TEMA 7 PROCESAMIENTO SEMÁNTICO PDF

Title TEMA 7 PROCESAMIENTO SEMÁNTICO
Course Psicología del Lenguaje
Institution UNED
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TEMA 5 ASIGNATURA PSICOLOGÍA DEL LENGUAJE...


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Reconocer una palabra no significa conocerla. A veces oímos o leemos palabras que nos suenan, que sabemos que son palabras reales, pero no recordamos su significado (palabras de baja frecuencia). Y otras veces pasa que queremos expresar un significado, pero no encontramos la palabra (fenómeno de “tenerlo en la punta de la lengua”. Estas disociaciones son muy frecuentes en afásicos. Esta disociación se explica porque reconocer una palabra y acceder a su significado, requiere dos procesos distintos y áreas cerebrales distintas. Reconocer una palabra supone acceder al léxico mental, y comprenderla o acceder a su significado supone un paso adicional y posterior al reconocimiento. Por eso podemos reconocer una palabra y no recordar su significado, pero no podemos comprenderla sin haberla reconocido. Nuestro objetivo es siempre acceder al significado. Hay significados que se presentan con varias palabras (sinonimia), como burro, asno y pollino, y hay palabras que representan por sí solas varios significados (homografía), como “banco”. Por otro lado, hay objetos o eventos que no tienen una palabra que los designen, como el montoncito de pasta de dientes que ponemos en el cepillo o un árbol muerto. Locke distingue entre: de la palabra: Se refiere a su significado y especifica las propiedades que un objeto debe reunir para ser incluido como miembro de una clase o concepto. de la palabra: Conjunto de objetos que tienen esas propiedades. La semántica también distingue entre: de un término: Su significado objetivo, lo que especifica un diccionario sobre él (definición de perro). : Conjunto de implicaciones emocionales y subjetivas que asociamos al término (en este caso a “perro”: bonito, noble, agresivo…). La gente comparte las denotaciones, pero las connotaciones son diferentes de una persona a otra. Hay que distinguir entre memoria “EPISÓDICA” (la que se refiere a un momento y lugar concretos) y memoria “SEMÁNTICA” (más abstracta, no tiene nada que ver con el momento o el lugar, sino con el significado de las cosas. No se recuerda ni el momento ni el lugar donde se aprende las palabras). Si digo “esta mañana se me ha roto el jarrón que me regalaron”, estoy activando dos tipos de info. Por un lado, activo la info asociada a un evento y situación específica (memoria episódica): mi jarrón particular y la situación concreta de caerse al suelo y romperse al cambiarlo de sitio. Y por otro, activo la info almacenada sobre el concepto de jarrón: qué es, para qué sirve, sus propiedades… (info semántica).

METODOLOGÍAS DE INVESTIGACIÓN Igual que para estudiar el reconocimiento de las palabras, la tarea más utilizada es la “Decisión Léxica” (decidir si la palabra es real o inventada), para estudiar el sistema semántico, la tarea más utilizada es la: (decidir si el concepto expresado por una palabra pertenece o no a una determinada categoría semántica. P.ej., se presenta la categoría “peces” y entre los ejemplares concretos “tiburón”, “sardina” o “serpiente” hay que indicar si pertenece o no a esa categoría). Las latencias en este tipo de tareas son más largas que en la decisión léxica, porque exige la realización de esa operación adicional de acceso al significado (reconocimiento + significado). , segunda metodología también muy utilizada. Se dice una palabra y hay que responder inmediatamente con la primera palabra que se le ocurra. Proporciona info valiosa sobre la relación entre conceptos ya que tendemos a responder siempre con la palabra más relacionada semánticamente (recuadro 7-1 pág. 180). , consiste en presentar oraciones en las que se dice que el sujeto de la oración es miembro de la categoría expresada por el predicado (p.ej., “el perro es un mamífero”, “la sardina es un reptil”), para que los participantes respondan rápidamente si son verdaderas o falsas.

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(categorial), consiste en nombrar durante un minuto ejemplares de una determinada categoría semántica (animales, frutas, herramientas…). , consiste en señalar cuál de dos EE (dibujos o palabras) está relacionado con un tercero (cuál de los estímulos “escopeta” y “raqueta”, están relacionados con el estímulo “pelota”).

VARIABLES DETERMINANTES DEL PROCESAMIENTO SEMÁNTICO Las VV que determinan el procesamiento semántico, son diferentes de las que influyen en el reconocimiento de palabras. : Es la variable semántica más importante, es lo típico o representativo que es un ejemplar de su categoría. La manzana es un ejemplar típico de las frutas, el gorrión de las aves o el martillo de las herramientas (murciélago sería un representante atípico de los mamíferos, o el pingüino de las aves). En las tareas semánticas, cuanto más típicos son los ejemplares, menores son los TR. El grado de tipicidad se suele medir con escalas de 1 (muy atípico) a 7 (muy típico). : La vimos en el tema 6. Influye en el procesamiento semántico, ya que las primeras palabras que se aprenden tienen un papel central en la formación de categorías (recuadro 7-2 pág. 182). Esta parece ser una variable con diferentes puntos de actuación, ya que influye en el reconocimiento de las palabras, en el procesamiento semántico e incluso en la producción oral. : Nos referimos a la facilidad con que podemos imaginar el significado de una palabra. Hay palabras fáciles de imaginar, como “cuchillo”, “gato” o “libro” y otras difíciles como “ética” o “maldad”. Las palabras concretas y muy imaginables se recuerdan mejor que las abstractas y difícilmente imaginables. Las palabras altamente imaginables se procesan más rápido que las de baja imaginabilidad y al igual que la tipicidad, se miden con cuestionarios subjetivos para puntuar en una escala de 1 (muy difíciles de imaginar) a 7 (muy fáciles de imaginar). Esta variable está muy relacionada con la variable concreción/abstracción (aunque sean conceptos diferentes), ya que los objetos concretos son fáciles de imaginar y los abstractos difíciles (de todas formas hay conceptos abstractos que se han asociado con una imagen, como el concepto “justicia”). El problema de estas VV, es que al medirse con escalas subjetivas, pueden estar afectadas por otras VV relacionadas y que los sujetos no pueden separar como la familiaridad o la frecuencia.

¿Cómo están organizados los conceptos en nuestro sistema semántico y cómo accedemos a ellos cuando comprendemos o producimos las palabras? Debido a la gran rapidez y facilidad con la que recuperamos significados, se sugiere que el sistema conceptual tiene que estar muy bien organizado, con los conceptos muy accesibles y parece ser que la forma en que se organiza es por agrupación en categorías semánticas según las características comunes. Cada concepto es una abstracción de muchos estímulos concretos. El concepto “silla”, se refiere a todos los tipo de sillas que hay. Este agrupamiento supone un ahorro enorme en términos cognitivos ya que no tenemos que formar una representación para cada ejemplar concreto de la categoría. Estas categorías formadas por abstracción de muchos ejemplares diferentes, pertenecen al NIVEL BÁSICO, porque es el nivel en el que generalmente pensamos y al que nos referimos constantemente. Excepto que se quiera expresar algo más específico, solemos hablar de perro, gato, mesa… Este nivel es muy importante para la organización de los conceptos en nuestra memoria, pues agrupa conceptos específicos con características comunes (todos los perros, independientemente de la raza, son similares) y se diferencian claramente de los otros conceptos básicos (los perros se diferencian de los gatos). Es el tipo de categoría más utilizado en nuestras conversaciones y el primero que adquieren los niños. El NIVEL SUBORDINADO (inferior al básico), permite especificar los ejemplares concretos de la categoría (dentro de la categoría “perro”, distinguimos muchos tipos de perros: caniche, pastor alemán, Beagle…). El NIVEL SUPRAODENADO (superior al básico) exige mayor abstracción y a él pertenecen las categorías más generales y abstractas (animales, muebles, herramientas). Estas categorías están formadas por ejemplares muy diversos que muchas veces tienen muy poco en común, por lo que exige un gran ejercicio de abstracción (¿qué tienen en común la mesa, la cama, el armario… para formar la categoría mueble?), pero también supone un gran ahorro cognitivo. Por otro lado, tenemos CATEGORÍAS CERRADAS (días de la semana o los meses), pero la mayoría son CATEGORÍAS relativamente ABIERTAS y están formadas por muchos miembros, sobre todo las categorías naturales (animales, flores…) y muchas artificiales (muebles, herramientas…).

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Nuestros conocimientos conceptuales son bastante similares a los de las personas de nuestro entorno (no como los conocimientos espisódicos que cada uno tiene el suyo). El conocimiento semántico es compartido por la mayoría de los que formamos la misma sociedad. Cuando aprendemos un concepto, aparte de sus características esenciales, también aprendemos la categoría a la que pertenece, que es lo más importante, y así colocamos ese concepto en el sitio adecuado de nuestro sistema conceptual, que facilita su búsqueda. Aparte, en el momento en que lo clasificamos en una categoría, le asignamos todas las características de esa categoría (si no cumpliese alguno de los rasgos de la categoría, p.ej., no volar en el caso de las aves, lo incluiríamos como rasgo característico). Aunque cada categoría está formada por un nº determinado de ejemplares, no todos son igual de típicos, por lo que los elementos de una categoría se diferencian en el nivel de tipicidad de esa categoría. Como la tipicidad/disponibilidad tiene un papel tan importante en el procesamiento semántico, hay que tener estudios normativos sobre lo que las personas de un ámbito lingüístico y cultural, consideran como miembros de una categoría semántica y cuáles son más representativos de ésta.

Desde la Psi. Cognitiva se proponen varias explicaciones sobre cómo manejamos y representamos los significados en nuestra mente. Hay tres enfoques principales: de redes, de rasgos y de prototipos.

TEORÍAS DE REDES Una de las ideas más influyentes sobre la organización de los conceptos, es que el significado de una palabra forma parte de una especie de RED de significados interconectados. Desde la Psi. Cognitiva y el paradigma del PI, las primeras formulaciones sobre el significado, se basaron en la metáfora del ordenador. El “Modelo Jerárquico” (Collins y Quillian) planteaba una representación del conocimiento, análoga a la de un ordenador, respondiendo al principio de “economía cognitiva”. Los conceptos serían “nodos” de la red, conectados entre sí en distintos niveles jerárquicos. En los niveles más bajos están los conceptos más específicos (subordinados) y según se sube, los conceptos son cada vez más abstractos (supraordenados). Ver figura 7-1:

Cada nodo tiene asociadas las propiedades correspondientes a su nivel dentro de la jerarquía. Partiendo de la idea de que tanto el ordenador como la mente tienen una capacidad limitada para almacenar info, con este modelo se evitaba la redundancia (empleo de palabras innecesarias para expresar una idea que ya está expresado con otras palabras o que se sobreentiende sin ellas: “Subir arriba” por ejemplo) de info semántica (la propiedad “tener alas” está vinculada sólo al nodo más alto, el “ave”, ya que todos los ejemplares de esa categoría tienen esa propiedad, ahorrando su duplicación en nodos inferiores). En experimentos de verificación de oraciones, cuanto más tengamos que subir en la red de nodos, más tiempo tardaremos en responder ya que tenemos que hacer más recorrido (p.ej., verificar si un canario es un canario, un ave, un animal o un pez), es decir, a mayor distancia semántica entre el concepto y la categoría, mayor tiempo se tarda en verificar la info (cuando la frase es falsa, se recorre toda la red y al no encontrar el concepto, se decide que es falsa). Estos estudios también se han hecho con las propiedades de los conceptos, y la mecánica es la misma (un canario canta, tiene plumas, tiene piel, tiene escamas). De todas formas, las frases referidas a las propiedades de los conceptos consumen más tiempo que las que tratan sobre la pertenencia a las categorías.

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Limitaciones del modelo Aunque este modelo explicaba perfectamente estos primeros resultados, pero no tardaron en aparecer problemas para los que el modelo no tenía respuesta: -

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Los conceptos abstractos (dogma, verdad…) no se podían organizar en un esquema jerárquico. Datos experimentales posteriores no encajaban en las predicciones del modelo, según el cual se tardaría más en verificar la frase “una vaca es un animal” que “una vaca es un mamífero” (por estar más lejos animal que mamífero), pero ocurre lo contrario (animal se verifica antes que mamífero) e indica que la memoria no tiene por qué reflejar la estructura lógica de las categorías naturales. No encajan las RR de pertenencia de los ejemplares de una misma categoría. Como asume que los nodos de un mismo nivel jerárquico son +/- equivalentes, los nodos “gorrión” y “pingüino” (por debajo del nodo “ave”) deberían necesitar tiempos parecidos para verificar las frases: “Un gorrión es un ave” y “un pingüino es un ave”, y tampoco es así.

Como el gorrión es más típico de la categoría “ave” que pingüino, sus tiempos son más cortos. - Tampoco encajan los resultados de las oraciones falsas. Según el modelo, las RR negativas ante las frases falsas deberían mostrar tiempo parecidos para un mismo concepto: en todos los casos, el participante ascendería a los nodos superiores y al no encontrar coincidencia, daría la respuesta negativa, pero tampoco ocurre así, ya que la misma palabra o concepto da lugar a latencias distintas: “un pino es una iglesia” o “un pino es una flor”; ambas son falsas pero la primera se rechaza más rápido que la segunda ya que cuanto más relacionados estén dos conceptos, más se tardará en decidir.

Red de propagación de activación Debido a estas limitaciones, se introdujeron modificaciones planteando el nuevo modelo basado en la “propagación de la activación” (Fig. 7-3 pág. 187), que asume que la info semántica también está organizada en nodos interconectados, pero jerárquicamente, sería un esquema más flexible. Los conceptos que están asociados entre sí (fuego y rojo) están más cerca dentro de la red y unidos por un vínculo. Cuanto más fuerte es la asociación, más cercanos están y más corto el enlace que los une. Cuando se activa un concepto, esa activación se propaga por los otros nodos y cuanto más alejados estén dos conceptos, más débil será la activación. Los nodos con una relación fuerte forman “cluters” (conglomerados) que representarían campos semánticos (flores, colores…) u otras informaciones relacionadas estrechamente (cunabebé…). Este mecanismo de propagación de la activación explicaría los resultados en los experimentos de verificación. El mismo mecanismo explicaría el “efecto de tipicidad”: el nodo “gorrión” está más cerca del nodo “ave” que “pingüino”; y también explicaría porque las RR falsas pueden tener latencias diferentes (“flor” estaría más cerca de “pino” que “iglesia”). Este modelo se parece al del logogén de Morton, pero en este caso se trata solo de significados o conceptos y tiene una gran capacidad explicativa, pero es tan general que es difícil de poner a prueba, lo que supone una gran limitación (cuesta imaginar experimentos que puedan falsearlo, marcando así sus límites que es como se avanza en la ciencia).

TEORÍAS DE RASGOS El concepto “cana” se puede descomponer en los conceptos “pelo” + “blanco”. Las teorías composicionales consideran que todos los conceptos están compuestos por un conjunto de “primitivos semánticos” o “rasgos simples” que ya no se pueden dividir. Estos modelos defienden que los conceptos están representados en nuestra memoria como listas o agregados de rasgos semánticos. El “Modelo de rasgos probabilísticos” (Smith y Medin) es más reciente. 4

Al principio la Tª de rasgos estaba muy relacionada con la I.A. por conseguir sistemas artificiales que “comprendieran” el lenguaje. Pero el modelo de rasgos más conocido es el de Rips, Shoben y Smith en el cual, los conceptos se representan en la memoria por conjuntos de rasgos semánticos. Así, el concepto “canario” estaría representado por los rasgos: tener plumas, poner huevos, volar, color amarillo…, el concepto “ave” por: tener plumas, poner huevos… Y los resultados en las tareas de verificación se explicarían porque se produce una comparación entre el ejemplar y su categoría, por lo que cuantos más rasgos coincidan, más rápida es la respuesta (canario comparte más rasgos con ave, que pato). En esta teoría tenemos dos tipos de rasgos: a) RASGOS DEFINITORIOS: Son claves para formar parte de una categoría semántica b) RASGOS CARACTERÍSTICOS: Añaden propiedades a los conceptos representados Los ejemplares jilguero, gorrión, pollo y avestruz pertenecen a la categoría “aves”, pero los dos primeros están más relacionados ya que comparten rasgos definitorios (tener plumas, poner huevos) y característicos (volar, anidar…), mientras que los dos últimos solo comparten los definitorios (tener plumas y poner huevos). Hay otros ejemplares que comparten rasgos característicos (murciélago, mariposa…), pero como no comparten los definitorios, no son de la misma categoría. Según este modelo, que haya dos tipos de rasgos implica que la verificación de frases se hace en dos estadios: 1. En el primer estadio se recuperan los rasgos definitorios y característicos del ejemplar y de la categoría para compararlos. Si hay muchos rasgos en común, se responde rápidamente que el ejemplar pertenece a esa categoría. Y en las frases falsas pasa igual, al no haber rasgos en común, se contesta rápido. No hace falta pasar por el segundo estadio (Fig. 7-4). Pero cuando comparten un nº intermedio de rasgos (p.ej., “un pingüino es un ave” o “un murciélago es un ave”), hay que pasar al segundo estadio. 2. En el segundo estadio se comparan solo los rasgos DEFINITORIOS de ambos conceptos (pingüino y murciélago con ave) y cuando todos coinciden, se responderá verdadero y al revés.

Limitaciones del modelo Tienen varios orígenes: -

Primero, no está claro que todos los conceptos se puedan descomponer en un listado de rasgos simples. Muchas categorías no reúnen un conjunto de rasgos que los posean todos los miembros de esa categoría (¿qué tienen todos

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los juegos en común? No hay una lista de rasgos que definan el concepto de juego, algunos comparten rasgos comunes, pero ninguno los tiene todos). -

Segundo, esta teoría supone que existen límites claros entre las categorías semánticas, pero en la práctica las personas funcionamos con límites difusos. Para muchos no está claro si un tomate es una fruta o una hortaliza, no hay límite claro entre “taza” y “bol”…

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Como la teoría trabaja con listas de rasgos independientes, no capta nuestro conocimiento sobre cómo se relacionan entre sí las propiedades de los objetos. Dentro de la categoría “ave”, los rasgos “pequeño” y “canta” se correlacionan mucho entre sí y las personas conocemos esta correlación, pero no está reflejado en el modelo.

TEORÍA DE PROTOTIPOS Esta teoría de Eleanor Rosch, es una alternativa a la anterior. Una de las dificultades de las teorías composicionales es que es muy difícil hacer listas de rasgos o propiedades que estén presentes en todos los miembros de una categoría semántica. La Tª de los prototipos se basa en que los objetos se agrupan por su semejanza familiar, las categorías estarían definidas por el parecido entre sus miembros y no por una definición lógica y objetiva que incluye o excluye los miembros de forma discreta (uno está claramente dentro y otro está claramente fuera). En vez de considerar rasgos definitorios que deben cumplir todos los miembros, Rosch habla de “rasgos característicos” de la categoría (atributos típicos y comunes a muchos miembros de esa categoría, pero no necesariamente a todos). Un prototipo sería una representación abstracta o el miembro “ideal” de esa categoría (una media entre todos los miembros), sería como el “mejor ejemplo” de la categoría. Hay dos propiedades fundamentales: : No t...


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