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Title Vazquez
Course Interacción Social y Dinámica de Grupos
Institution Universidad de Palermo
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Clase sobre Vázquez – 19-06-08 (Margarita Roberttazi) Vázquez intenta rescatar aquellos autores que desde lejos habían tomado una mirada distinta sobre la memoria. Conceptualiza a la memoria como algo social y colectivo. Tener en cuenta: - cuál es la idea hegemónica sobre memoria (es algo individual) - autores que dieron otra postura: Bartlettt – Halbwachs (este puede ser el más rescatado porque es el que más avanzó en esto, en la relación entre grupos y memoria, que es una relación indisoluble. Son cuestiones relevantes socialmente). - la memoria se crea colectivamente (postura de Vázquez). Este autor dice que hasta el más íntimo recuerdo, al estar constituido por el lenguaje, no es del orden de lo individual. Es un artículo que sigue la línea de Gergen (que habla del construccionismo social). Son psicólogos sociales de la Universidad de Barcelona, de la línea de Ibáñez. Se Según Gergen en Malfé: llaman a sí mismos CRÍTICOS (del paradigma crítico con raíces en el marxismo). - La psicología es Tiene que ver con poder entender cuál es el modo en que el poder atraviesa todas “historia las relaciones especialmente en las prácticas de construcción de conocimiento. contemporánea” Éste es un grupo bastante radicalizado en el sentido de pensar que no hay Otras posturas: posibilidad de pensar una psicología que no sea discursiva. - La psicología es “pura Tal vez están en una postura que es demasiado relativista; y nosotros, en nuestro retórica” país, tenemos cosas que exceden el relativismo (por ejemplo hambre, represión, etc.). Hay posturas más razonables como la del filósofo mendocino Dussel: habiendo víctimas no existen otras posturas. Para Vázquez hay memoria porque hay cosas para recordar. La memoria reconstruye, y es colectiva. Se reconstruye desde el presente y lo que se recuerda es del tipo argumentativo, sostiene cierta versión de la realidad. Estos investigadores están muy atravesados por lo político. Les interesa qué versiones sostienen y cuáles están para subvertir el orden de las cosas. Psicología del comportamiento colectivo - Félix Vázquez Sixto Estamos acostumbrados a considerar la memoria como una función psicológica o mental y, por consiguiente, genuinamente individual. Se defiende considerarla como una acción social. Se acentúa la relevancia de los contextos de relación en la creación, mantenimiento y transformaciones de la memoria social. La noción más frecuente es la que la define como la capacidad de almacenar y recuperar información. De ahí surgen mínimo tres premisas: 1) La consideración de la memoria como una capacidad. 2) El énfasis depositado en las funciones atribuidas a dicha capacidad: el almacenamiento y la recuperación. 3) Esa capacidad sirve a una finalidad: recoger nueva información o perfeccionar la que se posee mediante una serie de operaciones. Sobre el carácter individual de la memoria Esta es la postura hegemónica y tradicional. Si la memoria es una capacidad individual, ineludiblemente nos vemos obligados a estudiar cómo es y cómo funciona el recuerdo de cada persona. Uno de los problemas de sostener a la memoria como capacidad es que la información debe ser “sacada al exterior” y, para ello, para “exteriorizar” los recuerdos, necesitamos recurrir al lenguaje, que se usa de acuerdo a diferentes contextos de uso para producir significados de todo aquello que es objeto de intercambio humano. La dimensión histórica de los estudios de la memoria En la psicología de la memoria es posible señalar como mínimo dos hitos que supusieron un profundo cambio, no sólo en la manera de estudiar la memoria, sino también en la forma como ésta se pasó a entender en la vida cotidiana: el giro experimental y el giro hacia el procesamiento de la información (visión cognitivista). Pero hay otros trazados que describen derroteros muy distintos, que no respoden a las concepciones de conocimiento e investigación dominantes en la Psicología y que toman a la memoria como proceso psicosocial. BARTLETT: “Esfuerzo en pos del significado” “No cabe duda de que existen factores de origen social que influyen directa y poderosamente en buena parte del proceso humano del recordar”. Los procesos del recordar suponen implicaciones sociales y, aunque se pueden estudiar en el laboratorio, su complejidad se ve disminuida al no poder conservar su particularidad.

Esta forma de estudiar la memoria, si bien se conduce por medio de la realización de experimentos, es una concepción insólita de la experimentación en la que se destacan los análisis cualitativos y la relevancia concedida a los exámenes retóricos. Entonces frente a posiciones pasivas que la estudian como una capacidad, Bartlett subraya el carácter procesual y activo de las acciones de recordar. 1) Conectar lo actual con lo anterior “esfuerzo en pos del significado”. Es decir, un empuje para conectar lo actual con algo anterior. Lo que percibimos, imaginamos o recordamos no es algo que surja de forma inmediata y espontánea, sino que se produce en este “esfuerzo”, en el intento de conectar algo dado con otra cosa diferente. No se recuerda por medio de elementos que conservan individualmente su carácter específico, sino que el pasado funciona como un “contexto organizado”. 2) Esquemas y actitud Bartlett sostenía que el recordar tienen un carácter constructivo. “...una reconstrucción o construcción de imágenes formadas a partir de la relación entre la actitud que mantenemos ante todo un conjunto activo de reacciones o experiencias pasadas, y ante un detalle sobresaliente que suele aparecer en forma de imagen o de lenguaje. Por ello, el recuerdo casi nunca es realmente exacto, ni siquiera en los casos más rudimentarios de recapitulación repetitiva”. La explicación de todo este proceso, aunque Bartlett muestra su preferencia por el de contexto organizado, descansa en el concepto esquema. Recordar implica que el pasado ejerce una determinación, de la misma manera que la influencia de los “esquemas” es debida al pasado. 3) Convencionalización La convencionalización constituye un proceso mediante el cual cualquier elemento introducido en un contexto nuevo queda modificado por la influencia de convenciones y de las prácticas arraigadas en las personas entre las que se han introducido los nuevos elementos. Ésta permite poner de manifiesto que en los grupos sociales se encuentran tendencias sociales de conservación, ampliamente aceptadas, y un impulso de esfuerzo constructivo. En cualquier grupo se articulan prácticas, códigos y procedimientos formulados o no formulados, costumbres y tradiciones, etc. más o menos estables. Todos estos elementos garantizan la persistencia de los grupos y estructuran su vida, dotándolos de coherencia y haciendo que emerjan y se desarrollen opiniones sobre hechos, tradiciones, costumbres e instituciones que revierten sobre el grupo y le dan coherencia y subsistencia. Cuando se produce algún episodio que altera las opiniones del grupo, éste se modifica y se reorganiza y, simultáneamente, también se producen nuevas reorganizaciones de sus opiniones, lo que suele garantizar la continuidad del grupo. HALBWACHS: Lenguaje, marcos sociales y grupos Para este autor no existe conocimiento del pasado que sea simple conservación, puesto que no existe un pasado que sea inmutable e inalterable. El conocimiento del pasado mantiene una relación directa con la experiencia del presente, que es la que permite a las personas distinguir aquello que es merecedor de evocación como, asimismo, establecer su descripción. Ello supone que nuestra memoria no reproduce o imita el pasado, sino que lo reconstruye. 1) Lenguaje La reconstrucción del pasado indica que la memoria no es el resultado de la realización de un acto mecánico, sino la práctica de una función simbólica. Es decir, de la posibilidad de compartir significados con otros y construir comunicativamente el pasado por medio de la memoria. Referirmos al carácter compartido y a la dimensión comunicativa nos sitúa de lleno en el eje de articulación de la reconstrucción del pasado: la sociedad. Toda experiencia se reconstruye socialmente. “Lo más frecuente, si me acuerdo, es que los otros me incitan a acordarme, que su memoria viene en ayuda de la mía, que la mía se apoya en la suya”. El carácter reconstructivo del pasado y su fundamento comunicativo implica que el pasado es susceptible de múltiples reconstrucciones. Los seres humanos y los grupos se encuentran en la encrucijada de una gran cantidad de corrientes de pensamiento colectivo, diferentes puntos de vista, distintas versiones que hacen que el pasado se pueda reconstruir, interpretar y reinterpretar continuamente, sin que el recuerdo se pueda atribuir a nadie en particular, dado que es una construcción colectiva. 2) Grupos Para Halbwachs, el grupo constituye la condición de la memoria: sin grupos, la memoria no sería posible. Sin embargo, sostiene también que la memoria es una condición indispensable para la existencia del grupo. No existe recuerdo sin vida social, así como tampoco hay vida social sin recuerdo. Los recuerdos o fragmentos de recuerdos que parecen pertenecernos únicamente a cada uno de nosotros sólo pueden garantizar su permanencia (no inalterable, sino mutable) en la medida en que se vinculan a entornos sociales definidos y definitorios de grupos a los que pertenecemos. Sin esta vinculación, la memoria sería inteligible. La conciencia que tienen los miembros de un grupo de compartir su pasado es lo que contribuye a crear la identidad de grupo. Es decir, los diferentes avatares por los que el grupo ha ido pasando permiten a sus miembros reconstruir un pasado común y, de este modo, ir forjando la idea de un nosotros. El hecho de compartir experiencias y acontecimientos comunes que no son efímeros, sino que se prolongan en el tiempo y que resisten su paso, permite erigir una identidad de grupo como algo sólido, firme y persistente y, paralelamente, permite que cada uno de sus miembros se sienta integrante y partícipe de este grupo.

Asimismo, la identificación de la persona con el grupo y el sentirse miembro y partícipe de éste suponen también la emergencia de un aspecto importante de la memoria: su carácter normativo. Es decir, cada recuerdo colectivo constituye para el grupo no sólo una oportunidad de consolidar su identidad, sino que también supone una enseñanza y un ejemplo que hay que seguir. 3) Contenido de la memoria No podemos recordar nada que sea asocial básicamente por dos razones: - porque ninguna experiencia que pueda considerarse como tal se puede situar al margen de los fenómenos que tienen significado en una cultura, en una sociedad y en un momento de la historia - ninguna experiencia puede interpretarse y comprenderse si no hacemos uso de los instrumentos que nos facilita nuestra sociedad para hacer inteligibles nuestras experiencias, nuestros sentimientos o nuestras percepciones 4) Marcos sociales Para reconstruir el pasado, es necesario disponer de marcos sociales que permitan encuadrar y estabilizar los contenidos de la memoria: espacio y tiempo. Ambos marcos son construcciones sociales; es decir, son producciones que los seres humanos han elaborado y que se definen por su dimensión significativa. Para hablar propiamente de recuerdo, resulta imprescindible que tengamos un contenido de recuerdo y que sepamos ubicarlo en los marcos. a) Marco temporal: las fechas de referencia constituidas por el propio grupo son las que le permiten enmarcar sus recuerdos. El tiempo del grupo fija, ordena y establece la secuencia de acontecimientos, de manera que éstos se puedan localizar. Se podrían identificar tantos calendarios como grupos sociales (tiempos de la cosecha, año académico, año litúrgico, etc.) b) Marco espacial: es más estable que el marco temporal. No sólo debe entenderse como espacio meramente físico, sino que también es, ante todo, un espacio significativo. El marco espacial viene dado por los espacios vividos, lo que significa concebirlos como espacios de experiencia y espacios de afectividad, que sirven de vínculo al grupo que desarrolla su vida en dicho marco. Los marcos nos permiten establecer la distinción con otros procesos como, por ejemplo, la imaginación o la fantasía. Otras posturas que aparecen en el texto pero que no tomó la profesora en clase BLONDEL: Conocimientos compartidos Aunque pensamos que nuestra memoria es natural y consustancial a nuestro “ser mental”, cuando recordamos recurrimos a los grupos a que pertenecemos y a los saberes que circulan por nuestra sociedad. Este autor se refiere a: 1) Lenguaje: son las palabras las que confieren realidad e identidad a los objetos. 2) Memoria y estados mentales: los estados mentales son comunes a todo un grupo porque somos seres sociales. 3) Marcos sociales: nos permiten localizar los recuerdos, nos ayudan a hacerlos inteligibles y nos permiten hacer afirmaciones sobre nuestro pasado. 4) Reconstrucción del pasado y arbitrariedad: la memoria es una reconstrucción de pasado en función de lógicas colectivas. MEYERSON: Acciones recírpocas e incompletitud A diferencia de las posturas anteriores, esta confiere una atención relativa al estudio de la memoria, aunque articula perfectamente con las otras. 1) Las funciones psicológicas (se incluye la memoria): están condicionadas por la sociedad y se van estableciendo en consonancia con los avatares que esta última experimenta. 2) Proceso histórico de constitución de las funciones psicológicas: Éstas surgen en un momento histórico determinado mediante las prácticas humanas y cambian a lo largo del tiempo. 3) Las obras: la forma de hacer accesible las funciones psicológicas es por medio de sus manifestaciones, la dimensión simbólica y, evidentemente, de los comportamientos que también contribuyen a que sea tangible: las obras (conocimientos, ciencias, invenciones, técnicas, lenguas, instituciones, etc.). 4) Los signos: Esas obras, por su dimensión simbólica, son susceptibles de interpretación más allá de su materialidad y adquieren significado a través de los signos, que son mediadores entre las personas y los diferentes dominios de la realidad. Estos signos deben ser comprensibles e interpretables en el marco de las convenciones de una sociedad. Lo simbólico es una construcción de la realidad. 5) Los actos: Cada acto tiene el significado que le viene dado por su inserción en una serie y que permite su interpretación. Es decir, cada acto es un lenguaje y. como tal, comunica. 6) La objetivación: Nuestros actos se dirigen hacia un objeto, que es lo mismo que decir que nuestro pensamiento tiende a exteriorizar sus creaciones o, más bien, a considerarlas realidades exteriores. Esto es lo que se denomina objetivación. El lenguaje es el gran objetivador por excelencia. 7) Incompletitud: Las obras y los actos poseen la condición de inacabamiento a causa de su carácter simbólico, que los convierte en objetos interpretables por todas las personas, incluso por la que los ha producido. Las memorias trascienden el propio contenido en que se concretan: son obras acabadas en su formulación, pero incompletas en las posibilidades que abren a su interpretación. Están conformadas tanto por elementos que permiten dar estabilidad al mundo, siempre inestable, en el que las personas desarrollan su vida, como por elementos que permiten pensar en un mundo en transformación. Su función es tanto de estabilización de la realidad como de creación de espacios de posibilidad para nuevas interpretaciones. Ambos aspectos repercuten no sólo en los contenidos de la memoria, sino también sobre la función misma de la memoria.

LA MEMORIA COMO CONSTRUCCIÓN SOCIALS (Vázquez) Se fundamenta en las propuestas anteriores. Factores sociales de la memoria Definir la memoria a partir de su carácter social y concebirla como proceso y producto de las prácticas y relaciones humanas supone reconocer su dimensión simbólica. Es decir, el lenguaje y la comunicación constituyen los ejes fundamentales de su articulación. Asimismo, implica asumir que la memoria, tanto en relación con su estudio como con la utilización que hacemos de la misma en la vida cotidiana, tiene una dimensión histórica. Dimensión simbólica Dimensión histórica Hace referencia al mundo de los significados, por lo tanto 1) Nuestra manera de entender e interpretar las estructuras sociales, los fenómenos que se desarrollan a nuestro alude al carácter social del mundo. alrededor, nuestras maneras de representarnos el mundo, Es precisamente el carácter compartido elaborado por medio nuestras maneras de actuar, etc. no se pueden separar del de la comunicación lo que nos permite a los seres humanos momento histórico en que han emergido y se han conferir determinadas propiedades a todo aquello con lo que constituido, ni tampoco de los procesos históricos que han nos relacionamos o que participa en nuestras relaciones dado lugar a su aparición. (otras personas, ideas, conceptos, objetos, etc.). Lo simbólico tiene la capacidad de constituirse en fuente de 2) La producción de conocimiento constituye una práctica social que está conformada de un modo u otro producción de la realidad. dependiendo del tipo de sociedad. Todo lo social forma parte del mundo de significados comunes y propios de una sociedad, y que está creado por 3) Implica considerar la realidad social como proceso. Es decir, cualquier fenómeno social tiene unas condiciones medio de la intersubjetividad. temporales de existencia: cambia con el tiempo. Desde esta perspectiva, referirse a la memoria implica, simultáneamente, referirse al olvido. Es decir, no existe memoria sin olvido, pero tampoco olvido sin memoria. Cada vez que recordamos, nuestra memoria se modifica, dado que nuestros recuerdos no sólo consisten en descripciones neutrales de algo que sucedió, sino que también se erigen en argumentos, explicaciones, interpretaciones que interrogan, cuestionan, ratifican, etc. las construcciones que hacemos del pasado y, como todo proceso de interpretación, modifica nuestra manera de pensar. Es en este sentido que deben entenderse memoria y olvido como inseparables. Además, el pasado que construimos por medio de nuestra memoria sólo tiene sentido a la luz de una experiencia posterior al momento en que ocurrió, sólo tiene sentido en función de las interpretaciones que hacemos del presente. La memoria como construcción del presente Construimos el pasado en función de los intereses del presente; y eso determina la construcción de determinadas memorias y dificultan o entorpecen la construcción de otras (según valores, normas, creencias, ideologías e imaginarios). Debemos admitir que el pasado se interpreta y se resignifica; es decir, cambia en función del presente. Vemos que, contrario a lo que se suele pensar, el pasado nunca está acabado, ni tampoco se puede encerrar dentro de unos límites cronológicos. Hacemos memoria de lo que es significativo y/o que se vincula con la afectividad. Por medio de nuestra memoria vamos produciendo versiones sobre los acontecimientos del pasado que son fijaciones efímeras, subordinadas a la ocurrencia de acontecimientos futuros que modifican nuestras visiones y versiones del pasado que son fijaciones efímeras, subordinadas a la ocurrencia de acontecimientos futuros que modifican nuestras visiones y versiones del pasado, imponiendo la tarea permanente de elaboración de significado: el futuro que se consuma obliga a reformular nuestras versiones del pasado. Entonces, el atributo primordial de la memoria no es el almacenamiento o preservación del pasado, sino su producción y alteración para operar en el presente. Más que una simple recuperación y/o retención de experiencias anacrónicas, más que un pálido reflejo de acontecimientos descontextualizados, la memoria sirve para que podamos producir inteligibilidades sobre aquel pasado. Por medio de la memoria le conferimos un sentido al pasado; sin embargo, este sentido debe estar insertado en el flujo temporal. Los diferentes acontecimientos que constituyen nuestra experiencia son múltiples y heterogéneos. Es decir, las relaciones que mantienen los unos con los otros son precarias en el sentido de que son discontinuas: conjuntos de vivencias que no matienen una relación directa las unas con las otras. Sin embargo, la experiencia de nuestra vida es la de la continuidad: tenemos el sentimiento de que nuestra vida consiste en un transcurso, una secuencia, un encadenamiento de contingencias conectadas, un proceso. Ello es po...


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