se aparta de o sobresale de la norma comúnmente aceptada en el grupo social de referencia, ello no significa que sea patológico. Lo anormal puede ser patológico doloroso e inadaptado, pero en ocasiones puede resultar sano y asintomático. Es difícil según Tizon (1978) hablar de lo normal y la norma sin caer en el terreno ideológico (creencias y valores personales, en definitiva lo sociocultural). En cuanto al fenómeno de lo patológico habría que entenderlo como una cuestión de grados, por ejemplo todos nos movemos en un cierto grado de ansiedad. Parece estar más unido a la restricción de libertad, por ejemplo la falta de control de impulsos, de ser autónomo en los cuidados o de establecer relaciones sociales. No obstante, no existe una línea clara que delimite lo normal de lo patológico, lo sano de lo enfermo, lo neurótico de lo normal, lo psicótico de lo neurótico y por supuesto lo normal de lo anormal.

2. 4.- EL CONCEPTO DE ENFERMERÍA PSIQUIATRICA Y SALUD MENTAL La definición de enfermería dada por la American Nurses Association en 1980 donde afirma que 'La enfermería consiste en el diagnóstico y el tratamiento de las respuestas humanas ante los problemas reales y potenciales' también dirige y establece el marco conceptual de la enfermería psiquiátrica y salud mental que consiste en: 'El diagnóstico de las respuestas humanas de los clientes en relación con los problemas psicosociales y psiquiátricos que los apartan de la comunidad e impiden que lleven una vida sana en ella, problemas que son tratados por las enfermeras durante el curso de las relaciones enfermera-paciente'. 3

Evans y col. (1976) la definen como: "Un área especializada de la práctica de la enfermería que emplea teorías de la conducta humana como su ciencia y hace uso intencionado del yo como su arte. Está dirigida a tener impacto tanto preventivo como correctivo sobre los trastornos mentales y sus secuelas, y se preocupa de la promoción de una óptima salud mental para la sociedad". Ambas definiciones comparten la esencia de la práctica de la enfermería en salud mental, nos dirigen a que además de entender las bases filosóficas de la enfermería, es preciso entender las teorías de otras disciplinas. Según Matheney et al (1971), la enfermería psiquiátrica sería la atención brindada a pacientes buscando el tratamiento y la rehabilitación de los trastornos psiquiátricos. En esa tarea, la función del profesional de enfermería no difiere en esencia de la que desarrolla en otros campos clínicos, si bien la única diferencia es su orientación primaria, dirigida a las relaciones interpersonales entre enfermero, paciente y grupos de pacientes. El campo de la salud y de la higiene mental tiene como finalidad la prevención primaria y secundaria de la enfermedad mental. La prevención primaria entraña, ante todo, buscar la salud mental, y la secundaria, el diagnóstico y el tratamiento tempranos de la enfermedad mental. Una cosa es indudable: el campo de la enfermería en la higiene mental es amplio y con perspectivas de futuro. Coincidimos con lrving (1975) en que la enfermería psiquiátrica es diferente a todas las demás clases de enfermería, aunque similar. Algunos autores consideran a la enfermería psiquiátrica como la base, el núcleo, el mismo arte de la enfermería. Otros juzgan la enfermería psiquiátrica como estrictamente limitada al cuidado de pacientes diagnosticados como enfermos mentales. En cualquier caso, la enfermería psiquiátrica no es un claro conjunto de procedimientos o rituales que terminan con una cura. Más bien es una ardua, personal y humana lucha por la salud. La enfermería psiquiátrica es un proceso de relación humana que pone en conexión a dos personas, una de ellas el profesional de enfermería y la otra el paciente, y su relación es la suma de sus acciones mutuas. El motivo principal de su relación es ayudar al paciente a encontrar una mayor satisfacción de sus necesidades básicas y formas más eficaces de comportamiento para lograr dicha satisfacción, en otras palabras, ayudar al paciente a obtener un mayor éxito en la vida. Además, es responsabilidad del profesional de enfermería establecer, mantener y concluir esta relación. Que la relación sea o no terapéutica, útil o aun saludable, puede medirse muy sencillamente por la sensación de bienestar que experimenta el paciente como resultado de ella. La asistencia de enfermería psiquiátrica eficaz requiere que el profesional logre los conocimientos, la comprensión y la destreza necesarios para poder observar, analizar y responder terapéuticamente a las necesidades del paciente. Debe dedicar un esfuerzo contínuo a mejorar la conciencia de sí mismo, sus percepciones del mundo que le rodea y las relaciones sensitivas con otras personas. Esto no es algo que le llegue de forma natural o automática; requiere mucho trabajo, práctica, evaluación sobre la marcha y continuo aprendizaje. Parecen sugerir que las enfermeras que prestan cuidados en los servicios psiquiátricos deberían ser expertas de manera que incluyeran en su diagnóstico aquellas respuestas humanas de los pacientes relacionadas con la enfermedad mental y las que no lo están, se espera de ellas que proporcionen servicios correctivos en relación con las primeras y favorezcan el uso de las respuestas humanas que no están relacionadas con la enfermedad mental. Tanto las enfermeras especialistas, como las enfermeras generales, tienen la responsabilidad profesional de estar al día respecto a los nuevos conocimientos y de continuar aprendiendo a diario del análisis retrospectivo de su experiencia en el trabajo con los pacientes. 4

Las enfermeras no especialistas y los alumnos de pregrado pueden tener como finalidad en su aprendizaje el beneficio terapéutico, haciendo el mejor uso posible de todo contacto enfermera-paciente, aunque al inicio se planteen como contactos esporádicos, discontinuos y de duración variable, son oportunidades para iniciar, establecer y reforzar una dirección terapéutica con y para con los pacientes. El conocimiento de la teoría es importante, porque proporciona instrumentos explicativos que agudizan las observaciones de la enfermera y proporcionan comprensión de las respuestas humanas. Conceptos como el de ansiedad, conflictos, autoestima; conocimientos acerca de procesos como las alucinaciones y las alteraciones del pensamiento; acerca de los patrones de comportamiento y sus muchas variantes, el retraimiento, el aislamiento, la manipulación, la identificación, la dependencia y situaciones parecidas, proporcionan explicaciones para entender el comportamiento del paciente. Las técnicas de ha enfermeras psiquiátrica para ayudar al paciente a aprender acerca de sí mismo y a desarrollarse, a fin de adquirir habilidades que le permitan tener vivencias sociales, consisten en gran medida, en técnicas de la entrevista, ya que a través de ella se ayuda a los pacientes a aportar sus datos experienciales, a revisarlos y a lograr nuevas perspectivas acerca de sí mismo y a conseguir competencias prácticas para resolver los problemas. En estos momentos en los que los avances biomédicos irrumpen también en el ámbito de la psiquiatría, parece más importante todavía que las enfermeras continúen desarrollando con más interés, las respuestas humanas de los pacientes con problemas psiquiátricos o en su salud mental. Los interminables cuestionamientos y discusiones conceptuales que se han producido entre las diversas escuelas teóricas (psicodinámica, cognitivo-conductual, sistémica, sociológica ... ) que han ejercido una influencia directa en el pensar y el hacer de la enfermería psiquiátrica, sin lugar a dudas, han enriquecido la cultura psiquiátrica en general, aunque en ocasiones, y en otros aspectos, hayan dificultado la integración de la asistencia psiquiátrica en el sistema sanitario. Los profesionales de enfermería, en esta controversia, debemos mantener una posición de respeto a las diversas teorías (psiquiátricas y psicológicas y de Enfermería), que en el ámbito asistencial se utilicen y amoldando la metodología de nuestra actuación al enfoque general que en cada caso se plantea, y ello, desde el convencimiento de que todas las escuelas y teorías contienen elementos ciertamente útiles, para un mejor entendimiento de los mecanismos que originan las alteraciones de la salud y dar un adecuado enfoque terapéutico y de cuidados. La enfermería psiquiátrica podría definirse como una especialidad de las ciencias de la salud capaz de estudiar, no sólo las causalidades biológicas sino también las motivaciones psicológicas y psicodinámicas y los condicionantes socioculturales de la enfermedad mental en sus múltiples formas, aplicando los cuidados y la atención pertinentes.

2.5 MULTICAUSALIDAD DE LAS ENFERMEDADES MENTALES Dado que el ser humano es una realidad pluridimensional, las perspectivas desde las que se le puede estudiar e interpretar son diversas, según afecten a las vertientes biológica, psicológica o sociológica del mismo. Actualmente, el concepto de enfermedad mental sigue centrado en la patología del cerebro y del sistema nervioso en general, pero enriquecida por las aportaciones de la sociología y de las diferentes ramas de la psicología. 5

La salud se concibe como un concepto biopsicosocial, ya que hace referencia a una visión total que conlleva la unidad de cuerpo, mente y espíritu, y las relaciones que la persona establece con los demás y con el medio ambiente. La salud en el terreno mental implica que los sentimientos, intereses, motivaciones, actitudes y valores de la persona maduran y cambian durante un período de vida en el que se relaciona con otras personas y con el medio ambiente; que manifiesta flexibilidad y estabilidad en habilidades de adaptación, desarrolla tareas apropiadas a su tiempo y edad, y cumple sus roles con el máximo de efectividad y satisfacción. A pesar del consenso establecido tanto para el concepto de salud como para los trastornos mentales, debe mencionarse que estas posiciones son transitorias. En el momento actual se tiende, cada vez más, a considerar que no tiene por qué existir oposición entre las diferentes teorías que intentan establecer modelos que expliquen la realidad psicopatológica a un nivel dado, sea el enfoque de éste biológico, psicológico o sociológico. Se establece así un diálogo, en vez de una contienda, entre los científicos que investigan a cada nivel, y se intentan promover teorías o modelos integradores sobre la multicausalidad de las enfermedades mentales, 2.5.1 BASES BIOLÓGICAS Dentro de las tendencias biologicistas se encuadran las investigaciones en genética y su conexión con las doctrinas heredoconstitucionalistas, así como las bases neuropatológicas y neuroquímicas. Tesis constitucionalista Frente a la noción de exógeno, para referirse a causas traumáticas, infecciosas, metabólicas, etc., surge la de endógeno como una disposición latente constitucional. Así lo endógeno remite a una constitución, a una predisposición de origen desconocido, Las relaciones entre constitución y modos psíquicos de ser fueron ya establecidas desde Hipócrates (colérico, sanguíneo, flemático y melancólico), pero no será hasta finales del siglo XIX y principios del XX cuando renazca el concepto constitucionalista. Hay que destacar los trabajos de E. Kretschmer, quien, tomando como punto de partida las psicosis endógenas, distingue tres tipos: asténico, pícnico y atlético, y correlaciona cada uno con un tipo de psicosis (tabla 1.1). Tabla 1. l. Correlación de tipologías de Kretschmer y psicosis Tipo Psicosis endógena Asténico Esquizofrénico. Pícnico Psicosis maníaco-depresiva. Atlético Epilepsia. Kretschmer partió de enfermos mentales, en que notó que ciertas psicosis se daban preferentemente en individuos de ciertos rasgos físicos; posteriormente extendió sus observaciones a individuos normales. En la concepción de Kretschmer, lo físico y lo psíquico se investigan como dos aspectos de un mismo individuo; los biotipos representan aquí tipos globales. Tipo pícnico: individuo rechoncho, de formas redondeadas, estatura mediana, cuello corto y ancho, cabeza y abdomen voluminoso, ángulo externo-costal obtuso, tejido adiposo abundante especialmente en el vientre; miembros y hombros delgados, musculatura floja (figura 1.2). 6

Temperamento cicloide o ciclotímico: individuo sociable, amable, de buen genio, pero cambiante, explosivo; de fuerte sentido de la realidad concreta. Mayor frecuencia de psicosis maníaco-depresiva; diabetes, enfermedades de la vesícula biliar, hipertensión arterial, arteriosclerosis. Figura 1.2 Representación esquemática del tipo pícnico.

Tipo atlético: talla y longitud de miembros, mediana a grande; hombros anchos, tórax voluminoso, ángulo externo-costal recto, caderas angostas, relieves óseos faciales, prominentes; musculatura muy desarrollada (figura 1.3). Temperamento viscoso o ixotímico: individuo sosegado, circunspecto, de mente lenta; comedido, formal, hasta torpe y tosco, pobre en reacciones, pero explosivo, violento; tendencia a la actividad física, gusto por los deportes pesados. Mayor frecuencia: epilepsia. Figura 1.3 Representación esquemática del tipo atlético.

Tipo leptosómico: tronco y miembros esbeltos, delgados; hombros estrechos y caídos, mu...


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