TEMA 7. EL Califato DE Bagdad Y EL Éxito DEL Islam PDF

Title TEMA 7. EL Califato DE Bagdad Y EL Éxito DEL Islam
Author Laura Román
Course Historia Medieval Universal
Institution Universidad de Murcia
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TEMA 7. EL CALIFATO DE BAGDAD Y EL ÉXITO DEL ISLAM. EL CALIFATO DE BAGDAD. Tras el largo periodo de revueltas sociales protagonizadas por los grupos mawali, que empezaban a difundir la idea de que los Omeya eran un grupo ilegítimo que ostentaba el poder sin pertenecer a la familia de Mahoma. En la región del Islam, Abu Muslim, un antiguo esclavo persa comenzó a difundir estas ideas, dirigiendo el movimiento de los Abasíes como representante del clan del profeta con un programa de límites imprecisos. Se autodenomina representante del verdadero gobernante, el califa oculto, Abu-al-Abbas al-Sagah (750-754), que tarde o temprano vendrá a gobernar y a proclamar la igualdad (ideas de corte chií). Elaboraron todo un proceso de damnatio memoriae contra los Omeya que dificulta la reconstrucción histórica de este proceso. Las bases y la organización del nuevo régimen se extenderán rápidamente. El mahdi, el elegido, es una noción político-religiosa que se va a distribuir por el mundo islámico en la que se cree que está por llegar esta persona y que tras muchas dificultades se hará con el poder para solventar los problemas de desigualdad y establecerá un estado islámico justo. Los chiís verán a Al-Sagah como la representación de esta figura, siendo los primeros traicionados (el sanguinario). Ante la llegada de este Califa tendrán lugar revueltas sociales brutalmente aplastadas. A su muerte le sucederá Al-Mansur (754-775), quien establecerá las estructuras abasíes, asesinará al líder del movimiento Abu Muslim, controlará las grandes ciudades sublevadas e inicia una política exterior muy activa en la que da a conocer el nuevo régimen establecido más allá de sus fronteras (relaciones con el estado Carolingio, cuyos enemigos comunes son Al-Andalus y el Imperio Bizantino). El estado se transforma en un estado sólido, fijando las fronteras y fundándose en el 762 la capital de Bagdad, conocida como Madinat al Salam, de planta circular en cuyo centro se establece el palacio imperial y la Mezquita Aljama. La progresiva orientalización se va traduciendo en la divinización del Califa, quien se separará de resto de los mortales, en base a influencias Sasánidas. Aunque existan continuas referencias a la solidaridad y la igualdad social, estas no quedarán reflejadas en la organización social real. Se crea el cargo de Visir (wazara, acompañar), quien ejercerá el gobierno fáctico e irá adaptando una connotación hereditaria. Se crea el cargo de secretario (Kutab) con funciones administrativas encargado de organizar la hacienda. Su territorio supone una unidad compacta, en la que tiene lugar una fragmentación en busca de una mayor autonomía en al-Andalus. • •

Harum al-Rashid (787-809). Al-Maamun (813-833).

A partir del 861 comenzará un periodo de debilidad en el califato abasí. Existen una serie de innovaciones en materia jurídica, el gran Kadí que se apoya sobre un cuerpo de kadíes urbanos que garantizan el cumplimiento de la justicia en los territorios abasíes. Desde el punto de vista de la fiscalidad, la clave está en recaudar de forma regular e integra. Con los abasíes se van a diversificar los modos de recaudar y se establece la figura del Dawir o recaudador. En materia militar (solidaridad entre los hombres basada en la sangre) se deben establecer cambios profundos dado a la gran extensión del Imperio, en el que sus miembros ya no todos forman parte de la tribu. Se tratará de fijarlo a territorio mediante la concesión de tierras (iqta, un militar de alto rango recibe un lote de tierras para que lo administre en nombre del estado a cambio de impuestos y hombres en servicio de armas. Nunca podremos definirlo como feudalismo al no existir relaciones privadas de vinculación de hombres a ellos). En este nuevo ejército los convertidos, mawali, desempeñan un papel crucial, ganando terreno a los árabes. En torno al califa se forma una élite militar de origen turcomano y eslavo que constituirá su guardia personal, 1

TEMA 7. EL CALIFATO DE BAGDAD Y EL ÉXITO DEL ISLAM. derivando en muchos casos en el reclutamiento de esclavos, transformación en hombres de guerra e islamización (de este núcleo nacerá en múltiples ocasiones un poder alternativo, que llegarán incluso a transformarse en una dinastía, los mamelucos). El mundo islámico de los abasíes es compacto, sobredimensionado, pero que ya empieza a sufrir síntomas que alertan de futuros problemas. Por encima de todo ello, llevarán a cabo un proceso de cambio mucho más profundo pero más difícil de detectar a corto plazo, es lo que nos referimos por “revolución verde”. Este cambio lleva a que en los pueblos que conforman el mundo islámico se distribuyan una serie de innovaciones y nuevas variedades vegetales en el ámbito de la agricultura irrigada. Implica cambios técnicos (irrigación –regadío-, toda una tecnología que va de la mano de ella –azudes, qanat, acequias, azarbes- para la captación, canalización y distribución del agua) y ecológicos (introducción de nuevas especies y la mayor variedad de las ya conocidas). Ambos procesos van de la mano e implican aclimatación y difusión. Andrew M. Watson en 1982 publica “Innovaciones de la Agricultura en el Mundo Islámico” en el que recoge una serie de nuevas especies distribuidas en época abasí: trigo de guinea, arroz, trigo duro, caña de azúcar, algodón del viejo continente, la naranja agria, el limón, el pomelo, la lima, la banana, el plátano, el cocotero, la sandía, espinacas, alcachofa, colocasia, berenjena y el mango (no son especies almacenables, sino de consumo prácticamente instantáneo por lo que para su desarrollo debe haber una importante implantación de una organización urbano-rural y una red de mercados locales). Nos ilustra en torno a las rutas que estas nuevas especies siguen, siendo trasladadas desde sus zonas de origen por los pueblos islámicos. Debemos entenderlo como un cambio difícil de medir, progresivo y lento que se desarrolla a lo largo de este periodo pero que será crucial para el desarrollo económico. Economía productiva basada en la agricultura irrigada. La desintegración del califato. Los problemas que azotaban al imperio actuaran de forma definitiva, y se convertirán en una ruptura abierta a mediados del siglo X, fragmentándose las estructuras de poder y desarrollándose una desintegración territorial irreversible. En el año 861 se puede marcar el inicio del proceso de ruptura con el asesinato del califa Amu Tawa a manos de su hijo, produciéndose un periodo de anarquía militar en el que la guardia personal del califa se dedicará a colocar en el poder a efímeros califas de dudosa eficacia. Ofensiva Bizantina del ¿ que culmina con la reconquista de Vari. Ofensiva Bizantina del 961que culmina con la reconquista de Creta. El ejército de base territorial reformado durante la dinastía se había transformado en uno de los principales gastos de la administración pública (más de la mitad de sus ingresos). La situación económica era cada vez más caótica, lo que terminaba traduciéndose en un descontento social reflejado en el ejército (un cuerpo cada vez con más poder, pero incapaz de ejercerlo). La caída de los Abasíes es el resultado de la crisis económica, del ejército y social. El ejército terminará convirtiéndose en un elemento desintegrador. En el año 936, el Califa Alrrasi? Nombra a Ibn Raiq, gobernador de Irak, “Amir al-Umara” (emir de emires) dándole totales poderes militares a su persona, y de facto, el poder político. Los chiíes continúan suponiendo el gran problema del Islam, mediante la creación de focos de revueltas. En el 945 tomarán el poder mediante un golpe de estado, Ibn Buwayh se sublevará desde Basora contra Bagdad, 2

TEMA 7. EL CALIFATO DE BAGDAD Y EL ÉXITO DEL ISLAM. conquistándola y nombrándose “Amir al-Umara”, máxima autoridad político-militar del estado y nombrará un nuevo Califa, al-Mutí (saga de los buyíes, activa hasta el 1045). Junto a este levantamiento, hablamos de que la religión constituye una de las claves para entender la caída del califato abasí, destacando el nacimiento de una nueva forma de entender la religión, el sufismo (sufíes), la cual defiende la no necesidad de intermediarios para acercarse a dios, desarrollándose posteriormente y alcanzando su máxima expresión al final de la Edad Media (supone una respuesta de la religión a los problemas de la crisis, distribuyéndose en las clases sociales más bajas). Los movimientos sociales se aceleraron por las continuas contradicciones que el modelo económico abasí había sacado a la luz, siendo frecuentes las revueltas tanto urbanas (a veces muy tempranas, como Bagdad 865?) como rurales. Los habitantes del califato debían pagar sus tributos en moneda sin poseer ninguna otra opción, generando estados muy monetizados. Cuando las cosechas no son buenas, los campesinos no podrán disponer de liquidez para hacer frente a los pagos, generando tensiones sociales. Esclavos de las plantaciones del sur de Irak, Zanks, se sublevarán a finales del siglo IX como respuesta a las condiciones a las que han de enfrentarse (el descontento social que explica la caída de los abasíes afecta a todos los grupos sociales y a buena parte del territorio del Califato). EL MUNDO DE LOS ABASÍES. Campo y ciudad: desarrollos paralelos. La importancia de los entramados urbanos y su relación con el espacio rural. Ambos están implicados en un proceso paralelo, avanzando conjuntamente tanto cuantitativamente como cualitativamente. El mundo de los abasíes es el triunfo de los asentamientos. Las primeras ciudades de conquista creadas en las zonas periféricas, las ciudades antiguas como Medina o La Meca y las ciudades nuevas perderán importancia en base a otras situadas en el centro del mundo como Kufa, Bagdad (medio millón de habitantes), Basora y otros situados en periferias de gran importancia Kaidowan, Nisapour. El proceso urbanizador continúa sin freno, de la mano de un desarrollo arquitectónico, extendiéndose a los espacios periféricos recuperando su pasado romano (mundo urbano) como el Magreb o la Península Ibérica. El espacio rural se compondrá de enormes latifundios, pero también existirán pequeñas propiedades agrícolas que dotan al territorio de redes de asentamiento y lo humanizan, ganándolo para la civilización. Es fundamental destacar la existencia de un comercio internacional, empleando todo el territorio abasí como una “gigantesca autopista comercial”. Desde allí se controla el acceso al mar mediterráneo y las rutas hacia oriente, postulándose en una posición central del comercio medieval. Las ciudades actúan como centros de demanda de productos, únicamente satisfechos a partir de su conexión con los espacios rurales. El comercio, a pesar de lo que se pueda creer, no se interrumpió en época medieval y vivió su máxima intensificación durante el califato abasí. La organización que experimentó fue de un carácter muy moderno, creándose rutas seguras que permitiesen transitar a las caravanas sin ningún problema (creo las caravasares, fortificaciones donde podían parar a repostar en medios áridos, garantizando su seguridad a cambio de una fuente extra de ingresos). El comercio por vía marítima también jugó un papel importante en el desarrollo económico, estableciendo una importante red de puertos, innovaciones en arquitectura marítima y el desarrollo de inventos como el astrolabio. El comercio genera riqueza, y a su vez pobreza, a semejantes niveles que no corresponden con los ideales islámicos asentados en su desarrollo como sociedad igualitaria. El mundo islámico comienza a enfrentarse a una serie de problemas para los cuales no se había preparado, rompiendo con las nociones básicas del Islam.

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TEMA 7. EL CALIFATO DE BAGDAD Y EL ÉXITO DEL ISLAM. En definitiva, podemos entender que el comercio abasí es uno de los grandes rasgos que explican la fragmentación y disolución del mundo islámico. [¿Qué se compra y qué se vende? Comprender las rutas comerciales.] Cuando se establece la dinastía de los buyíes en el 946 ya se puede dar por concluido el periodo del Islam Clásico, en adelante se producirán toda una serie de rupturas que en líneas generales se pueden explicar como un fenómeno único, a lo largo de siglo X y primera mitad del XI se irán configurando toda una serie de nuevos estados. • • • • • •

En Túnez se funda el califato de los Fatimíes, chií. En el Golfo Pérsico se funda el estado de los Carmatas, evolución de Jariyíes hacia doctrinas ismaíies. En Siria los hardaníes crean un estado de corte chií. En el área oriental (Irán y Afganistán) aparecen los Safaríes formando una de las organizaciones estatales más tempranas. En la Transoxiana los Samaníes. Los núcleos que antes se postulaban como dependientes (tunulíes de Egipto o los idrisíes) adquirirán la independencia completa.

Si tuviéramos que hacer un balance de este proceso, veríamos que es con claroscuros. Atendiendo al arte y la cultura nos encontramos con un periodo excepcional y de gran desarrollo. Las cuestiones religiosas quedan asentadas, definiéndose los rasgos fundamentales del Islam y fijándose sus bases, pero también los problemas sobre el ejercicio de la autoridad (los doctores de la ley se convertirán en enormes grupos de poder, burocracia religiosa que llegará a tener incluso más autoridad que el califa). Para los chiíes se ha establecido una doctrina clara en la que cada vez tienen más peso las cuestiones esotéricas, creencias mesiánicas, el ocultismo, la doctrina del imanato. Los Jariyíes, de escasa difusión, asentarán sus doctrinas igualitarias actuando como un grupo muy minoritario. Pero en conjunto si analizamos los cambios que tienen lugar en este proceso, podemos hacer referencia a rasgos que definen particularismo: • • •

Toda una serie de progresos en filosofía y ciencia. Ampliación del espacio mercantil, con Bagdad como eje del comercio mundial. Secularización militarizada del poder (figura del visir, ejército menos tribal y más profesional, mayor control fiscal de la población).

En definitiva, a pesar del triunfo de la civilización cabe destacar el fracaso social que se desarrolla en ella, existiendo una serie de rasgos que alertan de una concentración en el sistema que dará lugar a problemas endémicos. Los Fatimíes, único gran imperio formado por los Chiíes, lo utilizamos como ejemplo paradigmático por sus particulares características y su gigantesco poder económico. Crean un estado en el actual Túnez (Qayrawan) que terminará desplazándose a Egipto, fundando la ciudad del Cairo, donde se establecerán como potencia mediterránea. Supone la primera ruptura religiosa del mundo islámico. El movimiento surge en torno a Ubayd Alah, de origen sirio y formado intelectualmente en los círculos Carmatas (golfo pérsico) dirigidos por Hamdah Qamat. Las fuentes lo magnifican y hablan de una hégira particular (tratan de establecer paralelismos con el profeta), marchándose a Ifriquilla tras ser perseguido por autoproclamarse como el Mahdi. Allí comenzará a difundir sus teorías siendo muy aceptado por los Cutama, tribu bereber, quienes lo apoyan como Mahdi en el germen del estado bereber de los fatimíes.

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TEMA 7. EL CALIFATO DE BAGDAD Y EL ÉXITO DEL ISLAM. Se instala en torno a la ciudad de Qayrawan (grandes ciudades de la conquista) y el estado de los fatimíes usurpa el poder, constituyéndose en el año el califato de los fatimíes. En torno a la ciudad se articula una ciudad capital. Desde allí veremos como el centro del estado se traslada hacia Egipto, una vez que controlan dos espacios centrales en el Mediterráneo (Cerdeña y Sicilia) comenzando una expansión por Libia hasta llegar a los territorios egipcios. Su poder se basa en una enorme armada mediterránea. Deciden instalarse en Al Cacira (El Cairo), fundada en el 969. En pocos años queda sometido el Alto Egipto. Llegarán a ejercer un enorme poder en torno a toda la costa mediterránea, desde Siria hasta el actual Marruecos. Con el paso del tiempo ese poder se fragmentará en dinastías dependientes del poder fatimí (Ziríes en Túnez). Irán perdiendo territorios hasta articularse en el Alto y Bajo Nilo de forma exclusiva, a mediados del siglo XI. Los Fatimíes suponen el primer gran estado chií, que refleja el triunfo de la periferia frente a la zona central (nueva realidad histórica del Islam). Las bases de su poder residen en el ejército, con un grueso compuesto por tropas bereberes, elementos turcos islamizados y la población negra del alto Nilo (ejército con elementos foráneos sumamente estructurado en grupos de hombres no demasiado numerosos y bien implantado territorialmente). Arrendamiento trienal de las tierras, una de las principales razones del fracaso. El comercio es fundamental para su desarrollo económico, aplicando su posición central en el Mediterráneo pero también un floreciente comercio con los nacientes centros comerciales italianos. El estado basará su poder en esa actividad, reactivando la ruta del mar rojo, controlando el comercio de oro subsahariano, esclavos africanos, etc. Las bases ideológicas son fundamentalmente chiíes, con doctrinas de corte ismaií, que generan una política de intransigencia religiosa. En definitiva, constituye un ejemplo del proceso de fragmentación bastante particular, por ser chií, por trasladar su capital y por llegar a desplegar un gigantesco estado de gran poder comercial. Las tensiones entre el ejército, sectores de la población y la cada vez más activa presión en las fronteras, sobre todo desde el occidente cristiano, llevarán a su desaparición.

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