9. La veduta y el viaje - Resumen La imagen de la ciudad en la edad moderna PDF

Title 9. La veduta y el viaje - Resumen La imagen de la ciudad en la edad moderna
Author Libertad Sevilleja
Course La Imagen de la Ciudad
Institution UNED
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Resumen del tema 9...


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IX LA VEDUTA Y EL VIAJE El término vedutismo define un género pictórico protagonizado por el paisaje urbano representado según las reglas de la perspectiva, en el que tienen cabida tanto la urbs como la civitas. Este tipo de pintura adquirió autonomía como género en Europa a partir del siglo XVIII, desarrollándose en las principales urbes italianas: Roma, Venecia, Florencia y Nápoles. En su éxito fue decisivo el interés por la cultura de la Europa dieciochesca, así como el valor otorgado al viaje como forma de conocimiento entre las clases altas. Las vedute alcanzaron en este siglo de la Ilustración un gran auge comercial y artístico en el que intervino de forma decisiva la moda del Grand Tour, en cuyo transcurso nobles y viajeros adquirían objetos a modo de souvenir que eran exhibidos a su regreso como signo de status social. Entre los objetos más demandados estaban estampas con representaciones de la urbe y sus monumentos, lo que explicaría el éxito de este género y su rápida expansión, siendo pronto parte de las colecciones de los más prestigiosos mecenas del continente.

1. VIAJEROS DE LA ILUSTRACIÓN: ITALIA EN EL GRAND TOUR 1.1 EL VIAJE A ITALIA EN LA EDAD MODERNA: DE LOS PEREGRINOS AL VIAJERO ADINERADO Francis Baco, exponente de la nueva cultura científica ilustrada, reconocería su interés por el viaje como instrumento de conocimiento, dictando una serie de recomendaciones para que los jóvenes viajeros sacasen el mayor partido de la experiencia como, por ejemplo, la visita a cualquier cosa que fuese célebre. En este contexto Italia fue una suerte de “itinerario del conocimiento”, si bien ese viaje se remontaba a las peregrinaciones del medievo y a los jubileos romanos tras el regreso de los papas. A su vez, la riqueza artística de la urbe, tanto clásica como moderna, atraía a numerosos artistas, todo ello en el contexto de una nueva sensibilidad artística que identificaba la belleza con la magnificencia . Esta actividad se mantuvo hasta el 1800, cuando la inestabilidad política dificultó el viaje y emergió la burguesía, desarrollando nuevos modos de viajar en los que se imponía la rapidez.

1.2 ITALIA Y SUS CIUDADES, VISTAS Y DESCRITAS El viajero del Grand Tour accedía a Italia a través de sus urbes más representativas, a las que se viajaba para contemplar las ruinas antiguas y estudiar las principales obras renacentistas. Los viajeros solían realizar descripciones de su viaje, escritas generalmente desde un tono culto que ponía especial atención en la arquitectura del lugar y acompañadas, en ocasiones, por dibujos.

2. HOLANDESES EN ITALIA: EL ORIGEN DE LA VEDUTA 2.1 EL CAMINO HACIA LA VEDUTA Al éxito de la veduta se llegó en el siglo XVIII a partir de la confluencia de los procesos artísticos meridional y nórdico iniciados en el siglo XV: la realización de vistas urbanas en perspectiva desarrollada en Italia y la pintura flamenca de paisaje. Posteriormente pintores, grabadores y dibujantes procedentes del norte europeo, atraídos por la grandeza cultural y artística de Italia, comenzaron a representar sus ciudades con sus principales monumentos y lugares de interés, haciendo que la imagen de la ciudad desempeñase un importante papel en el proceso de formación del imaginario urbano, mezclando habitualmente el gusto por el detalle con la visión evocadora y fantástica de la Antigüedad. Tras ellos destacarían las aportaciones de los pintores holandeses del XVII, dando lugar a un tipo de pintura de pequeño formato cada vez más demandado en el que la ciudad y sus edificios se presentaban siguiendo los principios de la perspectiva clásica a partir de la elección previa de un punto de vista que ofrecía una visión minuciosa y realista de la ciudad sin poner el acento en ningún punto determinado, pero sobre la que la introducción de efectos atmosféricos incorporaban un tono subjetivo. Estos pintores estuvieron interesados por la exactitud topográfica de la imagen, haciendo uso de la cámara oscura, un nuevo instrumento científico también empleado por vedutistas italianos que consistía en una caja oscura a la que se practicaba un orificio que permitía que se proyectasen en la pared opuesta de la caja las imágenes exteriores invertidas, las cuales podían ser calcadas mediante espejos y lentes, obteniendo así una visión fotográfica de la imagen real que permitía solucionar el problema que planteaba la representación en perspectiva de grandes edificios.

2.2 CASPAR VAN WITTEL Y LUCA CARLEVARIJS: LA MODA DE LAS VISTAS URBANAS Algunos pintores holandeses, atraídos por los escenarios de las ciudades italianas y por el negocio seguro que suponía la abundante y selecta clienta existente en ellas para este tipo de pintura, desarrollarían su obra en Italia, despertando asimismo el interés de grandes mecenas. Por entonces, el urbanismo europeo llevaba a sus últimas consecuencias un concepto escenográfico concebido durante el siglo XVI. A finales del XVII el arquitecto y pintor Caspar van Wittel, conocido como Vanvitelli, realizó un viaje por diversas ciudades italianas de las que dejaría constancia de su imagen. Creador de la veduta, sus codiciadas obras difundieron por Europa el modo de pintar vistas urbanas . Se trata de una representación topográficamente precisa y realista del espacio urbano y su arquitectura, poblados de personajes que aportan un tono anecdótico de la ciudad, de modo que se muestra tanto la urbs como la civitas. De la Piazza Navona realizó varias vistas desde un punto de vista elevado y un encuadre perspectívico que permitiera destacar el palazzo Panfili, Santa Agnese y la Fuente de los Cuatro Ríos. En una de sus vistas de Nápoles Vanvitelli dio forma a un modelo de vista urbana muy repetida por los vedutistas napolitanos. En la obra representó la llegada del Duque de Medinaceli, resaltando la belleza del golfo de Nápoles con los palacios y villas urbanas sobre la costa. Luca Carlevarijs, contemporáneo de van Wittel, hizo lo propio en Venecia. La confluencia de ambas figuras en la ciudad resultaría determinante para el vedutismo, dado su ambiente artístico gracias a los artistas italianos que trabajaban en ella para posteriormente viajar a otros países europeos. Los espacios de representación de poder tradicional se convirtieron en escenario de fiestas permanentes donde nobleza y burguesía exhibían su magnificencia al margen de la crisis que atravesaba la urbe. La principal contribución de este artista fueron Las Magnificencias Venecianas, una serie de vistas de la ciudad con un claro fin promocional, tanto de ésta como del autor. Las vistas, bastante realistas, fijaron como modelo de representación la captación de fragmentos urbanos con detalles específicos de la ciudad, a modo de postales. Carlevarijs definiría el modo típicamente veneciano de representar la ciudad mediante un a mezcla de realidad y subjetividad, apartándose de estereotipos. Los espacios simbólicos de Venecia, siempre caracterizados por la amplitud y la magnificencia y plagados de personajes, son en sus obras escenarios donde la arquitectura y el paisaje urbano muestran el ambiente urbano del momento definido por la luz y la atmósfera, reflejando una imagen esplendorosa con afán propagandístico.

3. EL VEDUTISMO VENECIANO DEL SIGLO XVIII: CANALETTO, GUARDI Y BELLOTTO 3.1 CANALETTO: VISTAS REALES Y VISTAS INVENTADAS El repertorio de imágenes de la ciudad que empezó a perfilar Carlevarijs fue continuado por Giovanni Antonio Canal, “Canaletto”, y el resto de vedutistas venecianos de la Ilustración. Los mecenas apreciaron de especial modo esta pintura, destinada a las más prestigiosas colecciones del momento. El éxito de Canaletto estuvo muy ligado a su éxito comercial y a los grandes mecenas para los que trabajó, interesados especialmente en vistas venecianas por su exotismo, lo que explica la menor acogida de las obras que el pintor realizó de ciudades inglesas. Con el apoyo de su mecenas, Hugh Smith, Canaletto publicó el Prospectus Magni Canalis Venetiarum, un álbum con 14 vistas del Canal Grande de Venecia que hacía las veces de catálogo promocional de las habilidades del artista. Canaletto representó la ciudad eligiendo nuevos ángulos y utilizando esquemas diferentes que aportaban una visión verosímil de la misma, caracterizada por el detallismo y una luz que identificaba las diferentes horas del día en un espacio racionalizado por el empleo de la perspectiva en el que el ambiente veneciano se dejaba entrever gracias a sus personajes.

Giovanni Antonio Canal habló de vistas de lugares y vistas inventadas para referirse a las obras realizadas a partir de mediados de siglo y distinguirlas de las realizadas desde la exactitud topográfica. Estas otras presentaban lugares fruto de la invención sin inscribirse en los caprichos. Pese a tal distinción, Canaletto siempre “inventó” en sus obras, tomando un sitio del natural y adornándolo con bellos edificios sacados de otros contextos o ideales. De esto modo Canaletto representó urbes que pudieron ser y no fueron, siendo gran ejemplo de esto su Capricho del Gran Canal con el puente de Rialto proyectado por Palladio.

3.2 LA FORTUNA DE LA VEDUTA: BELLOTTO, MARIESCHI Y GUARDI Bernardo Bellotto no sólo cultivó el vedutismo en Venecia, sino también en Roma, Florencia y Lucca. En la Roma las ruinas de la antigüedad, especialmente los arcos de triunfo, se convierten en elementos recurrentes conformantes del paisaje urbano moderno, insistiendo en todos los elementos que aportan verosimilitud. Estas características son especialmente visibles en sus obras de Turín. En Viena se encargó de pintar los escenarios de poder, terminando finalmente su carrera y su vida en Polonia. En todos estos lugares recreó con precisión imágenes ideales de diferentes ciudades, caracterizadas por sus principales escenarios de poder cuya escala monumental se acentuaba por la presencia de personajes. Venecia, convertida en epicentro de la veduta, siguió produciendo numerosas imágenes de la ciudad durante todo el XVIII a partir del estilo creado por Canaletto. Su principal seguidor, Francesco Guardi, realizó tanto obras de gran fidelidad topográfica como caprichos, incluyendo numerosas arquitecturas palladianas rodeadas de una atmósfera brumosa que hacen de la urbe un paisaje misterioso e ideal, de ahí la posterior fortuna que tuvo este artista entre los impresionistas. El camino iniciado por Guardi daría término al vedutismo tal y como se desarrolló en el XVIII.

3.3 VEDUTE DE ROMA Los monumentos de la Roma antigua y sus magníficas iglesias y palacios fueron desde el siglo XVI objeto de representación, pero durante el XVIII, con la consolidación de la veduta y la expansión del Grand Tour, la iconografía de la imagen de la ciudad conoce un nuevo auge, especialmente gracias al grabado. La tradición vedutista tuvo durante la segunda mitad de siglo un desarrollo interesante gracias a la figura de Francesco Pannini. Sus obras más conocidas, Galería de Vistas de la Roma antigua y Galería de Vistas de la Roma moderna, representaban sendas colecciones imaginarias que, enfrentadas, constituían una suerte de crónica histórica de la ciudad y reflejaban al tiempo el interés por la veduta. Estos caprichos tenían un doble sentido: recordaban con nostalgia el pasado esplendor y mostraban al tiempo la belleza de su recreación en el presente. En esta misma mitad del XVIII acudieron a Roma numerosos artistas de diferentes nacionalidades. Éste es el ambiente en el que se desarrollaría la obra romana de Piranesi, quien realizó desde entonces grabados con vistas de la ciudad antigua y moderna que influirían a muchos artistas posteriores. Interesado por la topografía de la urbe y la contemplación de las ruinas como esencia de un pasado glorioso, sus conjuntos monumentales transmiten la magnificencia de la Roma antigua en un ambiente teatral donde Piranesi muestra una sensibilidad hacia la Antigüedad ya arqueológica. La vista de estos edificios desde una perspectiva central resaltaba sus cualidades. Estas características han de ponerse en relación con la defensa del arte griego realizada por su contemporáneo Winckelmann. En sus vistas de Roma realidad y fantasía se mezclan ofreciendo una interpretación libre y original de los monumentos en armonía con la naturaleza, dando pie a un diálogo con la Antigüedad con el que se abrieron nuevas vías para la creación de imágenes....


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