Trabajo diseño industrial PDF

Title Trabajo diseño industrial
Author Anonymous User
Course Seguridad Industrial
Institution Instituto Universitario Politécnico Santiago Mariño
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Trabajo sobre distintos aspectos del Diseño industrial(incluye citas)...


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República Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior Instituto Universitario Politécnico Santiago Mariño San Cristóbal – Edo. Táchira

HISTORIA DEL DISEÑO INDUSTRIAL

María Gabriela Duque Ladino C.I. 30.227.835

Introducción Desde hace algunos años se encuentra de actualidad el hablar sobre el concepto de diseño industrial, y aquellos que estamos involucrados de una u otra manera en ello, no estamos exentos de inmiscuirnos en asuntos tales como: el concepto de diseño industrial y diferentes aspectos sobre el mismo, como su remoto origen de tan interesante historia, el consumo del diseño como principio y diversos puntos a tomar en cuenta por un diseñador industrial al momento de la elaboración de un producto.

En consecuencia, en el presente trabajo se

hablaran, mayormente a profundidad sobre los temas anteriormente mencionados con la finalidad de presentar una alternativa de conceptualización del diseño industrial, con el fin de visualizar esta especialización de la mejor y más completa manera. “Ser consciente del significado de los objetos, de su significado, de sus relaciones semánticas, y además expresarlo en forma de un producto, hacerlo inteligible simbólicamente a los otros, y con ello, llevar a la realidad de uso diario estas relaciones sublimadas que prestarán un servicio a una sociedad intelectual y ecológica […].” (Klaus Krippendorff, 1989).

Desarrollo

Concepto de diseño industrial Tradicionalmente, se ha considerado, en los medios académicos, que el diseño industrial era una actividad ligada fundamentalmente a la estética y claramente unida al concepto de moda. Aunque es cierto que en muchas ocasiones la estética es un elemento fundamental en la concepción del nuevo producto, sobre todo de consumo, el término de Diseño Industrial tiene unas connotaciones en la gestión empresarial que superan las meras consideraciones formales. «El pasado no es una cosa abstracta, inerte; es una fuerza viva que sostiene nuestro presente.»3 Sin olvidar que: «Tanto mejor conoce el hombre su pasado, menos es su esclavo. Allí reside la verdadera grandeza de la historia.» (STERN, A. La filosofía de la historia y el problema de los valores. Buenos Aires, EUDEBA, 1963).

El diseño industrial es, básicamente, la “operación de concebir, idear y proyectar un objeto independientemente de los medios en que se plasma el proyecto y antes de iniciar su producción”. En este sentido, el término industrial unido al concepto de diseño limita su campo de aplicación a la concepción de objetos para su producción industrial en serie. Por ello, el concepto de diseño industrial está íntimamente unido al de Revolución Industrial y, sobre todo, al concepto de producción en serie y consumo de masas. El diseño industrial consiste en coordinar, integrar y articular todos los factores que, de una u otra manera, participan e un proceso constitutivo de la forma de un producto de la industria, dentro de las condiciones que determinan las condiciones de producción de una sociedad dada. (Tomás Maldonado - 1963 - Adoptada por el ICSID - Consejo Internacional de Sociedades de Diseño Industrial)

En la producción artesanal no se plantea un trabajo de preconcepción sistematizada, mientras que en la producción industrial sí, pues es imposible fabricar industrialmente un objeto sin antes haber definido con precisión sus

características, pues es casi impensable introducir modificaciones durante el proceso de producción. Por lo tanto, antes de comenzar la fabricación se deben definir todos los detalles a fin de descartar posibilidades de cambios que puedan complicar el desarrollo del proceso con el correspondiente aumento de costos. Además, hay que tener en cuenta que en la concepción de objetos no es suficiente resolver problemas funcionales (la función que cumple) y de funcionamiento (cómo funciona), sino que también hay que armonizar los aspectos funcionales y de funcionamiento con los formales (de la forma), los tecnológicos, los estéticos, los psicológicos, los anatómicos, los fisiológicos, los ergonómicos, etc., de manera tal que el objeto se adapte lo mejor posible a las exigencias de quienes van a usarlo. La preconcepción, etapa previa a la concreción de un producto, es lo que se llama Diseño, actividad en la que se tienen en cuenta todos los aspectos mencionados. Cabe recordar que la palabra diseño abarca no sólo la concepción de objetos, sino en general la de bienes, procesos y servicios. En nuestro caso particular nos referimos a la concepción de objetos producidos industrialmente, y hablamos de Diseño Industrial, una actividad que se ocupa del diseño dentro de un marco estético, pero siempre teniendo en cuenta al hombre como usuario. La expresión Diseño Industrial está vinculada a la concepción de objetos para ser producidos por medios industriales y mecánicos (con participación predominante de la máquina y mínima intervención del hombre), lo que permite la respetabilidad del producto, la seriabilidad del mismo. Existen tres conceptos que evidencia su importancia: 

Su carácter totalizador, todas las propiedades del producto relacionadas con la forma son consideradas como integrantes del concepto de diseño industrial, tanto las funcionales como las estéticas o las simbólicas.



Su carácter industrial, que nos permite decir que el diseño industrial empieza allí donde se reinicia la industria y la producción industrializada. De hecho, históricamente, el concepto de diseño industrial nace en Inglaterra al comienzo de la Revolución Industrial y la producción en serie.



Y, finalmente, su carácter técnico-productivo, el producto se concibe por el diseño industrial para ser fabricado con unos medios de producción determinados y en las condiciones que permitan obtener la máxima eficiencia. Por tanto, el diseño de un nuevo producto viene determinado por el equipamiento productivo y por el nivel tecnológico de la empresa y de la sociedad concreta que lo va a desarrollar y producir.

La finalidad del diseño industrial es la producción de objetos que respondan a demandas (necesidades, deseos o aspiraciones) de la sociedad, atendiendo los aspectos formales, funcionales, estéticos, tecnológicos, económicos, ergonómicos, simbólicos y legales. Resulta interesante señalar que el término "Diseño Industrial" recién comenzó a utilizarse en los años 30, y se generalizó después de la Segunda Guerra Mundial. El campo del diseño industrial abarca la concepción de objetos producidos industrialmente y que concilien la función utilitaria con un componente estético, teniendo en cuenta la integración coherente de los diversos factores intervinientes (forma, función, materiales, técnicas constructivas). El Diseño Industrial sintetiza conocimientos, métodos, técnicas, creatividad, y tiene como meta la concepción de objetos de producción industrial, atendiendo sus funciones, sus cualidades estructurales y formales (estético-simbólicas), así como todos los valores y aspectos que hacen a su producción, comercialización y utilización, teniendo en cuenta al ser humano como usuario.

Luego de tener en cuenta todo lo anterior, se podría decir de manera resumida, que el diseño industrial es una disciplina del diseño que se encarga de la concepción, creación y desarrollo de nuevos objetos y productos para ser fabricados en serie con el objetivo de cubrir una necesidad de las empresas o las personas.

Origen del diseño industrial La actividad de concepción de la forma de los objetos y la determinación de sus atributos se remonta a los orígenes mismos del ser humano, quien a lo largo de su existencia fue configurando (en el sentido de diseñar) y construyendo los objetos que necesitaba. Estas dos operaciones, la concepción y la construcción, estuvieron, como planteo general, a cargo de la misma persona que simultáneamente configuraba y construía el producto. Hasta comienzos del siglo XIX, en general, ideación y realización marcharon juntas, el hacedor de objetos (el llamado artesano) concebía un objeto y él mismo lo construía, es decir que era el responsable de todo el proceso productivo. El comienzo del Diseño Industrial está en la revolución industrial, aunque si lo pensamos bien, el hombre siempre ha estado realizando esta labor, ya que en la prehistoria, el hecho del diseño de útiles para caza, ropajes, o cualquier otro objeto de su necesidad, se podría considerar dentro de esta actividad aunque lógicamente fuera de lo que se conoce como industria. Previa a esta revolución, diseño y producción estaban centrados en la misma persona, ya que el “artesano” era quien creaba desde el principio hasta el fin el producto. Es con la introducción de la máquina, y por tanto la mecanización del trabajo cuando todo esto cambia, y empiezan a separase las tareas de producción y diseño. Esto implica que antes de cualquier producción, han de definirse totalmente todos los detalles de un producto y de su fabricación. La etapa previa a esta

definición del producto (bienes y servicios), es lo que consideramos Diseño, y si estos objetos son producidos de forma industrial, tenemos el Diseño Industrial. Hay que dejar claro que el Diseño Industrial no está centrado únicamente en el aspecto estético, sino también en su funcionalidad y en su fabricación. Con la revolución industrial (1760-1830), que nace en Inglaterra al introducir sistemáticamente la máquina en el proceso de producción, comienza la mecanización del trabajo, es decir el reemplazo del trabajo manual por el trabajo de la máquina, y se instaura un nuevo sistema de producción (la producción industrial) que rompe el esquema vigente. La característica más importante de ese nuevo esquema de producción es la separación de las tareas de concepción, de las de construcción (fabricación).

El punto de inflexión del Diseño Industrial estuvo en la Gran Exposición Internacional de Londres de 1851, en la cual se presentaron una variedad de productos industriales, los cuales presentaban una muy baja calidad estética, lo cual implicaba la necesidad de una fase previa que se encargase de esto, el Diseño. Por tanto, provocó la unión de la Estética con la Tecnología en el Diseño Industrial, aunque de esto no se tomó conciencia hasta el siglo XIX donde los diseñadores se dieron cuenta de que la producción industrial y la estética debían estar unidas. No obstante, hasta llegar a este punto, se intentó desde varios frentes volver a la artesanía pura para solventar estos problemas estéticos. La última mitad del siglo XIX presenció un número impresionante de exposiciones internacionales que reflejan el entusiasmo y el optimismo con los que el mundo occidental perseguía las innovaciones técnicas. Además al reunir los productos y los pobladores de muy diversas naciones, estas grandes ferias mundiales, que comenzaron con la Exposición de 1851 en el Crystal Palace de Londres, aceleraron el desarrollo de la tecnología a través del intercambio de ideas e informaciones.( EUGENE S. FERGUSON. Historia de la tecnología. Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 1981)

Si hablamos de la evolución del Diseño Industrial, hemos de mencionar a Michael Thonet (1796-1871), quien en los años 40 del siglo XIX instala una fábrica de muebles en Viena, la cual fabrica muebles de madera curvada en serie, pensando en mejorar las funciones de estos muebles y los cuales presentó en la Gran Exposición Internacional de Londres. Esto se produce en plena Revolución Industrial y produce la transformación del concepto de mobiliario. Uno de los primeros Diseñadores Industriales propiamente dichos fue Peter Behrens, miembro de la Asociación Alemana de Artesanos, fundada en 1907, el cual colaboró con la empresa Alemana AEG. Como muestra de la importancia que ha tenido en diseño industrial en la evolución de ciertos países, Italia, confió su recuperación precisamente en esta disciplina, ya que empresas como Fiat, Olivetti o Pirelli, contaron con las investigaciones revolucionarias en el sector industrial de figuras como Gio Ponti, Ettore Sottsass, Biambattista Pininfarina o Achille Castiglioni, hasta el punto de colocarla entre los países más destacados. Gert Selle, en su libro Ideología y utopía del diseño: Contribución a la teoría del diseño industrial, escribe: «Hoy día no sólo vivimos en un ambiente de cuño técnico funcional, sino, a su vez, en un universo de formas técnicas conscientemente diseñadas como tales. El diseño se ha convertido en un lenguaje cotidiano.»

El consumo del diseño El diseño industria, como disciplina independiente, tiene una vida corta. Nace en los años veinte con la aparición del consumo de masas, desarrollándose hasta los años sesenta y alcanzando un nuevo impulso y una popularización en el mundo empresarial de los años setenta. La crisis de la energía supuso la ruptura del modelo básico de desarrollo de la economía de los países occidentales. Hasta

ese momento, la oferta iba casi siempre por detrás de la demanda, basando la empresa su estrategia competitiva en mantener una calidad del producto lo más compatible posible con un precio competitivo. A partir de los años setenta, la revolución de los transportes y de las comunicaciones, junto con una liberación de los intercambios, globaliza la economía poniendo a competir, en una oferta global cada vez más amplia, a empresas de todo el mundo con modelos competitivos diferentes, obligando a las empresas de los países desarrollados a combatir el dumping social de los países en vías de desarrollo con la identificación y diferenciación del producto. Por otra parte, unas capas de la población mundial cada vez más amplias, con una capacidad de renta excedentaria, se convierten al igual que las empresas en consumidores globales de productos, contraponiendo a una oferta global una demanda cada vez más global y en la que la diferencia entre los mercados es cada vez menos significativa. La oferta formada cada vez por mas empresas que multiplican sus inversiones en diseño como instrumento estratégico para aumentar o mantener su competitividad, y los consumidores cada vez más exigentes y selectivos buscando productos diferenciados, configuran un mercado progresivamente más amplio, y en el que el valor añadido aportado por el diseño es un argumento de venta esencial. El consumidor entra en una relación dialéctica con el producto, se ve impelido al consumo por el diseño incorporado al producto, y fuerza a la empresa a incorporarlo al demandar productos diferenciados e identificados. En la relación hombre/objeto se cumple siempre la satisfacción de una necesidad del consumidor. La necesidad se satisface mediante el objeto y depende de parámetros vitales, emocionales, históricos, etc..., y, por tanto, está siempre en continua evolución. Los mismos objetos con formas diferentes satisfacen necesidades diferentes. La satisfacción de esas necesidades en evolución es la esencia de la incorporación del diseño a la empresa.

Todo objeto, desde el punto de vista del consumidor, cumple tres tipos de funciones diferenciadas: 

Funciones prácticas. Los objetos se adquieren para algo. En todo objeto hay una motivación utilitaria en su consumo que se satisface mediante sus características funcionales.



Funciones estéticas. Los objetos o productos deben percibirse como atractivos al consumidor.



Funciones simbólicas. El consumo está socialmente segmentado. El consumo de un objeto determina simbólicamente es status del consumidos, sus aspiraciones y su poder económico.

Aspectos básicos de los productos En el Diseño Industrial se plantea la necesidad de conciliar los aspectos técnicos y los estéticos. Los factores estéticos están vinculados con la forma, el color, el tratamiento de las superficies, etc., es decir con todo lo que pone en relación el objeto con los diversos sentidos del hombre, la vista, el tacto, etc. Por otra parte, en todo objeto, equipamiento, máquina, vehículo, etc. hay que tener en cuenta también su robustez, simplicidad de uso, economía, y además la sensación que produce (gusta, o no gusta); no basta que el objeto cumpla su función de uso, que sea robusto, simple y económico, sino también que su forma resulte agradable, muchas veces novedosa y en general funcional con relación a las características utilitarias del producto para lograr que el objeto sea placentero. Esta nueva actividad profesional el Diseño Industrial, si bien está enmarcada por la estética, no pertenece al campo del arte, sino de la tecnología, su actividad no consiste (como sucedía antes) en embellecer los productos agregándoles ornamentos que nada tienen que ver con su funcionalidad, sino más bien en lograr una unidad entre tecnología y estética en la misma etapa de concepción del producto, para lograr que el objeto, además de ser funcional, sea agradable a la vista.

“«El diseño es la concepción, proyección y producción de imágenes y objetos en función de las demandas físicas y psíquicas de la sociedad y de la industria» [Sic: Rey García, 1988]. Este concepto de lo que hoy entendemos por diseño en sus modalidades de diseño industrial y de producto, diseño gráfico, diseño ambiental o de interiores, y diseño de indumentaria o moda, nos rodea; [..]” (Navarro Saldaña, 2001)

El Diseño Industrial busca que el diseño de objetos sea un acto creativo que, concilie la función utilitaria con un componente estético, y además abarque todos los factores en juego: formales, funcionales, estéticos, tecnológicos, constructivos, económicos, ergonómicos, simbólicos y legales. El Diseñador Industrial, al realizar el diseño, parte del análisis: • De los requerimientos y las exigencias sociales y económicas; • De la función y de lo que debe expresar la forma del producto; • Del hombre como usuario; • De los materiales más idóneos; • De las técnicas constructivas más razonables; etc. Refiriéndonos al universo de los objetos de diseño industrial, podemos decir que comprende aquellos que responden a las siguientes características: • Son respuestas a necesidades, deseos o demandas de la sociedad, es decir tienen una finalidad determinada. • Son el resultado de un trabajo de preconcepción. • Son materiales, o están pensados como objetos materiales. • Están pensados para la producción industrial. El diseño es la aplicación del intento, lo contrario del evento fortuito, y un antídoto para el accidente. (Robert L. Peters. S. F.)

Como se ha mencionado anteriormente, la actividad de diseño industrial tiene la responsabilidad de configurar los productos en torno a una serie de aspectos, de los que no puede prescindir ningún producto eficiente. Los mismos son:  Función.

La función que realiza el producto es su razón de ser,

sintetiza su utilidad básica. En muchas ocasiones esta utilidad recae o descansa en las prestaciones de tipo técnico: calor, potencia, velocidad… En estos casos, la actividad de diseño industrial, no incide de manera determinante en la función del producto, porque la solución a estas cualidades recae en el ámbito de la ingeniería. Por el contrario, en otras ocasiones, es el diseño industrial el único responsable de la funcionalidad global del producto, de su verdadera utilidad. Tanto en una como en otra situación, el diseño industrial debe conseguir que la funcionalidad sea más eficaz y con mayor valor. En ocasiones en el diseño de los productos, los valores estéticos alcanzan tal significación, que sobrepasan de lejos a la importancia de una función de tipo secundario, que simplemente enriquece, aunque sea mucho, la utilidad general del producto. En estos casos la estética llega a eclipsar el modo en que se resuelve la función principal del producto, pudiendo esos valores poner en riesgo la propia utilidad básica. Por ende, se puede decir, que el Diseño Industrial no tiene por misión convertir la imagen y la estética del producto en su función principal. «El Diseño Industrial es una actividad proyectual que consiste en determinar las propiedades formales de los objetos producidos industrialmente. Por propiedades formales no hay que entender tan sólo las características exteriores...


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