TEMA 4 - El desarrollo conceptual PDF

Title TEMA 4 - El desarrollo conceptual
Course Psicología del Desarrollo II
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TEMA 4: EL DESARROLLO CONCEPTUAL 1. INTRODUCCIÓN El desarrollo conceptual constituye uno de los aspectos centrales de la cognición y su desarrollo. Los conceptos constituyen el mecanismo cognitivo por el que somos capaces de dar sentido de forma económica a la gran cantidad de información a la que estamos sometidos continuamente permitiendo captarla y procesarla de forma selectiva y discriminativa. Este sistema de conceptos que obtiene la máxima información con los mínimos recursos cognitivos va más allá de la mera categorización de la experiencia. Los conceptos sirven de forma muy directa a la comprensión, aportando el conocimiento relevante que nos permite relacionar lo nuevo (nuevas experiencias) con lo antiguo, modificando u organizando el conocimiento y el sistema conceptual previo por ello los conceptos constituyen una base para el aprendizaje. Otra importancia función relacionada es la inferencial: cuando algo se ha asignado a una determinada categoría conceptual pueden hacerse predicciones sobre sus propiedades o su conducta. Los conceptos están implicados en nuestra capacidad para razonar y para explicar los sucesos del entorno. Usamos conceptos para definir metas y planificar la conducta. Tienen mucho que ver con el lenguaje ya que están en el centro de los procesos de comunicación. Todas las formas y niveles de pensamiento surgen y se desarrollan sobre la base de un determinado sistema de conceptos que a su vez evoluciona y se enriquece en paralelo a las crecientes capacidades intelectuales del niño. El desarrollo conceptual está ligado en sus inicios al desarrollo de la capacidad simbólica (capacidad de crear representaciones mentales acerca de objetos y sucesos no presentes). Para Piaget el verdadero pensamiento surge a partir de la función simbólica (hacia el final del 2º año) al posibilitar formas de representación que trascienden las categorías meramente perceptivo-motoras del periodo sensorio-motor para propiciar el desarrollo de la categorización propiamente conceptual.

2. CONCEPTOS Y CATEGORIZACIÓN Piaget debe considerarse como uno de los principales exponentes de las primeras teorías sobre el desarrollo conceptual. Estas teorías se caracterizan por enfatizar la importancia de la categorización como principal función de los conceptos, defendiendo un modelo de aprendizaje y desarrollo centrado en la capacidad del sujeto para captar las semejanzas en las apariencias perceptivas de los sucesos y objetos de su ambiente.

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2.1 EL ENFOQUE CLÁSICO SOBRE LA FORMACIÓN DE CONCEPTOS Tradicionalmente, los conceptos han sido caracterizados en términos de “ clases” formadas por conjuntos y subconjuntos incluidos unos en otros, organizadas dentro de estructuras taxonómicas de inclusión jerárquica. Los conceptos poseen un doble componente: intensional y extensional. 

La intensión: se refiere al conjunto de características o cualidades que definen una clase o categoría conceptual. Actúa como el criterio para decidir si un elemento u objeto pertenece a la clase de referencia.



La extensión del concepto: se refiere al conjunto de elementos que pertenecen a una clase o categoría conceptual. Son todos y cada uno de los objetos que poseen las características por las que se define la intensión de la clase.

Desde el punto de vista psicológico, formar conceptos consistiría básicamente, en abstraer inductivamente una regla de clasificación, en virtud de la cual, ciertas propiedades comunes en un conjunto de objetos se aceptan como rasgos definitorios de una clase o categoría de equivalencia. Rasgos definitorios: características que se consideran necesarias y suficientes para pertenecer a una determinada categoría o clase. Sirven para definir la clase e identificar a sus miembros. Los conceptos se entienden como la representación del conjunto de rasgos necesarios y suficientes que definen la categoría o clase de referencia. Todos los conceptos son cualitativamente semejantes independientemente de su complejidad, siendo equivalentes cada uno de sus miembros. Cada ejemplar de la clase de referencia se considera igualmente representativo de la misma, puesto que comparte con todos los demás los mismos rasgos definitorios.

1. DIFERENCIAS EVOLUTIVAS Las teorías clásicas del desarrollo conceptual se centraron en la semejanza perceptiva como principal fuente de información para la formación de conceptos y usaban tareas de clasificación como el paradigma básico de investigación. Formar un concepto es: inducir una regla de unificación entre varias entidades basada en sus semejanzas perceptivas (rasgos comunes definitorios) y usarla como criterio (regla de clasificación) para considerar tales entidades como idénticas, como pertenecientes a la misma categoría o clase. Se asume que el nivel de desarrollo conceptual puede estimarse examinando simplemente su capacidad para categorizar diversos materiales en distintas condiciones. Los estudios con este tipo de tareas sugieren que las categorizaciones de los niños atraviesan tres etapas generales. Desde las primeras agrupaciones puramente temáticas, a las organizaciones taxonómicas que implican ya una clasificación lógica (Tabla 4.1).

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TABLA 4.1. ETAPAS GENERALES EN EL DESARROLLO DE LA CLASIFICACIÓN INFANTIL, SEGÚN LA PERSPECTIVA CLÁSICA 1ª ETAPA (2-5 años) COLECCIONES FIGURALES – En un primer momento, el niño tiende a organizar los objetos considerando solo su configuración perceptiva y las relaciones temáticas que guardan entre sí (agrupaciones temáticas). Cuando se le presentan figuras geométricas construye diseños figurativos; y a partir de materiales más significativos (dibujos, juguetes, etc.), reproducirá escenas conocidas o familiares (cuchara-taza, bebe-cuna, etc.). 2ª ETAPA (5-7 años) COLECCIONES NO FIGURALES – Posteriormente, en una fase intermedia, el niño es capaz de agrupar los objetos atendiendo solamente a sus semejanzas y diferencias, pero con criterios cambiantes; es decir, puede organizarlos en función de un rasgo definitorio, pero cambiando luego arbitrariamente a otro rasgo clasificatorio (p. ej. pone juntos un triángulo rojo y un cuadrado rojo, pero luego pasa del color a la forma, y coloca el triángulo rojo al lado del triángulo verde). 3ª ETAPA (8 años) CLASIFICACIÓN JERÁRQUICA – Finalmente, hacia los 7-8 años, el niño comenzará a organizar los objetos dentro de clases estables (relativas a rasgos necesarios y suficientes) y a organizarlos dentro de taxonomías lógicas, es decir, con relaciones de inclusión jerárquicas. Asimismo puede proceder combinando y coordinando procedimientos descendentes (de la sub-clase a la clase más general) y ascendentes (de la clase mayor a la subclase). Esta secuencia conlleva una asunción característica de esta perspectiva: los conceptos de los niños pequeños son cualitativamente distintos de los de los niños mayores y adultos. En la medida en que al principio, no solo no son capaces de articular sus conceptos en términos de rasgos definitorios, sino que tampoco los organizan taxonómicamente. Si bien los distintos autores clásicos comparten esta visión del desarrollo que implica cambios profundos en la representación y en la estructura de los conceptos, el salto cualitativo que se produce ha sido descrito y explicado en diferentes términos (véase la tabla 4.2). TABLA 4.2. PRINCIPALES DIFERENCIAS EVOLUTIVAS EN LOS CONCEPTOS SEGÚN EL ENFOQUE CLÁSICO Niños pequeños Niños mayores Autores Concretos Abstractos Piaget (1951) Perceptivos Conceptuales Bruner, Goodnow y Austin (1956) Holísticos Analíticos Werner y Kaplan (1963) Temáticos Taxonómicos Vygotski (1934/86) Globales Específicos Inhelder y Piaget (1964) Aunque Piaget reconoce que el desarrollo conceptual corre parejo al desarrollo del lenguaje, no atribuye a éste un papel significativo. El nivel conceptual del niño es un resultado directo de la evolución de sus estructuras lógicas (véase el CUADRO 4.1). El aspecto clave de este desarrollo es la adquisición de la capacidad de inclusión jerárquica de clases, no solo la considera como criterio de un desarrollo conceptual completo sino también como una de las operaciones lógicas que marcan el inicio de las operaciones concretas.

CUADRO 4.1. DESARROLLO OPERACIONAL Y DESARROLLO CONCEPTUAL EN LA 3

TEORÍA PIAGETIANA Para Piaget el niño progresa a través de una serie de estadios en los que va construyendo estructuras cognitivas (esquemas) progresivamente más complejas y adaptativas. El desarrollo cognitivo se contempla simplemente como la secuencia de reestructuraciones que se han ido produciendo en los conceptos infantiles: desde las nociones iniciales ligadas a los esquemas sensoriomotores y a la realidad inmediata, hasta los conceptos operatorios, basados en criterios abstractos y organizados taxonómicamente. Este tránsito no es repentino o inmediato, sino que está marcado por el propio desarrollo operacional, que se produce en la infancia y que va desde una primera fase preparatoria y todavía preconceptual, hasta la formación de representaciones auténticamente conceptuales, que suponen la capacidad de realizar operaciones mentales1. Cabe destacar dos momentos importantes en este progreso: 1. El surgimiento de la capacidad simbólica o de representación, (hacia el año y medio) a través de imágenes que suponen el despegue de las nociones y esquemas meramente sensoriomotores. 2. La organización taxonómica de los conceptos formados como final del proceso (a partir de los 7-8 años) y que supone la capacidad para formar estructuras de inclusión jerárquica de clases. En la teoría piagetiana, estos momentos marcan el comienzo de dos periodos característicos del desarrollo de la inteligencia: el preoperatorio y el de las operaciones concretas. Por el contrario, la explicación que propone Vygotski es netamente lingüística . Según este autor, el niño progresa desde unos conceptos iniciales ligados a los ejemplos concretos, hasta los conceptos auténticos que implican la representación de una definición basada en principios (véase la TABLA 4.3). Vygotski considera que este logro evolutivo solo se hace posible con la internalización del lenguaje, al habilitar en el niño un pensamiento más analítico y lógico que le permite desvincularse de su experiencia concreta y abstraer principios para representar el significado que constituyen los verdaderos conceptos.

TABLA 4.3. DESARROLLO CONCEPTUAL Y DESARROLLO DE LA CATEGORIZACIÓN SEGÚN EL PUNTO DE VISTA CLÁSICO Criterios en tareas de Piaget Vygotski 1

Operaciones mentales: acciones internas, la representación y elaboración mental de un conjunto

de acciones organizadas e interdependientes según transformaciones caracterizadas por su reversibilidad. 4

clasificación Relaciones temáticas

Colecciones figurales: disposiciones espaciales.

Agrupaciones desorganizadas: según Impresiones perceptivas aleatorias

Rasgos definitorios cambiantes

Colecciones no figurales: clasificación racional pero no jerárquica (preconceptual).

Pensamiento en complejos: según similitud global de las características concretas.

Rasgos definitorios necesarios y suficientes

Categorización taxonómica: clasificación racional e inclusión de clases

Pensamiento conceptual: según principios, abstractos y lógicos

2. DIFICULTADES DE LA CONCEPCIÓN CLÁSICA La Concepción clásica del desarrollo conceptual implica diferencias profundas y cualitativas entre los niños y los adultos, lo que plantea serias dificultades tanto teóricas como metodológicas. Se ha criticado la propia concepción de base sobre la naturaleza de los conceptos, esto es, la idea de que se trata de representaciones basadas en rasgos definitorios y que se aprenden a partir de la percepción y juicio sobre las semejanzas entre los objetos. El problema es que, en su mayoría, los conceptos no parece que puedan referirse a un simple conjunto cerrado de características identificables, excepto los conceptos artificiales y los arbitrarios. La posibilidad de identificar tales rasgos dependerá en gran parte de la información que se haya recibido al respecto, por experiencia directa o por transmisión cultural, por lo que habrá que tener en cuenta, a la hora de evaluar el desarrollo conceptual a partir de las categorizaciones que realiza el niño, su conocimiento específico de la realidad a la que se refieren los conceptos utilizados en la evaluación. Algunos estudios han mostrado que ciertas diferencias evolutivas pueden explicarse simplemente por la distinta familiaridad que los niños tenían con el concepto en cuestión. Hay otros problemas metodológicos importantes con las tareas de clasificación, sobre todo cuando se emplean con los niños más pequeños. En primer lugar, hay que tener en cuenta la existencia de diversos factores que pueden dificultar las clasificaciones, impidiendo que se manifieste la verdadera competencia o conocimiento del niño. Los aspectos perceptivos pueden confundir al niño y enmascarar su conocimiento conceptual; de hecho, cuando se disminuye el impacto perceptivo de los materiales y de su disposición espacial, se facilitan las agrupaciones taxonómicas. Otro problema es que frecuentemente se enfrenta al niño con un gran número de objetos que varían en un gran número de dimensiones, de manera que la complejidad del conjunto resultante puede dificultar el descubrimiento de un criterio. Cuando se simplifica la tarea (p. ej. reduciendo el número de objetos a categorizar) hasta los niños de un año se muestran capaces de resolverla con éxito y a través de clasificaciones taxonómicas. Cuanto mayor es el número de dimensiones que deben ser ignoradas, menos evidente es la base para la clasificación y por tanto más difícil la tarea. Conclusión: no es que los niños sean incapaces de formar conceptos basados en rasgos definitorios y de utilizarlos taxonómicamente. Más bien lo que puede decirse es que se trata de

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una capacidad que va aumentando con la edad a medida que se desarrolla el conocimiento y aumenta la capacidad de procesamiento o memoria operativa2 del niño.

2.2 LA TEORÍA DE LA “CATEGORIZACIÓN NATURAL”, DE ELEANOR ROSCH Los planteamientos clásicos se han basado en estudios de categorización y aprendizaje conceptual usualmente referidos a conceptos artificiales, arbitrariamente establecidos por el investigador con una estructura lógica bien definida, lo cual está en consonancia con la idea de una representación conceptual basada en rasgos definitorios. Pero se cuestiona que los resultados que se obtienes de tales estudios sean directamente generalizables a la categorización y formación de conceptos que se produce en los ámbitos naturales. Eleanor Rosch, situándose en una perspectiva más “ecológica” trata de precisar las características de las categorías y conceptos naturales, tal y como espontáneamente se forman y se organizan en nuestra memoria. Esto supone un notable cambio metodológico que se apoya en asunciones teóricas claramente divergentes con el planteamiento clásico. Básicamente, podemos hablar de dos supuestos: 1. Se asume la idea de que los fenómenos presentan una estructura correlacional basada en que las configuraciones que observamos en el mundo natural no son aleatorias: sino que ciertos sucesos y propiedades tienden a aparecer juntos mientras que otros raramente mantienen alguna relación. 2. El sistema cognitivo humano está capacitado para captar esas estructuras naturales de covariación, reduciendo la variabilidad del universo que percibimos a una estructura correlativa y limitada de conceptos que compartimentan la realidad en amplias categorías de equivalencia. La extensión de tales categorías se establecería como un compromiso entre discriminabilidad (o máximo contenido informacional) y economía cognitiva; esto es, entre la necesidad de captar las discontinuidades naturales del medio y la necesidad de reducir las diferencias entre los estímulos a proporciones cognitiva y conductualmente manejables.

1. RASGOS PROBABILÍSTICOS Y REPRESENTACIONES PROTOTÍPICAS. Las implicaciones del planteamiento precedente se oponen claramente a la concepción clásica sobre los conceptos y su formación.

Memoria operativa: perspectiva funcional de la memoria a corto plazo que le atribuye funciones tanto de almacenamiento como de procesamiento. Es el componente “activo” de esa MCP en el que enfatiza la importancia de los procesos de control a fin de superar funcionalmente las limitaciones estructurales del sistema. 2

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De entrada, las categorías naturales no son elaboraciones arbitrarias como en la concepción clásica, sino que tratan de representar subjetivamente las características objetivas presentes en el mundo percibido, de manera que la estructura conceptual que se desarrolla mantendrá cierta correspondencia con la estructura de la realidad que representa. Según el enfoque de la categorización natural, los conceptos son representaciones basadas en rasgos probabilísticos 3 (no definitorios) que caracterizan los ejemplos, pero no definen completamente la categoría o clase. La pertenencia a una categoría no es una cuestión de todo-o-nada, sino más bien una cuestión de grado según el número (variable) de rasgos característicos o de familiaridad que concurran en los ejemplares. Esta diferencia entre el nuevo planteamiento y el clásico, conlleva otros contrastes importantes a nivel cualitativo (TABLA 4.4) 

Punto de vista probabilístico: los ejemplos de un concepto natural no son equivalentes, (habrá ejemplos más típicos o representativos que otros), ni las categorías que representan poseerán necesariamente límites precisos.



Punto de vista evolutivo: este nuevo planteamiento supone un desarrollo de tipo cuantitativo (una progresiva precisión en la representación de los rasgos característicos o parecidos familiares) que cualitativo (una total organización de los conceptos en los niños mayores o en los adultos).

En un estudio se observó el efecto de prototipicidad: los sujetos parecían juzgar la tipicidad o representatividad de los elementos de acuerdo con el análisis de semejanza de familia que previamente habían hecho. A medida que aumentaban los rasgos característicos o de familiaridad que se habían atribuido a un ítem, resultaba más probable que lo seleccionaran como buen ejemplo del concepto o de la categoría que este representaba y además tardaban menos en identificarlo como tal.

TABLA 4.4. PRINCIPALES CONTRASTES ENTRE LA CONCEPCIÓN CLÁSICA Y PROBABILÍSTICA SOBRE LA REPRESENTACIÓN CONCEPTUAL Rasgos definitorios Rasgos probabilísticos Habrá ejemplos más típicos o Representatividad Los ejemplares de un concepto representativos que otros en función de los ejemplos son equivalentes, es decir, del número de rasgos característicos igualmente representativos de la Rasgos probabilísticos: características que con cierta probabilidad se encuentran en los miembros de una categoría o clase. Aquellos rasgos de mayor probabilidad son los que en conjunto configuran un cierto “parecido familiar” como propio de la clase, en cuanto que se identifica en la mayoría de sus miembros. Al mismo tiempo, esos rasgos característicos pueden no ser compartidos por todos los ejemplares de la clase y estar presentes en ejemplares de otras clases.

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clase de referencia.

Extensión de las categorías

Función inferencial

Desarrollo evolutivo

Las categorías que representan los conceptos están bien definidas y son excluyentes, por lo que no hay solapamientos ni ambigüedad en los juicios de pertenencia. Los rasgos definitorios reflejan la regla de clasificación que unifica a todos los elementos de la clase. Una vez decidida la pertenencia de un elemento a una determinada categoría pueden hacerse predicciones relativamente seguras sobre sus propiedades. Progreso cualitativo que implica una reorganización profunda en los conceptos adultos, respecto de los conceptos infantiles

o de familiaridad que posea. Los conceptos naturales son de carácter difuso; es decir, no necesariamente poseerán límites precisos, ...


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